Datos básicos para visitar de forma independiente este desconocido país de los Balcanes con una historia oficial confusa y bonitos rincones naturales.
Varios fueron los motivos que me animaron a visitar Macedonia. Primero, se trata de un país que tiene una naturaleza excepcional, con rincones como el Lago Ohrid, las montañas de Pelister o Matka Canyon. En segundo lugar, hay docenas de monasterios medievales, en muchos casos decorados con frescos bizantinos de gran calidad. Tercero, Macedonia todavía conserva numerosos monumentos modernistas y memoriales de la antigua Yugoslavia. Y es un tipo de arte que me encanta. Por último, tras visitar Kirguistán la crisis del coronavirus me impidió seguir recorriendo Asia Central y decidí continuar Mi Gran Viaje por la región de los Balcanes, cuyos países permanecían abiertos al turismo sin excesivos requisitos de entrada.

Macedonia
La historia de Macedonia es realmente curiosa. De entrada el país se presenta como heredero del mítico imperio de Alejandro Magno, considerado un héroe nacional. Pero la realidad es que en esa época la mayor parte de su territorio pertenecía al Reino de Peonia, excepto una pequeña porción al sur conquistada por Filipo II en el siglo IV AC que incluye la actual Bitola. La verdadera Macedonia estaba en el norte de Grecia y ocupaba la región del mismo nombre donde destaca la ciudad de Tesalónica. Por este motivo cuando en el año 1946 se creó Yugoslavia y una de sus repúblicas fue bautizada como Macedonia no tardaron en aparecer las primeras tensiones. Hasta que en el 2018, tras intensas negociaciones, el Primer Ministro aceptó cambiar el nombre oficial a Macedonia del Norte (aunque en la práctica nadie lo utiliza).
Esa falta de una historia propia también ha provocado roces con otro vecino. En varios periodos de la Edad Media Macedonia perteneció al Imperio de Bulgaria. Hasta el punto que en el siglo X el Zar Samuel (uno de sus gobernantes más famosos) trasladó la capital primero a Skopje y más tarde a Ohrid. Y en 1944 las tropas búlgaras fueron recibidas con euforia por la población tras intervenir decisivamente en la expulsión de los Nazis. Pero los gobernantes de Yugoslavia reescribieron el pasado en su propio beneficio, llegando a afirmar que el Imperio de Samuel era Macedonio, y los desencuentros se sucedieron. Durante mi visita la relación entre ambos países no había mejorado mucho, y Bulgaria acababa de vetar el inicio de conversaciones para el acceso de Macedonia a la Unión Europea.
Actualmente el Ministerio de Exteriores considera Macedonia un destino completamente seguro y solo recomienda las precauciones habituales en Skopje, donde se pueden producir hurtos o incidentes nocturnos. Yo viajé en solitario por todo el país utilizando transporte público y la verdad es que no tuve ninguna sensación de peligro.
ITINERARIO POR MACEDONIA
En total estuve 27 días en Macedonia. Comencé el recorrido en Skopje, donde volé desde Bishkek. A continuación, tras visitar la capital y sus alrededores, me dirigí hacia el Lago Ohrid pasando por Matka Canyon. Más tarde viajé a Bitola y realicé una ruta por las montañas de Pelister. Y para acabar regresé a Skopje haciendo un alto en la ciudad de Prilep.
CUANDO IR
La mejor época para viajar a Macedonia es durante los meses de primavera (de marzo a mayo) y otoño (de septiembre a noviembre), cuando el clima es más agradable. En verano hace mucho calor y el país se llena de turistas, por lo que visitar determinados lugares, como el Lago Ohrid, se convierte en una experiencia masificada y cara. En cambio en invierno el frío es excesivo, y solo es recomendable si quieres esquiar por un módico precio en las pistas de Popova Sapka (cerca de Tetovo) o Mavrovo.
Yo visité Macedonia entre junio y julio y acabé encantado. Es verdad que hubo días en los que el calor fue insoportable, pero pude disfrutar de cielos despejados (apenas llovió un par de veces); y la crisis del coronavirus redujo bastante el número de turistas, así que en general no me sentí agobiado.
VISADO
Los ciudadanos de la Unión Europea no necesitamos visado para entrar en Macedonia, pudiendo permanecer en el país un máximo de 90 días.
Como anécdota, durante la crisis del coronavirus Macedonia era uno de los pocos países del mundo que no exigían un test negativo o certificado de vacunación, y yo me beneficié sin saberlo porque en ese momento me había contagiado.
GUÍAS DE VIAJE
-“North Macedonia” de Bradt Guides: es la única guía del mercado centrada exclusivamente en Macedonia, y cuenta con casi 400 páginas llenas de información detallada para visitar cualquier rincón del país. Imprescindible.
-“Western Balkans” de Lonely Planet: solo dedica 37 páginas a Macedonia. Sirve como complemento, para tener una idea general de la zona.
COMO LLEGAR
Entré en Macedonia por aire, volando con Turkish Airlines desde Bishkek hasta Skopje, haciendo escala en Estambul. Para llegar al Aeropuerto de Bishkek solicité un taxi utilizando la app de Yandex y me dejó en la puerta de la Terminal. Precio: 500S (unos 5€). Por suerte en el check-in no hubo sorpresas y la azafata me dio las tarjetas de embarque (con el coronavirus las normativas podían cambiar en cuestión de horas).
A continuación crucé el control policial y accedí a la puerta de embarque indicada. El vuelo transcurrió sin incidentes: el avión se encontraba en buen estado, con asientos cómodos; despegamos puntuales; viajé junto a la ventana disfrutando de un bonito paisaje, con el desierto de Uzbekistan y el enorme río Amu Darya de aguas turquesa; y sirvieron un menú muy discreto con el que llené el estómago sin más.
En el Aeropuerto de Estambul tuve que aguantar 6 horas de escala y se me hicieron eternas. Para intentar matar el rato me senté a comer una hamburguesa de pollo con patatas fritas y Fanta (no me gustó nada); y me tomé un café con leche grande en un Starbucks. El resto del tiempo deambulé por los pasillos mirando el reloj sin parar. Por suerte el segundo vuelo fue visto y no visto, y solo duró hora y media.
Una vez en el Aeropuerto de Skopje una agente del Control de Pasaportes me puso las cosas más difíciles de lo previsto, preguntándome el motivo de mi viaje, cuánto tiempo me iba a quedar en Macedonia, dónde tenía pensado alojarme, etc… Después viví una tensa espera en la que no aparecía mi mochila grande en la cinta (pensé que la habían perdido); saqué moneda local en un cajero automático; y salí al exterior.
El Aeropuerto está situado 21km al este de Skopje. Mi idea inicial era viajar en taxi porque ya empezaba a oscurecer, pero el trayecto costaba nada menos que 20€ y me pareció un importe excesivo. Con lo cual opté por viajar al centro en un minibús que cubre la ruta de forma regular (la parada está junto a la puerta de la Terminal). Por cierto, me sorprendió que había bastantes taxistas pero nadie se abalanzó sobre mí a pesar de mi aspecto de turista. Acostumbrado a Asia Central… En el minibús pagué el billete al conductor (180D) y al cabo de unos minutos nos pusimos en marcha con tan solo 3 pasajeros.
El vehículo finalizó su recorrido en el Holiday Inn y desde allí caminé 1,5km hasta el lugar donde había previsto alojarme, pasando junto a animados bares, edificios históricos y el río Vardar. El cielo estaba cubierto de nubes oscuras, con amenazantes rayos y truenos en la distancia, pero avancé a buen ritmo y llegué antes de que empezara a llover.
TRANSPORTE
Para moverte por el país las opciones son:
1. Autobús/Minibús: es el medio de transporte que más utilicé para viajar por Macedonia, y al ser un país de dimensiones reducidas mis trayectos en ningún caso superaron las 4 horas de duración. En función de la demanda viajarás en un autobús o un minibús, que están en buen estado, con asientos cómodos y aire acondicionado. Los vehículos lucen un cartel con el nombre del destino en la parte frontal, pero está escrito en Macedonio, con caracteres cirílicos, así que deberás preguntar a la gente o informarte previamente del número del andén donde aparcará. Los minibuses tienen una fila de 2 asientos y otra de 1, y guardé mi mochila grande en el maletero trasero.
Las Terminales de Autobús suelen estar ubicadas a un par de kilómetros del centro y yo siempre llegué caminando. Los billetes son baratos y se compran previamente en las taquillas de la Terminal. Es importante saber que durante los fines de semana la frecuencia de salidas cae en picado y esto puede trastocar tus planes de forma significativa. Una vez en marcha la conducción es muy correcta, sin maniobras bruscas, con lo cual los viajes son tranquilos.
2. Taxi: los usé para algún desplazamiento puntual por los alrededores de Skopje y Bitola. Tienen precios asequibles a pesar de viajar en solitario. Los conductores acostumbran a utilizar el taxímetro y no es imprescindible negociar con antelación.
ALOJAMIENTO
La oferta hotelera en Macedonia es amplia y en cualquier población encontrarás un buen número de alojamientos. Yo siempre elegí pensiones familiares y guesthouses, disfrutando de habitaciones muy aceptables a precios ajustados (la mayoría no incluyen el desayuno).
Si no visitas Macedonia en plena temporada alta y no estás interesado en algún hotel concreto de Ohrid te recomiendo que elijas tu alojamiento sobre la marcha. De esta forma podrás viajar con total libertad. Yo escogía un lugar el día antes y realizaba una reserva a través de Booking, donde encontré ofertas interesantes. En alguna ocasión alargué mi estancia avisando directamente al dueño del hotel pero no obtuve ningún tipo de descuento, así que continué utilizando Booking. Los precios aparecen en euros, no en denars, aunque a la hora de pagar en moneda local no hubo sorpresas con el tipo de cambio.
En cuanto a la crisis del coronavirus, por un lado me benefició, porque a pesar de viajar en verano casi todos los alojamientos tenían habitaciones disponibles. Pero en muchos casos la calidad también se resintió, con recepciones desatendidas (antes de llegar tenía que concretar la hora por mensaje o no había nadie); y ausencia de servicios adicionales.
COMIDA
El plato estrella de la gastronomía macedonia es el tavce gravce (judías en salsa de tomate cocinadas al horno). Está muy rico, aunque en verano es una comida que cuesta digerir y preferí otras especialidades como la ensalada shopska (trozos de tomate, pepino y cebolla cubiertos de queso); el selsko meso (estofado de carne con champiñones y verduras); o los cevapi (carne a la brasa estilo kebab). En ocasiones solventé la cena con alguna pizza o un plato de pasta para variar.
A modo de anécdota, en los restaurantes de Macedonia es normal servir todos los platos a la vez. Así que no te enfades si todavía te estás comiendo la ensalada y el camarero aparece con el segundo (si es un gran problema comentaselo antes).
En cuanto a la bebida, cualquier momento del día es bueno para tomar kafe (café), acompañado de un vaso de agua fría. El licor nacional de Macedonia es la Rakija, un aguardiente elaborado a partir de diferentes frutas con alrededor de un 50% de alcohol. Yo solo lo probé una vez, pero los licores fuertes no son lo mío y opté por la cerveza, marcas Skopsko o Zlaten Dab, en envases de 0,5l que caían a pares.
IDIOMA
La lengua oficial en Macedonia es el Macedonio, que muchos consideran un dialecto del Búlgaro por sus evidentes similitudes. Lo entiende la práctica totalidad de la población y se escribe utilizando los caracteres del alfabeto Cirílico. A mí al principio me costó, aunque poco a poco fui descubriendo las equivalencias con el alfabeto Latino. Por ejemplo la P Macedonia equivale a nuestra R, la C a la S, etc… Algunos carteles incluyen también los nombres en su versión latina, pero no es lo habitual.
A pesar de tirarme una buena temporada en el país no pude dedicar mucho tiempo a practicar el Macedonio y no pasé de alguna palabra básica, como Zdravo (hola); Dobar Den (buenos días); Mersi (gracias); o Chau (adiós). Aunque afortunadamente la mayoría de Macedonios tienen conocimientos mínimos de inglés y me pude comunicar sin problema en casi todas las situaciones.
Además del Macedonio, desde el año 2019 el Albanés es lengua co-oficial del estado y lo utilizan los integrantes de este grupo étnico que representa alrededor de una cuarta parte de la población.
MONEDA
El Denar Macedonio, que a su vez se divide en 100 Deni. Cuando visité Macedonia el tipo de cambio era de 1 eur = 61D (junio/2021). Para obtener moneda local utilicé mis tarjetas BNext y Revolut en los cajeros automáticos, que están por todas partes, incluso en las poblaciones más pequeñas. Además hay muchos establecimientos que permiten pagar directamente con tarjeta, evitando el uso de efectivo.
TELÉFONO
Si vas a pasar mucho tiempo en el país y no quieres depender únicamente de las redes wifi, lo más aconsejable es comprar una tarjeta SIM local. En Macedonia hay 2 operadoras: Telekom y A1. Por lo que pude investigar tienen cuotas de mercado y niveles de cobertura similares, así que elegí la primera al azar.
Conseguí la tarjeta SIM en una tienda de Skopje. Por suerte me atendió un empleado que hablaba algo de inglés y nos entendimos. El chaval me explicó que tenían 2 planes Prepago, válidos para un periodo de 30 días:
*5GB de datos.
*15GB + llamadas ilimitadas.
Yo escogí el plan de 15GB, que me costó 1.199D (unos 20€). El proceso de compra fue muy sencillo: entregué mi Pasaporte y en cuestión de segundos ya tenía la tarjeta SIM activada.
En cuanto a mi experiencia con T-Mobile, la verdad es que acabé muy satisfecho. No tuve problemas de cobertura y los 15GB me duraron toda la estancia. Un poco cara, pero si regresara a Macedonia volvería a utilizar esta operadora.
SALUD
No hay ninguna vacuna obligatoria para visitar Macedonia. Aunque se recomiendan las de la Fiebre Tifoidea, Hepatitis A y B, y Tétanos.
Bueno, podría facilitar muchos más datos pero creo que junto a los 7 posts que he publicado tienes bastante información para hacerte una idea de Macedonia y decidir si te apetece o no visitar este país. Aún así, si te surge alguna duda escríbeme y con mucho gusto intentaré resolverla.
Si te gustó la guía, dale al like (el corazón que hay en la parte superior), deja un comentario con tu opinión, y sígueme en redes sociales