Imponentes catedrales de estilo bizantino, un museo lleno de antiguos iconos, y una terraza con las mejores vistas de la ciudad
Sofia es la capital de Bulgaria y la ciudad más grande del país, con 1,3 millones de habitantes. Está atravesada por el río Iskar y rodeada de montañas, con los Balcanes al norte y Vitosha al sur. Sus aguas termales y su ubicación estratégica, a medio camino entre el Mar Negro y el Mar Adriático, convirtieron a Sofia en una importante parada de las rutas comerciales, y floreció llenándose de espectaculares monumentos, sobre todo en tiempos del Imperio Romano. Aunque la ciudad fue arrasada varias veces por diferentes ejércitos (bizantinos, otomanos, los aviones aliados durante la Segunda Guerra Mundial…), y se han conservado muy pocas construcciones antiguas. De todos los lugares de interés turístico que hay en la ciudad, estos son los 5 que considero imprescindibles:
SERDICA
Los orígenes de Sofia se remontan al siglo VIII AC, cuando en la zona se levantó un pequeño asentamiento fortificado habitado por la tribu Serdi, perteneciente a la cultura Tracia. De ahí el nombre inicial del lugar: Serdica. Más tarde, en el siglo IV AC, los Tracios fueron invadidos por la vecina Macedonia y pasaron a formar parte del vasto imperio de Alejandro Magno. Hasta que en el siglo I DC la región fue anexada al Imperio Romano, y poco a poco Serdica se convirtió en una importante urbe. Un siglo después, durante el reinado de Constantino el Grande (que estaba enamorado de la ciudad) Serdica vivió su época dorada. A este periodo pertenecen los siguientes monumentos:
1. Ancient Serdica Complex
*Horario: 10h – 18h (entre noviembre y abril, lunes cerrado)
*Precio: 6L
*Fotografía: ok
Cuando se construyó la línea M2 del Metro, entre los años 2010 y 2012, se descubrieron en el centro de Sofia las ruinas de la antigua ciudad romana. Y en lugar de detener las obras se decidió integrar el recinto arqueológico con la Estación Serdika II. Los hallazgos más interesantes están protegidos e incluyen los restos de varias mansiones con patios cubiertos de mosaicos, una basílica cristiana y unos baños públicos (hay que pagar entrada). Aunque también se puede visitar gratis una parte exterior con los cimientos de otras construcciones. Y en los andenes de la Estación hay expositores con algunos de los objetos encontrados (tendrás que comprar un billete de Metro para acceder).
El contraste entre las ruinas y los edificios modernos es sorprendente. Eso sí, en la restauración del conjunto a alguien se le fue la mano y hay zonas que parecen un decorado de cartón piedra (sobretodo la parte exterior). Pero bueno, merece la pena acercarse a echar un vistazo. Hay numerosos carteles con explicaciones en inglés y durante mi visita a la parte de pago estuve completamente solo.
2. Iglesia de Sveta Sofia: construida en el siglo VI, esta iglesia es el motivo del nombre actual de la ciudad, adoptado en el siglo XIV. El exterior es muy simple, con muros de ladrillo sin ningún tipo de decoración. En el pasado el interior estaba cubierto de impresionantes frescos, pero durante la ocupación otomana la iglesia se transformó en una mezquita y fueron eliminados para siempre.
Bajo la iglesia actual hay un Museo Subterráneo donde se pueden visitar los restos de 3 templos más antiguos que datan del siglo IV, con algún mosaico interesante; y una necrópolis con docenas de tumbas romanas (varias decoradas con coloridos frescos). Precio: 6L.
3. Sveti Giorgi Rotunda: es la iglesia más antigua de Sofia, erigida durante el siglo IV. Tiene forma circular y está ubicada en un patio interior, rodeada por enormes edificios como el Sofia Hotel Balkan o el Ministerio de Educación. A lo largo de su dilatada historia el templo ha ejercido diferentes funciones: baptisterio, iglesia, mezquita… Incluso durante un tiempo fue el mausoleo del Príncipe Alexander de Battenberg. La iglesia está rodeada de restos de la antigua Serdica. Durante mi visita había trabajos de restauración en curso y la torre se encontraba tapada por andamios y un plástico que afeaban mucho el conjunto.
El interior es minúsculo, pero permite contemplar una serie de elaborados frescos pintados entre los siglos X y XIV, formando diferentes capas. Por suerte los otomanos se limitaron a cubrirlos con yeso y se pudieron recuperar. Me gustaron mucho. La fotografía está prohibida.
CATEDRAL ALEKSANDER NEVSKI
*Horario: 7h – 19h
*Precio: gratis
*Fotografía: ok (aunque pagando 10L)
En el año 1385 Bulgaria fue invadida por el Imperio Otomano y no recuperó su independencia hasta pasados casi 500 años, con motivo de la Guerra Ruso-Turca, que en 1878 enfrentó a los otomanos contra una coalición de naciones balcánicas (Bulgaria, Rumanía, Serbia y Montenegro) liderada por Rusia. Tras la victoria se decidió construir una catedral en homenaje a los soldados rusos fallecidos durante los combates. Y en 1912 se inauguró este templo, cuyo nombre se debe a Aleksander Nevski, un legendario príncipe ruso que gobernó durante el siglo XIII y destacó por sus victorias militares. Actualmente es la sede del Patriarcado de la Iglesia Ortodoxa Búlgara.
La dimensiones de la catedral son gigantescas, con una cúpula central de color dorado rematada por una cruz, rodeada por otras de menor tamaño; y un campanario que se eleva hasta los 53m de altura. Una auténtica locura de arcos y columnas que, al estar en el centro de una plaza despejada, destaca todavía más. El templo es de estilo Neo Bizantino y su estructura recuerda mucho a Hagia Sofia (Estambul). Sobre las puertas hay mosaicos donde aparecen diferentes santos. Durante mi visita apenas había vehículos circulando y pude hacer buenas fotos, plantándome en medio de la calzada en busca de los mejores ángulos.
En la nave principal caben a la vez 5mil fieles. Los muros están cubiertos de frescos y del techo cuelgan enormes lámparas. Para hacer fotos es necesario comprar un permiso y hay un cura al acecho dando vueltas (le vi llamar la atención a dos personas). Yo me ahorré el dinero, porque los frescos están bastante borrosos y la iluminación es muy escasa. Así que me limité a dar un paseo por la nave, mientras docenas de lugareños ponían velas junto a los altares de su santo favorito.
A continuación accedí a la Cripta de la Catedral. La idea inicial era utilizarla como mausoleo de los reyes, pero cuando Rusia invadió el país en 1944 la monarquía fue abolida. Así que en su lugar se ubicó el que está considerado como el mejor Museo de Arte Cristiano de Bulgaria. La entrada me costó 6L y el horario es de 10h a 18h (lunes cerrado). Allí me tiré hora y media paseando entre obras traídas de las mejores iglesias y monasterios del país (algunos ya desaparecidos). Principalmente se trata de cuadros, iconos y pinturas murales de la Edad Media representando a todo tipo de santos. Aunque también hay crucifijos, joyas, libros con cubiertas de metal lujosamente decoradas… Muy recomendable.
Cerca de la Catedral Aleksander Nevski hay otras atracciones:
1. Mercado de Antigüedades: en un parque junto a la Catedral se monta cada día un mercado con puestos que venden artesanía y objetos antiguos. Yo pude ver montones de iconos; medallas y pins de la época soviética; relojes… No compré nada, aunque el regateo está a la orden del día.
2. Biblioteca Nacional: el edificio data de 1953 y su exterior es realmente llamativo. Tiene una fachada decorada con columnas blancas, cuidados jardines llenos de flores, y en primer plano las estatuas de los santos Cyril y Methodius (los creadores del alfabeto Cirílico). Mejor luz para la fotografía por la tarde.
3. Iglesia Rusa Sveti Nikolai: fue construida en 1914 en el lugar donde se ubicaban las ruinas de una mezquita bombardeada durante la Guerra Ruso-Turca. El exterior es precioso, con una serie de espigadas cúpulas doradas y tejados de color verde. Dentro había un sacerdote oficiando misa, y recitaba salmos rodeado de un grupo de feligreses con velas. Me encantó la atmósfera.
4. Teatro Nacional Ivan Vazov: inaugurado en el año 1907, es el más antiguo de Bulgaria aunque ha tenido que ser reconstruido en varias ocasiones, por los efectos de un devastador incendio o las bombas de los aviones aliados. El edificio actual tiene una fachada neoclásica con columnas, relieves y esculturas de temática mitológica.
TERRAZA DEL SENSE HOTEL
En las ciudades que visito siempre busco lugares elevados desde los que obtener fotos panorámicas, pero en el centro de Sofia no hay ninguna torre o monumento turístico al que se pueda subir. Suerte que tras investigar en internet encontré una alternativa: el Sense Hotel, situado en la calle Tsar Osvoboditel. Cuenta con un bar en la 9ª planta abierto a todo el mundo cuya terraza ofrece unas vistas únicas de la Catedral Aleksander Nevski y muchos otros edificios históricos de los alrededores. Y además sin molestos cristales que dificulten la fotografía.
El día que fui al Sense Hotel estaba dando un paseo con Hamza y Driss, dos franceses con los que compartí dormitorio en el Hostel Mostel. Así que la experiencia fue aun mejor. Pedimos una cerveza Shumensko carísima (8L), pero se entiende que en el precio va incluido el acceso al mirador. Además hay que tener en cuenta que el Sense Hotel tiene 5 estrellas y una noche en una habitación básica cuesta más de 200L. Con lo cual para su clientela habitual los 8L de la cerveza son ridículos. Había leído que los camareros del bar eran bastante bordes con los turistas esporádicos, pero la chica que nos atendió fue muy maja, y pasamos un rato agradable charlando y disfrutando del paisaje.
CATEDRAL SVETA NEDELYA
*Horario: 8h – 18h
*Precio: gratis
*Fotografía: ok (aunque pagando 5L)
El templo original data del siglo X y durante varios siglos esta iglesia fue la única de Sofia que todavía estaba hecha de madera. Pero después llegaron las reconstrucciones. Primero en 1867, para ampliar sus dimensiones. Y más tarde en 1933, tras los graves daños sufridos en un atentado terrorista a cargo del Partido Comunista Búlgaro, que provocó 150 víctimas y centenares de heridos (aunque su objetivo, el Zar Boris III, escapó ileso). El exterior de Sveta Nedelya es espectacular, de estilo Neo Bizantino, con cúpulas de color verde y numerosas columnas. En el interior las paredes están cubiertas de frescos añadidos durante los años 70.
En Sveta Nedelya arranca la calle Vitosha, la principal avenida de Sofia. Es peatonal y está llena de bares y restaurantes con animadas terrazas, tiendas, familias y grupos de amigos paseando. También se puede ver algún monumento interesante, como el Palacio de Justicia, con su entrada flanqueada por dos enormes leones. Sin duda es el centro neurálgico de la ciudad. Incluso en plena crisis del coronavirus, cuando otros rincones de Sofia estaban desiertos, aquí reinaba una atmósfera de normalidad absoluta.
ZHENSKI PAZAR
Es el mercado más antiguo de Sofia y su origen se remonta a finales del siglo XIX. Tenía lugar cada semana y su nombre significa “mercado de las mujeres”, porque eran ellas las que regentaban la mayoría de comercios. Con el tiempo ha sufrido diferentes reubicaciones, perdiendo parte de su autenticidad. Aunque todavía es un sitio ideal para curiosear. Predominan los puestos de alimentación, con frutas (durante mi visita había montones de cerezas y frambuesas), verduras, hierbas aromáticas, quesos, miel… Pero también artesanía (tejidos, objetos de cerámica…); y tiendas de ropa y electrónica.
En el Zhenski Pazar hay varios locales de comida. Yo a esas alturas tenía hambre, así que paré en uno y pedí un sandwich de Kyufte (mini hamburguesas) y patatas fritas, acompañado de una Fanta (2,3L). Como todas las mesas de la terraza estaban ocupadas me senté en un banco a escasos metros. Reconozco que en la zona abundan los personajes un tanto oscuros. Yo no tuve ningún problema, pero será mejor que vigiles tus pertenencias por si acaso.
A escasa distancia del Zhenski Pazar está el Mercado Central de Sofia, situado en un edificio enorme. El interior fue completamente renovado en el año 2000, y se compone de 3 plantas con tiendas que ofrecen todo tipo de productos. Otro lugar interesante para pasar el rato.
ALOJAMIENTO EN SOFIA
En total estuve 8 días en Sofia, repartidos en 2 lugares diferentes:
Peter Pan House – 46L/Noche
*Puntos a favor: estudio amplio, equipado con nevera y microondas; cama doble; limpieza impecable; mobiliario moderno; ubicación céntrica, a escasa distancia a pie de las principales atracciones; tranquilidad total por la noche; aire acondicionado (básico, porque hacía un calor horrible); wifi rápido; un par de croissants de bienvenida; terraza rodeada de jardines.
*Puntos en contra: lavabo compartido (aunque solo con otro estudio); ducha conectada al grifo del lavabo.
Aunque lo peor fue cuando aparecí en el alojamiento, pasadas las 00h, y me encontré la puerta cerrada (a pesar de haber avisado de que llegaría entre las 00h y la 1h). Tras unos minutos llamando al timbre consulté el móvil y vi un sms del hotel con una serie de instrucciones. Junto a la entrada había una pequeña caja y tenía que introducir un código. Pero era un mecanismo realmente extraño, y después de varios intentos la puerta no se abría.
Reconozco que me empecé a poner nervioso: se hacía tarde, y y no podía contactar con nadie (mi móvil no estaba operativo). Así que salí a la calle a pedir ayuda. A esas horas casi no había gente, aunque por suerte pasó un ciclista y aceptó acompañarme a la puerta. El chaval tampoco supo descifrar el funcionamiento del dispositivo, pero al menos pudo llamar al teléfono del hotel y se lo explicaron: una vez introducido el código había que abrir la caja y la llave de la puerta estaba dentro (¡?). Más tarde me enteré que este sistema de entrada es bastante común en Europa del Este, y lo vi de nuevo en mi hotel de Bucarest.
Ya en el interior del edificio localicé mi habitación, que tenía la llave puesta en la cerradura, y me pude relajar. Por cierto, realicé la reserva de 4 noches a través de Booking, donde conseguí el estudio a precio de habitación doble.
Hostel Mostel – 33L/Noche (habitación) + 12L/Noche (dormitorio)
*Puntos a favor: habitación espaciosa; cama doble; lavabo privado con ducha de agua caliente; ubicación céntrica; wifi rápido; dueño muy simpático.
*Puntos en contra: habitación sucia, tal y como la había dejado el último huésped (incluso con basura en la papelera); vecino de arriba muy ruidoso, escuchando música a todo volumen o caminando a cualquier hora; edificio apartado del Hostel, que desde fuera parecía abandonado, con hierbajos, gatos callejeros y la fachada cayéndose a trozos.
Al final me quedé 2 días más en Sofia, porque aun me faltaban lugares que visitar; y porque tenía previsto adentrarme en las montañas de Rila y la predicción del tiempo anunciaba tormentas. La verdad es que en circunstancias normales hubiera continuado en el Peter Pan Hotel. Pero necesitaba dejar parte de mi equipaje unos días para no ir cargado, y en un letrero se indicaba que por solo unas horas ya cobraban 4L. Eso sin contar que nunca había nadie en la recepción. Así que decidí cambiar al Hostel Mostel (recomendado por mi guía de viajes) y realicé una reserva a través de Booking.
Este alojamiento pintaba genial, con muy buenas críticas, un abundante desayuno incluido en el precio, ambiente cosmopolita… Pero la crisis del coronavirus le afectó de lleno. Durante mi visita el dueño había tenido que despedir temporalmente a todo el personal; no había servicio de cocina; y como apenas llegaban clientes la recepción estaba desatendida. En fin, al menos me guardaron las cosas que no necesitaba para mi excursión a las montañas.
Con este panorama, cuando volví de Rila me alojé otras 2 noches en el Hostel Mostel, aunque me cambié al dormitorio compartido, pensando que estaría vacío. Pero las 6 camas se encontraban ocupadas, incluido un iraní que roncaba como un búfalo y casi no nos dejó pegar ojo al resto. Además el lavabo estaba sucísimo. Al menos conocí gente maja, como Hamza y Driss; o Jasper, un holandés con el que cené en el hostel. Y la segunda noche fue más llevadera.
CONCLUSION
Reconozco que antes de aterrizar en Sofia solo había visto alguna imagen de la Catedral Aleksander Nevski, y me sorprendió descubrir que no es ni mucho menos la única atracción turística de la capital. Tanto que acabé pasando más tiempo del previsto explorando la ciudad. En el post incluyo los 6 lugares de Sofia que merece la pena conocer. Aunque como digo siempre, estas listas tienen un componente subjetivo importante y están abiertas a debate. Habrá a quien no le atraiga la idea de visitar las ruinas de Serdica y prefiera pasar más tiempo deambulando por alguno de los parques de la ciudad. Todo es cuestión de gustos…
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