Explorando la capital cultural de Kosovo, con docenas de viviendas tradicionales, templos religiosos y terrazas llenas de gente
Prizren es una ciudad situada en el suroeste de Kosovo, al pie de los montes Sar. Está atravesada por el río Bistrica y desde la Edad Media ha tenido una gran importancia. Aquí en el siglo XV Stefan Dusan ubicó durante unos años la corte del Reino de Serbia antes de trasladarla a Skopje. Y tras la conquista Otomana se convirtió en un destacado centro comercial, además de la capital cultural de la comunidad Albanesa de Kosovo. La guerra de 1999 no provocó daños de especial gravedad en Prizren, pero en los altercados del 2004 hordas de Albaneses incendiaron la mayoría de iglesias de la ciudad y durante mi visita todavía permanecían cerradas al público.
Actualmente Prizren es la principal atracción turística del país, con un espectacular Casco Antiguo lleno de viviendas tradicionales, mezquitas, iglesias ortodoxas y cafés. Entre sus lugares de interés destacan el Fuerte, la Mezquita Sinan Pasha o la Catedral de San Jorge. Y constituye una buena base para realizar una excursión a Gjakova.
VIAJE: PRISTINA – PRIZREN
Cuando llegué a la Terminal de Pristina desde Novi Pazar me dirigí inmediatamente al mostrador de Información y la encargada me dio una buena noticia: en 20 minutos salía un autobús hacia Prizren. Así que me dirigí al andén indicado, donde ya estaba esperando el vehículo; guardé la mochila grande en el maletero; ocupé un asiento junto a la ventana; y me compré unas galletas y un zumo de manzana en una tienda porque estaba hambriento (1,4€).
A la hora prevista nos pusimos en marcha y poco después el ayudante del conductor pasó a vender los billetes (4€). El viaje duró algo más de 2 horas y fue muy tranquilo. Durante el trayecto pasamos junto a poblaciones modernas, naves industriales y montones de escombros. Solo mereció la pena un rato en el que cruzamos un tramo montañoso de espesos bosques, pero justo en ese momento me quedé dormido.
Una vez en la Terminal de Prizren, caminé 15 minutos hasta el lugar donde había previsto alojarme.
ALOJAMIENTO: OLTAS PENSION – 20€/Noche
*Puntos a favor: habitación espaciosa; cama doble; baño privado (con una bombilla que apenas iluminaba); buena limpieza; ubicación inmejorable, en pleno casco antiguo; tranquilidad total por la noche; wifi rápido; aire acondicionado; nevera; desayuno incluido (aunque escaso).
*Puntos en contra: mobiliario destartalado; ducha con escasa presión.
A pesar de su precio, Oltas Pension fue una de las opciones más económicas que encontré en Booking. Y aun gracias que tenía descuento, porque la tarifa habitual es de 25€. Cuando llegué me atendió un abuelete que no hablaba nada de inglés y me condujo a la habitación, que tenía una distribución realmente curiosa, con compartimentos por todas partes y la zona del inodoro/bañera separada del resto del baño por una puerta corredera de cristal. De todas formas acabé muy satisfecho con el lugar.
Una vez instalado me estiré en la cama a descansar un rato, porque habían sido muchas horas de autobús y traslados desde que salí de Novi Pazar, y el sol apretaba con fuerza. Más tarde salí a la calle en busca de un local para llenar el estómago.
CENA: TIFFANY NATIONAL RESTAURANT
Este lugar situado a un par de calles de mi pensión forma parte del Hotel Tiffany y tiene buenas referencias. Al llegar ocupé una mesa de su agradable terraza, que ocupa un patio con una cubierta metálica de la que cuelgan hojas de parra. El menú (en inglés) tiene una gran variedad de platos típicos de Kosovo. Yo pedí 3 Salsas elaboradas con queso y yogur (zanahoria, espinacas y ajo); Tava Elbasan de Ternera (carne al horno con una salsa de yogur muy cremosa), y una cerveza Peja (la más popular del país). La comida estaba riquísima y acabé a reventar. Además me atendieron unos camareros muy simpáticos. Precio: 12,9€.
A continuación ya era de noche y decidí dar un paseo para bajar la cena. El epicentro de Prizren es la Plaza Shadervan, con una fuente muy solicitada en verano y docenas de bares y cafés con animadas terrazas llenas de gente. Me sorprendió el ambiente festivo a pesar de ser lunes. Incluso había un grupo de música tocando junto al río. Durante mi recorrido vi numerosos puestos que vendían mazorcas de maíz asadas; soldados de la KFOF (Kosovo Force), las fuerzas especiales de la OTAN encargadas de pacificar el país; y banderas de Albania.
De regreso en mi habitación me dediqué a preparar las próximas jornadas. En el exterior se escuchaba música, pero alrededor de la medianoche reinó la calma.
DESCUBRIENDO PRIZREN
Al día siguiente me desperté tras una noche de sueño impecable. Una vez en pie bajé al restaurante de la pensión para desayunar. El menú consistió en un huevo duro, una especie de croissant redondo con una porción de miel, un vaso de zumo y un café con leche. La verdad es que me pareció demasiado sencillo. Le faltaba algo caliente, como una tortilla o unas salchichas. Y el café era soluble, cuando el restaurante tiene una máquina y el abuelete se estaba tomando uno bueno en mis narices. En fin…
Tras el desayuno preparé la mochila pequeña y salí a explorar Prizren con un sol radiante. Esto fue lo más destacado de mi recorrido:
1. Fuerte: situado sobre una colina que domina el Casco Antiguo de la ciudad. En este lugar ya existía un castillo desde tiempos del Imperio Bizantino; y en la Edad Media albergó la corte del Rey de Serbia. Aunque su aspecto actual es fruto de una ampliación realizada por los Otomanos en el siglo XVIII.
Desde el centro de Prizren se llega en un cuarto de hora, encarando una serie de rampas durísimas. Pero una vez arriba las vistas son impresionantes, con un mar de casas, minaretes, iglesias, y el río Bistrica con sus puentes. Una pena que durante mi visita había una ligera bruma y las montañas de fondo aparecían difuminadas. Mejor luz para la fotografía por la mañana, aunque mucha gente prefiere subir para contemplar la puesta de sol. Esto ya dependerá de cada uno. Yo disfruté de una atmósfera muy tranquila, acompañado de unos pocos lugareños y turistas.
En cuanto al Fuerte en sí la verdad es que no queda mucho en pie, y lo que hay está completamente reconstruido. Me gustó más un Museo gratuito que consta de una sala donde se exponen diferentes objetos encontrados durante las excavaciones realizadas en el Fuerte: vasijas de cerámica, figuras, armas, balas de cañón… Todo acompañado de numerosos carteles en inglés y fotos antiguas del lugar.
De camino al Fuerte se cruza la zona donde estaba el Barrio Serbio, arrasado por los Albaneses en el año 2004. Sus habitantes fueron expulsados y hoy día solo hay un par de casas en ruinas, mientras que el resto han sido sustituidas por otras de reciente construcción. La Iglesia del Divino Salvador todavía aguanta, pero en un estado lamentable (se encuentra cerrada al público). Entiendo que las tropas Serbias cometieron atrocidades en la región, pero teniendo en cuenta la situación actual de Kosovo igual ya va tocando aparcar el rencor y centrarse en el futuro del país.
Mientras regresaba al centro decidí hacer un alto en el restaurante del Hotel Villa Argjiro. Su pequeña terraza ofrece una sensacional panorámica de Prizren y me senté un rato a disfrutarla. Los camareros me trataron genial y pedí un café con leche que vino acompañado de un vaso de agua con hielo por tan solo 1€. Justo lo que necesitaba para continuar.
2. Mezquita Sinan Pasha: fue construida en el año 1615 utilizando materiales procedentes de un monasterio ortodoxo abandonado y es la principal mezquita de Prizren. En el exterior destaca su pórtico con arcos y cúpulas; el minarete de 44m de altura; y una fuente donde la gente hacía cola para llenar botellas de agua porque el calor era tremendo. En la parte trasera del edificio hay un patio con tiendas de souvenirs y buenas vistas del conjunto.
El interior está decorado con motivos florales, versículos del Corán y dibujos de monumentos islámicos. Se trata de una mezquita activa, aunque las normas no son muy estrictas, con mujeres accediendo a la parte reservada a los hombres y familias haciéndose selfies.
3. Catedral de San Jorge: tras la conquista de Prizren en el siglo XV los Otomanos decidieron transformar la Iglesia de Nuestra Señora de Ljevis en una mezquita y la comunidad ortodoxa de la ciudad se tuvo que marchar a la pequeña Iglesia de San Jorge. Al final, tras duras negociaciones, se consiguió el permiso para construir la Catedral de San Jorge en unos terrenos anexos y fue inaugurada en el año 1887. Durante los altercados del 2004 el templo acabó en llamas, pero volvió a abrir sus puertas en el 2010.
Cuando llegué a la entrada me encontré con dos agentes de Policía y me dijeron que la Catedral no se podía visitar porque el cura estaba de vacaciones en la costa de Albania (¡?). Al menos me permitieron ver el interior de la antigua Iglesia, cubierto de coloridos frescos muy bien conservados. La fotografía está prohibida pero pedí permiso y me dejaron a condición de no publicarlas en redes sociales.
4. Mezquita Bajrakli: data de 1573 y es una de las más antiguas de Kosovo. Tiene un pórtico de madera oscura muy elaborado, aunque el interior es sencillo. Mientras paseaba por la sala se escuchó la llamada a la oración y empezó a llegar gente, así que me marché volando.
Tras esta visita decidí buscar un lugar para sentarme a comer, porque tenía el estómago vacío y quería evitar la parte central del día.
COMIDA: RESTAURANT MARASHI
Un local recomendado por mi guía de viajes situado junto al río, a escasos metros de un gigantesco árbol. Yo me senté en una mesa de la terraza, rodeado de difusores de vapor que refrescaban el ambiente. Allí me atendió un camarero muy atento y pedí Ensalada Shope (así se llama la Shopska en Albanés), Carne de Ternera a la piedra acompañada de verduras asadas, 2 cervezas Peja y un cortado. Todo un homenaje. La comida me encantó, con porciones abundantes; y la carne estaba deliciosa. Volvería sin dudarlo. Precio: 14,3€.
MAS LUGARES DE INTERES
Después de comer todavía hacía calor y me sentía a punto de explotar. Estuve muy tentado de volver a mi habitación y descansar un rato, pero me obligué a continuar porque todavía me faltaban varios sitios que visitar:
5. Gazi Mehmet Pasha Hammam: construido en el año 1574, aunque muy restaurado durante el siglo XIX, este complejo de baños turcos es el tercero más grande de los Balcanes tras los de Sarajevo y Skopje. El exterior es espectacular, con 20 cúpulas de diferentes formas y tamaños. Además pude acceder al interior, que actualmente se utiliza para exposiciones y eventos culturales. Allí una chica me aportó unas breves explicaciones en inglés y visité los dos baños (hombres y mujeres). Por cierto, todo gratis.
6. Halveti Tekke: un Tekke es un recinto vinculado al Sufismo, la rama mística del Islam, y dentro hay escuelas, salas de oración y dormitorios. El de Prizren es del siglo XVII y entré en el patio a curiosear, donde vi una mezquita, un conjunto de lápidas islámicas, una fuente antigua y (a través de la ventana) una habitación llena de tumbas.
7. Iglesia de Nuestra Señora de Ljevis: el rey Stefan Milutin ordenó su construcción en 1307 sobre los restos de una antigua basílica Bizantina. Y durante años fue el principal templo ortodoxo de Prizren, hasta que los Otomanos lo transformaron en una mezquita añadiéndole un minarete. Más tarde los Serbios restablecieron la situación, pero durante los altercados del 2004 la iglesia fue incendiada y en la actualidad está cerrada al púbico. Una pena porque en teoría cuenta con frescos medievales de gran calidad.
De todas formas me acerqué a contemplar el exterior, con varias torres de ladrillo rematadas por cruces. Aunque me llamaron más la atención las alambradas con cuchillas que rodean el edificio; o el coche de Policía que bloqueaba la puerta principal. La iglesia está catalogada como Patrimonio de la Humanidad junto a otros 3 templos ortodoxos bajo el título de “Medieval Monuments in Kosovo”. Pero como la Unesco no reconoce la soberanía de Kosovo los monumentos pertenecen oficialmente a Serbia.
8. Museo Arqueológico: está ubicado en un Hammam del siglo XV, pero durante mi visita el Museo se encontraba en obras y no había objetos expuestos. Aun así el encargado me dejó entrar, me explicó varios datos curiosos y me permitió subir a una Torre del Reloj añadida al conjunto en 1948. Y sin cobrarme nada. Una vez en la Torre aluciné con unas vistas geniales del Casco Antiguo de Prizren. Hay ventanas pero algunas se pueden abrir para hacer fotos más nítidas.
9. Puente de Piedra: cruza el río Bistrica y es el lugar más icónico de Prizren. El original era del siglo XVI, pero en el año 1979 una crecida del río lo destruyó y fue sustituido por otro de aspecto similar. Desde aquí la panorámica es memorable, con la Mezquita Sinan Pasha y docenas de viviendas tradicionales distribuidas por las colinas formando diferentes niveles (mejor luz para la fotografía por la tarde). Aunque si caminas un poco más hacia el norte, el siguiente puente también ofrece muy buenas vistas.
La verdad es que Prizren me encantó y no me cansé de recorrer sus calles, pasando junto a todo tipo de tiendas curiosas que vendían souvenirs, delicias turcas, vestidos de novia, joyerías con filigranas de plata (típicas de la zona)… Una vez en mi habitación me dediqué a leer y escribir; y solventé la cena con un Burek de carne que compré en una panadería + un zumo de naranja (1,6€).
EXCURSION A GJAKOVA
La jornada comenzó con mi alarma sonando a las 7.30h y en media hora ya estaba en el restaurante de la pensión frente a un desayuno idéntico al del día anterior. A continuación preparé mi mochila pequeña y caminé hasta la Terminal.
Mi plan era visitar la ciudad de Gjakova (también conocida por su nombre serbio, Dakovica). Está situada a 40km de Prizren y su origen se remonta al siglo XVII, cuando durante el periodo Otomano surgió un Bazar alrededor de la Mezquita Hadum que llegó a ser el más largo de los Balcanes (1km), con centenares de tiendas de madera. La Guerra de Kosovo tuvo efectos devastadores en Gjakova: el Bazar fue completamente destruido por las tropas Serbias, al igual que numerosas viviendas y monumentos; la mayoría de Albaneses fueron expulsados de sus hogares; y se calcula que alrededor de mil fallecieron, en gran parte civiles. Pero tras el conflicto las familias Albanesas regresaron y se recuperó una cierta normalidad.
En la Terminal de Prizren tuve mucha suerte, porque encontré un autobús que salía hacia Gjakova en 15 minutos. Así que me senté junto a la ventana; y una vez en marcha compré el billete al ayudante del conductor (2,5€). El trayecto duró una hora y avanzamos cruzando campos de cultivo y zonas industriales de escaso interés. Tan solo me llamó la atención el Puente Terzijski, cerca de la población de Bistrazin, obra de los Otomanos; y un puente colgante sobre el río Erenik donde una familia se estaba haciendo fotos.
Desde la Terminal de Gjakova me dirigí al Casco Antiguo de la ciudad, dominado por el Bazar (o Carsija). Fue reconstruido casi por completo después de la Guerra de Kosovo y se compone de una avenida principal de la que parten varias calles laterales. El sector norte está lleno de bares y cafés con enormes terrazas que apenas dejan espacio para pasar; mientras que en el sur la mayoría de locales están abandonados o cerrados, luciendo carteles de “se traspasa”.
En la parte central hay más actividad, con talleres artesanales y comercios que venden vestidos y trajes típicos (algunos con el escudo de Albania); joyas; bordados; objetos de madera (me gustaron las coloridas cunas para bebé); cuchillos; souvenirs… Durante mi visita no había mucha gente y mi cámara de fotos echaba humo. Una pena que el Bazar no sea peatonal y el constante tráfico de vehículos desluzca un poco la experiencia.
A parte del Bazar en Gjakova hay otros lugares de interés:
1. Casa de Abdullah Pasha: una mansión de ladrillo construida a finales del siglo XVIII que pertenecía a un oficial del ejército Otomano. En un lateral tiene una imponente torre defensiva. Hace años se dijo que iba a albergar el Museo de Historia de la ciudad, pero de momento no ha abierto sus puertas al público.
2. Tekke del Sheikh Emin: un recinto sufí que data del año 1700, aunque a lo largo del tiempo ha sido restaurado en varias ocasiones. Es posible acceder al patio, rodeado de edificios antiguos.
3. Mezquita Hadum: situada en el corazón del Bazar, es la más importante de Gjakova. Fue construida en 1595 y en el exterior destacan su minarete y un pórtico con cúpulas. Cuando llegué la puerta de la mezquita estaba cerrada y me resigné a quedarme sin visitarla, pero de repente apareció un encargado y me dejó entrar. Menos mal, porque la decoración interior me encantó, con las paredes cubiertas de frescos, un púlpito de madera y una lujosa lámpara colgando del techo. La Mezquita Hadum también fue incendiada durante la Guerra de Kosovo, pero los trabajos de restauración finalizaron en el 2005.
Por si fuera poco el encargado me preguntó si quería grabar un video. Yo acepté sin saber muy bien a qué se refería, y a continuación el hombre se arrodilló y empezó a cantar unas plegarias. Vaya situación… Después se marchó y me dejó solo, así que aproveché para hacer un montón de fotos. La mezquita está rodeada por un cementerio con docenas de lápidas cubiertas de inscripciones y relieves que pertenecen a las familias más importantes de Gjakova.
4. Torre del Reloj: la original era de 1597 y fue destruida durante la Guerra de los Balcanes (1912). Coincidiendo con el 100º aniversario de su desaparición el gobierno local inauguró una réplica de 30m de altura, pero los expertos se quejan de algunos cambios (esta es blanca mientras que la anterior mostraba su estructura de ladrillo).
El día amaneció bastante nublado y tras ver la Torre del Reloj empezaron a caer gotas de lluvia, así que caminé hasta el inicio del Bazar y decidí comer algo.
COMIDA: CARSIJA E JUPAVE
Este restaurante pertenece al hotel del mismo nombre y tiene muy buenas críticas, así que no valoré otras opciones. Se encuentra en el primer piso y al llegar me atendieron dos camareros uniformados muy atentos pero con un punto de desgana. Tras examinar el menú (en inglés) pedí una Ensalada Verde; Tava de Cordero acompañado de patatas y verduras; y 2 cervezas Peja de 0,33l. Todo muy rico y con un precio correcto (9,8€).
Lo malo fue sentarme junto al balcón con la idea de respirar aire fresco y comprobar más tarde que la gente lo utilizaba para fumar. Vaya tela con los Balcanes…
MAS LUGARES DE INTERES
Después de comer salí a la calle para continuar con mi recorrido por Gjakova, pero al poco volvió a llover y preferí esperar a que aflojara tomándome un café con leche en uno de los bares del Bazar (1€).
5. Iglesia de San Pedro y San Pablo: sus dos campanarios de 65m de altura son visibles desde cualquier punto de la ciudad. La iglesia original era de 1964 pero fue destruida durante la Guerra de Kosovo y sustituida por otra completamente nueva en el año 2001. Durante mi visita estaba cerrada aunque me sorprendió que no tuviera ningún tipo de protección, a diferencia de lo que ocurre en Prizren.
6. Puente Tabak: está en las afueras de la ciudad y es una versión reducida del Puente Terzijski que vi desde el autobús camino de Gjakova. Data del siglo XVII, es peatonal, y su forma ondulada me pareció realmente curiosa.
7. Çabrati Hill: una colina situada al oeste de Gjakova. Se tarda unos 20 minutos en alcanzar la cima, siguiendo una carretera en constante ascenso que atraviesa una zona residencial. Aunque merece la pena el esfuerzo porque las vistas de la ciudad son magníficas. El lugar está ocupado por dos enormes cafés y un parking, pero yo conseguí buenas fotos desde el tejado de un local abandonado.
8. Memorial: ubicado en Çabrati Hill, está dedicado a los vecinos de Djakova fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial. Se trata de un recinto de cemento con forma ovalada que parece una nave espacial. En el interior hay mosaicos con diferentes escenas, además de basura por todas partes.
A continuación bajé Çabrati Hill y me dirigí a la Terminal para regresar a Prizren. De camino vi un par de ancianos que lucían Qeleshe (el gorro típico albanés de color blanco). De camino empezó a llover con fuerza y me tuve que refugiar en un local, donde me tomé otro café con leche por 0,5€ (vaso de agua con hielo y wifi incluido). Ya en la Terminal esperé unos minutos hasta que a las 18h llegó el mismo autobús que utilicé a la ida. Hay otras compañías que cubren la ruta, pero esta hora me cuadró a la perfección y no me compliqué la vida.
CONCLUSION
Prizren es la principal atracción turística de Kosovo y debería figurar en cualquier recorrido por el país. Te recomiendo dedicarle una jornada completa, sacrificando si es necesario la visita a Pristina, que apenas cuenta con lugares de interés, a parte de su biblioteca de estilo modernista y una avenida dedicada a Bill Clinton (con estatua incluida). En cambio en Prizren hay numerosos edificios históricos, miradores con espectaculares vistas, y un Casco Antiguo con animadas terrazas donde es posible pasar horas observando a la gente. También merece la pena la excursión a Gjakova, que puedes realizar desde Prizren o Peja, población a la que dedico el siguiente post.
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