Un alojamiento caro y decepcionante, y un frustrado intento de safari en busca de tigres que acabó pasado por agua
Nagarhole National Park tiene una superficie de 640 km2, y junto a otros 5 parques forma la Nilgiri Biosphere Reserve, la mayor área protegida del sur de la India. En el pasado este lugar fue un coto de caza privado de los monarcas Wodeyar. Y fue catalogado como parque nacional en 1988. Desde 1999 Nagarhole también forma parte del Proyecto Tigre, al contar con una notable población de estos animales. La entrada de acceso al parque se encuentra 93km al suroeste de Mysore.
La mejor época para visitar Nagarhole es durante los meses más calurosos (abril y mayo), cuando es más fácil ver fauna, porque los animales tienen que salir a beber a los escasos lugares donde aun queda agua. Y habrá que evitar a toda la costa los meses del Monzón (de junio a septiembre). Aun así, mi visita tuvo lugar en marzo, y la lluvia lo estropeó todo.
VIAJE MYSORE – NAGARHOLE
Comparado con otros desplazamientos de mi recorrido por el sur de la India, llegar al Parque de Nagarhole fue realmente sencillo. Me desperté bien temprano, y caminé desde mi hotel de Mysore hasta la terminal de autobuses, atravesando calles oscuras (aunque ya con bastante tránsito de lugareños). En la terminal hubo momentos de incertidumbre, pues no había forma humana de saber qué autobús tenía que coger: los carteles estaban en hindi; y la gente no parecía tener mucha idea, y me enviaban a andenes incorrectos. Así que opté por ir preguntando a los conductores de los autobuses que iban llegando. Hasta que al final encontré el mío, pagué el billete, y ocupé mi asiento. Y al poco ya estaba rumbo hacia mi siguiente destino.
El trayecto duró apenas dos horas, atravesando un paisaje rural lleno de árboles y vegetación. Como siempre, era el único turista occidental del vehículo. Menos mal que tengo la manía de fijarme por donde vamos por si acaso, porque al ver el cartel del alojamiento donde me tenía que dejar el bus, comprobé con asombro que el conductor pasaba de largo a buen ritmo como si nada, y le tuve que avisar a gritos. El hombre se disculpó, pero si llego a ir despistado se lía. Encima me tocó caminar 200 metros en sentido contrario, cargado con mis mochilas. En fin…
ALOJAMIENTO: JUNGLE INN – 90 Usd/Noche
*Puntos a favor: planta baja de un enorme bungalow; cama doble comodísima; limpieza extrema; lavabo privado con ducha perfecta; ubicación genial, en medio del bosque, con una tranquilidad absoluta; restaurante propio; personal extremadamente atento.
*Puntos en contra: servicio de safaris suspendido (sin previo aviso); precio (a pesar de incluir pensión completa).
Para visitar Nagarhole hay dos zonas donde alojarse: cerca de la entrada al parque, en teoría con mayores posibilidades de ver tigres, al ser una zona más tranquila; y a orillas del Lago Kabini, con mejores vistas y fauna sin tener que moverse del hotel. Yo estuve dudando hasta el último momento, y al final opté por el Jungle Inn, cerca de la entrada.
Como desconocía la popularidad de este lodge, llamé por teléfono desde Hyderabad para comprobar la disponibilidad de bungalows, y reservé uno. Aunque al llegar me encontré con una sorpresa: era el único huésped. Lo cual tuvo su parte positiva (silencio total), y negativa (atmósfera desangelada, y nadie con quien charlar un rato). Según me dijo el dueño, los fines de semana el lugar se llena de gente, pero el resto de días está muy tranquilo.
En cuanto al precio, si hubiera traído mi tienda de campaña, existía la opción de acampar en los terrenos del lodge, por tan solo 1.000R (comidas a parte). Una pena, porque le hubiera dado uso al saco de dormir, que cargué durante todo el viaje y no llegué a abrir (el calor por las noches era extremo).
Una vez instalado en mi bungalow, decidí salir a explorar los alrededores. África me demostró que a veces no es necesario estar dentro de un parque nacional para ver fauna, y quizás encontrara algo interesante. Pero este no fue el caso. Los terrenos del lodge se acababan enseguida. No había ningún río cercano o lugar atractivo para sentarse a pasar el rato. Y la única opción era seguir caminando por la carretera. Así que al poco ya estaba de regreso en el bungalow, y me senté en una silla del porche a leer, descansar, sestear, y dejar correr el tiempo hasta la hora de comer.
A las 13.30h, un empleado del lodge me informó que la comida estaba lista en el comedor. El menú consistía en un buffet libre de platos indios, que por suerte no eran excesivamente picantes. Y le saqué partido, pues estaba hambriento. Comí arroz, pollo con salsa, verduras salteadas, un par de salsas raras que estaban muy ricas… Todo acompañado de pan chapati, y una Coke (bebidas no incluidas en el precio). Aunque el comedor estaba desierto, y en todo momento tuve un camarero a escasa distancia mirándome fijamente por si necesitaba cualquier cosa, haciéndome sentir algo incómodo.
PREPARATIVOS DEL SAFARI
Mi presencia en el Jungle Inn tenía un objetivo fundamental: visitar el Nagarhole National Park. Y poder disfrutar por fin de la naturaleza y fauna del país. Pero ser el único huésped tuvo una consecuencia realmente inesperada: el lodge no organizaba safaris en 4×4 por el parque, al no haber un mínimo de pasajeros. Algo realmente indignante, porque junto a la entrada había una fila de flamantes vehículos, y podíamos haber llegado a algún tipo de acuerdo económico. Entonces, ¿que sentido tenía haber venido hasta aquí si no podía visitar el parque? Ya me podía haber avisado el dueño cuando llamé para reservar. De hecho, volví a llamarle desde la recepción, y el tío me decía «bueno, puedes relajarte y descansar»; a lo que le contesté «sí, pero a 90 Usd la noche es un relax un poco caro». Menudo sinvergüenza…
El caso es que al final la única opción que tenía consistía en:
1. Contratar un servicio de transporte en 4×4 hasta la entrada del parque, por la increíble suma de 2.000R (ida y vuelta).
2. Una vez en el parque, unirme a uno de los safaris que organizan en el Centro de Visitantes. Pero que dura solo una hora, y se realiza en un enorme autobús para 15-20 personas. Con lo cual, las opciones para ver fauna en condiciones iban a ser mínimas.
En fin, tras darle muchas vueltas, al final decidí contratar el 4×4. Eso sí, al mismo tiempo informé en la recepción que tan solo me quedaría una noche en el lodge en lugar de las dos que había previsto inicialmente. Y ni se inmutaron, en vez de ofrecerme alternativas para poder visitar el parque… La verdad es que aluciné bastante…
UN SAFARI PASADO POR AGUA
Tras la comida, estuve un rato leyendo, y a las 15.30h me vino a buscar el conductor que me llevaría en 4×4 hasta el Centro de Visitantes, ubicado a unos 35km del lodge. La verdad es que el trayecto inicial fue toda una sorpresa. Yo pensaba que no tendría interés, circulando por una carretera normal. Y en cambio, tras recorrer un par de kilómetros, cruzamos una puerta, y nos internamos en el perímetro del parque nacional. Gracias a esto, pude ver un grupo de Langures; algún Ciervo Moteado macho (o Chital) de enorme cornamenta. E incluso mis primeros Elefantes asiáticos: una madre con su cría correteando detrás; y más tarde un grupo de tres ejemplares avanzando en paralelo a la carretera. También pasamos por dos aldeas donde vivían los nativos de la zona, y saqué alguna buena foto. Una grata sorpresa.
Aunque a continuación, el desastre absoluto. Durante el trayecto el cielo se había ido oscureciendo, amenazando con descargar un chaparrón en cualquier momento. Yo iba tranquilo, porque teóricamente no estábamos en época de lluvias. Pero nada más llegar al Centro de Visitantes del parque, empezó a llover a cántaros. Con lo cual se canceló el safari en bus (el vehículo no podía circular por pistas embarradas); y tuvimos que regresar al lodge. Durante unos momentos, mi cara era de enfado total. Pagar 2.000 Rs para esto… Menudo gasto innecesario…
Pero poco a poco fue animándome, porque vi que el conductor hizo todo lo posible para intentar compensar la cancelación del safari. Recorrió arriba y abajo diferentes pistas; detuvo el vehículo todas las veces que le pedí para sacar alguna foto; se mantuvo atento para avistar animales; y no paró de conducir hasta el anochecer… Así pude ver un grupo de tres Gaures (un enorme búfalo asiático de patas blancas), que huyeron rápidamente y no pude fotografiar; un par de Dholes (perros salvajes asiáticos), de color marrón, que también desaparecieron en cuestión de segundos; un águila; antílopes… No fue ni mucho menos como el safari que esperaba, pero bueno…
A parte de la fauna, he de reconocer que el paisaje era espectacular, con frondosos bosques, enormes extensiones de bambú, flores aromáticas… En los límites del parque también había plantaciones de té. Y el conductor fue tan amable, que incluso paró en un bar y me invitó a un té. En fin, que la excursión en 4×4 no estuvo mal, y al final justificó en gran parte el precio abonado. Además, me ahorré la entrada de acceso al parque.
RELAX EN EL HOTEL
De regreso en el lodge, me sirvieron un café con galletas en el comedor. Y al poco, a las 20.30h, hora de cenar. Mi apetito era mínimo, y me limité a comer un par de chapatis con noodles y patatas fritas. Y de postre, un pastelillo bañado en licor. La cara de sorpresa del camarero cuando puse punto final a la cena era total. Pero alegué problemas de estómago y salí del apuro. Tras varios días de dieta espartana se me había cerrado el estómago…
Camino de mi bungalow, aún seguía con la espina clavada de no visitar el parque. Tenía que intentar visitarlo costara lo que costara. Así que hablé con el personal del lodge, y quedamos en que al día siguiente contactarían por teléfono con el Centro de Visitantes. Si era posible hacer el safari en bus por la mañana, pagaría 2.000 Rs más para contratar un nuevo servicio de transporte en 4×4 hasta el parque. Y si no, abandonaría el lodge.
Ya en mi habitación, estuve leyendo un rato hasta las 22h, momento en que desconectaron el generador del lodge y me quedé a oscuras. Y disfruté de una noche de paz total, rodeado de naturaleza.
REGRESO A LA CIUDAD SIN SAFARI
Al día siguiente, a las 7h llamó a la puerta de mi bungalow el conductor del 4×4. Y me dijo que había hablado con el Centro de Visitantes del parque, y le habían dicho que se había cancelado el safari matinal, pues tras la lluvia las pistas seguían impracticables para el bus. Así que definitivamente me quedaba sin visitar el Parque de Nagarhole. Por la climatología, y por la ineptitud del dueño del lodge, que no puso nada de su parte para facilitarme el alquiler de un 4×4.
Eso sí, la comida no faltó. A primera hora, café con galletas en mi habitación. Y poco después, desayuno descomunal en el comedor. Evité muchas cosas, como tortillas o platos indios, ya que mi estómago se estaba comenzando a revolucionar ante el aluvión de comida de las últimas horas. Tras el desayuno, desalojé mi bungalow, y me preparé para volver a la gran ciudad, con un mal sabor de boca importante.
CONCLUSIÓN
Mi visita a Nagarhole fue un fiasco importante. Básicamente porque me equivoqué de alojamiento, y elegí uno en medio de la nada, que encima no organizaba safaris por el parque. La lluvia fue ya la guinda del pastel. Al final me tuve que conformar con lo poco que vi, pero no estoy en condiciones de opinar sobre el parque. Mi único consejo es que si viajas solo, te alojes en los hoteles del Lago Kabini, con mayores opciones de ver fauna y hacer cosas por tu cuenta.
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