Kayak en mar abierto junto a una familia local, buceo entre los restos de un barco hundido, y la iglesia donde se encuentra la tumba de Santa Claus
Como casi todos los pueblos de la Península de Tekke, Kas está situada sobre las ruinas de una antigua ciudad Licia. Se llamaba Habesos pero más tarde sería rebautizada por los griegos como Antiphellos, al ser el puerto que estaba frente a Phellos, otro asentamiento Licio ubicado en las montañas. Durante el intercambio de población de 1923 Kas quedó casi desierta, ya que la mayoría de sus habitantes eran de origen griego. Pero en la década de los 90 el turismo comenzó a crecer y actualmente es un lugar muy visitado. Las aguas de Kas están consideradas las mejores de Turquía para la práctica del buceo. Y se encuentra a escasa distancia de otras atracciones, como Kaleköy, la Isla de Kekova o las ruinas de Myra.
Mi llegada a Kas se produjo unos días antes de lo previsto, tras decidir en Kinik que debía tomarme un descanso del Camino Licio. Así que aparecí en el pueblo en un estado lamentable, con tan solo dos camisetas de trekking, un pantalón manchado de barro y los pies destrozados.
ALOJAMIENTO: ATES PANSIYON – 100L/Noche
*Puntos a favor: habitación espaciosa; cama doble muy cómoda; buena limpieza; ducha perfecta; ubicación céntrica; tranquilidad total por la noche; dueños realmente amables; precio; abundante desayuno incluido.
*Puntos en contra: baño exterior compartido (aunque solo lo utilizaba yo); wifi muy lento (el dueño alegaba que era un problema de todo el pueblo, pero tengo serias dudas).
Una vez más utilicé la táctica Expedia: durante el trayecto en dolmus a Kas busqué los alojamientos económicos con mejores valoraciones y elegí uno. Y al llegar pude rebajar el precio de la web en 40L añadiendo noches de estancia y rebajando la calidad de la habitación (me alojé en un anexo de madera en la terraza del edificio).
Una vez instalado, el matrimonio propietario estaba cenando y me invitaron a un pequeño plato de espagueti con trozos de tomate, que acompañé con una cerveza Tuborg (15L). Después me quedé un rato viendo la TV en el comedor de la pensión. Allí charlé con un chaval turco que vivía en Alemania y estaba de vacaciones con dos amigas, y me invitó a otra Tuborg helada (el dueño tenía copas en la nevera). Hasta que a eso de las 23h me fui a la habitación a descansar.
EXPLORANDO KAS
Al día siguiente me desperté tras una noche de sueño impecable y comprobé que el cielo estaba cubierto de nubes grises. Una vez en pie me vestí y bajé a desayunar a la terraza de la pensión. El menú consistió en un buffet libre descomunal con todo tipo de productos: quesos, olivas, pepino, tomate, bizcocho, gözleme, sigara börek (rollos de hojaldre rellenos), yogur con miel, pan con Nutella, té… Comí tanto que no volví a tener hambre hasta la hora de cenar… Mientras empezó a llover, pero por suerte no duró mucho y las nubes desaparecieron. Eso sí, a cambio de un fuerte viento que no paró de soplar en todo el día.
Tras llenar el estómago salí a la calle y me dediqué a pasear por el centro de Kas. Durante mi recorrido descubrí callejuelas empedradas; viviendas de color blanco cubiertas de parras y buganvillas; bares y restaurantes con encanto; un pequeño puerto; y como telón de fondo las imponentes montañas por donde discurre el Camino Licio. Una población realmente bonita.
En cuanto a sus atracciones turísticas, estas son las más destacadas:
1. Teatro Helenístico: es la única construcción que queda en pie de la antigua Habesos, con capacidad para 4mil espectadores. La entrada es gratuita y tras subir al teatro puedes dar un paseo por la colina que hay justo detrás, salpicada de ruinas y con vistas geniales de los alrededores (Kas, la isla griega de Meis, el puerto…).
2. Tumba del Rey: un imponente sarcófago Licio sobre un pedestal, decorado con los relieves de dos leones.
3. Playa Büyük Çakil: está situada a 1,5km del centro y aunque hacía mal tiempo decidí acercarme. Se trata de una pequeña playa de aguas cristalinas llena de tumbonas y chiringuitos, así que no me hizo mucha gracia. En el muelle de Kas hay un servicio de barcos que por 10L (ida/vuelta) viajan a otras playas de los alrededores bastante más tranquilas.
De regreso en la pensión dediqué el resto de la jornada a leer y escribir. Para cenar opté por la propia pensión, que ofrece diferentes menús, y acabé muy satisfecho. Yo pedí sopa de garbanzos; ensalada de tomate y lechuga; un plato de verduras; pollo a la plancha con patatas fritas; y de postre un Sutlaç casero delicioso, casi idéntico al arroz con leche. Para beber cayó una cerveza Tuborg. Todo por 55L.
Mientras cenaba mantuve una breve charla con una argentina recién llegada. Y me fui a la habitación a descansar, tras intentar utilizar sin éxito el wifi (era desesperante). Mientras, en el exterior rugía un viento huracanado que hacía temblar mi habitación de madera.
KAYAKING EN KEKOVA
Al día siguiente me tocó levantarme a las 7h y con todo el dolor del mundo tuve que renunciar al desayuno de la pensión (comenzaba a las 8h). Así que piqué unas galletas; me vestí; metí algunas cosas en una bolsa de plástico (mi mochila pequeña se encontraba en Fethiye); y caminé hasta el centro de Kas.
La tarde anterior busqué información para realizar un par de actividades en los alrededores de Kas, y al final opté por la agencia Dragoman. Los motivos: recomendada por mi guía de viajes; buenas valoraciones en Internet; y unas encargadas muy amables. Para empezar decidí hacer Kayak en mar abierto y me dirigí al punto de encuentro, situado junto a la Tumba del Rey.
*Excursión: Kekova Classic
*Duración: 8h – 15h
*Precio: 35€
Tuve suerte, porque la excursión requiere un mínimo de 4 personas y se apuntó una pareja de Estambul con su hija. Les conocí en la Tumba del Rey y me parecieron muy majos. Junto a ellos estaba el guía, un chaval turco con un inglés perfecto. Y subimos a una furgoneta rumbo a nuestra primera parada del día: Üçagiz, una población pesquera situada al este de Kas. De camino atravesamos un bonito paisaje, con bosques de un color verde intenso y rebaños de cabras. También paramos en una gasolinera, donde compré una botella de agua grande (1,4L).
En Üçagiz caminamos hasta el muelle, donde hay un cobertizo que guarda el material de Dragoman. Como no teníamos experiencia previa el guía nos ubicó en dos kayaks dobles, que tienen menos peligro de volcar. En uno viajó el padre (Murat) con la hija; en el otro la mujer y yo; y el guía lideraba el grupo en uno individual. Además, en todo momento nos siguió una barca de apoyo por si ocurría algún incidente, que también nos permitió dejar los objetos delicados. Tras una charla en tierra firme en la que el guía nos explicó todo lo que necesitábamos saber (manejo de los remos, señales…), subimos a los kayaks y nos pusimos en marcha. Yo iba con bañador, camiseta, chaleco, gafas de sol, gorra y mi GoPro.
Pronto comprobé que hacer kayak en mar abierto no es un juego de niños, y me enfrenté a varias dificultades:
*No soplaba el fuerte viento del día anterior, pero el mar estaba bastante agitado, con olas que frenaban nuestro avance.
*Tenía que palear sincronizado con mi compañera, pero era muy difícil seguirla porque se cansó enseguida y hacía lo que podía.
*Me tocó en la parte trasera del kayak, lo cual implicaba controlar el timón utilizando unos pedales. En principio parecía sencillo, pero me costó bastante estar pendiente del timón y al mismo tiempo hacer fuerza y palear sincronizado. Así que a veces el kayak iba un poco a la deriva.
Con esta situación fue complicado disfrutar del paisaje y hacia el final del primer tramo mis brazos echaban humo. Dragoman ofrece otras excursiones en kayak que duran todo el día, pero mi consejo es que si nunca has hecho kayak en mar abierto empieces por el recorrido estándar.
VISITANDO ANTIGUAS POBLACIONES LICIAS
La excursión Kekova Classic pasa por las ruinas de 3 asentamientos Licios:
1. Teimussa: es el lugar donde actualmente se encuentra Üçagiz. No muy lejos del muelle hay una necrópolis con varios sarcófagos de piedra. Al principio no los vi porque iba concentrado en el kayak, pero a la vuelta sí y la imagen es espectacular.
2. Tersane: fue nuestra primera parada. Se trata de una bahía en la Isla de Kekova conocida como Shipyard Bay, porque aquí se fabricaban barcos en la antigüedad. Hoy día solo quedan algunos muros de la época Bizantina. También vimos un curioso conejo blanco y negro. Antes de continuar picamos galletas y cacahuetes y nos marchamos justo cuando empezaban a llegar barcos de turistas.
3. Simena: esta antigua población se encuentra dividida en dos partes. Una situada en Kekova, conocida popularmente como Ciudad Hundida, a escasa distancia de Tersane. En el siglo II una serie de potentes terremotos provocaron que Kekova se hundiera varios metros y las ruinas se encuentran bajo el agua. Nosotros pasamos sobre el lugar con el kayak, y vimos escaleras talladas en la roca, restos de viviendas, un antiguo baño romano… Aunque la verdad es que no me impresionó mucho, teniendo en cuenta que se vende como el plato fuerte de la excursión. Quizás el kayak estaba demasiado cerca del agua y desde la cubierta de un barco las vistas hubieran mejorado. Me quedé con la duda…
Tras visitar la Ciudad Hundida abandonamos Kekova y regresamos al continente. Aquí está la otra parte de Simena, ocupada actualmente por la población de Kaleköy, donde solo se puede acceder por barco o caminando.
COMIDA: SIMENA RESTAURANT
Un local situado en un entorno idílico, frente a una bahía de aguas turquesa con un sarcófago Licio y unas vistas geniales del castillo de Kaleköy. Nosotros ocupamos una mesa de la tranquila terraza y elegimos entre diferentes opciones. En mi caso pedí Köfte acompañado de arroz, patatas fritas y ensalada. El plato me gustó y pasé un rato muy agradable charlando (aproveché para preguntar curiosidades de Turquía). La comida estaba incluida en el precio de la excursión y solo tuve que pagar la Coke (8L).
EL CASTILLO DE KALEKÖY
Después de comer el guía nos ofreció varias opciones: relax; baño en la bahía; o subir por nuestra cuenta a visitar el castillo de Kaleköy. Reconozco que estuve a punto de quedarme descansando, pero al final me animé y subí a esta fortaleza medieval construida por los Caballeros Hospitalarios con materiales procedentes de otros monumentos Licios y Romanos. En la entrada compré el billete (12L) y comencé el recorrido. Esto fue lo más destacado:
1. Murallas: muy bien conservadas.
2. Anfiteatro Licio: se encuentra dentro del castillo y es diminuto, con capacidad para solo 300 personas.
3. Vistas: son impresionantes, con la bahía de Kaleköy de diferentes tonalidades; embarcaciones navegando; playas escondidas; y la Isla de Kekova. Solo por esto ya merece la pena subir.
4. Necrópolis Licia: ubicada junto al castillo, con un montón de sarcófagos de piedra esparcidos por una colina, entre olivos centenarios.
Ojalá hubiera podido quedarme más tiempo explorando la zona, pero tuve que regresar al restaurante para continuar la ruta en kayak. Además fue una pena dejar mi cámara réflex en el hotel por miedo a que se mojase, porque en su lugar utilicé la GoPro y la calidad de las fotos es muy inferior. En fin, durante la bajada recorrí callejuelas estrechas entre viviendas tradicionales, puestos de recuerdos y locales de comidas. Tan emocionado iba que me despisté y no encontraba el camino correcto, viviendo momentos de tensión.
Ya en el restaurante, a eso de las 13.30h, subimos al kayak y navegamos el último tramo hasta el muelle de Üçagiz. La mujer apenas movía los brazos y yo llegué muerto, con un intenso dolor muscular en la muñeca derecha. Al menos durante este tramo le dejé la GoPro al guía y me hizo buenas fotos. Tras guardar el equipo en el cobertizo de Dragoman, la furgoneta nos devolvió al centro de Kas.
En general me gustó la organización de Dragoman, con material en buen estado; guía profesional; visitas con una duración correcta; y comida incluida.
TARDE DE RELAX
Cuando regresaba a la pensión me encontré a Murat y su familia sentados en la terraza de un bar en la plaza de Kas llamado Noel Baba (Papá Noel). Murat me invitó a unirme a ellos y acepté. Allí me tomé una cerveza Efes; aprendí más cosas del país; y estuvimos intercambiando anécdotas. Por lo visto la familia acostumbraba a pasar unos días en Kas cada verano, pero los últimos años se encontraron el lugar tan masificado que habían optado por una visita en temporada baja. A la hora de pagar Murat insistió en invitarme y nos despedimos amigablemente.
Ya en la habitación me estiré a descansar. Y para cenar repetí el mismo menú de la noche anterior, aunque esta vez sin cerveza (40L). Y sin Sutlaç, que fue sustituido por un plato de judías verdes en salsa. Con lo bueno que estaba…
BUCEO EN KAS
La jornada comenzó con mi alarma sonando a las 7.30h y esta vez no me perdí el fantástico desayuno de la pensión. Todo estaba delicioso, y comí rodeado de bastantes viajeros solitarios. Después caminé hasta el muelle de Kas; compré una botella de agua grande (2,15L); y a las 9.20h estaba en el barco de la agencia Dragoman según lo acordado.
*Buceo: 2 inmersiones
*Duración: 9.30h – 17h
*Precio: 45€
Tras la buena experiencia con el kayak decidí volver a utilizar los servicios de Dragoman para bucear en la zona. Mi guía de viajes también recomendaba Bougainville Travel, otra agencia local que me ofrecía un par de inmersiones por menos de 40€ frente a los 52€ de Dragoman. Pero al final la encargada me hizo un descuento y no me lo pensé dos veces. Murat me explicó que hace poco hubo un cambio de gestión en Bougainville y la calidad había caído en picado, así que por lo visto acerté.
La verdad es que desde el primer momento noté que estaba en manos de profesionales:
*Al llegar una chica me recibió con un perfecto inglés y me explicó la organización del barco (lavabos, zonas comunes, comida…).
*Tenía preparada una caja con todo mi equipo en base a las tallas que había facilitado en la agencia. Pero si necesitaba cambiar algo lo podía hacer sin problema, porque en el barco había de todo. Así que no tuve que perder el tiempo probándome las cosas, como sucede habitualmente.
*Mi Dive Master era un chaval simpático y sonriente que se portó genial. Antes de cada inmersión dedicaba bastante tiempo a explicarnos lo que íbamos a hacer. Y mientras buceábamos controlaba nuestra situación y nos avisaba de cualquier cosa interesante.
*A parte de los Dive Masters, en el barco había varios empleados pendientes de cada detalle. Uno me sugirió cambiar el neopreno que tenía por un modelo mejor. Y otro me ayudó a montar todo el equipo (al tener el certificado Advanced se pensaban que controlaba).
En el barco me encontré con Murat y su familia, que también iban a bucear (bueno, ellas a hacer snorkel). Y como los dos éramos nivel Advanced nos pusieron juntos, aunque él estaba mucho más al día que yo y me enseñó varias cosas.
INMERSIÓN 1: THE CANYON – 40 minutos / 32m profundidad
Una vez en marcha disfruté de unas vistas espectaculares de la bahía de Kas, con sus veleros, viviendas de color blanco y enormes montañas de fondo. Cuando llegamos al punto de la inmersión me puse el equipo y me lancé al agua. Aunque había pasado más de medio año desde que buceé en Sri Lanka y no me acordaba de nada, así que todo el mundo me tenía que corregir errores.
La inmersión me encantó. Es verdad que apenas había coral, con un paisaje formado por roca pelada y suelo arenoso (esto es el Mediterráneo); y que al principio me costó bastante compensar el oído izquierdo. Pero a cambio disfruté adentrándome en el estrecho cañón; y pude contemplar por primera vez los restos de un barco hundido. Fue alucinante flotar alrededor de la cubierta destrozada. En cuanto a fauna, vimos varios Lion Fish, una Morena, un Trumpet Fish, y bastantes erizos de mar de afiladas púas.
Yo estrenaba mi GoPro con todos sus accesorios para buceo y la verdad es que acabé muy satisfecho. La carcasa es hermética; el palo flotante muy cómodo de llevar; y con el filtro rojo conseguí fotos de colores aceptables.
INMERSIÓN 2: LIGHTHOUSE – 50 minutos / 25m de profundidad
Entre ambas inmersiones la espera fue eterna porque había un montón de buceadores principiantes y nuestro Dive Master tuvo que echar una mano. Con lo cual me tiré casi 3 horas tumbado en la cubierta del barco sin nada que hacer. Resultado: me quemé el cuerpo (el sol pegaba duro y no me puse crema protectora).
Tampoco me gustó que había comida y bebida disponible en el barco, pero era de pago. ¿45€ por las inmersiones y no te pueden dar un plato de pasta y una botella de agua? En fin, yo llevaba mi bebida y piqué unos crackers, así que no hice gasto.
La segunda inmersión fue con Murat y otro turco. El paisaje no mejoró, pero esta vez vimos más fauna: algunos Lion Fish; una Morena completamente fuera de las rocas; un grupo de Barracudas… Además de restos de ánforas antiguas. Eso sí, el frío era importante; y no encontramos tortugas.
Después de la inmersión guardé todo mi equipo en la caja; y subí a la cubierta del barco, donde esperé otra hora larga hasta que nos marchamos. Además la tarde había refrescado bastante y no tenía ropa de abrigo, a diferencia del resto de buceadores, que lucían chaquetas y gorros. Pero bueno, ya en tierra me despedí de Murat y su familia (que al día siguiente volaban a Estambul) y regresé a la pensión.
CENA: KASIM RESTORANT
En Kas no abundan los restaurantes baratos, pero con paciencia encontré este lokanta. Tras elegir los platos en el mostrador ocupé una mesa del comedor y cené media porción de Musaka estilo turco; media porción de Köfte Goulash; agua; y un té. La comida estaba rica y los camareros muy simpáticos. Precio: 25L.
De camino a mi alojamiento pasé junto a restaurantes acogedores con iluminación tenue y tabernas tradicionales (meihanes) con música indie o actuaciones en directo. Hay que reconocer que Kas es un pueblo de postal tanto de día como de noche.
VIAJE: KAS – DEMRE
Al día siguiente no escuché la alarma y me levanté más tarde de lo previsto porque estaba agotado, en gran parte por la elevada dosis de sol durante la excursión de buceo. Tal y como indicaban las predicciones, amaneció un día gris y frío, pero yo continué con mis planes, así que me vestí; desayuné en la terraza de la pensión; y salí a la calle.
Mi idea era visitar las ruinas de Myra. Para llegar caminé hasta la pequeña Terminal de Autobús de Kas, ubicada a 5 minutos. Allí localicé el vehículo que tenía previsto partir hacia Antalya y pasaba por Demre. A continuación ocupé un asiento junto a la ventana; esperé un rato; pagué el billete al conductor (9L); y a las 10h arrancamos. Parte del trayecto ya lo había realizado el día de la excursión en Kayak, camino de Üçagiz, así que no presté atención, y al cabo de 1 hora me bajé en Demre.
LAS RUINAS DE MYRA
Demre es una población situada a 45km de Kas que se levanta sobre la antigua Myra, una de las ciudades más importantes del Reino Licio. Después, en tiempos del Imperio Bizantino, Myra fue capital de la provincia de Licia y continuó prosperando gracias al comercio marítimo. Pero un fuerte terremoto desvió el curso del río Myros; y la ciudad empezó a sufrir constantes inundaciones y plagas, alejándose poco a poco del mar. Hasta que en el siglo XI sus habitantes se marcharon y quedó abandonada. Curiosamente hoy día el desvío del río es una fuente de riqueza para Demre, porque los sedimentos que arrastra son muy fértiles. Y los alrededores del pueblo están llenos de invernaderos para el cultivo de verduras y hortalizas.
Desde el centro de Demre caminé 2km hasta la entrada de las ruinas. Una vez allí pagué el billete de acceso (30L) y comencé la visita. Esto fue lo más destacado:
1. Necrópolis Licia: una montaña con docenas de tumbas talladas en la roca que datan del siglo IV AC, destinadas a la nobleza de Myra. Son rectangulares y algunas cuentan con capiteles y relieves, pero no tienen forma de templo como en Dalyan o Fethiye. La imagen es impresionante. A excepción de un par situadas cerca suelo, no está permitido subir a verlas de cerca.
2. Teatro Romano: fue construido durante el siglo III y era el más grande de la provincia, con capacidad para 12mil personas. Su estado de conservación es sorprendente. Es posible recorrer sus pasadizos; y la fachada estaba cubierta por todo tipo de relieves que representan máscaras y escenas mitológicas, muchos de los cuales ahora se encuentran esparcidos por los alrededores del edificio.
Las ruinas no son muy extensas y aun así me tiré bastante tiempo explorando cada rincón. Durante mi visita llovía de forma esporádica, pero esto no detuvo a los numerosos grupos de turistas rusos que inundaban el lugar. Al principio no entendía el por qué de tantos rusos, pero más tarde descubrí el motivo.
EN BUSCA DE LA TUMBA PINTADA
Mi guía de viajes hablaba de una tumba Licia concreta, conocida como la Tumba Pintada, que destaca por su calidad artística. Pero no daba muchos detalles sobre la ubicación y cuando pregunté al personal de las ruinas de Myra sus caras eran de póker. Por suerte encontré un mapa donde aparecía otra necrópolis Licia situada cerca del río, al otro lado de la montaña, y me lancé en su busca.
Al final, siguiendo el contorno de la montaña, apareció en la distancia un conjunto de tumbas Licias excavadas en la roca. Como no veía ningún camino evidente pregunté a dos chavales y me dijeron que cruzara una plantación de árboles frutales hasta la base del acantilado. Yo les hice caso pero pronto me asaltaron las dudas:
*Corría el peligro de encontrarme con un perro vigilando los terrenos de su dueño.
*Al momento escuché unas voces detrás y eran los dos chavales (de aspecto un tanto sospechoso) que me seguían hacia las tumbas. ¿De repente les habían entrado ganas de verlas o un europeo solitario con su cámara de fotos era demasiado tentador?
*Iba en chanclas y el terreno estaba mojado, así que cuando se empezó a empinar mis pies resbalaban con la goma y me iba hacia atrás. En un tramo me tuve que descalzar, y acabé atravesando una zona llena de plantas espinosas y mosquitos.
Con paciencia pude alcanzar una de las tumbas (de escaso interés), y me senté resignado esperando a que se me secaran los pies para regresar a la carretera mientras los chavales se dedicaban a explorar las tumbas cercanas. Al cabo de unos minutos volvieron y les pedí que me enseñaran las fotos que habían hecho. Y allí estaba la Tumba Pintada. No me podía marchar de allí sin verla. Uno de los chicos se portó genial y me condujo hasta ella. Tuve que subir por unos peligrosos escalones tallados en la roca donde un resbalón me hubiera enviado al fondo del barranco, y viví momentos de tensión, pero al final logré llegar la tumba.
El esfuerzo mereció la pena porque es una de las tumbas mejor conservadas de todo el Reino Licio (si no la mejor). Tanto en el interior como en el exterior hay relieves de una belleza asombrosa, con figuras humanas llenas de detalles y restos de pintura. No paré de hacer fotos, con una sensación de felicidad total. Allí estaba yo sin otros turistas, en el interior de una tumba con miles de años de antigüedad, al borde de un precipicio, con vistas panorámicas del valle y las montañas de fondo. No se puede pedir más. Eso sí, cuando comenzó a llover tuve que bajar de prisa, porque los escalones mojados con chanclas eran una trampa mortal.
Tras esta pequeña aventura regresé caminando al centro de Demre, cruzando calles desiertas (era domingo y el tiempo no acompañaba).
LA IGLESIA DE PAPA NOEL
La segunda atracción de Demre es la Iglesia de San Nicolás. Este santo nació en Patara en el siglo IV, pero pasó casi toda su vida en Myra, donde ejerció de obispo. Era conocido por ayudar a los niños sin recursos, y muchas veces les hacía regalos en secreto, sin dejarse ver. Tras su muerte fue beatificado y se construyó una iglesia en el lugar de su tumba. Y con el paso del tiempo adquirió fama mundial, por diferentes vías:
*Se convirtió en el patrón de la Iglesia Ortodoxa Griega y Rusa. Por eso me encontré tantos rusos en Myra.
*En occidente su leyenda dio lugar a la figura de Santa Claus (derivado del alemán San Nikolaus) o Papa Noel, que hace regalos a los niños por Navidad. Su imagen actual procede de una campaña comercial de la marca Coca Cola. Y tanto en Kas como en Demre hay un montón de comercios que hacen referencia al personaje (Noel Baba en turco).
*La Iglesia de San Nicolás fue un importante lugar de peregrinaje, parada habitual de los fieles que viajaban por mar a Jerusalén. Lo cual aportó mucha riqueza a Myra.
Reconozco que cuando llegué a la taquilla y vi que la entrada valía 30L estuve a punto de dar media vuelta. Pero al final accedí a regañadientes y no me arrepentí. La iglesia data del siglo IX y el exterior no tiene ningún interés, cubierto por una estructura metálica y una horrible lona. Pero el interior es otra historia. Esto fue lo más destacado:
1. Frescos Bizantinos: fueron realizados entre los siglos XI – XIII y representan imágenes de santos y mártires, y pasajes de la vida de San Nicolás. Muchos apenas se distinguen, pero otros conservan un grado de detalle y colorido asombroso, repartidos por diferentes zonas de la iglesia.
2. Mosaicos: cubren el suelo de la iglesia. Algunos son muy elaborados.
3. Tumba de San Nicolás: se puede contemplar el sarcófago, pero está vacío. Porque en el año 1087, durante la invasión árabe, unos mercaderes italianos robaron los huesos y se los llevaron a Bari para protegerlos, donde todavía se les rinde culto.
La verdad es que pude visitar el templo con muy poca gente. Y antes de las 17h me dirigí a la Terminal de Autobús para regresar a Kas. Había sido un día intenso y durante el viaje me quedaba dormido.
CONCLUSIÓN
Kas es un pueblecito costero encantador. Aunque también es uno de los lugares del Mediterráneo que está registrando un mayor crecimiento a nivel turístico. Lo cual implica precios cada vez más elevados y masificación en temporada alta. Pero si lo visitas antes o después del verano todavía es posible encontrar alojamiento a precios razonables sin necesidad de reservar con antelación. La estancia recomendable dependerá de las actividades que quieras realizar, pero lo ideal sería un mínimo de 3 jornadas: una para Kas; otra para visitar Kekova y Kaleköy (en kayak o barco); y otra para Demre.
En cuanto al buceo, fue genial ver por primera vez un barco hundido. A parte de esto, no dudo que Kas sea el mejor lugar de Turquía para la práctica de este deporte. Pero no esperes algo ni remotamente parecido al Mar Rojo o el Sudeste Asiático, o te llevarás una decepción enorme.
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