Paseando entre edificios históricos y monumentos, alojándome por un módico precio en un lujoso hotel con un desayuno de escándalo
Los orígenes de Ivano-Frankivsk se remontan al año 1662, cuando se construyó un fuerte junto a la población de Zabolotiv para proteger la frontera del Reino de Polonia de los ataques Tártaros y Otomanos. Las tierras eran propiedad de Stanislaw Potocki, miembro de la nobleza y comandante de los ejércitos polacos (y familia del creador del Parque Sofiyivka en Uman). Por eso la ciudad se llamó Stanislaw, hasta que en 1962 el gobierno comunista la rebautizó en honor al poeta ucraniano Ivan Franko. Con el paso del tiempo se convirtió en un importante centro comercial, atrayendo comunidades de armenios y judíos, y llenándose de lujosos edificios que le valieron el sobrenombre de Little Lviv.
En la actualidad Ivano-Frankivsk está considerada como la puerta de entrada a la región de los Montes Cárpatos. Aunque también cuenta con varios lugares que merece la pena visitar, como la Plaza del Mercado, sus iglesias del siglo XVII o la imponente Sede del Gobierno Regional.
VIAJE: KIEV – IVANO-FRANKIVSK
Para este trayecto de 560km opté por un tren Intercity. Ya había utilizado uno entre Kharkiv y Kiev y comprobé que son mucho más rápidos que los normales. Así que no dudé en repetir y compré el billete un par de días antes a través de la página web de la compañía (379G). Una vez desalojada mi habitación del Hotel Express me dirigí a la Estación de Kiev. Como aun faltaba más de una hora para la salida, paré a comer un shawarma en un puesto callejero (40G) y pedí un café con leche grande en otro (43G). A continuación localicé el andén correcto, donde ya esperaba el tren; ocupé mi sitio; y nos pusimos en marcha.
El vagón estaba dividido en compartimentos de 6 plazas y en el mío éramos 5 personas. Me tocó viajar de espaldas al sentido del tren pero bueno, a parte de este detalle los asientos eran espaciosos y fui muy cómodo. Al principio atravesamos un paisaje de bosques de árboles pelados, aunque al cabo de un par de horas se hizo de noche y me dediqué a escuchar música, leer y mirar cosas en Internet (cuando la nefasta red telefónica del país me lo permitía). Solo hicimos una parada en Lviv, tras la cual me quedé solo en el compartimento con una chica ucraniana. No hubiera estado mal charlar un rato, porque el trayecto duró casi 8,5 horas y se me hizo larguísimo. Pero no vi la ocasión y la chica tampoco puso mucho de su parte (cuando no dormía hablaba por el móvil).
Ya en Ivano-Frankivsk, cerca de las 22.30h, caminé hasta el alojamiento elegido para pasar la noche. Menos mal que estaba a tan solo 1km, porque había muy poca gente por las calles, y pasear con mis mochilas a esas horas no era la mejor idea.
ALOJAMIENTO: NADIYA HOTEL – 605G/Noche
*Puntos a favor: habitación gigantesca; cama doble muy cómoda; lavabo privado (también enorme) con ducha de agua caliente; mobiliario moderno; limpieza impecable; ubicación perfecta, en pleno centro de la ciudad; tranquilidad total por la noche; wifi rápido; nevera; personal de la recepción realmente acogedor; precio; abundante desayuno incluido.
*Puntos en contra: no se me ocurre ninguno.
Reservé este alojamiento a través de Booking y fue todo un acierto. Se trata de un auténtico hotelazo, con instalaciones lujosas donde no falta ni un detalle. Además, yo había pedido una habitación individual (la más barata), pero la encargada de la recepción me dio una doble por el mismo precio (en Booking costaba casi 1000G). Sin duda el mejor hotel de mi ruta por Ucrania.
Una vez instalado bajé rápidamente a hacer una pequeña compra en un supermercado anexo (que también pertenece al hotel), porque me moría de hambre y estaba a punto de cerrar. La cajera había vivido en Italia y hablamos unos minutos. De regreso al hotel comenzó a nevar de forma intensa. Y solventé la cena con unas patatas fritas, galletas de chocolate, una Fanta y un yogurt. Muy poco sano, pero estaba cansado tras el viaje y no tenía ganas de complicarme la vida.
CONOCIENDO IVANO-FRANKIVSK
Al día siguiente me desperté temprano tras una noche plácida y me puse en pie sin perder tiempo. A continuación me vestí, preparé la mochila pequeña y bajé al restaurante para disfrutar del desayuno incluido en el precio de la habitación. Al ser un buen hotel me esperaba un menú de calidad, pero superó todas mis expectativas. Consiste en un buffet libre con infinidad de opciones. Yo me serví un plato de quesos y embutidos; otro con salchichas, pollo, verduras y puré de calabaza; y un último con dulces típicos. Para acompañar cayeron varios vasos de zumo de naranja y dos cafés con leche. Acabé a reventar.
Según la previsión meteorológica iba a hacer un día soleado, aunque cuando salí a la calle el cielo estaba cubierto de nubes grises, con una temperatura de -3º. Yo me puse toda la ropa de abrigo que pude, pero cuando dejaba de caminar se notaba el frío; y al sacar las manos de los bolsillos para hacer fotos se me congelaban. En fin, a pesar del mal tiempo continué con mis planes y empecé a visitar las atracciones turísticas de Ivano-Frankivsk. Esto fue lo más destacado de mi recorrido:
1. Teatro de Música y Arte Dramático: un edificio rectangular de estilo soviético construido en el año 1980. Está junto al Nadiya Hotel y destaca por sus relieves exteriores. En los laterales hay diferentes musas, y junto a la entrada un panel de grandes dimensiones donde aparecen dos músicos y una mujer con un vestido tradicional.
2. Calle Nezalezhnosty: es la principal avenida peatonal de Ivano-Frankivsk, y constituye un lugar ideal para pasear y observar a la gente. Además tiene interesantes edificios históricos, tiendas, cafeterías… Durante mi visita un tramo de la calle estaba decorado con arcos iluminados con luces navideñas. Y me sorprendió pasar junto a un hombre que tocaba la flauta o una anciana pidiendo limosna sentada en una silla (¡con el frío que hacía!).
3. Catedral de la Resurrección: se trata de la iglesia más importante de la ciudad. Fue construida en el año 1761 y el exterior es imponente, con dos torres y varias estatuas junto a la entrada. El interior también me gustó mucho, con las paredes y el techo cubiertos de coloridas pinturas murales, y una elaborada iconostasis. En el poco rato que estuve dentro no pararon de entrar y salir feligreses, y algunos se arrodillaban para rezar (incluso señoras de avanzada edad).
4. Antigua Iglesia Armenia: levantada en 1743 para atender las necesidades de la comunidad que habitaba la ciudad. Sus muros exteriores están pintados de azul, y tiene dos torres rematadas por tejados dorados y una Virgen. Dentro predomina la oscuridad, con iconos, velas encendidas, columnas y estatuas llenas de dinamismo.
5. Iglesia de la Virgen María: data del año 1703 y es la construcción más antigua de Ivano-Frankivsk. En la actualidad alberga el Museo de Arte Regional (que no visité). Junto a la iglesia hay un bonito campanario que fue añadido a finales del siglo XVIII, demolido por los rusos y recuperado tras la independencia. Ambos edificios forman una imagen realmente fotogénica.
6. Sede del Gobierno Regional: un gigantesco edificio blanco de estilo soviético conocido como la Casa Blanca. Tiene una fachada de forma cóncava y frente a él hay dos estatuas de los poetas Ivan Franko y Taras Shevchenko. Yo hice fotos con disimulo por si acaso.
7. Palacio Potocki: construido pocos años después de la fundación de Ivano-Frankivsk para alojar a la familia. En 1801 las deudas obligaron a los Potocki a vender la residencia a los Habsburgo, y fue transformado en un hospital militar que estuvo activo hasta el año 2004. Junto a la entrada se pueden ver las esculturas de dos guerreros con armadura. En cambio el interior se encuentra cerrado al público.
8. Mercado Cubierto: me enteré de su existencia por casualidad. Se trata de un edificio de la época soviética que tiene forma redonda, con un tejado ondulado y un llamativo letrero. La verdad es que desde fuera parece más un circo que un mercado. El interior es espectacular, con montones de puestos que venden frutas, verduras, carne, especias, calzado, ropa, dulces… Yo estuve un rato dando un paseo y me encantó.
9. Plaza Vichevy: se encuentra al final de la calle Nezalezhnosty y es uno de los centros neurálgicos de la ciudad, con una enorme fuente. Durante mi visita se estaba acabando de montar un árbol de Navidad. Además en los alrededores hay edificios históricos decorados con esculturas, puestos de libros de segunda mano y cuidados jardines. Otro sitio perfecto para observar a la gente.
10. Biblioteca Infantil: ubicada en un llamativo edificio neoclásico, con una torre cilíndrica y un tejado cónico.
11. Taras Shevchenko Park: está a 2km del centro de Ivano-Frankivsk y para llegar caminé siguiendo la calle Hetman Mazepa, donde pude ver numerosos edificios señoriales con esculturas, columnas y relieves. Shevchenko Park tiene un estanque lleno de patos y cisnes; un parque de atracciones; y un lago cercano con árboles reflejados en sus aguas. Tras un rato paseando regresé al centro por la calle Shevchenko, que es un auténtico festival de mansiones antiguas con lujosas fachadas.
A continuación empezó a oscurecer, así que decidí finalizar mi recorrido. Y no me dio ninguna pena, porque a medida que avanzaba el día el frío era más intenso, y a las 16h el termómetro marcaba -6ºC. Tenía las manos congeladas, y cuando sacaba la cámara para hacer fotos corría el riesgo de que se me cayera al suelo. Aunque mereció la pena. A parte de los lugares comentados no paré de ver cafés llenos de encanto, pinturas murales que ocupaban fachadas enteras, mosaicos soviéticos… Una ciudad preciosa.
COMIDA: FAMILIA RESTAURANT
Este local se encuentra en la calle Nezalezhnosty y tiene muy buenas críticas. Tras cruzar la puerta un atento camarero me condujo a una mesa del comedor, que estaba prácticamente lleno de lugareños, con un ambiente muy animado. Por suerte tenían menú en inglés, aunque los dos primeros platos que pedí se habían acabado. Al final opté por Borsch con pan y manteca de cerdo (un aperitivo típico en Ucrania); Vareniky rellenos de queso; y una copa de vino tinto. La comida estuvo muy rica, con porciones abundantes, y pagué 179G. Con lo cual repetiría sin dudarlo.
De camino al hotel hice una pequeña compra en un supermercado y ya no volví a salir de la habitación, solventando la cena con galletas y un yogurt.
LA PLAZA DEL MERCADO
El día comenzó de forma un tanto ajetreada. Por la noche un grupo de chavales se dedicó a armar jaleo en la plaza anexa al hotel hasta tarde y me costó dormir. Resultado: no escuché mi alarma y bajé al restaurante media hora antes de que acabara el horario del desayuno. Pero es que encima el comedor estaba lleno de gente y tuve que esperar unos minutos hasta que quedó una mesa libre. En fin, por suerte pude repetir el menú del día anterior y acabé cuando los camareros ya se llevaban las bandejas de comida.
Después cogí mi cámara de fotos y salí a la calle para visitar uno de los principales lugares de interés de Ivano-Frankivsk: la Plaza del Mercado, conocida como Ploshcha Rynok. Está presidida por el antiguo Ayuntamiento, un edificio construido en el año 1935, de estilo art deco, que en la actualidad alberga el Museo de Historia Regional. Lo mejor es su torre de 50m de altura, que cuenta con una plataforma de observación desde donde se pueden contemplar las mejores vistas de la ciudad. Así que no quería marcharme sin disfrutarlas.
El billete de acceso cuesta 20G (lunes cerrado) y el mirador se alcanza utilizando diferentes tramos de escaleras, las últimas de caracol y con un espacio muy reducido. Una vez arriba me encontré con una espectacular panorámica de 360 grados, en la que aparecen muchos de los lugares que había visitado el día anterior, como las iglesias o el mercado cubierto, además de los edificios históricos que rodean la Plaza del Mercado. Me lo pasé genial, haciendo fotos sin parar, completamente solo. Eso sí, el frío era terrible (en la base de la plataforma había placas de hielo) y en un par de ocasiones tuve que refugiarme en la torre unos minutos para entrar en calor.
Con esta última visita finalizó mi recorrido por Ivano-Frankivsk. Ahora ya estaba preparado para poner rumbo a los Montes Cárpatos.
CONCLUSION
Ivano-Frankivsk se trata de una bonita ciudad con elegantes monumentos donde disfruté del mejor hotel de mi viaje por Ucrania. Y si te sobra el tiempo es un sitio perfecto para pasar una jornada antes de adentrarte en los Montes Cárpatos. De lo contrario, Ivano-Frankivsk es una versión en miniatura de Lviv (imprescindible en cualquier itinerario) y puedes prescindir tranquilamente de ella.
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