Un río de color verde con meandros imposibles, una colonia de majestuosos buitres leonados, y un complicado viaje en transporte público
El río Uvac tiene 115km de longitud y atraviesa el suroeste de Serbia hasta que se une al río Lim después de formar durante unos kilómetros la frontera natural con Bosnia. Su tramo más interesante está protegido por la Reserva Natural de Uvac, creada en el año 1971, con una superficie de 75km2 que incluye un profundo cañón navegable por todo tipo de embarcaciones; pronunciados meandros de formas imposibles; los Lagos Sjenica y Zlatar; miradores con panorámicas espectaculares; una red de misteriosas cuevas; y una abundante población de buitres leonados. Las principales atracciones se encuentran en el sector sur de la Reserva, al que se accede fácilmente desde la población de Sjenica. Para explorar el sector norte es mejor utilizar como base Nova Varos, sobre todo si no cuentas con vehículo propio.
La mejor época para visitar Uvac es entre los meses de mayo y septiembre, cuando el clima es ideal para bañarse en los lagos y la infraestructura turística funciona a pleno rendimiento (en invierno muchos sitios cierran y el frío es importante). Yo recorrí la Reserva a principios de agosto, con un calor asfixiante, pero a cambio disfrute de cielos despejados y paisajes de postal.
VIAJE: BAJINA BASTA – SJENICA
Entre estas dos poblaciones tan solo hay 140km de distancia, pero cubrirlos en transporte público se convirtió en una odisea. En total necesité 3 etapas:
1. Autobús a Uzice: tras desalojar mi habitación del Mystic River Hostel caminé hasta la Terminal de Bajina Basta, compré el billete en la taquilla (330D), y me senté a esperar un rato tomando un zumo de limón (70D). A la hora prevista apareció el autobús y mientras guardaba la mochila grande en el maletero se llenó de gente, con lo cual acabé en la fila trasera (vaya error de principiante). Por suerte muchos pasajeros se bajaron en los primeros pueblos del recorrido y me pude cambiar a un asiento mejor.
El trayecto duró hora y media, y estuvo bastante entretenido, cruzando espesos bosques, pequeñas poblaciones y campos de cultivo. Además pasamos junto al Memorial de Kadinjaca, uno de los spomenik más espectaculares de la antigua Yugoslavia, construido en 1979. Ocupa la cima de una colina y se compone de una serie de monolitos de piedra blanca de diferentes formas y tamaños, además de dos pilares que forman una especie de agujero de bala. Mi guía de viajes lo comparaba acertadamente con un Stonehenge futurista. El Memorial homenajea a los Partisanos que fallecieron en 1941 durante una batalla contra un ejército Nazi muy superior.
También me gustó la panorámica al llegar a Uzice, con sus colinas cubiertas de viviendas distribuidas en diferentes niveles; y un peñasco coronado por Stari Grad, un fuerte medieval del siglo XIV que estaba siendo reconstruido, con una torre defensiva rodeada de andamios.
2. Autobús hasta Nova Varos: teóricamente en la Terminal de Uzice tenía una hora de espera, pero cuando compré el billete (600D) la encargada de la taquilla me dijo que el autobús anterior venía con retraso y aparecería en cuestión de minutos. Al final no fue así y acabé esperando una hora de pie en el andén en vez de tomando un café como había previsto. Eso sí, mereció la pena solo por encontrarme a Jen Lee, la china que conocí en el Mystic River. Llevaba varios días alojada en un pueblo cercano y se dirigía a Zlatibor en un autobús distinto al mío. También hablé con una mujer nacida en Sjenica que alucinó al decirle que iba a esta población.
Cuando apareció el autobús venía medio lleno, pero en Zlatibor desapareció casi todo el mundo y ocupé un asiento junto a la ventana sin problema. Zlatibor es un resort de montaña que mucha gente elige como base para explorar el Parque Nacional Tara. Aunque en mi opinión es un lugar feísimo, masificado, caro y ubicado demasiado lejos de los principales lugares de interés. Nada que ver con el ambiente de Mitrovac. A continuación atravesamos una zona de colinas amarillentas con vacas pastando y viviendas de madera; cruzamos el río Uvac; pasamos junto a la orilla del Lago Zlatar, de aguas turquesa, con pequeñas embarcaciones y lugareños bañándose; y llegamos a la Terminal de Nova Varos tras algo más de una hora de viaje.
En Nova Varos tenía 2,5 horas de espera, así que decidí sentarme a comer en algún local. Con la ayuda de Google Maps encontré Bona Fide Pizzeria, situada a un par de calles. Allí ocupé una mesa del comedor y tras comprobar que en el menú solo había pizzas pedí una Serbiana (con queso, bacon, champiñones…), una cerveza Jelen y un café con leche. Precio: 760D. Todo correcto hasta que llegaron dos familias y se pusieron a fumar. El ambiente era irrespirable y tuve que salir a la terraza a tomarme el café (donde por cierto no había nadie). No lo entiendo…
3. Furgoneta a Sjenica: esta etapa me recordó algún desplazamiento de mis viajes por África. Para empezar solo había dos autobuses al día hacia Sjenica, y el primero salía a las 15.40h. Después en la taquilla la encargada no me vendía el billete y me intentaba explicar algo, pero no hablaba ni palabra de inglés. Con la ayuda de una chica entendí que no había asientos disponibles y tendría que viajar de pie, aunque tampoco tenía otras alternativas y compré el billete (400D). A la hora prevista apareció en la Terminal una furgoneta (por eso no había sitio), guardé la mochila grande en el maletero y nos pusimos en marcha.
Fue una hora de viaje para olvidar, siguiendo una carretera llena de curvas, con constantes frenazos y sacudidas; a escasos centímetros de un borracho; con un calor tremendo; y un conductor que también se había tomado alguna copa de más y no paraba de invadir el carril contrario. Qué alivio cuando llegué a la Terminal de Sjenica y pude bajarme de la furgoneta. Desde allí caminé 10 minutos hasta el lugar elegido para pasar la noche.
ALOJAMIENTO: DOBRILA GUESTHOUSE – 1.410D/Noche
*Puntos a favor: habitación espaciosa; buena ubicación, a 10 minutos a pie del centro; wifi rápido; nevera compartida; zumo y galletas de bienvenida; propietarios (Miljan y su madre) muy amables; precio.
*Puntos en contra: camas individuales; baño compartido; lugar ruidoso (lavadoras a partir de las 00h y el padre de Miljan deambulando a horas intempestivas).
En la zona de Uvac Canyon tuve un dilema: alojarme en alguno de los sitios disponibles junto al río, cerca de los miradores, pero pagando alrededor de 30€ por noche y obligado a ser autosuficiente (no hay tiendas); o en Sjenica, una población con lugares más económicos y todo tipo de servicios, aunque situada a 8km del río. Si tienes vehículo propio te recomiendo hacer una compra en un supermercado y elegir la primera opción. Al no ser mi caso tuve que conformarme con la segunda, y reservé una habitación en Dobrila a través de Booking.
Una vez instalado salí a dar un paseo por Sjenica. Esta pequeña población no tiene atracciones turísticas. Aunque me sorprendió su centro peatonal, con animadas terrazas y un montón de gente paseando. Yo me senté a tomar una limonada (70D) y pude comprobar que Sjenica está habitada por una importante comunidad musulmana. Vi bastantes chicas con hijab; nadie tomaba cerveza en las terrazas; y se escuchó la llamada a la oración desde una mezquita cercana.
De regreso a mi habitación hice una compra en un supermercado. Y solventé la cena con un Burek relleno de carne y un yogurt.
EXPLORANDO UVAC CANYON
Al día siguiente me levanté a las 6h de la mañana, aunque a las 5h el padre de Miljan ya me había despertado haciendo ruido por la casa. En fin, a continuación desayuné un plátano, un croissant de chocolate y un yogurt; preparé la mochila pequeña (incluyendo 3 litros de agua fría); y salí a la calle.
Mi plan era visitar Uvac Canyon y para llegar al río tenía que recorrer 8km, así que el día anterior Miljan llamó por teléfono a un taxista que conocía y quedamos en que me pasaría a buscar a las 7h. El chaval apareció puntual y en apenas un cuarto de hora me dejó junto a la carretera principal, en el punto donde comienza una pista de tierra que avanza en paralelo al río Uvac. Precio: 500D (poco más de 4€).
El motivo de mi madrugón era poder explorar la zona sin gente y en ese sentido acerté. Aunque para mi sorpresa me encontré el cañón cubierto de niebla. No se veía absolutamente nada y mi cara era un poema. Menos mal que continué caminando y al llegar al Puerto las nubes ya habían desaparecido, con cielo azul y un sol radiante. Desde el Puerto parten las barcas turísticas que recorren el río Uvac; y cuenta con un par de cafés y una zona de acampada. Aquí me salió al paso una familia de perros muy cariñosos (la pareja y un cachorro) y decidieron acompañarme en mi ruta hacia el Mirador Molitva (7km desde la carretera), uno de los mejores del cañón.
El sendero está bien señalizado, con carteles y marcas de pintura, y apenas necesité consultar el mapa. La subida es constante pero sin rampas especialmente duras. De camino pasé junto a un enorme pináculo de roca con una cueva; un tramo de bosque atravesado por un arroyo (los perros lo agradecieron); prados cubiertos de flores y telarañas que brillaban con el rocío de la mañana; y un par de miradores que me ofrecieron las primeras panorámicas del cañón. En uno me senté a beber agua y picar galletas (los perros se comieron la mayoría); y en otro el río Uvac se divide en dos brazos que forman una isla realmente fotogénica. Un paisaje genial, aunque los perros no pensaron lo mismo y poco a poco me abandonaron (el último el cachorro, que se fue con unos turistas que me crucé).
En la recta final divisé a lo lejos el Mirador Molitva, una plataforma de madera suspendida al borde del cañón. Para llegar tuve que perder altura para sortear un valle y después recuperarla, pero mereció la pena el esfuerzo, porque cuando alcancé el mirador no había absolutamente nadie. Y yo que me imaginaba hordas de turistas a codazos para hacerse un selfie… Desde Molitva las vistas son épicas (mejor luz por la mañana). Sin duda el paisaje más espectacular que vi durante mi recorrido por Serbia, con el río Uvac formando una serie de pronunciados meandros; el agua de color verde; diminutas embarcaciones navegando; y bosques extendiéndose hasta el infinito. Aunque lo mejor estaba por llegar…
Buscando información sobre Uvac Canyon leí que aquí habita una de las colonias de Buitre Leonado más grandes de Europa, superando los 500 ejemplares. Pero durante mi recorrido hasta el Mirador Molitva no vi ni rastro y empecé a pensar que a lo mejor no era tan numerosa, o se concentraba en otras partes del cañón. Entonces, mientras contemplaba las vistas, apareció uno, y luego otro, y en cuestión de segundos estaba rodeado por una docena de buitres planeando en círculos a diferentes alturas. A veces pasaban muy cerca y pude hacer fotos buenísimas. Fue toda una experiencia que tuve la suerte de vivir solo.
Al cabo de unos minutos escuché unas voces familiares: era una pareja de Barcelona que estaba recorriendo los Balcanes en coche con sus dos hijos. Cuando llegaron al mirador la mayoría de buitres habían desaparecido, así que estuvimos charlando un rato. Después se nos unió un ruidoso grupo de serbios (uno llevaba una silla plegable) y decidí marcharme.
Desde el Mirador Molitva no hay rutas que continúen por el río Uvac hacia el norte, con lo cual regresé al Puerto por el mismo sendero. De camino me crucé con un par de turistas; y me encontré al cachorro tumbado a la sombra de un árbol. Al verme empezó a seguirme de nuevo, pero antes de llegar al Puerto prefirió quedarse en un alojamiento de cabañas de madera.
Poco después llegué al único puente colgante que permite cruzar el río y se me pasó por la cabeza la idea de caminar hasta el Mirador Veliki Vrh. Aunque esto implicaba recorrer más de 9km; el calor era terrible; y al final las vistas son parecidas a las de Molitva (quizás Veliki Vrk permite fotos más panorámicas de los meandros). Eso sin contar que el puente no paraba de balancearse por el viento y las barras de protección me llegaban a la altura de la cadera. Al final preferí no jugármela y continué hasta el Puerto, donde busqué un lugar para sentarme a descansar.
COMIDA: CAFE LEDENA PECINA
Este sencillo local tiene una terraza junto al río Uvac y cuando llegué solo había una pareja de Kuwait con su guía (estaban realizando una excursión desde Zlatibor). La propietaria del café era muy simpática pero no hablaba ni una palabra de inglés, aunque el guía me hizo de traductor y nos pudimos comunicar. Solo había 3 opciones para comer: cevapi, trucha y filete de ternera. Yo elegí la última por descarte y triunfé. El filete era de buen tamaño, acompañado de patatas fritas y tomate, y estaba delicioso. Para beber cayeron 2 cervezas Zajecarsko. Todo servido en cuestión de minutos y por un precio más que razonable (1.000D). Acabé como nuevo.
El Café Ledena Pecina también gestiona el camping del Puerto (realmente básico); y organiza excursiones en barca o kayac por el río Uvac.
UN TOUR EN BARCA
Tras la ruta a pie hasta el Mirador Molitva mi idea era realizar un recorrido en barca por Uvac Canyon. Suelen durar 2-3 horas, cuestan alrededor de 1.000D, y permiten contemplar el paisaje desde una perspectiva distinta. Pero a última hora decidí no hacer el tour, por varios motivos:
*Normalmente las barcas visitan alguna de las cuevas que hay en la zona, con formaciones geológicas curiosas. Pero durante mi visita a Uvac Canyon no estaba permitido el acceso por motivos que desconozco (¿el coronavirus?).
*Cuando acabé de comer eran las 14h y el sol pegaba con fuerza. Las barcas están equipadas con una sombrilla, aunque la luz para la fotografía era horrible.
*En las últimas semanas ya había visitado en barca los cañones de Matka y Drina, y no estaba muy motivado para una tercera vez.
Así que después de comer caminé por la pista en dirección a la carretera principal. Solo hay 1,5km aunque fueron duros, con alguna rampa que me dejó sin respiración. Cómo sería la cosa que tuve que hacer un alto en el Avlija Biberovic, un alojamiento con cabañas de madera. Allí me senté en una terraza con buenas vistas del río, me tomé dos limonadas (140D) y reuní fuerzas para continuar hasta la carretera. La ausencia de transporte público me obligó a hacer autoestop, pero el primer coche paró y me dejó en el centro de Sjenica.
CONCLUSION
Uvac Canyon carece de la fama del Parque Nacional Tara pero ofrece paisajes épicos. Es difícil describir con palabras lo que sentí en el Mirador Molitva, totalmente solo, contemplando una zona de espectaculares meandros de color verde con varios Buitres Leonados volando a escasos metros de mí. La zona más conocida es la de Sjenica y te recomiendo dedicarle una jornada. Hay otras dos en la parte alta del río y se accede desde Nova Varos, pero no puedo opinar porque no las visité. A no ser que cuentes con un presupuesto holgado y vehículo propio te recomiendo alojarte en el pueblo y viajar al inicio de Uvac Canyon en taxi.
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