Datos básicos para visitar por libre este país salvaje situado en el corazón de África Ecuatorial, pegado a la orilla del imponente río Congo.
Varios fueron los motivos que me animaron a visitar Congo Brazzaville. Primero, se trata de un desconocido país totalmente al margen de los circuitos turísticos habituales, y esto siempre es garantía de aventuras. En segundo lugar, Congo Brazzaville es un paraíso para los amantes de la naturaleza, con inmensas selvas tropicales habitadas por gorilas, chimpancés y elefantes (aunque más tarde descubrí que explorarlas no está al alcance de todos los bolsillos). Tercero, contemplar el mítico río Congo, que junto al Nilo es el más importante de África. Por último, tras recorrer Gabón decidí continuar Mi Gran Viaje hacia el sur pasando por Congo Brazzaville.
En el año 1482 un barco Portugués que recorría la costa de África llegó a la desembocadura de un enorme río, bautizado por error con el nombre de Zaire. Hoy día ese río es conocido como Congo, en referencia al Reino del Congo, un poderoso estado que existió entre los siglos XIV y XIX y ocupaba buena parte de África Central, con su capital en Mbanza Kongo (Angola). Curiosamente el monarca de la época, Nzinga Nkuwu, abrazó con euforia la cultura occidental. Tanto que decidió llamarse Juan I, en homenaje al rey de Portugal; y adoptó la religión Católica, permitiendo la evangelización del reino. Al principio el comercio de esclavos benefició a ambas partes, pero poco a poco los Portugueses se impusieron desde la vecina colonia de Angola, y en el siglo XIX el Reino del Congo era una sombra de lo que fue.

Congo Brazzaville
A esas alturas otras potencias europeas se habían establecido en la zona. En 1875 el rey Leopoldo II de Bélgica, con la ayuda del explorador Henry Stanley, estaba haciéndose con el control de un gigantesco territorio situado en la cuenca oriental del río Congo. Y los Franceses decidieron frenar su avance expandiendo hacia el interior su colonia de Libreville con la ayuda del explorador de origen italiano Pierre Savorgnan de Brazza.
Así comenzó una especie de carrera entre estos destacados aventureros que representaban dos estilos antagónicos: la crueldad y desprecio por las etnias locales de Stanley; y la humanidad y capacidad de negociación de Brazza. Al final se impusieron los Franceses. En 1880 de Brazza alcanzó la orilla occidental del río Congo, firmó un acuerdo con el rey de los Makoko, y fundó la población de Brazzaville. La colonia de Leopoldo II se convirtió en el Congo Belga, hoy día República Democrática del Congo (RDC); mientras que el Congo Francés incluía los territorios de Congo Brazzaville, parte de Gabón y la República Centroafricana.
Hoy día el Ministerio de Exteriores considera Congo Brazzaville un destino bastante seguro. Solo recomienda tener cuidado en Brazzaville y Pointe Noire, debido al incremento de la delincuencia, con robos y atracos frecuentes (sobretodo de noche y en barrios de la periferia); y evitar las zonas fronterizas con la República Centroafricana y RDC. Yo siempre viajé en transporte público y no tuve ninguna sensación de peligro.
ITINERARIO POR CONGO BRAZZAVILLE
En total estuve 23 días en Congo Brazzaville. Comencé mi ruta en Boundji, donde llegué en moto-taxi desde Leconi (Gabón). A continuación me dirigí al este para conocer Oyo. Y por último bajé hacia la costa del Atlántico visitando las ciudades de Brazzaville, Dolisie y Pointe Noire.
CUANDO IR
La mejor época para viajar a Congo Brazzaville es durante la temporada seca, que va de mayo a septiembre, cuando se puede circular por las pistas sin problema, es más fácil ver fauna, y no hay tantos mosquitos (con lo cual disminuyen las probabilidades de contraer malaria). Las guías de viajes hablan de una pequeña estación seca entre los meses de enero y febrero, pero esto era antes del cambio climático y en la práctica no es una época muy fiable.
Yo visité Congo Brazzaville entre diciembre y enero, y la lluvia hizo acto de presencia casi cada día. Aunque por suerte en general se trataba de chaparrones de escasa duración que me permitieron hacer prácticamente todo lo que había previsto.
VISADO
Para entrar en Congo Brazzaville es necesario un visado, que se tramita en una embajada o consulado. En España no hay, y si vives allí te tocará realizar el trámite a través de la embajada de Congo Brazzaville en París, con todo lo que eso implica (enviar tu Pasaporte por correo, etc…). Yo conseguí el visado en Gabón, donde hay 2 opciones:
1. Libreville: aquí está la embajada. Yo no fui porque se encuentra muy alejada del centro de la ciudad, así que no puedo opinar.
2. Franceville: hay un consulado, situado casi enfrente del Hotel Masuku. Yo aparecí por la mañana y me recibieron dos empleados muy amables. Primero un tipo revisó mi documentación: una fotocopia del Pasaporte y del Visado de Gabón; 2 Fotos; y una reserva de Hotel para la primera noche. Después su secretaria se encargó de rellenar una solicitud con mis datos. Yo hubiera tardado 5 minutos, pero la mujer no tenía ni idea y tuvo que repetirla varias veces tras cometer algún error (por lo visto no había corrector en la oficina). En general me dio la sensación de que allí no se tramitaban visados de forma habitual. Yo pedí uno de 30 días, para una entrada, y me costó 45milF.
Como el cónsul se encontraba en una reunión, dejé mi número teléfono y quedamos en que la secretaria me llamaría cuando estuviera listo el visado. Yo regresé a mi habitación del Hotel Masuku y al cabo de media hora recibí la llamada, así que volví al consulado a recoger mi Pasaporte.
Allí comprobé que los 30 días del visado empezaban a contar desde ese momento, aunque por suerte solo perdí 4 días en Gabón. Mi gran error fue no asegurarme de que los datos eran correctos (y más viendo la incompetencia de la secretaria) porque una vez en la frontera de Congo Brazzaville descubrí que habían escrito el año equivocado (2022 en lugar de 2023). Menos mal que los agentes de Inmigración me dejaron continuar… Por cierto, en la embajada de Libreville obtener el visado el mismo día me habría costado 15milF adicionales por el servicio Express, así que eso que me ahorré.
Mi llegada a Congo Brazzaville se produjo en plena crisis del coronavirus y en el caso de las entradas a través del Aeropuerto las autoridades habían establecido un requisito adicional al visado: hacerse un test PCR, como máximo 72 horas antes de viajar, y aportar un certificado que acreditara el resultado negativo. Yo entré en el país por tierra y no me pidieron nada.
GUIAS DE VIAJE
-“Congo” de Bradt Guides: una guía con la calidad habitual de esta editorial, aunque la mayor parte de su contenido está dedicado a la vecina República Democrática del Congo (por razones lógicas, ya que su tamaño es mucho mayor). Además en mi caso me encontré con otro problema: la última edición disponible se había publicado hacía 10 años, y los datos prácticos estaban desactualizados (alojamientos, restaurantes, horarios, precios…). Aun así la compré y me sirvió de ayuda.
-“Congo Brazzaville” de Petit Futé: es la única guía del mercado centrada exclusivamente en Congo Brazzaville, y cuenta con 270 páginas llenas de información detallada para visitar cualquier rincón del país. Imprescindible. La pega es que está en francés.
-“Africa” de Lonely Planet: solo tiene 14 páginas dedicadas a Congo Brazzaville. Sirve como complemento, para tener una idea general; o si vas a visitar otros países de la zona.
COMO LLEGAR
Entré en Congo Brazzaville por tierra desde Leconi, un desplazamiento que requiere de cierta organización. Para llegar a la frontera, situada a 30km, hablé con un chaval de Leconi y aceptó llevarme en su moto. En cuanto al precio, me dijo que le diera lo que considerara adecuado. Durante el viaje avanzamos por una carretera solitaria, entre zonas de arbustos y prados (el día anterior había recorrido un tramo a pie para visitar el Cañón de Leconi).
Al final alcanzamos la frontera, donde está el Control de Inmigración. Yo había pensado pagar 7milF al chaval, pero no tenía cambio y como me cayó bien le acabé dando un billete de 10milF. Después un agente examinó mi Pasaporte y todo parecía ir sobre ruedas, hasta que su compañero me pidió 10milF por escribir mis datos en un libro de registro. Era la primera vez que me enfrentaba en África a un intento de estafa tan evidente y me quedé un poco descolocado, pero me negué con mano izquierda y tras unos minutos de discusión el agente se dio por vencido. A continuación un tercer agente me selló la salida de Gabón en el Pasaporte y ya estaba listo para continuar.
Durante muchos kilómetros la zona de Congo Brazzaville al otro lado de la frontera es un territorio desierto donde no hay transporte público y apenas circulan vehículos. Por este motivo en el consulado de Franceville donde gestioné mi visado un empleado me facilitó el teléfono de un taxista (Marothy) que podía recogerme en la frontera y llevarme hasta la primera ciudad de ciertas dimensiones. Yo le llamé desde Leconi y me encontré con 2 problemas:
*Marothy vive relativamente cerca, en la población de Okoyo, pero en esos momentos se encontraba en Oyo, a 240km de distancia. El hombre me dijo que en un par de horas estaría en la frontera, una afirmación que me pareció extremadamente optimista.
*Mi idea era viajar a Oyo y el empleado del consulado me dijo que el precio del taxi estaría en torno a los 65milF. Pero Marothy me comentó que había una crisis de combustible en la zona (algo que ya había podido comprobar en Leconi) y el precio sería de 80milF (más de 120€).
Como no tenía otra opción acepté a regañadientes los servicios de Marothy y me dispuse a esperar su llegada. Pero tras recoger mi Pasaporte sellado apareció un chaval de Okoyo en su moto (Essengue). Me dijo que se dirigía a Leconi a transportar unos bultos y cuando regresara me podía llevar hasta Oyo. Yo aproveché para negociar un buen precio (40milF); llamé por teléfono a Marothy para cancelar el viaje alegando problemas con el visado; y esperé a Essengue.
La situación era algo violenta, porque allí estaban los agentes de Inmigración a los que había negado los 10milF. Pero la verdad es que no me guardaban rencor: me ofrecieron una silla para sentarme; me invitaron a tomar una cerveza (no acepté porque me pareció demasiado, y encima estaba caliente); y charlaron conmigo. A todo esto uno de los agentes preparaba la comida: una olla llena de enormes orugas vivas que no paraban de retorcerse (ya las había visto a la venta en Camerún en brochetas). Antes de hervirlas el hombre les hacía un corte con un cuchillo por donde salía un líquido viscoso de color blanco. Mientras estaba allí apareció una familia de turistas occidentales en dos 4×4 que querían curiosear unos minutos en la zona fronteriza.
Yo pensaba que Essengue no tardaría mucho pero la espera se alargó a casi 2 horas, y no se me ocurrió pedirle el número de teléfono para saber qué ocurría. A continuación hubo momentos de caos: llamé por teléfono a Marothy, pero seguía en Oyo y me tocaría esperar una eternidad; mientras hablábamos me quedé sin saldo y se cortó la llamada; y pasó un camionero que se dirigía a Oyo y aceptó llevarme (el agente que me intentó estafar me dijo que le pagara 10milF y él se quedaría con los 30milF adicionales que había negociado con Essengue). Yo no lo veía nada claro porque la lentitud del camión me haría llegar a Oyo bien entrada la noche.
Por suerte mientras dudaba qué hacer apareció Essengue, que había tenido problemas para encontrar combustible en Leconi. Sin perder tiempo ató mi mochila grande a la parte trasera de la moto; me despedí de los agentes (el que se quedó sin los 30milF me miraba con rabia contenida); y nos pusimos en marcha.
Essengue me aseguró que llegaríamos a Oyo pronto, pero yo calculé que tardaríamos al menos 5 horas por dos motivos: la moto era pequeña y avanzábamos muy despacio (el motor se ahogaba en las subidas); y había varios controles policiales. En concreto 6, y en todos me tocó bajarme de la moto, entrar en la oficina y esperar a que el agente de turno escribiera mis datos en un libro de registro.
En el primer control el agente descubrió que había un error con la fecha de caducidad del visado (ponía 2022 en lugar de 2023). Por suerte él mismo se encargó de corregirlo con un bolígrafo. Tras devolverme el Pasaporte me pidió una propina y le di 1000F sin dudarlo. En el segundo control me sellaron la entrada en Congo Brazzaville. El resto de agentes me trataron con amabilidad y no me pidieron dinero por el registro, aunque en un par de ocasiones recibí alguna indirecta que ignoré haciéndome el tonto.
La novedad de este viaje en moto es que Essengue me cedió su casco y por primera vez contaba con algo de protección. Eso sí, iba muy incómodo, con poco espacio para sentarme. Al principio cruzamos un paisaje formado por praderas ondulantes, con continuas subidas y bajadas. Más tarde aparecieron algunos tramos de bosque y aldeas aisladas, con viviendas tradicionales de madera y adobe, y techos de paja. Junto a la carretera caminaban mujeres con cestas de mimbre a la espalda llenas de madera o alimentos; y niñas de rostros exóticos y trenzados imposibles. También vi pájaros revoloteando: un Martín Pescador de color azul; un Bee-Eater; Cuervos; y un Águila. Hubiera parado a hacer fotos en infinidad de ocasiones.
En Okoyo le dije a Essengue que necesitaba comprar algo para beber en una tienda porque me moría de sed, pero él fue todavía más allá y me propuso que nos sentáramos a comer, así que hicimos un alto en un sencillo local. Él pidió un plato de Bouillon (pescado hervido con trozos de mandioca), y yo me acerqué a una tienda donde compré galletas, un par de dulces y una soda de naranja. Todo me costó 3milF, incluida la comida de Essengue.
De nuevo en marcha continuamos avanzando a paso de tortuga. La verdad es que el viaje se me hizo eterno y cada kilómetro costaba un mundo. En una aldea Essengue me planteó parar a charlar un rato con su suegra, pero le dije que lo hiciera de regreso a Okoyo. Al final, tras 4 horas de trayecto, llegamos a Boundji, la primera población con cara y ojos de la zona, y pedí a Essengue que me dejara allí por varios motivos:
*Todavía faltaban 90km para Oyo, eran las 17h, y quería evitar a toda costa viajar en moto de noche.
*Era 24 de diciembre y me apetecía pasar una tarde relajada.
*Tenía buenas referencias de un alojamiento, el Hotel Paradiso, recomendado por un viajero en iOverlander. Allí conseguí una habitación por tan solo 11milF.
Obviamente solo pagué a Essengue la parte proporcional del precio acordado (25milF). El chaval recibió la noticia con cara de disgusto e insistió en que le pagara los 40milF, pero me negué en redondo y nos despedimos. En Boundji no hay ninguna atracción turística y acabé pasando Nochebuena y Navidad antes de comenzar a explorar Congo Brazzaville.
TRANSPORTE
Para moverte por el país las opciones son:
1. Autobús: es la mejor alternativa para desplazamientos largos entre ciudades. Hay varias compañías privadas. Yo no me molesté demasiado en comparar y siempre utilicé los servicios de Océan du Nord. Sus autobuses son modernos, aunque el aire acondicionado funciona de forma intermitente y algunos asientos son realmente incómodos. Pero en general acabé bastante satisfecho, con una puntualidad aceptable y ausencia de incidentes serios (no hay que olvidar que se trata de África Central). Los billetes se compran en la taquilla de la compañía y se requiere el Pasaporte. Te recomiendo hacerlo al menos el día antes para confirmar el horario y evitar sorpresas.
La compañía Océan du Nord cuenta con varias Terminales distribuidas en las principales ciudades así que siempre habrá una relativamente cerca de tu alojamiento. Una vez en marcha los autobuses avanzan a buen ritmo, gracias al buen estado de la carretera principal que cruza Congo Brazzaville de norte a sur; la ausencia de paradas de larga duración; y la buena relación de la compañía con los agentes de Policía, que permite dejar atrás los diferentes controles sin apenas trámites. Un ejército de vendedoras ambulantes garantiza que no pases hambre, y desde la ventana del autobús podrás comprar fruta, verdura y bebidas a precios de risa.
2. Moto-taxi: son una opción inmejorable para evitar el tráfico de Brazzaville o moverte entre poblaciones rurales. Las motos son potentes y están preparadas para todo tipo de terreno, y los precios son tentadores, así que las utilicé bastante. Pero las condiciones de seguridad son mínimas, viajando sin casco, con maniobras al límite y velocidades a veces excesivas. De entrada los conductores acostumbran a pedir tarifas muy elevadas (incluso el doble del precio habitual) con lo cual es necesario regatear.
3. Taxi: en ciudades como Dolisie o Pointe Noire apenas hay moto-taxis, así que tuve que contratar los servicios de un coche. Aplican las mismas normas de negociación.
ALOJAMIENTO
La oferta hotelera en Congo Brazzaville es correcta y en cualquier población de cierto interés turístico encontrarás diferentes alojamientos. El problema es que la mayoría de opciones están orientadas a viajeros de presupuesto holgado, con muy pocas alternativas para mochileros. Los ejemplos más claros son Brazzaville y Pointe Noire, donde los precios son prohibitivos y pude solventar la situación milagrosamente gracias a uno de los escasos alojamientos económicos (el de Pointe Noire bastante alejado del centro).
Otro inconveniente es que los hoteles básicos de Congo Brazzaville no suelen figurar en Booking, así que solo es posible contactar con ellos por teléfono. Yo casi siempre aparecí sin reserva, aunque no tuve ningún problema en encontrar habitaciones disponibles, en gran parte porque era la época de lluvias. Además esto me permitió negociar el precio y obtener algún descuento. Eso sí, solo aceptan el pago en efectivo; no hay mosquiteras (imprescindible contar con una, o al menos un bote de insecticida); y el agua caliente se considera un servicio de lujo, solo disponible en las habitaciones más caras.
COMIDA
La comida más extendida en Congo Brazzaville es el Bouillon, que consiste en pescado o carne de buey hervida, acompañada habitualmente de Chikwangue (pasta de mandioca envuelta en hojas de banana). También es muy habitual la carne a la brasa, acompañada de arroz o plátano frito. Suele ser pollo o pescado, aunque también abunda la “viande de brousse”, un término que engloba todo tipo de especies exóticas como el pangolín, cocodrilo, serpiente o puerco espín. Otra modalidad de carne a la brasa es el Liboké (o Maboké en plural), preparada envuelta en unas hojas que le dan un sabor especial.
Curiosamente en Congo Brazzaville cuesta encontrar restaurantes de presupuesto medio, incluso en las principales ciudades, así que en muchas ocasiones solventé alguna comida o cena haciendo una compra en un supermercado; o en alguna cafeterie, donde sirven bocadillos de tortilla francesa y platos de espagueti o judías a precios ridículos.
En cuanto a la bebida, el licor nacional de Congo Brazzaville es el vino de palma, elaborado artesanalmente a partir de la sabia de algunas especies de palmera. Yo no lo probé, aunque conviene tener presente su secreto: por la mañana, recién obtenido, su sabor es dulce y agradable, y está delicioso; pero en cuestión de horas pasa a ser amargo y se dispara la graduación. Mi bebida habitual fue la cerveza local, marcas Primus o Ngok, en envases de 0,5l que caían a pares si conseguía encontrar un sitio que la sirviera fría.
IDIOMA
La lengua oficial en Congo Brazzaville es el Francés, que entiende la mayoría de la población. Aunque mucha gente utiliza la lengua del grupo étnico al que pertenece, como el Kituba (hablado en el sur del país); el Lingala (utilizado por los habitantes del norte de Congo Brazzaville); o el Vili (habitual en la costa). Así que en algunas zonas remotas es complicado comunicarse porque el Francés brilla por su ausencia. Yo reconozco que no hice el más mínimo esfuerzo por aprender alguna palabra, pero tampoco encontré excesivos problemas.
MONEDA
El Central African CFA Franc. Se trata de la moneda común de los 6 países que forman la Communauté Économique et Monétaire de l’Afrique Centrale, una especie de Unión Europea que nació en 1945 impulsada por Francia para cohesionar las economías de sus colonias en África Central. Actualmente está formada por Camerún, República Central Africana, Chad, Congo Brazzaville, Gabón y Guinea Ecuatorial (esta última era una colonia española pero en 1984 se unió al resto de países para beneficiarse de sus ventajas).
CFA son las siglas de Communauté Financière Africaine, pero en la calle la gente se refiere a esta moneda sencillamente como Franc. Tiene un tipo de cambio fijo, que desde la creación del euro es de 1 Eur = 656F.
Para obtener moneda local utilicé mis tarjetas en los cajeros automáticos, distribuidos en las principales ciudades. Aunque no hay que contar demasiado con ellos, porque es habitual que no funcionen o se hayan quedado sin dinero. Yo me tuve que marchar de Oyo por este motivo y no pude hacer una excursión en barca que pintaba genial.
Además son muy pocos los establecimientos que permiten pagar directamente con tarjeta (solo hoteles y restaurantes de lujo), con lo cual esto obliga a llevar siempre bastante efectivo encima. Un último inconveniente es que en Congo Brazzaville casi nadie tiene cambio y cuesta un mundo encontrar billetes pequeños o monedas, así que te recomiendo hacer acopio desde el primer momento.
TELEFONO
Si vas a pasar mucho tiempo en el país y no quieres depender únicamente de las redes wifi, lo más aconsejable es comprar una tarjeta SIM local. En Congo Brazzaville hay 2 operadoras: MTN y Airtel. Por lo que pude investigar MTN es la que tiene mayor cuota de mercado, pero Airtel cuenta con mejores niveles de cobertura. Mi idea era utilizar esta última operadora, aunque un problema informático me impedía darme de alta como cliente y tras dos días de espera acabé optando por MTN.
Conseguí la tarjeta SIM en una tienda MTN de Oyo, donde me atendió un empleado muy amable sin tener que esperar apenas. MTN ofrece diferentes planes Prepago, aunque me sorprendieron sus elevados precios. Hubiera escogido el de 15GB de datos, válido para un período de 30 días, pero costaba 26.500F (nada menos que 40€). Así que elegí uno de 5GB válido para 7 días por 7.700F. El proceso de compra fue muy sencillo: entregué mi Pasaporte; se activó la tarjeta SIM; realicé una recarga de saldo; y contraté el plan Prepago.
Hay numerosos comercios y operadores privados que teóricamente ofrecen los mismos servicios que las tiendas oficiales MTN, pero yo solo los recomiendo para recargar saldo. No suelen estar acostumbrados a dar de alta a clientes extranjeros y cualquier error provocará que te bloqueen la SIM, con las consiguientes molestias. De hecho mi primer intento fue en un kiosko de Boundji, donde me cobraron 500F por una tarjeta SIM que nunca llegó a activarse, haciéndome perder el tiempo.
En cuanto a mi experiencia con MTN en general acabé muy satisfecho y solo tuve problemas de cobertura en alguna zona muy remota. Aunque si regresara a Congo Brazzaville consultaría las tarifas de Airtel para comparar.
SALUD
Para visitar Congo Brazzaville se exige la presentación del certificado internacional de vacunación contra la Fiebre Amarilla. Hasta el año 2016 se administraban dosis de refuerzo cada 10 años, pero entonces la OMS determinó que una sola dosis ya era suficiente para otorgar inmunidad de por vida. Aun así antes de entrar en Guinea-Conakry me llegaron relatos de controles policiales donde los agentes exigían dinero por no tener la vacuna actualizada, con lo cual para evitar problemas acudí a un Centro de Vacunación en Bissau y me puse una dosis de refuerzo.
Además se recomiendan las vacunas contra la Fiebre Tifoidea, Hepatitis A y B, Difteria, Tétanos y Meningitis. Y seguir un tratamiento preventivo contra la Malaria. Lo mejor será que pidas cita en un Centro de Medicina Tropical y pongas al día tu cartilla de vacunación para evitar experiencias desagradables.
Bueno, podría facilitar muchos más datos pero creo que junto a los 4 posts que publicaré próximamente tienes bastante información para hacerte una idea de Congo Brazzaville y decidir si te apetece o no visitar este país. Aún así, si te surge alguna duda escríbeme y con mucho gusto intentaré resolverla.
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