Un monasterio cubierto de relieves entre montañas de color rojo, y una tranquila población rodeada de bodegas y campos de cultivo
Noravank (que literalmente significa “Nuevo Monasterio”) es uno de lugares más visitados de Armenia. Fue fundado a comienzos del siglo XII, aunque su época dorada llegó un siglo más tarde, cuando los príncipes de la Dinastía Orbeliana financiaron la construcción de sus edificios más destacados y convirtieron el monasterio en un importante centro cultural. Por si fuera poco, Noravank cuenta con una ubicación sensacional, rodeado de paredes de roca de color rojo que parecen en llamas durante las horas previas a la puesta de sol.
Una buena base para explorar Noravank es la cercana población de Areni, en cuyos alrededores se producen muy buenos vinos, con la posibilidad de visitar alguna bodega y conocer otras atracciones turísticas, como la Iglesia de St. Astvatsatsin o la Cueva Areni-1.
VIAJE: YEREVAN – ARENI
La jornada comenzó en la Davit Sasuntsy Guest House, donde preparé mi mochila grande con solo lo necesario para una semana, y dejé el resto de cosas en un trastero (así podría viajar más ligero). Tras desalojar la habitación y despedirme del amable propietario, me puse en marcha.
Para llegar a Areni tuve que cubrir 2 etapas:
1. Metro hasta la estación de Gortsaranain: solo una parada desde mi guesthouse.
2. Marshrutka a Areni: desde la estación de Metro caminé hacia la derecha hasta una rotonda, y luego a la izquierda hasta el lugar donde había un par de furgonetas aparcadas. Allí me acerqué a preguntar, y un conductor me indicó la marshrutka que tenía previsto partir hacia Areni (gracias por la información al fantástico blog de viajes lostwithpurpose.com). Mientras el vehículo se iba llenando de pasajeros, aproveché para desayunar un Ponchik (bollo relleno de crema) y un zumo de naranja (550D); pagué el billete (1.200D); y ocupé mi asiento (para variar, en la fila trasera, aunque al menos junto a la ventana).
El trayecto duró casi 2 horas y estuvo entretenido. Primero con vistas aceptables del Monte Ararat (algo difuminado a esas alturas del día); y después atravesando un paisaje de profundos valles y montañas escarpadas. La carretera cruzó la población de Karki, un lugar peculiar. En el pasado pertenecía a Azerbaiyán, pero en 1992, durante la Guerra de Nagorno Karabakh, Armenia se hizo con el control y lo rebautizó con el nombre de Tigranashen. Aunque oficialmente continúa siendo de Azerbaiyán, y así aparece en Google Maps: una isla rodeada de territorio armenio. También tuve tiempo para echar alguna cabezada.
Cuando nos aproximábamos a Areni fui controlando mi ubicación en el mapa, y me bajé en el punto más cercano a mi alojamiento. De esta forma solo caminé unos metros y lo encontré sin problema.
ALOJAMIENTO: ARENI LODGE GUEST HOUSE – 6.300D/Noche
*Puntos a favor: habitación espaciosa; limpieza extrema; ubicación a unos minutos del centro; tranquilidad total por la noche; propietaria encantadora (me llevó en coche a una tienda a comprar comida, me regaló una bolsa de manzanas de su huerto…); aire acondicionado; cocina compartida; jardín con hamacas y un columpio para relajarse; precio; desayuno incluido.
*Puntos en contra: camas individuales; lavabo compartido.
Reservé la habitación a través de Booking por varios motivos: los alojamientos no abundan en Areni; el Areni Lodge tenía muy buenas críticas; y en Armenia el ahorro (cuando lo hay) entre reservar con Booking o en persona es de apenas 1€. Así que me evité problemas. La dueña (Hasmik) no estaba, pero llamé a un interfono conectado a su móvil y apareció en coche al cabo de unos minutos.
Una vez instalado, decidí evitar las horas centrales del día (el sol pegaba con fuerza) y me estiré un rato en la cama a descansar. Y a eso de las 15h salí al exterior equipado con mi cámara. Mi idea inicial era buscar algún lugar para comer, pero no hubo suerte y me tuve que conformar con un Snickers que compré en una tienda (220D).
DESCUBRIENDO ARENI
Areni es una pequeña población atravesada por el río Arpa, y ubicada al pie de unas enormes montañas de color rojizo. La mayoría de turistas pasan de largo camino del famoso Monasterio de Noravank. Pero Areni cuenta con varios lugares de interés:
1. Iglesia de Surp Astvatsatsin: situada en lo alto de una colina, al otro lado del río. Estuve un rato explorando la zona completamente solo. El templo fue construido a principios del siglo XIV y su exterior es precioso, con muros cubiertos de cruces y un relieve de la Virgen con el Niño Jesús lleno de detalles. Además está rodeado de lápidas y tumbas antiguas con relieves de guerreros a caballo, un obispo, gente elaborando vino… Me encantaron. Y las vistas son geniales. El interior en cambio me pareció muy sencillo.
2. Cueva Areni-1: está cerca del cruce del que parte la carretera hacia Noravank. Se trata de una cueva habitada desde la Edad del Cobre, hace 8mil años. Y en ella han tenido lugar en los últimos años descubrimientos asombrosos: el zapato más antiguo del mundo (conservado en el Museo de Historia de Armenia); el tejido cerebral más antiguo; la bodega de vino más antigua… La cueva se puede visitar, pero tan solo una pequeña parte; y en realidad no hay mucho que ver en el interior, así que preferí dedicar el tiempo a otras cosas.
3. Bodegas: en Areni se produce vino desde tiempos inmemoriales, y hay bodegas en las que se puede realizar una cata y comprar el producto. Además la carretera está llena de puestos vendiendo botellas a granel, además de frutas, miel, dulces… Pero como no es un tema que me apasione, tampoco visité ninguna.
Tras visitar la iglesia regresé al centro de Areni y decidí dirigirme al Monasterio de Noravank.
UN MONASTERIO ENTRE MONTAÑAS
Para llegar a Noravank no hay transporte público, así que es necesario contratar un taxi. Hasta ese momento, todas las poblaciones de Armenia que había visitado (incluso las más pequeñas) estaban llenas de taxis, pero en Areni no encontré ninguno. Por suerte, tras caminar un rato esperando que apareciera algún vehículo, me acordé de las palabras de Hasmik y regresé a la tienda donde compré comida, que también ofrecía servicios de taxi (eran familia). Y en cuestión de minutos ya estaba en un coche conducido por un chaval, rumbo al monasterio.
Entre Areni y Noravank hay 10km de distancia, con un tramo de carretera que atraviesa un estrecho desfiladero de altísimas paredes. De camino el chaval recogió a un turista occidental que hacía autoestop, y le llevó sin cobrarle. Yo tampoco dije nada, porque el viaje me costó 2.000D (menos de 4€) y me pareció ridículo plantear la necesidad de compartir gastos. Ida y vuelta con una hora de espera hubieran sido 3.000D, pero no quise realizar la visita mirando el reloj continuamente. Ya me buscaría la vida para regresar a Areni.
Al final, tras una fuerte pendiente, el coche me dejó junto a la entrada del monasterio. Y una vez más, mi presupuesto agradeció que en Armenia no se paga por visitar los templos religiosos. Esto fue lo más destacado del Monasterio de Noravank:
1. Surp Astvatsatsin: es la iglesia más espectacular del conjunto. Fue construida durante el siglo XIV y está compuesta por dos pisos: en el inferior estaban las tumbas del Príncipe Burtel Orbelian y su familia; y en el superior una sala de oración a la que se accede por dos estrechas escaleras sin protección alguna (la altura es importante). Reconozco que fue realmente cómico ver a algunos turistas subiendo a cámara lenta por las escaleras, muertos de miedo, dándolo todo por un selfie (yo no subí).
Lo mejor de Surp Astvatsatsin es su fachada, decorada con espectaculares relieves obra de Momik, un famoso arquitecto y escultor de la época (autor también del relieve de la iglesia de Areni). En uno aparece la Virgen con el Niño Jesús; y en otro Jesús acompañado de dos apóstoles.
2. Surp Karapet: una iglesia que data del siglo XIII, levantada junto a las ruinas de la original, que fue destruida por un terremoto. Tiene un Gavit que me encantó, con el suelo cubierto de lápidas, muros llenos de elaboradas khachkars y cruces grabadas, y un relieve con un jinete luchando contra un león. La fachada también tiene otros relieves de gran calidad, con una temática similar a Surp Astvatsatsin (la Vírgen, etc..).
3. Surp Gregor: una capilla anexa a Surp Karapet que contiene algunas tumbas de la Dinastía Orbeliana. Aluciné con la lápida del Príncipe Elikum III Orbelian, representado como una mezcla entre hombre y león, pero que con el desgaste de la piedra ahora parece un ser demoníaco que pone los pelos de punta.
4. Paisaje: Noravank está rodeado de montañas de color rojo que constituyen un marco impresionante. Además decidí visitar el lugar durante el atardecer, con una luz que realzaba todavía más los colores. Para obtener buenas panorámicas del conjunto subí unos metros por la montaña que hay detrás del monasterio hasta que ya no pude continuar.
Como era de esperar, en Noravank había bastante gente. El problema con los monasterios es que se trata de recintos pequeños, y a la que aparecen un par de autobuses con grupos organizados se masifican. Entre la gente había un grupo de bailes folclóricos, compuesto por chicos y chicas vestidos con ropa tradicional. Y un par de rusas haciéndose decenas de selfies, sosteniendo un puñado de velas con caras de devoción junto a la entrada de la iglesia.
UN REGRESO COMPLICADO
Tras la visita tocaba volver a Areni, y pronto me di cuenta que no iba a resultar fácil. No había taxis disponibles; y en el parking del monasterio solo quedaban un puñado de vehículos, principalmente de turistas extranjeros (menos predispuestos a recoger a un desconocido haciendo autoestop). Con este panorama comencé a caminar por la carretera sin saber qué hacer, y con apenas una hora de luz.
Hasta que pasé junto a un autocar al que subía un grupo de argentinos y españoles. Las opciones eran remotas, pero me lancé a probar suerte. Y acabé triunfando, porque el guía aceptó que viajara con ellos hasta Areni. ¡Menos mal! De camino fui charlando con él (un simpático argentino de origen armenio), sentado cómodamente, y me dejaron a pocos metros de mi alojamiento. Reconozco que respiré aliviado cuando entré en mi habitación…
Como ya había comprobado que en Areni no abundan los restaurantes, decidí cenar en la guesthouse. Pero olvidé un pequeño detalle: no se lo había comentado a Hasmik. Y el resultado de mi enésima improvisación fue que la chica apareció tarde, sin tiempo para ponerse a cocinar, y me tuve que apañar con media Gata (una torta típica rellena de pasta de frutos secos) que formaba parte de mis víveres para el trekking por los Montes Geghama. Una jornada con una alimentación pésima a base de dulces.
CONCLUSIÓN
El Monasterio de Noravank es uno de los más destacados de toda Armenia, por su belleza arquitectónica y su espectacular entorno natural. Así que a pesar de la cantidad de gente que lo visita, merece la pena que lo incluyas en tu circuito por el país. Una tarde será suficiente para explorar el monasterio. Aunque te recomiendo pasar la noche en Areni, para conocer un pedazo de la Armenia rural y descubrir otros lugares de interés (especialmente si eres amante de los vinos).
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