Visitando castillos medievales con imponentes torres defensivas, gruesas murallas de piedra y un entorno natural insuperable
Kamyanets-Podilsky es una ciudad situada en un enclave espectacular, rodeada por un pronunciado meandro del río Smotrych que forma un cañón de 40m de profundidad. Entre los siglos XIV y XVIII perteneció al Reino de Polonia, una de las potencias de la región gracias a su alianza con Lituania. Y la ciudad prosperó ayudada por su ubicación estratégica, albergando notables comunidades de judíos y armenios. En 1793 Kamyanets-Podilsky pasó a formar parte del Imperio Ruso, y poco a poco desapareció ese ambiente cosmopolita. Muchos polacos y armenios fueron deportados a otras zonas de Asia Central; y en agosto de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, alrededor de 25mil judíos perdieron la vida en una de las primeras matanzas organizadas por los Nazis.
La visita estrella de Kamyanets-Podilsky es su fortaleza medieval, unida a la ciudad por un puente de piedra. Aunque en el Casco Antiguo también hay antiguas iglesias, torres defensivas y edificios históricos. Y es posible realizar una excursión al cercano Castillo de Khotyn, a orillas del río Dniester.
VIAJE: CHERNIVTSI – KAMYANETS-PODILSKY
Entre estas dos ciudades tan solo hay 85km de distancia y fue un desplazamiento muy sencillo. Primero desalojé mi habitación del City Center Hostel, donde dejé a Marcus (su peculiar propietario) durmiendo en el sofá de la sala común. Y a continuación me dirigí a la Terminal de Autobuses de Chernivtsi. Como se encuentra a más de 4km del centro preferí utilizar un taxi. Subí a un vehículo que estaba aparcado en la Plaza Tsentralna y me dejó junto a la entrada de la Terminal por 65G. El taxista no hablaba inglés, pero memoricé las palabras “avtobusna zupynka” y me entendió a la primera.
En la taquilla compré el billete a Kamyanets-Podilsky (90G) y me senté a esperar en una sala porque todavía faltaba una hora para la salida. Después caminé hasta el andén que me indicó la encargada, pero allí me dijeron que no era el correcto y hubo momentos de confusión (se trataba de mi primer contacto con el transporte público ucraniano y todos los rótulos estaban en cirílico). Suerte que al final un conductor me enseñó donde estaba mi marshrutka, guardé la mochila grande en el maletero trasero, ocupé un asiento de la fila individual y nos pusimos en marcha.
El trayecto hasta Kamyanets-Podilsky duró algo menos de 2 horas y transcurrió sin incidentes. Yo me entretuve escuchando música y contemplando el paisaje, formado por extensas llanuras y campos de cultivo. El día comenzó nublado, aunque poco a poco se fue despejando y al final lució un sol radiante. De camino pasamos por las poblaciones de Boyany y Khotyn; cruzamos el río Dniester; y vi varias paradas de autobús solitarias decoradas con mosaicos. La carretera estaba en perfecto estado y apenas nos detuvimos para que subieran o bajaran pasajeros.
Una vez en Kamyanets-Podilsky controlé mi ubicación en el mapa, me bajé en el punto más conveniente, y desde allí caminé un par de kilómetros hasta el lugar elegido para pasar la noche.
ALOJAMIENTO: DOM U RODNIKA – 470G/Noche
*Puntos a favor: habitación espaciosa; cama doble muy cómoda; lavabo privado con ducha de agua caliente; limpieza extrema; mobiliario moderno; ubicación inmejorable, en pleno Casco Antiguo; tranquilidad total por la noche; terraza con vistas geniales del castillo; nevera compartida; propietaria muy atenta.
*Puntos en contra: paredes muy finas (cuando mis vecinos de habitación utilizaban el lavabo parecía que estaban dentro de la mía).
Reservé esta pensión a través de Booking y fue todo un acierto. A la habitación no le faltaba ni un detalle, y viniendo del hostel de Chernivtsi me sentí como en un palacio. La única pega se produjo cuando quise alargar mi estancia 2 noches más. La propietaria me comentó que la segunda tendría que cambiar a otra habitación que costaba 600G y no acepté porque me pareció un importe excesivo. Aunque la mujer no hizo el más mínimo intento de rebajarme el precio; y más tarde comprobé que en Booking aparecían habitaciones a 470G para esa noche. En fin…
Tras instalarme me estiré en la cama a descansar un rato, y después salí en busca de un sitio para cenar.
CENA: RESTAURANTE NIKA
Elegí este lugar porque mi guía de viajes lo consideraba uno de los mejores del Casco Antiguo. Al llegar me senté en una mesa del comedor, donde me atendió una simpática camarera; y tras examinar el menú (en inglés) pedí Borsch; Varenyky de carne; y una jarra de cerveza Stella Artois. La sopa me gustó mucho, pero los Varenyky vinieron sin Smetana (crema agria) y estaban bastante insípidos. Teniendo en cuenta el precio (210G) me pareció un restaurante correcto sin más. Por cierto, fue gracioso que la chica me preguntara cuántas rebanadas de pan quería, ya que se pagan por unidad (algo habitual en Ucrania, a pesar de que un kilo cuesta menos de 10G en cualquier tienda).
A continuación realicé una compra de comida en una tienda; y regresé a la pensión justo después de la puesta de sol (hice algunas fotos desde la terraza). La noche fue muy tranquila gracias a que tan solo había otra habitación ocupada en todo el edificio.
LOS MIRADORES DE KAMYANETS-PODILSKY
Al día siguiente mi alarma me despertó a las 8h y me levanté con ganas de explorar la ciudad. Una vez en pie desayuné galletas y un yogurt, preparé la mochila pequeña y salí a la calle. El cielo estaba cubierto de finas nubes entre las que de vez en cuando aparecía el sol, aunque el ambiente era frío y tuve que abrigarme.
Kamyanets-Podilsky está rodeada de un paisaje memorable. Tanto que desde 1996 alberga la sede del Parque Nacional Podilsky Tovtry, el más grande de Ucrania, con una extensión de 2.600 km2. Yo para empezar a conocer la zona decidí buscar los lugares con las mejores vistas. Estos fueron los más destacados:
1. Puente Nuevo: une la Ciudad Moderna y el Casco Antiguo, sorteando el Cañón de Smotrych. Ofrece una panorámica genial, con el barranco cubierto de árboles y espesa vegetación; torres medievales; y coloridas viviendas a escasos metros del precipicio.
2. Dendropark: desde el Puente Nuevo me adentré en un frondoso parque que se extiende hacia el sur siguiendo el contorno del Cañón. De camino recorrí un paisaje otoñal, con árboles de diferentes colores, hojas secas, senderos desiertos y pájaros cantando. Y alcancé un mirador que me dejó con la boca abierta. Ante mí se desplegaba la colina sobre la que se asienta el Casco Antiguo de Kamyanets-Podilsky, con unas vistas únicas: la antigua muralla, torres defensivas, edificios, campanarios… Se respiraba una atmósfera mágica, y la luz era perfecta para la fotografía. Así que me senté un rato a disfrutar de la escena, completamente solo.
3. Puente Turco: tras abandonar el parque seguí bordeando el Cañón de Smotrych perdiendo altura poco a poco; y lo crucé por un puente de madera, desde donde vi una graciosa ardilla saltando entre los árboles. A continuación subí por unas escaleras de piedra hasta el Puente Turco, que une Kamyanets-Podilsky con el castillo medieval. Este es otro de los miradores imprescindibles, con una fantástica panorámica de 360 grados. Al este el Casco Antiguo; al oeste el castillo; en la distancia, al norte, la Catedral de San Jorge, con sus torres rematadas por tejados azules y pequeñas cúpulas doradas; y al sur el Cañón de Smotrych, con diversas granjas y una iglesia de madera.
Seguro que hay más miradores, pero yo con estos tres acabé más que satisfecho.Y desde el Puente Turco me dirigí a la principal atracción turística de Kamyanets-Podilsky.
EN EL CASTILLO MEDIEVAL
*Horario: 9h – 18h
*Precio: 60G
*Fotografía: ok
Los expertos afirman que la primera fortaleza del lugar data del siglo XII y estaba hecha de madera. Aunque más tarde, con la llegada de los polacos, Kamyanets-Podilsky se convirtió en un importante cruce de caminos y a principios del siglo XVI fue reconstruida en piedra, incluyendo gruesos muros y torres defensivas. No faltaron las oportunidades para comprobar su resistencia, porque a lo largo del tiempo sufrió docenas de asaltos, primero de los Cosacos y Tártaros de Crimea, y más tarde de las tropas del Imperio Otomano. Pero todos fueron repelidos. Hizo falta un poderoso ejército de más de 300mil soldados para que en el año 1672 los turcos consiguieran conquistar la ciudad. Posteriormente, a partir del siglo XVIII, el castillo pasó a ser una cárcel, primero militar y después para delincuentes comunes.
Desde la distancia el Castillo de Kamyanets-Podilsky es impresionante, ubicado sobre un peñasco, con sus torres rematadas por tejados cónicos. Sin duda una de las imágenes icónicas de Ucrania. Tras pagar la entrada accedí al patio, pero antes de comenzar la visita decidí comer algo porque estaba hambriento. Por suerte había un café dentro del recinto donde servían diferentes platos del día, preparados al fuego en enormes recipientes. Yo pedí Bograch, una especie de estofado de origen húngaro muy habitual en la región, elaborado con carne de ternera, patatas y verduras (82G). Comí sentado en una mesa de la terraza, y el plato me dejó como nuevo. Justo lo que necesitaba para continuar.
La visita del castillo fue muy completa. Pude subir a dos de sus torres por unas escaleras de madera realmente empinadas. Recorrí un estrecho túnel que avanza por el interior de la muralla. Bajé hasta las mazmorras, donde hay una pequeña exposición de instrumentos de tortura. Entré en un museo con varias salas llenas de objetos que explican el pasado reciente de Ucrania y Kamyanets-Podilsky: fotos, carteles, armas, uniformes, documentos… Y subí a una terraza con buenas vistas de los alrededores. Todos los carteles están en ucraniano, aunque hay códigos QR para acceder a las explicaciones en inglés. Durante mi visita aparecieron varios turistas locales, pero el castillo es grande y no me molestaron.
Para acabar el día decidí dar un paseo por las ruinas del Castillo Nuevo, situado justo detrás. El nombre engaña, porque en realidad se trata de una serie de montículos y restos de murallas cubiertos de hierba que nadie se preocupó de restaurar. El lugar no tiene apenas interés, pero las vistas de los alrededores son épicas, con el Castillo de Kamyanets-Podilsky, el Casco Antiguo, el Cañón de Smotrych… La verdad es que me lo pasé en grande recorriendo diferentes senderos completamente solo, disfrutando de los últimos rayos de sol.
De regreso en mi pensión comprobé que había varias habitaciones ocupadas. Menos mal que se trataba de gente educada y, a pesar de las paredes de papel del edificio, por la noche el silencio fue total. Yo solventé la cena con pan, queso y unas galletas. Y poco después ya estaba durmiendo como un tronco.
DESCUBRIENDO EL CASCO ANTIGUO
La jornada comenzó a buena hora y me levanté sin perder tiempo, porque tenía una agenda apretada y al ser octubre los días cada vez eran más cortos. Tras desayunar desalojé la habitación; guardé mi mochila grande en el despacho de la dueña de la pensión; y visité el resto de lugares de interés de Kamyanets-Podilsky. Esto fue lo más destacado:
1. Catedral de San Pedro y San Pablo: construida en el año 1580, tiene una fachada lujosamente decorada con relieves y estatuas. Cuando los turcos conquistaron la ciudad convirtieron la catedral en una mezquita, añadiéndole un minarete de 42m de altura. Aunque los polacos no tardaron en recuperar el control de Kamyanets-Podilsky y optaron por coronar el minarete con una brillante estatua dorada de la Virgen. En los alrededores hay un pequeño cementerio con lápidas antiguas; y un mirador con vistas geniales del castillo (mejor luz para la fotografía por la mañana o coincidiendo con la puesta de sol).
2. Plaza Polsky Rynok: está presidida por el antiguo Ayuntamiento, un edificio de color mostaza que data del siglo XIV con una torre del reloj ligeramente inclinada. En la actualidad alberga 3 pequeños museos que no visité. También tiene un café con una agradable terraza (por la noche vi un músico tocando la guitarra). En la plaza hay varios edificios históricos pintados de vivos colores.
3. Calle Pyatnytska: cuenta con diferentes viviendas tradicionales y museos. Me gustó mucho el antiguo Magistrado Ruso, adornado con un dragón de metal.
4. Iglesia Armenia: el templo original se construyó en 1495 para atender las necesidades de la numerosa comunidad armenia que vivía en Kamyanets-Podilsky. Pero durante los años 30 fue arrasado por los rusos y hoy día solo se conserva su enorme campanario y parte de la entrada principal. De todas formas se trata de un lugar muy atmosférico.
5. Monasterio Dominico: un edificio de grandes dimensiones que incluye la Iglesia de San Nicolás, cuya fachada está decorada con estatuas. En la Segunda Guerra Mundial sufrió importantes daños y durante mi visita se estaban realizando obras de restauración (la imponente torre se encontraba rodeada de andamios), así que no pude acceder al templo.
6. Potters’ Tower: esta torre defensiva data de 1583, y se llama así porque su mantenimiento estaba a cargo del gremio de alfareros. Es posible verla de cerca, junto al borde del Cañón de Smotrych, y de paso contemplar una bonita panorámica.
El Casco Antiguo de Kamyanets-Podilsky no es muy grande pero está lleno de rincones con encanto. Durante mi paseo recorrí calles tranquilas, me crucé con lugareños de rostro amigable, y visité un pequeño mercado de artesanía. También aproveché para reponer fuerzas en un puesto donde me compré un café con leche y un croissant de chocolate (30G).
A continuación regresé a la pensión, recuperé mi mochila grande y caminé hasta mi nuevo alojamiento, situado en la parte moderna de la ciudad. Eran solo 2,5km pero se me hicieron eternos, con varios tramos cuesta arriba y un sol de justicia que me dejaron empapado en sudor.
ALOJAMIENTO: HOSTEL SVIT HUB – 202G/Noche
*Puntos a favor: dormitorio de 4 camas para mí solo; buena limpieza; mobiliario moderno; tranquilidad total por la noche; personal muy amable; wifi rápido; toallas; cafetería junto a la recepción (de los mismos propietarios).
*Puntos en contra: ubicación alejada del Casco Antiguo (aunque rodeado de tiendas y restaurantes, y a una distancia aceptable de la Terminal de Autobuses).
Reservé este lugar a través de Booking en base a la recomendación de Tobias (el chico alemán que conocí en el hostel de Chernivtsi), y la verdad es que estaba en lo cierto. Fue el mejor hostel de mi recorrido por Ucrania, con unas instalaciones impecables, sin ruido ni personajes raros. Ojalá me hubiera podido quedar más tiempo.
Una vez instalado fui a un supermercado cercano a comprar algo para cenar. Allí vi un apartado donde hacían pizzas caseras y pedí una de pollo, queso, salami y champiñones. Solo me costó 52G (apenas 1,5€). Para beber cayó una cerveza; y de postre un plátano. Cené en una mesa de la cocina del hostel, y después me fui a la habitación a descansar.
EXCURSION A KHOTYN
Al día siguiente me levanté tras una noche perfecta. A continuación desayuné galletas, yogurt, y un delicioso café con leche grande en la cafetería del hostel (42G); preparé la mochila pequeña; y caminé hasta la Terminal de Autobuses de Kamyanets-Podilsky, porque el plan del día era visitar el Castillo de Khotyn.
Nada más llegar vi una marshrutka que estaba a punto de salir hacia Khotyn, así que compré el billete al conductor (30G), ocupé un asiento de la fila individual y nos pusimos en marcha. Tardamos poco más de media hora en recorrer los 30km de distancia. Yo fui controlando mi ubicación en maps.me y me bajé del vehículo antes de llegar a Khotyn, en el inicio de un sendero que va directo al castillo. Marcus me había hablado de las enormes dificultades de encontrar este lugar, al estar situado en una depresión oculto tras las colinas. Pero obviamente no estaba al corriente de las apps de mapas con GPS que existen en la actualidad…
El paseo hasta el Castillo de Khotyn fue realmente agradable. Lucía un sol perfecto y pasé junto a viviendas de madera saludando a sus dueños, me crucé con el cartero, vi un grupo de patos… El sendero me llevó hasta una torre defensiva, y al otro lado apareció ante mí la fortaleza medieval.
*Horario: 9h – 18h
*Precio: 70G
*Fotografía: ok
El Castillo de Khotyn comenzó como una estructura de madera hasta que en el siglo XV, cuando la zona pertenecía al estado de Moldavia, el mítico Príncipe Stephan cel Mare ordenó reconstruir por completo la fortaleza de piedra para hacer frente a los ataques con artillería. Y es que el castillo, a orillas del río Dniester, controlaba la importante ruta comercial que conectaba el Mar Báltico con el Mar Negro y Constantinopla.
Más tarde Khotyn pasó a manos de la Alianza de Polonia y Lituania, y en el año 1621 vivió un conflicto militar a gran escala, conocido como la Batalla de Khotyn. En él las tropas de la alianza, con la ayuda de los Cosacos de Zaporozhia, lograron frenar el avance de un ejército otomano muy superior. Los turcos regresaron en 1711 y esta vez no fallaron, pero a lo largo del siglo XVIII sus enfrentamientos con el Imperio Ruso fueron constantes, hasta perder la región en 1812.
Antes de dirigirme a la entrada me dediqué un buen rato a contemplar la fortaleza desde la distancia, caminando entre la espesa hierba en busca de lugares elevados para hacer fotos panorámicas. El castillo es espectacular, rodeado por un foso, con sus muros y torres defensivas coronadas por tejados cónicos, y el río Dniester de fondo. No me extraña que muchos cineastas rusos lo hayan elegido como escenario para sus películas.
En la puerta principal compre el billete a un encargado y accedí al recinto. Comparado con Kamyanets-Podilsky es un edificio más pequeño, pero aun así merece la pena la visita (¡cuesta solo 2€!). Me gustó mucho el patio, rodeado de construcciones bien restauradas. En las galerías subterráneas visité una exposición de armas de asalto, otra de instrumentos de tortura, y la recreación de una herrería. Y recorrí varias salas con todo tipo de objetos antiguos: ropa de la época, armaduras, monedas antiguas, documentos… Pasé un rato entretenido y había muy poca gente. Una pena que todos los carteles estuvieran en ucraniano…
Además del castillo en la zona destacan otras atracciones:
1. Río Dniester: las vistas son preciosas, con sus orillas cubiertas de vegetación y alguna que otra granja tradicional. Este importante río nace en Ucrania y tras recorrer casi 1400km y cruzar Moldavia desemboca en el Mar Negro, junto al Castillo de Akkerman (que visitaría días más tarde desde Odessa).
2. Iglesia de Alexander Nevsky: construida en el año 1832 para las tropas rusas estacionadas en la fortaleza.
3. Estatua de Petro Sahaidachny: el Hetman (líder) de los Cosacos, que fue decisivo en la Batalla de Khotyn contra los otomanos y murió meses más tarde a consecuencia de las heridas sufridas.
COMIDA: KORCHMA CAFE
Antes de marcharme decidí comer algo en este local situado junto al parking. Es similar al del Castillo de Kamyanets-Podilsky, con platos del día cocinados al fuego en enormes recipientes. Yo me senté en una mesa del comedor y pedí Bograch, dos trozos de pan y una jarra de cerveza. Todo muy rico, aunque al principio no me fie del estado del Bograch por la escasa rotación de clientes (estaba solo). El dueño era un hombre de gesto serio pero muy amable. Precio: 164G.
Una vez con el estómago lleno caminé hasta la Terminal de Autobuses de Khotyn. Fueron más de 2km y solo me desvié un momento para contemplar una escultura de estilo soviético en la plaza del parque. En la Terminal me encontré con un panorama poco esperanzador: la taquilla estaba cerrada y no había ni rastro de marshrutkas. Por suerte contacté con un lugareño que también esperaba para enviar un paquete a Kamyanets-Podilsky, y me aseguró que estaba de camino. Si no me habría puesto muy nervioso, porque comenzaba a oscurecer y al final la marshrutka tardó una hora en llegar.
El trayecto de regreso no tuvo mucha historia. A través de mi ventana contemplé una maravillosa puesta de sol, con el cielo completamente despejado; y me bajé cerca del hostel (por eso solo pagué 25G). Así acabó mi visita a Kamyanets-Podilsky.
CONCLUSION
Kamyanets-Podilsky y Khotyn son los dos castillos medievales más espectaculares de Ucrania y deberían figurar en cualquier itinerario por el país (y lo digo tras visitar unos cuantos). Yo acabé muy contento con los dos lugares donde me alojé, aunque en general tendrás que elegir si quieres estar en pleno Casco Antiguo de Kamyanets-Podilsky, cerca de los lugares de interés; o en la parte moderna del pueblo, a precios más asequibles y al lado de docenas de tiendas y locales de comida (y con la Terminal de Autobuses a una distancia a pie razonable).
Unos 50km al sureste de Kamyanets-Podilsky se encuentra el Monasterio Rupestre de Bakota, ubicado junto a un bonito meandro del río Dniester. Me hubiera gustado visitarlo, pero el tiempo empeoró y preferí continuar mi ruta.
Si te gustó el post, dale al like (el corazón que hay en la parte superior), deja un comentario con tu opinión, y sígueme en redes sociales