Información básica para recorrer por libre este país del Sahel que todavía se asocia erróneamente al terrorismo islámico.
Varios fueron los motivos que me animaron a visitar Mauritania. Primero, el país cuenta con diferentes poblaciones históricas, como Chinguetti o Ouadane, que florecieron durante la Edad Media, cuando las caravanas de camellos cruzaban el Sáhara cargadas de productos exóticos. En segundo lugar, buena parte de Mauritania está ocupada por el desierto, y permite infinidad de excursiones para descubrir espectaculares dunas de arena, oasis y campamentos nómadas. Tercero, viajar en el Tren de Hierro, un trayecto épico pasando la noche sentado sobre un vagón de mineral. Por último, tras recorrer los Balcanes decidí cambiar de continente y comencé una ruta por África Occidental de destino incierto, a causa de la crisis del coronavirus (una nueva variante mantenía algunas fronteras cerradas) y de la delicada situación política de la zona. Y Mauritania era una opción muy atractiva para continuar Mi Gran Viaje.

Mauritania
Mauritania siempre fue un país nómada y los Franceses utilizaron su territorio como lugar de tránsito entre sus colonias de Marruecos y Senegal, sin molestarse en construir infraestructuras o ciudades relevantes, a parte de las vinculadas a las minas de hierro en el norte (Zouérat, Nouadhibou…). Durante los años 90 Mauritania empezó a recibir un flujo creciente de turistas, aunque todo cambió en el 2007, cuando 4 franceses fueron asesinados en Aleg por una célula vinculada al grupo terrorista Al-Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). A partir de aquí el rally París-Dakar dejó de celebrarse en África y se produjeron dos ataques más en Nouakchott, con lo cual Mauritania quedó completamente al margen de los circuitos turísticos. Pero a diferencia de otros países vecinos, como Mali, Níger o Burkina Faso, el gobierno se puso las pilas y en pocos años consiguió erradicar por completo la amenaza terrorista.
Actualmente el Ministerio de Exteriores considera Mauritania un destino relativamente seguro, aunque con numerosas salvedades. Por ejemplo recomienda evitar la zona situada al este de Ouadane/Tidjikja; acercarse a la frontera con Mali; o utilizar el transporte público. Yo siempre viajé en vehículos locales y realicé algunas caminatas en solitario (aunque sin adentrarme en las zonas consideradas “inseguras”) y la verdad es que no tuve ninguna sensación de peligro.
Nota: las carreteras de Mauritania están llenas de controles policiales, gracias a los cuales el gobierno mantiene a raya a los grupos terroristas. En muchos hay que registrarse, aunque puedes ahorrarte el proceso entregando una fotocopia que incluya tu Pasaporte y la página del Visado. Durante mis recorrido por el país utilicé alrededor de 20, así que te recomiendo hacer un montón de fotocopias antes de abandonar Nouakchott. Tus compañeros de vehículo te lo agradecerán…
ITINERARIO POR MAURITANIA
En total estuve 24 días en Mauritania. Comencé mi ruta en Nouakchott, desde donde me adentré en el país pasando por las poblaciones de Tidjikja y Terjit. Después visité las ciudades históricas de Ouadane y Chinguetti; realicé una excursión de 3 días acampando en el desierto con un guía y su camello; y viajé a Zouérat, donde me subí al Tren de Hierro y aguanté hasta el final de su recorrido en Nouadhibou, cerca de la frontera con el Sáhara Occidental. Por último exploré la península de Cap Blanc, regresé a Nouakchott, y continué hasta Rosso, junto a la frontera de Senegal.
CUANDO IR
La mejor época para viajar a Mauritania es entre los meses de noviembre y marzo, cuando las temperaturas son más agradables y la escasa infraestructura turística se encuentra a pleno rendimiento. El principal problema de estas fechas es el Harmattan, un fuerte viento que arrastra la arena del Sáhara y tiñe el cielo de color naranja. Y las noches del desierto son frías, aunque nada que no puedan solucionar una chaqueta y un buen saco de dormir. En verano hace un calor horrible y caminar durante el día se convierte en una experiencia no apta para todo el mundo. Vamos, que no hay una época ideal al 100%.
Yo visité Mauritania entre enero y febrero y acabé muy satisfecho. Hubo días en los que hizo bastante viento o el cielo amaneció cubierto de nubes, pero no me impidió continuar con mis planes.
VISADO
Para entrar en Mauritania es necesario un visado, que los ciudadanos de la Unión Europea (y la mayoría de países) podemos obtener on arrival, tanto en el aeropuerto de Nouakchott como en las fronteras terrestres. Es para una única entrada; estancia máxima de 30 días; y cuesta 55€ o 60Usd (a pagar en efectivo).
Aunque mi llegada se produjo en plena crisis del coronavirus y las autoridades habían establecido un requisito: hacerse un test PCR, como máximo 72 horas antes de llegar a Mauritania, y aportar un documento que acreditara el resultado negativo; o mostrar un certificado de vacunación (con alguna de las vacunas reconocidas internacionalmente). Yo opté por la segunda opción y no tuve ningún problema.
GUIAS DE VIAJE
-“Mauritanie” de Petit Futé: es la única guía del mercado centrada exclusivamente en Mauritania, y cuenta con 210 páginas llenas de información detallada para visitar cualquier rincón del país. Imprescindible. La pega es que está en francés.
-“West Africa” de Lonely Planet: solo tiene 13 páginas dedicadas a la costa de Mauritania, sin mención alguna al interior del país por considerarlo peligroso, con lo cual no sirve para nada.
COMO LLEGAR
Entré en Mauritania por aire, volando con Turkish Airlines hasta Nouakchott, con escala en Estambul. Por suerte en el check-in no hubo sorpresas y la azafata me dio las tarjetas de embarque (durante la crisis del coronavirus las normas podían cambiar en cualquier momento). Es más, la mujer se portó genial y me propuso cambiarme los 2 asientos que ya había reservado por otros situados junto a las salidas de emergencia, con muchísimo más espacio para las piernas.
El primer vuelo transcurrió sin incidentes: el avión se encontraba en buen estado; despegamos puntuales; el tiempo pasó volando mientras leía mis guías de Mauritania; y sirvieron una cena muy correcta. En el Aeropuerto de Estambul tuve que aguantar 8 horas de escala y se me hicieron eternas. Primero estuve escribiendo en una cafetería, y más tarde busqué un lugar para descansar un rato. En el hotel del Aeropuerto me pedían 160€ (¡?); y en una Sala Vip 50€ por sentarme + diferentes servicios (wifi, snacks y bebidas…). Como nada se ajustaba a mi presupuesto al final opté por unas cápsulas donde es posible estirarse a dormir (9€ por hora, o 6€ durante el día). Aunque se encuentran junto a una zona de paso y los gritos y ruidos eran constantes. Al menos desconecté y eché una breve cabezada.
De nuevo en pie me tomé un té con un Simit (rosquilla típica de Turquía) en una cafetería; y encaré el segundo vuelo. El avión despegó con media hora de retraso, pero una vez en el aire todo salió a la perfección y conseguí dormir bastante. Eso sí, cuando llegamos a Nouakchott soplaba un fuerte viento que cubría el aire de arena y no se veía nada, con lo que aterrizamos al segundo intento entre momentos de tensión.
Una vez en el Aeropuerto de Nouakchott mostré mi certificado de vacunación; obtuve el visado en una pequeña oficina (me tomaron las huellas dactilares y me hicieron una foto); pasé por el Control de Pasaportes, donde un agente me hizo varias preguntas; y recuperé mi mochila grande. El Aeropuerto está situado a 32km de Nouakchott y el único transporte público es un minibús con salidas diarias 4 veces por semana. Yo llegué un domingo y coincidió que había un minibús dentro de 2 horas, así que decidí esperar sentado en un café porque los taxis eran demasiado caros (en mi alojamiento me pedían 1000U). Pero un taxista me dejó el viaje en 600U (15€) y acabé aceptando.
El trayecto consistió en una recta interminable cubierta de arena, con el cielo nublado, viento huracanado e imágenes de construcciones destartaladas y algún que otro dromedario. El taxista me llevó a varios cajeros automáticos y a la tercera conseguí efectivo, y me dejó en la puerta del alojamiento (le di 100U más por los kilómetros adicionales).
Nota: los vuelos más directos desde España son los de la aerolínea Royal Air Maroc, con escala en Casablanca. Pero durante mi visita Marruecos había cerrado sus fronteras por la crisis del coronavirus y Turkish Airlines era la única alternativa aceptable.
TRANSPORTE
Para moverte por el país las opciones son:
1. Mini Bus o Pick Up: es el principal medio de transporte para viajar entre las diferentes poblaciones de Mauritania. En función de la ruta utilizarás un mini bus (carreteras generales) o una pick up (desierto), que se encuentran en buen estado. Pero el espacio se suele aprovechar al máximo, con 2 personas en el asiento del copiloto y 4 en filas teóricamente de 3, así que la comodidad es escasa y los trayectos se hacen eternos.
Las Terminales (Gare) acostumbran a estar en las afueras y casi siempre llegué en vehículo, aunque algunas agencias de transporte tienen sus oficinas en el centro y son alternativas muy a tener en cuenta. Los billetes se compran previamente en las taquillas de la compañía. En algunas rutas tan solo hay un vehículo al día, y a veces ni eso, así que conviene informarse de los horarios con antelación en la propia Terminal o hacer que alguien llame por teléfono. Por regla general las salidas son muy temprano, alrededor de las 7h (en una ocasión a las 5h), pero por suerte en el desierto las pick up pasan a buscar a los clientes a su alojamiento. En los mini buses los asientos son numerados y un empleado se encarga de ubicar a los diferentes pasajeros en base a unos criterios que solo él conoce.
Los conductores de las pick up suelen cobrar un pequeño importe adicional por cargar equipaje en la parte trasera, donde es habitual que viajen cabras inmovilizadas durante horas bajo un sol implacable o gallinas colgando de las patas. Una vez en marcha la conducción es muy correcta, pero el estado de las carreteras obliga a maniobras bruscas, con enormes socavones, dunas de arena y todo tipo de animales (camellos, vacas…) deambulando por la calzada.
2. Taxi: se trata de viejos Mercedes que parecen sacados de un desguace y los utilicé en alguna ocasión para moverme por el centro de Nouakchott y Nouadhibou. Pueden ser privados (mi experiencia fue correcta y pagué precios relativamente económicos sin necesidad de una dura negociación); o compartidos (recorren las avenidas principales y cuestan solo 10U).
3. Tren: la única línea operativa en Mauritania es la que recorre el Tren de Hierro, conectando las ciudades de Zouérat y Nouadhibou. En el blog publicaré un post específico para este viaje inolvidable, que puedes realizar en un vagón de pasajeros o sobre una vagoneta de mineral.
ALOJAMIENTO
La oferta hotelera en Mauritania es escasa y los precios son elevados, ya que se trata de lugares orientados principalmente a empresarios, así que me vi obligado a ceñirme a las opciones más económicas del mercado para no exceder mi presupuesto. Estas alternativas no aparecen en Booking, con lo cual me moví por el país sin reservas. Consisten en Aubergues, con habitaciones cuyo único mobiliario es un colchón tirado en el suelo; o Campements, con jaimas (tiendas) e instalaciones espartanas (ducha de agua fría, sin mosquiteras…). Solo aceptan pagos en efectivo, ya sea en euros (a tipos de cambio correctos) o moneda local.
COMIDA
Mauritania no tiene un plato típico propio, y su gastronomía está muy influenciada por los países vecinos: Tajin y Couscous en el norte (Marruecos); y Thieboudienne en el sur (Senegal), elaborado con arroz, pescado y salsa de tomate. La única peculiaridad es que en ocasiones se utiliza carne de camello en vez de pollo o ternera. En las principales ciudades hay numerosos restaurantes, y me sorprendieron especialmente los espectaculares desayunos que sirven algunos locales de Nouadhibou y Zouérat. Pero en los pueblos son raros los locales de comidas (sobretodo en el interior), y yo siempre utilicé los servicios de mis alojamientos, con precios muy razonables.
En cuanto a la bebida, cualquier momento del día es bueno para tomar té, elaborado con hojas de menta y azúcar (aunque un punto más amargo que el de Marruecos); espumoso; y servido en vasos de chupito que siempre me dejaban con ganas de más. Su preparación es todo un ritual, con el encargado pasando el líquido de vaso en vaso y vuelta a la tetera, y probandolo repetidamente hasta contar con su aprobación. Fui invitado un montón de veces y las normas de etiqueta dicen que hay que tomar un mínimo de 3 vasos. En Mauritania está prohibida la venta y consumo de alcohol, así que a parte del té me tuve que conformar con latas de Coke; y unos yogures líquidos muy populares, marca Mogadi, con sabor a plátano y fresa.
IDIOMA
Las lenguas oficiales en Mauritania son el Árabe (en concreto el dialecto Hassanyia) y el Francés. Yo del Árabe solo conozco las palabras más básicas, como Salam (hola); Choukrane (gracias); o Ma’a Salama (adiós). Y de ahí no pasé. Por suerte la mayoría de Mauritanos hablan algo de Francés, aunque en el interior del país cuesta un poco hacerse entender. Como anécdota, en el norte de Mauritania (Nouadhibou y Zouérat) hay muchos lugareños que hablan Español, por la proximidad del Sáhara Occidental y la existencia de vuelos regulares con Gran Canaria (todo el mundo tiene un familiar que vive allí).
Además del Árabe y el Francés, hay otros grupos étnicos minoritarios que cuentan con su lengua propia. Como el Poular, hablado por los Peuls y Toucouleurs; el Soninké; o el Wolof, utilizado por las comunidades que viven cerca de la frontera con Senegal.
MONEDA
La Ouguiya Mauritana, que a su vez se divide en 5 khoums (aunque en la práctica su valor es tan residual que ya no se ven). Cuando visité Mauritania el tipo de cambio era de 1 eur = 42U (enero/2022). En el 2018 se introdujo una Nueva Ouguiya que equivale a 10 de las Antiguas, pero la inmensa mayoría de Mauritanos todavía indican los precios ajenos a este cambio. Así que conviene estar atento para no pagar un importe muy superior al real, sobretodo durante los primeros días en el país.
Para obtener moneda local utilicé mis tarjetas en los cajeros automáticos, aunque con 3 restricciones importantes:
*Solo hay cajeros en las principales poblaciones de Mauritania.
*La mayoría no aceptan tarjetas internacionales. Los blogs y guías de viajes recomiendan únicamente Societé Générale, pero esta entidad cobra elevadas comisiones (por un reintegro de 200€ me cobró 7,5€). Yo al final encontré Attijari Bank, donde conseguí efectivo varias veces sin pagar ni un céntimo.
*En cualquier caso los cajeros solo operan con VISA, así que no pude utilizar mi tarjeta Revolut (es Mastercard).
Además es prácticamente imposible pagar en los comercios directamente con tarjeta, lo cual obliga a llevar efectivo encima a todas horas. Por suerte la mayoría de alojamientos ofrecen la posibilidad de cambiar euros o dólares a un tipo aceptable, e incluso pagar con estas divisas.
TELEFONO
Si vas a pasar mucho tiempo en el país y no quieres depender únicamente de las redes wifi, lo más aconsejable es comprar una tarjeta SIM local. En Mauritania hay 3 operadoras: Moov (la antigua Mauritel), Chinguitel y Mattel. Por lo que pude investigar Moov es la que tiene mayor cuota de mercado y niveles de cobertura, así que elegí esta.
Conseguí la tarjeta SIM en una tienda Moov de Nouakchott. Los empleados hablaban algo de francés y nos pudimos comunicar, aunque el proceso fue realmente confuso. Moov ofrece varios planes Prepago, pero los empleados no me dieron elección y me vendieron uno con solo 1GB de datos + 60 minutos de llamadas nacionales, válido para un periodo de 7 días, que solo me costó 100U (poco más de 2€). Cuando me di cuenta y pedí ampliar tanto los datos como el periodo ya no había marcha atrás y me tuve que conformar. Por ejemplo, un plan de 3GB para 30 días costaba 200U. Tampoco me explicaron que los fines de semana (de viernes a domingo) había una oferta especial que duplicaba los datos y minutos contratados. En fin… En total pasé media hora en la tienda y salí con la tarjeta activada, sin necesidad de entregar mi Pasaporte ni firmar documentos.
Hay numerosos comercios y operadores privados que teóricamente ofrecen los mismos servicios que las tiendas oficiales Moov, pero yo solo los recomiendo para recargar saldo. No suelen estar acostumbrados a dar de alta a clientes extranjeros y cualquier error provocará que te bloqueen la SIM, con las consiguientes molestias.
En cuanto a mi experiencia con Moov es complicado opinar. La red de telefonía en Mauritania es realmente penosa, y por regla general fuera de los núcleos urbanos me quedaba sin cobertura. Todo el mundo se quejaba de esta situación, así que no creo que Moov sea una compañía especialmente problemática. Así que si regresara a Mauritania volvería a utilizar esta operadora.
SALUD
No hay ninguna vacuna obligatoria para visitar Mauritania. Solo se exige la de la Fiebre Amarilla si procedes de una zona infectada. Además se recomiendan las de la Fiebre Tifoidea, Hepatitis A y B, Meningitis, Difteria y Tétanos; y seguir un tratamiento preventivo contra la Malaria si vas a recorrer el sur del país, cerca del río Senegal. Lo mejor será que pidas cita en un Centro de Medicina Tropical y pongas al día tu cartilla de vacunación para evitar experiencias desagradables.
Bueno, podría facilitar muchos más datos pero creo que junto a los 8 posts que publicaré próximamente tienes bastante información para hacerte una idea de Mauritania y decidir si te apetece o no visitar este país. Aún así, si te surge alguna duda escríbeme y con mucho gusto intentaré resolverla.
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