Datos básicos para visitar de forma independiente este país ubicado en el Cuerno de África que hará las delicias de los viajeros más intrépidos.
Varios fueron los motivos por los que decidí viajar a Etiopía. Primero, que es un país muy poco conocido y relativamente alejado de los circuitos turísticos que sí recorren otros países de África del Este, como Kenia o Tanzania. Lo cual para mí era sinónimo de aventuras y experiencias al límite. Segundo, su variada oferta, combinando parques nacionales, exóticos grupos étnicos, y monumentos antiguos. Por último, me acababa de leer el libro «Los Caminos Perdidos de África» (2002), de Javier Reverte. Y las anécdotas que le ocurrieron en Etiopía despertaron mi interés por conocer el país en primera persona.
Visitar Etiopía por libre es todo un reto. En especial el sur del país, donde los servicios escasean, y conseguir transporte o un buen plato de comida se convierte en una tarea complicada. Si Senegal es África para principiantes, Etiopía es África nivel Avanzado. Por eso la mayoría de turistas recorren el sur en 4×4 con guía y cocinero. Además, hay que tener en cuenta que Etiopía es uno de los países más pobres del planeta, y el bombardeo de imágenes desagradables es constante: niños sucios vestidos con harapos; gente enferma; mendigos con miembros amputados o malformaciones… Durante mi visita al país costaba ver ancianos, y es que la esperanza de vida en 2008 era de apenas 59 años (ahora alcanza los 65). He visto a viajeros curtidos en otras partes del mundo venirse abajo ante tanta miseria.

Quizás por este motivo los etíopes viven la vida al día, sin pensar en el mañana. Y ven al turista como un saco de dinero ambulante al que hay que intentar exprimir al máximo, sin importarles que se marche enfadado, o que esto afecte negativamente al turismo en un futuro. Así que tendrás que estar preparado para aguantar con paciencia el asedio de decenas de personas por la calle pidiéndote cosas; precios ridículamente inflados; guías que no aparecen a la hora convenida; o promesas de vehículos que no se acaban materializando. La buena noticia es que merece la pena el esfuerzo.
Por suerte, a pesar de su pobreza extrema, Etiopía es un país muy seguro. Las páginas oficiales del Ministerio de Exteriores solo recomiendan evitar las zonas fronterizas, especialmente las que limitan con Somalia y Eritrea. Y tener cuidado en la capital, donde se producen robos con cierta frecuencia. Yo estuve varias semanas viajando en solitario, y no tuve el más mínimo problema.
ITINERARIO POR ETIOPIA
En total estuve 32 días recorriendo Etiopía. Primero visité el sur del país, siguiendo el Valle del Rift hasta Konso. Y desde allí realicé una ruta que me permitió conocer a los principales grupos étnicos del Valle del Omo. De regreso en Addis Ababa me dirigí al norte, utilizando vuelos internos para visitar el Lago Tana, Lalibela y Harar. Y regresé a la capital por carretera, con una parada final en el Awash National Park.
CUANDO IR
Etiopía es un país enorme, así que la mejor época para visitarlo dependerá de la zona que se quiera recorrer. Las dos que concentran los principales lugares de interés son:
1. Valle del Omo: esta zona al sur del país tiene dos épocas de lluvias que hay que evitar a toda costa, porque las pistas de tierra se convierten en barrizales imposibles de transitar. La primera época de lluvias va de Marzo a Junio; y la segunda, más corta, suele ocurrir en Octubre o Noviembre (depende del año). El mejor momento para explorar el Valle del Omo es durante los meses de invierno (de Diciembre a Febrero), que además ofrece la posibilidad de ver más aves.
2. Tierras Altas (o Highlands): aquí la época de lluvias se concentra entre los meses de Junio y Septiembre; aunque también aparecen con menor intensidad en Marzo y Abril. Por tanto el mejor momento para recorrer las tierras del norte es entre los meses de Octubre y Febrero. Y en concreto el mes de Enero, durante el que tiene lugar el festival más importante de Etiopía: el Timkat.
Hay quien dice que durante la época de lluvias también se pueden hacer cosas en las Tierras Altas. Pero yo visité la zona en Agosto, y la verdad es que dificultó bastante las excursiones. Así que mejor elegir otra época.
VISADO
Para visitar Etiopía es necesario obtener un visado. Pero el proceso no podría ser más sencillo. Hay dos formas de realizar la gestión:
1. Desde casa, solicitando un visado electrónico a través de una página web del gobierno de Etiopía: www.evisa.gov.et. Habrá que rellenar un sencillo formulario; enviar una fotografía reciente y una copia del pasaporte; realizar el pago de la tasa correspondiente con tarjeta de crédito; y lo normal es que en un plazo máximo de 3 días recibas un correo electrónico con la carta de aprobación, que tendrás que imprimir para enseñar al llegar al país.
El visado electrónico sirve para una única entrada. Y cuesta 52 Usd (estancia máxima de 30 días); o 72 Usd (hasta 90 días).
Un dato muy importante: el visado electrónico solo es válido en el aeropuerto de Addis Ababa. Con lo cual, si quieres entrar en el país por tierra tendrás que tramitar con antelación un visado ordinario a través de la embajada, con unos requisitos bastante más estrictos.
2. Al llegar al aeropuerto de Addis Ababa, en un mostrador a parte. Pero teniendo que hacer frente a una interminable espera. Así que el único motivo por el que se me ocurre que alguien pueda optar por esta segunda vía es que se le haya olvidado hacerlo con antelación.
GUÍAS DE VIAJE
–«Ethiopia» de Bradt Guides. Con más de 650 páginas, es la guía más completa que existe para visitar el país, incluyendo información detallada de cada rincón. Además, está escrita por el genial Philip Briggs, mi autor favorito de la editorial. Un ejemplo más de por qué las guías Bradt son mis preferidas para conocer en profundidad el continente africano. Imprescindible.
–«Ethiopia & Djibouti» de Lonely Planet. Parece que a esta editorial Etiopía no le parece un país lo suficientemente lleno de lugares de interés, y se empeña en complementar la guía con otros países vecinos. La que utilicé durante mi viaje incluía información de Eritrea; y alguna edición incluso de Somalia. El resultado es una guía bastante pobre, con solo 350 páginas dedicadas a ambos países. Sirve como complemento y poco más.
VUELO
En mi caso volé con Lutfhansa hasta Addis Ababa, haciendo escala en Frankfurt, además de una parada técnica en Khartoum (sin cambiar de avión). Como es habitual en esta aerolínea, el servicio fue magnífico. Despegamos a la hora prevista. Los aviones estaban impecables, con asientos espaciosos y cómodos que incorporaban pantallas individuales para hacer más llevadero el viaje. Y la comida fue abundante. No se puede pedir más.
Durante el segundo vuelo pude comprobar que los turistas brillaban por su ausencia. A mi alrededor solo había cooperantes de diversas ONGs (con sus camisetas distintivas); y en menor medida parejas en proceso de adoptar un niño (Etiopía era uno de los principales países de origen, hasta que a primeros del 2018 su gobierno prohibió la adopción a los extranjeros).
También destacar mi llegada a Khartoum. Antes de aterrizar contemplé desde mi ventana un laberinto de callejuelas con casas de adobe, mezquitas, y mercados llenos de gente. Una escena espectacular, realzada por las últimas luces del atardecer. Aunque la espera en el aeropuerto no me hizo nada de gracia, teniendo en cuenta que en esa época (2008) el país se encontraba sumido en una sangrienta guerra civil, que enfrentaba al gobierno con las milicias rebeldes de la región de Darfur.
TRANSPORTE
Para moverse por el país, las diferentes opciones son:
1. Autobús: recomendables para desplazamientos entre las principales poblaciones del sur de Etiopía. Los vehículos se encuentran en un estado lamentable, con asientos incómodos y motores antiguos. Además por mucho calor que haga, está prohibido abrir las ventanas (los etíopes tienen miedo a coger frío y enfermar). Y por supuesto no hay aire acondicionado, así que prepárate para la experiencia. A cambio, no está permitido que viajen pasajeros de pie, con lo cual hay espacio suficiente; y los precios son irrisorios.
En Etiopía los autobuses no siguen horarios establecidos: se ponen en marcha cuando están llenos (hasta el último asiento). Esto a veces implica esperas interminables; y dar varias vueltas por la población en busca de pasajeros, para acabar regresando a la terminal. Para trayectos largos te recomiendo ir a la terminal lo más temprano posible (el primer vehículo del día se suele llenar más fácilmente). Una vez en ruta, los autobuses avanzan a una velocidad desesperante. Y las condiciones de la carretera no ayudan nada, con enormes agujeros y tramos sin asfaltar; o invasiones regulares de rebaños de vacas.
2. Isuzu: así se conoce a los camiones de mercancías, que normalmente son de esta marca. Es una opción habitual en el sur, para las zonas donde no hay servicio de autobús (como el Valle del Omo); o si has perdido el único servicio disponible. El precio se negocia directamente con el conductor del camión (el regateo está permitido). Si tienes suerte, viajarás relativamente cómodo en la cabina del conductor. Si no, te tocará encontrar sitio en la parte trasera, a la intemperie, rodeado de todo tipo de mercancías y decenas de lugareños. Una de mis grandes aventuras en Etiopía fue un trayecto en Isuzu entre Turmi y Konso, que adquirió tintes épicos.
3. Avión: la alternativa más lógica para viajar entre las principales poblaciones del norte de Etiopía, separadas por distancias enormes. Y que también permite volar directamente entre Addis Ababa y Arba Minch o Jinka. La única opción disponible es la aerolínea nacional Ethiopian Airlines, y los billetes se pueden reservar en las oficinas de esta compañía. Los aviones son pequeños, aunque bastante cómodos. Y los precios son muy razonables (teniendo en cuenta la gran cantidad de horas de autobús que te ahorras).
A la hora de reservar un vuelo habrá que tener presentes dos peculiaridades de Etiopía. Primera: siguen un calendario especial, basado en el Calendario Juliano, con 12 meses de 30 días y uno de tan solo 5-6 días. Así que el año comienza generalmente el 11 de Septiembre, y actualmente va unos 8 años por detrás de nuestro Calendario Gregoriano (cuando viajé al país en 2008, allí era el año 2000). Segunda: el reloj se interpreta de forma diferente. Para los etíopes, las 00h son nuestras 6h de la mañana, ya que es cuando amanece y comienza el día. Así que, por ejemplo, las 15h son las 9h en Etiopía. Un auténtico lío…
4. Furgoneta: un medio de transporte habitual para trayectos cortos entre núcleos urbanos, o explorar los alrededores. Los precios son fijos, y se paga al conductor durante el trayecto.
5. Tuk-tuk / Gari: se trata de otras opciones para desplazamientos dentro de alguna población. Los tuk-tuk son triciclos motorizados, y los vi en Jinka y Bahir Dar; y los gari son carretas muy básicas tiradas por un caballo. Sus precios son baratísimos. Aunque será necesario regatear y acordar la tarifa antes de subir al vehículo, porque los importes de partida para los turistas suelen estar muy inflados.
ALOJAMIENTO
La oferta hotelera en Etiopía se divide en dos tipos de establecimientos. Por un lado están los hoteles turísticos, propiedad de cadenas controladas por el gobierno, como el Ghion Hotel Group, Ras Hotel Group o Wabe Shebelle Group. Por regla general, ofrecen habitaciones impecables con muy buena relación calidad-precio. Entre estos grupos también se podría incluir la cadena privada Bekele Mola, que opera en el sur del país y cuenta con estándares de calidad similares.
Por otro lado están los hoteles locales, de propiedad privada. Aquí se incluyen el 95% de alojamientos del país. Ofrecen habitaciones básicas, aunque conviene examinarlas antes de pagar, porque dentro de esta categoría las diferencias son enormes. Yo dormí principalmente en hoteles locales, y en la mayoría no tuve problema. Pero hubo un par de habitaciones donde las cucarachas y pulgas campaban a sus anchas.
En Etiopía los precios para los Faranji (extranjeros) son superiores a los Habesha (lugareños). Tiene cierto sentido, porque los ingresos medios de los etíopes son míseros, y habría un agravio comparativo exagerado. Aun así, siempre pagué entre 5-10 euros por noche. A no ser que visites el país durante alguna festividad concreta, lo mejor es que elijas tu alojamiento sobre la marcha. De esta forma podrás viajar con total libertad. Y pagarás menos, porque en casi todos los establecimientos se acepta el regateo.
COMIDA
El plato más conocido de Etiopía es la Injera. Se trata de una tortilla enorme hecha con una masa elaborada a partir de un cereal llamado Tef, que solo se cultiva en este país. Su textura es correosa, y su sabor un punto amargo. Sobre esta tortilla se sirven todo tipo de productos: salsas (como Wat o Shiro), ensalada, patatas fritas, huevo duro…. Se come con la mano derecha, cortando trozos de tortilla con los que se cogen los diferentes productos.
En los menús también aparecen otras especialidades locales, como Siga Tibs (mi favorito), Inkolala Tibs o Yasa Kutilet. Y quizás fruto del pasado italiano de Etiopía, siempre queda la opción de pedir un plato de Spaghetti.
Para beber, lo habitual es el agua mineral (conocida como Highland, el nombre de la marca más extendida), las sodas o el shai (té). En las principales poblaciones también se pueden pedir zumos naturales, entre los que destaca el Espris (una mezcla de varias frutas trituradas). Pero sin duda en cualquier reunión de amigos la bebida estrella es la cerveza. En Etiopía hay diferentes marcas, en envases de 350ml. Mis favoritas eran la St. George y la Harar (¡incluso visité la fábrica de la segunda!). Pero también había otras como Castel, Bati, Dashen…
IDIOMA
La lengua oficial de Etiopía es el Amhárico, originario de la etnia Amhara, que habita el centro y norte del país. Aunque el resto de grupos étnicos también tienen su propio idioma, y en lugares muy remotos (como el Valle del Omo), será necesaria la ayuda de un guía para poder comunicarse con la gente.
Las lenguas regionales más populares son el Oromo, el Somalí y el Tigrinya. Pero hay muchos más (hasta un total de 90). Yo reconozco que no hice el menor esfuerzo para aprender alguna palabra de estos idiomas indescifrables, a parte del saludo habitual («salam»). Por suerte, en los principales lugares turísticos no es difícil dar con alguien que hable algo de inglés. Y en última instancia, siempre podemos recurrir a un idioma universal: ¡el de signos! Así que no hay que preocuparse.
MONEDA
El Birr, que a su vez se divide en Cents. Cuando visité Etiopía el tipo de cambio era de 1 eur = 15 B (agosto/2008). Desde entonces el Birr se ha depreciado mucho, y ahora está a 32 B, aunque los precios también han evolucionado al alza.
Obtuve moneda local cambiando euros en casas de cambio oficiales, o en alguna sucursal del Commercial Bank of Ethiopia, el banco público del país. En las principales ciudades también hay cajeros automáticos, pero no me hicieron falta. De cara a mi recorrido por el sur del país, viajé con todo el efectivo necesario encima. Incluido un fajo de billetes nuevos de 1Birr, para dar a los miembros de algunos grupos étnicos a cambio de fotografías (por lo visto si los billetes son viejos no los aceptan).
SALUD
Para viajar a Etiopía es obligatoria la vacuna contra la Fiebre Amarilla. Además, son recomendables las de la Hepatitis A y B, Fiebre Tifoidea, Tétanos, Polio y Meningitis. Y seguir un tratamiento profiláctico contra la Malaria. Vamos, que tendrás que pedir hora en un Centro de Medicina Tropical y asegurarte de que tu cartilla de vacunación se encuentra perfectamente al día, para evitar experiencias desagradables.
Además no hay que perder de vista que Etiopía es, tras Sudáfrica, el segundo país del continente con mayor número de personas infectadas de VIH (el virus que causa el Sida). Así que habrá que tomar todas las precauciones posibles, y limitar al máximo las «aventuras amorosas» (algo que me costó especialmente, porque las chicas etíopes son de una belleza espectacular).
Bueno, podría facilitar muchos más datos, pero creo que junto a los 12 posts que he publicado tienes información suficiente para hacerte una idea del país, y podrás decidir si te apetece o no visitarlo. Aún así, si te surge alguna duda, escríbeme y con mucho gusto intentaré resolverla.
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Comentarios
2 ComentariosEduardo
Dic 28, 2019Espectaculares fotos y relato ágil. A finales de enero-2020 empiezo mi aventura por Egipto-Sudan-Etiopía. Aunque ya tenía info, tus fotos me ha animado aún más. Gracias y buenos viajes.
Ganas De Mundo
Dic 31, 2019Gracias a ti Eduardo! Tu viaje suena genial! Me encantaría visitar Sudan, aunque ahora estoy inmerso en un largo viaje por Asia y África va a tener que esperar un tiempo. Un abrazo y disfruta de esa aventura!