Datos básicos para visitar de forma independiente el norte del país del Sudeste Asiático más popular a nivel turístico.
Varios fueron los motivos por los que decidí viajar al norte de Tailandia. Primero, que es un país muy fácil de visitar por libre: abundan los alojamientos y lugares para comer; y la oferta de transporte público o privado es ilimitada. Segundo, que los precios son de risa, y no tendrás que llevar muchos euros encima para pasar unas vacaciones más que decentes. Por último, que el norte de Tailandia todavía se mantiene bastante al margen del turismo de masas que abarrota otras partes del país, con bosques solitarios y remotas aldeas tradicionales. Tenía que aprovechar para visitar esa parte del país antes de que la cosa fuera a peor.

Para muchos turistas, Tailandia representa la primera toma de contacto con el Sudeste Asiático. Y no me extraña, porque ofrece una gran variedad de atractivos: playas paradisíacas, parques nacionales, templos con siglos de antigüedad… Aunque por desgracia, Tailandia es uno de esos países (como Cuba) que todavía está fuertemente asociado al turismo sexual. Solo había que ver las caras que ponían mis amigos y compañeros de trabajo cuando les decía que me iba solo a Tailandia… Las sonrisas y palmaditas en la espalda eran la tónica habitual.
Tailandia es un país seguro, siempre y cuando extremes la precaución al salir por la noche (las zonas de copas suelen estar llenas de personajes siniestros). Y evites el consumo de drogas (si eres detenido por la Policía, las penas son de cárcel, y sus condiciones son realmente duras, nada que ver con las españolas). En las páginas oficiales del Ministerio Exteriores se indica que «el Triángulo de Oro concentra gran actividad de narcotráfico y han proliferado mafias de todo tipo, por lo que se debe evitar viajar a esta región«. Yo pasé varios días viajando solo por esa zona, y la verdad es que no tuve ningún problema. Pero bueno, ahí dejo el dato…
ITINERARIO POR TAILANDIA
En total estuve 14 días recorriendo el norte de Tailandia. Comencé en Chiang Mai, a donde llegué desde Bangkok mediante un vuelo interno. Después continué visitando aldeas tradicionales de las Hill Tribes y pueblos fronterizos con Myanmar y Laos. Y para acabar, exploré en moto la desconocida provincia de Nan; y regresé a Bangkok en autobús nocturno.
CUANDO IR
La mejor época para visitar el norte de Tailandia (y en general todo el país) es entre los meses de noviembre a febrero. Cuando llueve menos y las temperaturas son más suaves. Yo visité la zona en noviembre, y no llovió ni un solo día. A partir de marzo el calor empieza a apretar. Y no es extraño encontrarse el paisaje cubierto de humo y polvo, procedente de la quema de rastrojos en los campos de cultivo. La época de lluvias va de junio a octubre. Aunque el monzón en el norte es menos intenso que en otras partes de Tailandia.
VISADO
Si eres ciudadano de la Unión Europea, y tu estancia en Tailandia no superará los 30 días, no es necesario un visado. Incluso tendrás la opción de prorrogar tu estancia 30 días más en la Oficina de Inmigración (eso sí, pagando una tasa de unos 50 euros).
Para periodos de tiempo superiores, sí que necesitarás obtener un visado a través de la embajada correspondiente. Para ello (si no resides en Madrid) deberás enviar por correo una solicitud debidamente cumplimentada, que se puede descargar en la página web de la embajada; 2 fotografías; copia del vuelo de ida y vuelta (o salida a un tercer país); copia de las reservas de hotel para toda la estancia prevista; y pasaporte original.
Yo en estos casos no me la juego, y utilizo los servicios de una empresa de mensajería. Que entrega personalmente el pasaporte en la embajada, y lo recoge una vez está tramitado el visado. Las dos veces que lo he necesitado, he realizado el envío a través de MRW. Pero imagino que el resto de empresas conocidas sirve igual.
Hay dos tipos de visado:
1. Estancia máxima de 60 días (entrada única): 35 euros. También ofrece la opción de prorrogar la estancia 30 días adicionales.
2. Estancia máxima de 180 días (entrada múltiple), con un límite de 60 días consecutivos: 150 euros. Con este visado, tras 60 días en Tailandia tendrás que salir del país (por ejemplo a Malasia, donde el visado es gratuito para los españoles), y volver a entrar con otros 60 días por delante. Así hasta los 6 meses estipulados.
GUÍAS DE VIAJE
–«Tailandia» de Lonely Planet. Para mi gusto la mejor guía para visitar el país. Cuenta con 800 páginas llenas de mapas e información práctica que me fueron de gran utilidad. Imprescindible.
–«Tailandia» de DK Eyewitness Travel. Con más de 500 páginas, sigue la tónica del resto de guías de esta colección: muy bien estructurada, mapas espectaculares, circuitos a pie recomendados para las principales poblaciones… Pero carente de la información necesaria para organizar un viaje por libre (alojamiento, restaurantes, transporte…).
En mi opinión, las dos guías se complementan a la perfección. La Lonely Planet me sirvió para planificar la ruta y consultar en el día a día. Y la DK para hacerme una idea general de la zona a visitar, y como recuerdo una vez finalizado el viaje.
VUELO
En mi caso, volé con Air Berlin hasta Bangkok, haciendo escala en Munich. Air Berlin era la segunda aerolínea de Alemania, por detrás de Lufthansa, hasta que desapareció en el año 2017, tras sufrir importantes pérdidas. Y no me extraña, porque es sin duda una de las peores compañías con las que he volado. El asiento era minúsculo, sin espacio para las piernas; no tenía monitor individual (solo unas pantallas en la fila central emitiendo los mismos programas para todos); y la comida fue más que discreta.
La anécdota se produjo cuando subí al segundo avión en Munich, y me encontré con un número inusualmente elevado de abueletes que viajaban solos a Bangkok. Uno de ellos se sentó a mi lado, y como hablaba un inglés muy correcto, al poco ya estábamos charlando. Y confirmó mis sospechas… Era un profesor jubilado que pasaba largas temporadas en la isla de Ko Samui, donde según él tenía «dos novias». Estaba encantadísimo con el país, y no paraba de hablarme del clima excelente, las playas paradisíacas, los precios de risa, las guapas mujeres…
Eso sí, cuando me preguntó dónde iba yo y le dije que a explorar las montañas del norte, se quedó mirándome con una cara de incredulidad total. Una de dos: o pensó que estaba loco; o que era conocedor de algún lugar exclusivo de fiesta y mujeres que no quería compartir con él. El caso es que al cabo de un rato ya no teníamos de qué hablar. Y los silencios se fueron haciendo cada vez más largos.
TRANSPORTE
Para moverse por el país, las principales opciones son:
1. Autobús: una buena alternativa para desplazamientos largos entre ciudades. La oferta es muy variada, con diferentes niveles de confort: Express, 2ª clase, 1ª clase, VIP y Super VIP. A partir de 2ª clase el vehículo suele tener aire acondicionado. Y los autobuses de las clases VIP y Super VIP cuentan con asientos comodísimos, mantas, agua y snacks de cortesía, y realizan muy pocas paradas. Los precios en Tailandia son tan baratos que la diferencia entre un nivel y otro será de tan solo unos pocos euros, así que recomiendo no racanear (sobretodo en el caso de viajes nocturnos).
Los billetes se pueden comprar en las taquillas de la Terminal de Autobuses, o a través de alguna página web especializada como 12go.asia o busbud.com. Para trayectos largos, se recomienda reservar con antelación. El equipaje más voluminoso se guarda en el maletero inferior del vehículo. Yo dejaba mi mochila grande a cambio de un recibo, y no tuve ningún problema, aunque mejor que no contenga objetos muy valiosos.
2. Tuk-Tuk: unos vehículos omnipresentes, incluso en el rincón más remoto de Sri Lanka. Se trata de triciclos motorizados muy recomendables para trayectos cortos dentro de una población, o para explorar sus alrededores. Son baratísimos, aunque será necesario regatear y acordar la tarifa antes de subir al vehículo, porque los precios de partida para los turistas suelen estar muy inflados. Los triciclos sin motor se llaman Samlaw, y sirven para desplazamientos realmente cortos.
3. Moto: una opción ideal para explorar zonas rurales durante varios días (como la provincia de Nan o los alrededores de Mae Salong). En teoría es necesario el Carnet de Conducir Internacional. Pero yo circulé durante días y no me lo pidieron en ningún control policial.
Para evitar problemas, recomiendo que tomes una serie de precauciones. Alquila la moto en un lugar fiable: una tienda que aparezca en las guías de viaje; tu alojamiento… Comprueba el estado del vehículo antes de despedirte del dueño. No olvides pedir los papeles de la moto y el contrato de alquiler. Y si puedes, evita dejar el pasaporte original en depósito (ofrece a cambio cualquier otra cosa, como algún otro documento menos importante). Una vez en ruta, conduce siempre a la defensiva, esperándote lo peor del resto de vehículos. Porque si tienes un accidente y se considera que ha sido culpa tuya (algo que a veces es muy interpretable), es probable que tengas que correr con los gastos de los daños ocasionados.
4. Songthaew: el nombre significa literalmente «dos filas». Son camionetas con una parte posterior cubierta donde hay dos hileras de bancos a ambos lados para que se sienten los pasajeros. Junto al autobús, es el vehículo habitual para trayectos cortos entre poblaciones.
5. Avión: una opción muy útil para viajes entre núcleos urbanos muy alejados. La aerolínea nacional es Thai Airways. Pero además hay varias compañías menores, como Bangkok Airways o Thai AirAsia, que ofrecen varios vuelos internos a lo largo del día a precios muy competitivos. Para comprar un billete, lo mejor será visitar una agencia de viajes, donde podrás elegir la mejor alternativa.
ALOJAMIENTO
La oferta hotelera en Tailandia es realmente amplia. Y hasta en la población más remota encontrarás un montón de Guesthouses que, por regla general, ofrecen habitaciones impecables por un puñado de euros. Con esta situación, lo mejor es que elijas tu alojamiento sobre la marcha, y así podrás viajar con total libertad.
El regateo es perfectamente aceptable, y en algunos lugares obtendrás descuentos interesantes. Y si aun así te sabe a poco, siempre puedes utilizar otros métodos para rebajar el precio, como elegir habitaciones con ventilador en vez de aire acondicionado; o evitar los alojamientos especialmente recomendados por las guías de viaje.
COMIDA
Siempre que visito un país, me encanta probar la gastronomía local. Pero en Tailandia, cada vez que lo intenté fracasé estrepitosamente, y el plato no me gustó nada. Así que poco a poco acabé limitándome al Fried Rice, en cualquiera de sus variantes: Chicken, Pork o Egg. Las raciones son abundantes y económicas, y por suerte no llegué a aburrirme de comer arroz.
Para beber, elegí sodas y batidos de frutas, o directamente agua fría. Hay un par de marcas de cerveza local disponibles en todas partes: Singha y Chang. Pero en este viaje no probé el alcohol y no puedo opinar sobre ellas.
IDIOMA
Las lengua oficial en Tailandia es el Thai. Y se habla en todo el país, con variantes dialectales en función de cada región. En el norte la gente utiliza el llamado Thai del Norte, también conocido como Lanna o Kam Mueang. Pero da igual la variante: es un idioma ininteligible. Y como siempre encontré gente que hablaba un poco de inglés, no hice el más mínimo esfuerzo en aprender alguna palabra en el idioma local.
Además del Thai, se han censado en el país hasta 61 lenguas diferentes, entre las que destacan el Khmer, el Karen o el Malayo. Otras menos extendidas son utilizadas por los grupos étnicos que forman parte de las Hill Tribes, ubicados en el norte, como los Lahu, Akha o Lisu. En estas aldeas remotas costará más encontrar a alguien con conocimientos de inglés. Pero en última instancia, siempre podemos recurrir al idioma universal: ¡el de signos! Así que no hay que preocuparse.
MONEDA
El Baht, que a su vez se divide en Satangs. Cuando visité Tailandia el euro estaba bastante fuerte, y el tipo de cambio era de 1 eur = 50 B (nov/2009). Ahora está a unos 40 B. Para obtener moneda local, utilicé mi tarjeta en los cajeros automáticos, que están por todas partes.
SALUD
Para entrar en Tailandia, es obligatoria la vacuna contra la Fiebre Amarilla si procedes de una zona afectada por esa enfermedad. Además, se recomiendan las de la Hepatitis A y B, y Tétanos. Pero lo mejor será que visites un Centro de Medicina Tropical y pongas al día tu cartilla de vacunación para evitar experiencias desagradables.
Bueno, podría facilitar muchos más datos, pero creo que junto a los 8 posts que he publicado hay información suficiente para hacerte una idea de cómo es el norte del país, y podrás decidir si te apetece o no visitarlo. Aún así, si tienes alguna duda, escríbeme y con mucho gusto intentaré resolverla.
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