Información básica para visitar por libre éste país de contrastes ubicado en el extremo sur del continente africano.
Las razones por las que un buen día decidí viajar hasta Sudáfrica eran variadas. En primer lugar, por las magníficas oportunidades que ofrece para ver fauna de todo tipo: desde ballenas en la costa (mi sueño desde que era un renacuajo) hasta los Big Five del Kruger National Park (conduciendo a mi aire un coche de alquiler), pasando por los pingüinos de Boulders Beach. En segundo lugar, se trata de un país muy occidental, que se puede visitar cómodamente a precios bastante más asequibles que sus vecinos Botswana o Zimbabwe. Esto quizás ponga los pelos de punta a los viajeros en busca del contraste cultural extremo, como suele ser mi caso. Pero muy de vez en cuando se agradece un viaje algo más convencional y relajado.
Por último, a modo de anécdota, hacía poco más de un año que España se había coronado campeona del Mundial de Fútbol celebrado en Sudáfrica. Y durante el torneo me llegaron tantos relatos y anécdotas del país, que al final decidí no retrasar más este viaje, y me compré un billete de avión.

Las páginas oficiales del Ministerio de Exteriores recomiendan extremar las precauciones en las principales ciudades del país. Especialmente en Cape Town y Durban, donde son habituales los robos y atracos a mano armada. Johannesburg fue en el pasado una de las ciudades más peligrosas del mundo, pero una importante inversión y la contratación de los servicios del ex-alcalde de New York Rudy Giuliani, consiguieron reducir los niveles de criminalidad a mínimos históricos. Yo por si acaso no me la jugué, y a la que caía la noche en Cape Town me desplazaba en taxi. Una vez fuera de la ciudad, no tuve la más mínima sensación de inseguridad.
ITINERARIO POR SUDAFRICA
En total estuve 22 días recorriendo Sudáfrica. Comenzando en Cape Town, desde donde realicé una excursión al sur, visitando la Península del Cabo. Después continué hacia el este, parando en diferentes lugares a lo largo de la costa, hasta llegar a Port Elizabeth. Y desde allí volé a Johannesburg, para visitar el Kruger National Park y sus alrededores.
CUANDO IR
Si el motivo de tu visita a Sudáfrica es la observación de fauna, la mejor época para recorrer el país son los meses de Primavera, de Septiembre a Noviembre. En el Kruger Park es el final de la temporada seca. Y es más fácil ver animales (hay menos vegetación, y la fauna se concentra en los puntos donde todavía queda agua). Las Ballenas Francas acuden a la bahía de Hermanus. Y las plantas florecen, creando paisajes preciosos en la Península del Cabo. Yo visité el país en Octubre. Y a excepción de un par de días de lluvia durante mi paso por la Garden Route, disfruté de un clima perfecto
Los meses a evitar son los de Verano, de Diciembre a Febrero. El clima es cálido, y es la mejor época para visitar la Península del Cabo o la Garden Route. Pero en el resto del país la lluvia hace acto de presencia, la fauna escasea, y el calor es agobiante. Además, este periodo coincide con las vacaciones escolares, y hordas de sudafricanos invaden los principales lugares turísticos, haciendo que los precios se disparen y las reservas sean imprescindibles.
VISADO
No es necesario para los ciudadanos de la Unión Europea que quieran visitar el país hasta un máximo de 90 días. Al aterrizar en el aeropuerto elegido (normalmente Johannesburg o Cape Town), recibirás un permiso de entrada gratuito. Siempre y cuando tu pasaporte tenga una validez mínima de 1 mes a partir del final de la visita.
Los ciudadanos que necesiten visado, deberán solicitarlo en la embajada de su país antes de viajar a Sudáfrica, ya que no se puede obtener en el aeropuerto de llegada.
En 2015 entró en vigor una nueva regulación que ha complicado un poco la vida a los viajeros con hijos menores de edad. Desde esa fecha se exige en el aeropuerto de llegada el Libro de Familia. Debidamente sellado, firmado, y traducido al inglés (mediante la Embajada o a través de un traductor jurado).
GUÍAS DE VIAJE
-«South Africa, Lesotho & Swaziland» de Lonely Planet. A diferencia del resto de África, aquí parece que la famosa editorial ha decidido hacer un esfuerzo. Y la guía ofrece 640 páginas llenas de información detallada para visitar cualquier rincón del país. Además, incluye datos prácticos sobre sus diminutos vecinos, Lesotho y Swaziland. Muy recomendable.
-«South Africa» de DK Eyewitness. Las guías de viaje de esta editorial son completamente inútiles para organizar un viaje por libre. Pero su estructura, con 480 páginas llenas de mapas muy visuales y abundancia de fotografías, la convierten en un bonito recuerdo que complementa el resto de documentación del viaje, y acabarás hojeando de vez en cuando.
-«Southern African Wildlife» de Bradt Guides, con 280 páginas. Para los entusiastas del mundo animal, que encontrarán descripciones y fotografías de las principales especies que habitan el sur del continente. Una versión muy ampliada del típico capítulo que las guías de viaje destinan a la fauna del país.
VUELO
En mi caso, volé con Iberia hasta Johannesburg, haciendo escala en Madrid. No acabé nada contento, pues un retraso de dos horas y media en Madrid, debido a «problemas mecánicos» del avión, provocó que llegara muy tarde a Johannesburg, y perdiera el vuelo interno a Cape Town que había reservado. Resultado: momentos de tensión, y un pago extra de 12 euros que al final, por pereza, no reclamé a Iberia.
Cuando estuve buscando vuelos, viajar con una compañía internacional directo a Cape Town salía bastante caro. Y con algunas encima tenía que hacer escala en Londres o París, con la consiguiente pérdida de tiempo. Así que opté por reservar por mi cuenta un vuelo interno entre Johannesburg y Cape Town, con la compañía local 1time. Y me ahorré unos euros.
Hoy día las aerolíneas del Golfo Pérsico (Emirates, Qatar Airways…) ofrecen vuelos a Cape Town a precios más económicos. Pero la escala obligatoria en Doha o Dubai contribuye a alargar más de la cuenta el ya de por sí considerable trayecto. Habrá que valorar las diferentes opciones.
TRANSPORTE
En Sudáfrica, a diferencia de otros países del continente, prácticamente no utilicé el transporte público. Ni autobuses, ni trenes, ni taxis compartidos. Así que no puedo opinar respecto a su funcionamiento.
1. Coche: sin duda, la mejor opción para recorrer el país por libre. Alquilar un coche es muy sencillo, y lo puedes hacer tanto desde casa como una vez en Sudáfrica, dirigiéndote a cualquier agencia. Los precios dependen de varios factores (modelo de vehículo, número de días que alquilas, modalidad de seguro…). En mi caso, alquilé dos coches a través de una agencia local, y uno desde casa con Avis, y las tarifas oscilaron entre 25 y 31 euros al día. Durante mi visita, el litro de gasolina costaba alrededor de 1 euro, con ligeras oscilaciones.
Varios consejos a la hora de alquilar un coche: elige un modelo adecuado a tus necesidades (bastará con uno básico para moverte por la Península del Cabo, pero para visitar el Kruger Park te hará falta algo más consistente); escoge un seguro con la máxima cobertura, para evitar experiencias desagradables en caso de accidente (llegados a este punto, no merece la pena escatimar); revisa muy bien el estado del vehículo antes de abandonar la agencia (cualquier desperfecto no registrado correrá de tu cuenta); y ten presente el recorrido que vas a hacer, para ver si te sale a cuenta o no pagar extra por la opción de kilometraje ilimitado (a lo mejor ya te sirven los kilómetros que incluye la tarifa básica).
Habrá que tener en cuenta que en Sudáfrica se conduce por la izquierda, con todo lo que eso conlleva: volante a la derecha, cambio de marchas a la izquierda, adelantamientos, rotondas, etc… Los primeros días, esta situación garantizará emociones fuertes.
Para alquilar un coche en Sudáfrica necesitarás un Permiso Internacional de Conducción. Se expiden en cualquier Jefatura de Tráfico, presentando la solicitud correspondiente, una fotografía tamaño carnet, y una fotocopia del Permiso de Conducción nacional. Precio: 10,20 eur. La mala noticia es que el Permiso Internacional solo es válido por un periodo de 12 meses.
2. Avión: ideal para algún desplazamiento largo entre las principales ciudades (Johannesburg, Cape Town y Durban), ya que Sudáfrica es un país enorme. Actualmente hay 7 aerolíneas nacionales: South African Airways y sus dos filiales, Airlink y South African Express; Comair (filial de Brittish Airways); y las líneas de bajo coste Mango, 1Time y Kulula.
Yo utilicé las dos últimas, y los vuelos transcurrieron de forma impecable, sin ningún tipo de incidencias. Los billetes se pueden adquirir cómodamente desde casa a través de sus páginas web.
3. Taxi: transporte para moverte por grandes ciudades, o entre el aeropuerto y tu alojamiento. En Cape Town utilicé varios, y todos llevaban taxímetro, lo cual eliminaba cualquier tipo de confusión. En cambio, en Port Elizabeth las cosas eran menos claras, y había que negociar con antelación el precio del trayecto (que para los turistas es inevitablemente superior).
ALOJAMIENTO
Reconozco que en Sudáfrica, a diferencia de otras ocasiones, decidí dejar la tienda de campaña en casa, y alojarme en lugares de gama media-alta. ¡No siempre voy a estar viviendo penurias! En las poblaciones, opté por Bed & Breakfast o Guest Houses. Por regla general, se trataba de habitaciones ubicadas en casas enormes, con todo tipo de comodidades. Y los desayunos (incluidos en el precio) eran realmente abundantes. Me gustaría poder decir que este tipo de alojamiento me brindó la posibilidad de conocer la vida de las familias sudafricanas. Pero la realidad es que en la mayoría de ocasiones fui ignorado por completo. En las reservas y parques nacionales me alojé en cabañas o bungalows gestionados por el propio parque, rodeado de naturaleza.
A excepción de la De Hoop Nature Reserve, fui consiguiendo habitaciones durante el viaje sin reserva previa, y no tuve ningún problema. De hecho, normalmente era el único huésped de la casa. Los precios, más caros que en otras partes de África. Aunque también más baratos que en Europa, y a cambio obtendrás un servicio impecable. En este tipo de alojamiento no había margen para el regateo.
Dicho esto, Sudáfrica es un país totalmente preparado para recibir mochileros, y abundan los campings para plantar la tienda. Y en algunas zonas (principalmente de la costa sur) también hay albergues con habitaciones compartidas, que encajarán en el presupuesto más ajustado.
Kruger National Park
En el interior del parque, lo normal es alojarse en alguno de sus 12 Rest Camps o campamentos. Estos ofrecen diferentes opciones. Desde zonas de acampada hasta lujosos cottages, pasando por bungalows algo más básicos. Los precios de cada opción oscilan en función de la calidad del Rest Camp, la ubicación del alojamiento, etc… Pero por regla general no son baratos.
Será imprescindible realizar todas las reservas desde casa, a través de la página web de South African National Parks. Yo tracé una ruta aproximada, de norte a sur del parque. Y reservé 5 noches de bungalow en 4 Rest Camps diferentes. La verdad es que me quedó un itinerario bastante llevadero, con etapas no muy cargadas de kilómetros (excepto una).
De haber podido, me hubiera encantado pasar una noche en un Overnight Hide. Se duerme en una cabaña similar a un observatorio de aves, en condiciones muy básicas (colchón en el suelo y mosquitera). Pero a cambio, estás en medio de la naturaleza, con posibilidades de ver fauna durante la noche. Solo hay dos en todo el parque, y las plazas vuelan. Yo intenté reservar con meses de antelación, y ya no había disponibilidad.
COMIDA
Sudáfrica es un país muy occidental. Y a pesar de leer sobre la gran variedad de platos locales, lo cierto es que, a excepción de un par de ocasiones, acabé solventando mis necesidades con comida de lo más normal: pizza, algún sándwich, un filete de carne… Nada que ver con lo vivido en otros países de África.
Los aficionados a los vinos encontrarán en Sudáfrica infinidad de posibilidades para probar nuevos caldos. Pero no es mi caso, y todo se redujo a alguna copita de tinto ocasional. De hecho, ni siquiera probé la cerveza en todo el viaje. La mayor parte de días tenía que conducir, y no era cuestión de jugármela en un país desconocido… ¡conduciendo por la izquierda!
Kruger National Park
Lo más recomendable es realizar una compra de provisiones en algún supermercado, antes de cruzar la puerta de entrada al parque. Una vez en interior, todos los campamentos tienen restaurante y una tienda donde se pueden adquirir productos básicos (aunque a precios más elevados).
IDIOMA
Sudáfrica tiene nada menos que 11 idiomas oficiales, y algunos son completamente ininteligibles. Una auténtica locura. Aunque la realidad es que casi todo el mundo habla inglés, y durante mi recorrido no tuve el más mínimo problema de comunicación. La otra lengua habitual en los carteles, folletos y documentos oficiales es el afrikaans. Tiene su origen en el holandés antiguo de los primeros colonos llegados al país. Al que se fueron añadiendo palabras de varios idiomas, como el francés, el inglés, e incluso otras lenguas africanas. Actualmente lo hablan por igual afrikaners y mulatos.
De todas formas, los dos idiomas más hablados en Sudáfrica no son ni el inglés ni el afrikaans. En primer lugar está el Zulú, utilizado por una cuarta parte de la población (principalmente en la Provincia de KwaZulu-Natal, ubicada al este del país). Y en segundo lugar el Xhosa, utilizado por el grupo étnico del mismo nombre, cuyos integrantes viven mayoritariamente en la Provincia de Eastern Cape). Ambos idiomas incluyen sonidos a modo de clic o chasquido, que se emiten con distintas partes de la boca, y son de una dificultad extrema. Sin duda, el miembro de la etnia Xhosa más conocido a nivel mundial es Nelson Mandela.
MONEDA
El Rand, que a su vez se divide en Cents. Cuando visité Sudáfrica el tipo de cambio aproximado era 1 eur = 10 R (oct/2011). Para obtener moneda local, utilicé mi tarjeta en los cajeros automáticos de las principales poblaciones.
Los coleccionistas de billetes encontrarán los Rands especialmente atractivos. Cada billete incluye una bonita imagen de uno de los animales que integran el grupo de los «Big Five». Rinoceronte (10R); Elefante (20R); León (50R); Búfalo (100R); y Leopardo (200R). Y en la otra cara, el rostro de Nelson Mandela.
SALUD
No hay ninguna vacuna obligatoria para visitar Sudáfrica. No obstante, si se va a recorrer el Kruger National Park, será recomendable seguir un tratamiento profiláctico contra la Malaria.
Además, no hay que perder de vista que Sudáfrica es el país del mundo con mayor número de personas infectadas de VIH (el virus que causa el Sida). Se estima que alrededor del 20% de la población adulta es portadora del virus. Un porcentaje que se eleva hasta cerca del 40% en la Provincia de KwaZulu-Natal. Así que habrá que tomar todas las precauciones posibles, y limitar al máximo las «aventuras amorosas».
Bueno, podría facilitar muchos más datos, pero creo que junto a los 8 posts que he publicado hay información suficiente para que te hagas una idea de parte del país, y podrás decidir si te apetece o no visitarlo. Aun así, si tienes alguna duda, escríbeme y con mucho gusto intentaré resolverla.
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