Una población de mayoría musulmana con un recinto fortificado, campos de olivos centenarios y un resort de vacaciones abandonado
Ulcinj es una ciudad ubicada en la costa oriental de Montenegro, pegada a la frontera con Albania, y sus orígenes se remontan al siglo V AC, cuando fue fundada por un grupo de colonos procedentes de Colchis (la actual Georgia). Durante siglos acogió un importante puerto comercial, mientras era gobernada sucesivamente por Ilirios, Romanos, Bizantinos, Serbios y Venecianos. Hasta que en el año 1571 el Imperio Otomano conquistó Ulcinj y se convirtió en un nido de piratas berberiscos que acosaban el tráfico marítimo del Mediterráneo y capturaban cristianos para devolverlos a sus familias a cambio de un rescate. Los Otomanos permanecieron en Ulcinj más de 300 años y su influencia todavía es visible hoy, con varias mezquitas y un 70% de la población de religión musulmana.
El principal atractivo turístico de Ulcinj son sus playas, entre las que destacan Mala Beach y Velika Beach, que en verano se llenan de Albaneses y Kosovares en busca de sol y fiesta. Aunque también cuenta con un bonito Casco Antiguo; la Catedral de Sveti Nikola; y el Freedom Monument. Y está a unos kilómetros de Valdanos Bay, donde hay un resort de vacaciones abandonado.
VIAJE: VIRPAZAR – ULCINJ
En circunstancias normales tras finalizar mi recorrido por el lago Skadar me hubiera quedado una noche en Apartman Pavle. Pero no tenía ganas de una nueva sesión de ruidos con lo cual recuperé mi mochila grande, me despedí de Branka y comencé mi desplazamiento a Ulcinj, que constó de 2 etapas:
1. Tren a Bar: el día anterior había consultado los horarios, así que caminé hasta la Estación y el tren apareció según lo previsto. En Virpazar no hay taquilla y pagué el billete directamente al revisor, que era el mismo con el que charlé durante el viaje de ida (1,2€). El trayecto duró 25 minutos y llegué a Bar sin incidentes.
2. Autobús hasta Ulcinj: desde la Estación me dirigí a toda prisa a la Terminal de Autobús porque había una salida en breve (también conocía los horarios) y la siguiente era dentro de una hora. Allí compré el billete en la taquilla (3€), accedí a la zona de andenes, y el autobús vino con unos minutos de retraso. A continuación guardé la mochila grande en el maletero (sin tener que pagar nada), ocupé un asiento junto a la ventana y nos pusimos en marcha.
El viaje duró poco más de media hora y recorrimos un tramo de costa mientras el sol se ocultaba tras las montañas. Una vez en la Terminal de Ulcinj caminé hasta el lugar donde había decidido pasar la noche.
ALOJAMIENTO: APARTMENTS DIBRA – 17€/Noche
*Puntos a favor: cama doble muy cómoda; baño privado con ducha perfecta; tranquilidad total por la noche; wifi rápido; nevera; balcón privado con una mesa; propietario (Besi) muy amable.
*Puntos en contra: mobiliario destartalado; limpieza mejorable (baño sucio, telarañas…); ubicación a 2km del Casco Antiguo (aunque cerca de la Terminal de Autobús).
La oferta de alojamiento en Ulcinj es muy amplia y más en temporada baja. Al final me decanté por Apartments Dibra y realicé una reserva de 3 noches a través de Booking. Cuando llegué el hermano de Besi le llamó por teléfono y apareció al momento. La habitación dejaba bastante que desear, pero en general acabé satisfecho. Además Besi me fue de gran ayuda para solventar un par de temas antes de viajar a Albania.
Tras instalarme hice una compra de comida en un supermercado Ideal situado a una calle, y dediqué el resto de la tarde/noche a leer y descansar. Estaba agotado, pero muy contento por cómo había transcurrido la jornada, que comenzó haciendo kayak en Rijeka Crnojevica. La cena consistió en salchichón, pan tostado, una cerveza Jelen y un yogur.
EXPLORANDO ULCINJ
Al día siguiente me desperté tras una noche de sueño impecable. Hasta cerca de la medianoche la familia de Besi no paró de hacer ruido en el piso superior, con los críos corriendo y jugando a la pelota, pero después reinó la calma. Una vez en pie desayuné un plátano, un croissant de chocolate y un yogur; preparé la mochila pequeña; y salí a la calle para visitar los lugares de interés de Ulcinj. Esto fue lo más destacado:
1. Casco Antiguo: se extiende por una colina situada al oeste de Mala Beach, en una península donde los Ilirios construyeron el primer recinto defensivo de Ulcinj. Más tarde los Venecianos reforzaron los muros y añadieron lujosos palacios; y los Otomanos incorporaron diferentes elementos que dan un toque oriental al conjunto. El Casco Antiguo está completamente rodeado por una muralla con dos puertas: una Inferior, a la que se accedía desde el mar; y otra Superior, para entrar por tierra. Yo utilicé la segunda y estuve 3 horas recorriendo el lugar.
El terremoto de 1979 provocó importantes daños y en la actualidad todavía hay varios edificios en ruinas. Pero durante mi visita se estaban realizando obras de restauración, con avenidas cortadas y operarios trabajando (a pesar de ser domingo). El Casco Antiguo de Ulcinj es un laberinto de estrechas callejuelas con casas familiares, aunque predominan los apartamentos turísticos, hoteles y restaurantes, y en algunos sitios las paredes están cubiertas de carteles y anuncios. De todas formas al ser temporada baja apenas había gente y paseé a mi aire rodeado de una atmósfera relajada, entre viejos portales, gatos durmiendo y ventanas con ropa tendida.
En un extremo del Casco Antiguo está el Palacio de Venecia, donde entre los siglos XV y XVI residía el administrador enviado por la República. Hoy día es un hotel de lujo con un restaurante (el Miguel de Cervantes) y un bar. Yo pregunté a un camarero y me permitió entrar. Desde el Palacio las vistas de Ulcinj son excelentes, con centenares de viviendas distribuidas en diferentes niveles y los minaretes de las mezquitas. Mientras hacía fotos se escuchó la llamada a la oración y fue un momento mágico. En el recinto del Palacio de Venecia también hay un busto de Cervantes.
Según la historia oficial, en 1575 el escritor Miguel de Cervantes fue capturado por una flota de piratas berberiscos y estuvo 5 años preso en Argel. Pero curiosamente en Ulcinj se afirma que los primeros años los pasó aquí, cuando la ciudad era conocida como Dulcigno, y le sirvió de inspiración para el nombre de la enamorada de Don Quijote (Dulcinea). A pesar de la dudosa veracidad de esta afirmación varios negocios se han apuntado al carro y además del restaurante vi el Hotel Villa Dulcinea y estatuas y murales que representan a la pareja. En fin…
2. Museo de Ulcinj: está situado junto a la Puerta Superior y ocupa una parte del Casco Antiguo. La entrada solo cuesta 3€ y merece la pena porque contiene algunos de los lugares con más historia de la ciudad:
*Plaza de los Esclavos: durante el siglo XVIII las familias adineradas de Ulcinj empezaron a adquirir esclavos como sirvientes. Y los piratas se encargaban de atender la demanda, trayéndolos de África y vendiéndolos en esta pequeña plaza.
*Iglesia-Mezquita: fue construida por los Venecianos en 1510, aunque cuando los Otomanos conquistaron Ulcinj la convirtieron en una mezquita. Hoy día alberga el Museo Arqueológico, con todo tipo de objetos antiguos: cerámica, monedas, trozos de columnas y capiteles… El minarete añadido en 1693 se encuentra en ruinas.
*Ciudadela: se puede acceder al interior, pero solo quedan cimientos y ruinas inconexas. Me gustó más subir a las murallas y contemplar las vistas de los alrededores. Eso sí, soplaba un viento huracanado realmente molesto.
*Torre de Balsic: data del siglo XIV y debe el nombre a la familia Balsic, que en esa época gobernaba el Principado de Zeta y financió su construcción. Tiene 3 pisos, aunque solo encontré una exposición de fotografías antiguas en uno de ellos.
*Museo Etnológico: se encuentra en una vivienda tradicional y sus 3 plantas muestran diferentes objetos relacionados con las tradiciones de Montenegro: utensilios de pesca y labranza; ropa; máquinas de tejer; muebles…
*Muro Ilirio: está compuesto por enormes bloques que encajan perfectamente, y contrasta con los posteriores, que utilizan piedras más pequeñas y argamasa para unirlas.
El Museo de Ulcinj estaba desierto y no vi a nadie durante la hora larga que caminé por el recinto. Por cierto, al lado de la entrada hay una bonita Fuente Otomana del siglo XVII decorada con inscripciones y relieves.
3. Catedral de Sveti Nikola: ubicada cerca del Casco Antiguo, data de 1890, cuando los Otomanos fueron expulsados de Ulcinj. El interior está cubierto de coloridos frescos, pero durante mi visita se encontraba en obras, rodeada de andamios, y no pude entrar. En los jardines que la rodean hay docenas de viejos olivos.
4. Mala Beach: esta playa de arena es la más céntrica de Ulcinj y su nombre significa Pequeña. Tiene aguas cristalinas aunque muy poco profundas, y junto a ella hay numerosos cafés y restaurantes con animadas terrazas. Yo di un paseo por la playa y después me senté a tomar un café con leche (1,5€).
MAS LUGARES DE INTERES
Tras el café ya estaba listo para seguir recorriendo Ulcinj y visité varios lugares de interés situados en los alrededores de Mala Beach:
5. Mezquita de los Marineros: el templo original fue construido durante el siglo XIV, antes de la llegada de los Otomanos, aunque en 1931 el gobierno decidió demolerlo. Más tarde la comunidad musulmana de Ulcinj reunió fondos y la reconstruyó en el año 2012. Tiene un imponente minarete que en su día hizo las veces de faro al estar junto a Mala Beach; y un elegante interior donde pasé unos minutos.
6. Mezquita Pasha: data de 1719 y está dedicada a Ali Pasha, un destacado almirante de la marina Otomana. Una pena que me encontré la puerta cerrada y no pude entrar. Al lado hay un hammam.
7. Península de Jadran: se encuentra al este de Mala Beach y ofrece una panorámica genial de la playa, el Casco Antiguo y las viviendas de Ulcinj. La Península está ocupada por un parking y un bar (cerrado) donde me entretuve con una pareja de gatos y sus tres crías.
8. Freedom Monument: este memorial fue construido en 1985 para homenajear a los Partisanos de la zona fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial. Consiste en dos enormes pares de alas de cemento de las que emergen los rostros de varias personas. Por eso se dice que el monumento también está dedicado a los pilotos de la antigua Yugoslavia que participaron en el conflicto. Había leído que se encontraba en un estado de conservación lamentable, pero durante mi visita un operario estaba realizando trabajos de mantenimiento y el lugar me pareció correcto.
Desde el Freedom Monument las vistas de Mala Beach son excelentes. Las mejores fotos del memorial se obtienen desde las escaleras que conducen a la playa.
CENA: PIZZERIA PAPILLON
Muchos restaurantes del centro de Ulcinj estaban cerrados y otros tenían pinta de ser demasiado caros, con menús centrados en pescados y marisco. Así que preferí cenar en una sencilla pizzería a un par de calles de mi alojamiento. Al llegar me senté en la pequeña terraza y pedí Ensalada Shopska, una Pizza Kapricioza (con prsut, champiñones y olivas) y una cerveza Niksicko pequeña. Los platos aparecieron pronto y la comida estaba rica, con porciones abundantes (me costó acabarme todo). Además solo pagué 8,5€.
Después de cenar regresé a mi habitación, caminando por calles oscuras en medio de un viento que no perdía fuerza.
EN VELIKA BEACH
La jornada comenzó con mi alarma sonando a las 8h y me levanté sin perder tiempo porque tenía mucho que hacer. A continuación desayuné; metí las cámaras de fotos en mi mochila; y salí a la calle, donde el tiempo era idéntico al día anterior: sol y cielo azul, pero con un viento huracanado que a veces era un agobio.
Mi plan era visitar dos playas situadas en los alrededores de Ulcinj y empecé por Velika Beach (su nombre significa Grande). Para ello fui al centro, y en la Península de Jadran continué hacia el este bordeando la costa. Al principio avancé por una carretera local pasando junto a varios clubs con calas privadas cubiertas por terrazas de cemento (para ubicar las tumbonas). Todos estaban cerrados, pero imagino que en verano el ambiente es una fiesta.
Tras el último club me desvié a la derecha por un sendero mucho más agradable. Y durante una hora larga caminé rodeado de naturaleza, atravesando un bosque de pinos y deteniéndome en miradores con calas escondidas de aguas turquesa, rocas erosionadas y panorámicas geniales de la costa. Además la zona estaba protegida del viento. Eso sí, me pareció excesivamente desierta y solo me crucé con un par de lugareños.
Al final alcancé el extremo de una península donde había un abuelete pescando; y contemplé las vistas de Velika Beach extendiéndose hacia el horizonte, con las montañas de Albania en la distancia. Desde allí caminé por un viejo muelle; sorteé un río utilizando un precario puente de madera; y llegué al inicio de la playa. En total son 4km (ida) desde Ulcinj y el sendero está bien marcado, sin apenas desnivel.
No me extraña que Velika Beach reciba tantos turistas en verano. Se trata de una playa de arena dorada de 12km de longitud y aguas poco profundas que todavía conserva cierto aire salvaje, protegida por un bosque y con chiringuitos y pequeños alojamientos como únicas construcciones. Nada que ver con los horribles hoteles de Budva. Durante mi visita Velika Beach estaba casi vacía y di un breve paseo, haciendo fotos de las ondas que el viento creaba en la arena y los puestos de socorrista. Al final de la playa se llega a Ada Bojana, una isla triangular ubicada en la desembocadura del río Bojana, que durante varios kilómetros forma la frontera natural con Albania. A pie es una distancia excesiva y hay que viajar en vehículo propio o taxi.
Me hubiera gustado sentarme a tomar algo, pero todos los locales estaban cerrados, así que caminé hasta la carretera principal y regresé al centro de Ulcinj a buen ritmo. Allí compré un Burek de queso en una panadería (1,2€) y me lo comí en un banco. Y después cayó un café con leche junto a Mala Beach en la misma terraza del día anterior.
UN RESORT ABANDONADO
La segunda playa que quería visitar era Valdanos Bay, aunque en este caso la playa era lo de menos. Se encuentra 5,5km al oeste de Ulcinj, al final de una carretera local, y la ruta es conocida con el nombre de Valdanos Olive Trail. El motivo: la zona está llena de bosques de olivos, con numerosos ejemplares que superan los mil años de antigüedad, ya que su cultivo comenzó en tiempos de los Romanos. Y es que gracias a su clima favorable en Montenegro se produce uno de los mejores aceites del mundo.
Durante mi recorrido pasé junto a fotogénicos árboles de troncos retorcidos; lugareños recogiendo olivas del suelo (no tengo claro que fueran los dueños de los terrenos); y puestos que vendían aceite y otros productos tradicionales. Incluso hay un par de empresas familiares (como Olcinium) que organizan visitas guiadas para mostrar el proceso de elaboración. También vi bungalows y edificios de apartamentos donde es posible alojarse. Fue una ruta muy entretenida y el trayecto se me hizo realmente corto. Por cierto, en el último tramo la carretera está bloqueada por una barrera con una garita y según los relatos de otros viajeros hay 3 opciones: que el guarda no permita el paso; que cobre una entrada (2€); o que no aparezca. Afortunadamente en mi caso ocurrió lo último y continué sin problema.
En 1978 el gobierno de la antigua Yugoslavia expropió todos los terrenos de la zona pagando a las familias propietarias una compensación ridícula. El plan era construir una base naval en la bahía, pero Tito falleció en 1980 y los nuevos dirigentes del país frenaron el proyecto. En su lugar se acabó creando el Resort Militar Valdanos Bay, un centro de vacaciones para uso exclusivo de los militares y sus familias, con bungalows, villas y zona de acampada. El recinto se inauguró en 1983, aunque menos de una década más tarde la disolución de Yugoslavia provocó una drástica caída del número de visitantes. El golpe de gracia se produjo en el 2006, cuando la independencia de Montenegro causó la pérdida de los clientes Serbios, que representaban la mayoría del negocio. Y un año más tarde cerró sus puertas.
Con esta situación en el 2008 el gobierno de Montenegro empezó a buscar un inversor internacional para convertir el resort en un complejo turístico de primer nivel. Pero la crisis financiera, las reclamaciones judiciales de los antiguos propietarios de los terrenos y las protestas de varias organizaciones ecologistas para conservar los olivares, han frenado el interés de cualquier posible candidato. Y el lugar continúa abandonado, creando un escenario ideal para los aficionados al Urbex.
Este era el verdadero objetivo de mi visita, aunque no tenía muy claro si podría acceder al resort y además desconocía su ubicación. Por suerte antes de llegar a Valdanos Bay descubrí una pista asfaltada que se desviaba a la derecha, con varias farolas viejas y un cartel que prohibía el paso. Había encontrado la entrada. A escasos metros vi un coche aparcado, pero yo empecé a caminar por la pista y nadie me dijo nada, hasta que llegué a un cartel oxidado con un mapa del resort.
Lo que vino a continuación superó todas mis expectativas y pasé 2 horas explorando el recinto completamente solo, descubriendo infinidad de rincones fascinantes. De entre todos destaco los siguientes:
1. Recepción: hay varias oficinas llenas de archivadores y documentos esparcidos por el suelo; montones de llaves; ordenadores rotos; un libro de visitas con los comentarios de los clientes; taquillas; cajones con todo tipo de objetos; folletos turísticos; y pegatinas con el logo del resort (por supuesto me guardé un par).
2. Supermercado: aquí visité los almacenes; la zona de descarga con una antigua báscula; y el edificio principal. Una parte del techo es de cristal y el suelo estaba lleno de trozos caídos, así que con el fuerte viento que soplaba no me entretuve mucho.
3. Restaurante: tiene un enorme comedor con alguna silla rota; una terraza cubierta por una estructura metálica; una destrozada escalera de caracol que baja hasta el borde del mar; y una espectacular fachada decorada con un mural donde aparece un barco y una mujer nadando con un delfín.
También vi un edificio con lavabos y duchas; otra recepción cerca del restaurante; carteles; farolas rotas; bungalows escondidos; la piscina vacía… Hace un tiempo todavía quedaban caravanas abandonadas en la zona de camping, pero los vecinos se han hecho con ellas (vi algunas junto a la carretera). De todas formas fue genial caminar por senderos cubiertos de maleza, entre ruinas y viejos olivos, con el riesgo permanente de que alguien me descubriera. Podría haberme tirado un día entero, pero ya eran las 17h y empezaba a oscurecer, así que me di por satisfecho.
Por si fuera poco Valdanos Bay es un lugar impresionante. La playa es de piedras, pero sus aguas son cristalinas y está junto a unos acantilados de paredes verticales completamente lisas. En el pasado era uno de los lugares preferidos de los piratas berberiscos y se dice que en el fondo hay varios barcos hundidos. Como era tarde solo vi una familia sentada en la orilla.
A continuación regresé a Ulcinj siguiendo la misma carretera. Llegué de noche, coincidiendo con la llamada a la oración desde las diferentes mezquitas. Una forma inmejorable de finalizar mi recorrido por Montenegro.
CONCLUSION
Reconozco que mi idea inicial era cruzar la frontera de Albania sin detenerme en Ulcinj, pero acabé dedicándole un par de días y fue la mejor decisión que pude tomar. Cuenta con algunas de las mejores playas del país; numerosos edificios históricos; y si te gusta el Urbex no te puedes perder el cercano Resort Militar Valdanos Bay, que ofrece horas de exploración. También habría podido visitar Ulcinjska Solana, unas antiguas salinas situadas al norte de Velika Beach que atraen a todo tipo de aves, como Pelícanos o Flamencos. Pero mi llegada a Ulcinj se produjo a finales de octubre y muchos pájaros habían emigrado a África.
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