Datos básicos para visitar por libre un país habitado por docenas de grupos étnicos de tradiciones sorprendentes.
Varios fueron los motivos que me animaron a visitar Camerún. Primero, se trata de un país con una naturaleza exuberante que ofrece selvas tropicales, playas de postal y cascadas espectaculares. En segundo lugar, la presencia de numerosos grupos étnicos que todavía conservan sus tradiciones ancestrales, como los Bamiléké, los Bamoun o los Baka (llamados popularmente Pigmeos). Y eso que no visité el norte, donde habitan algunas de las etnias más interesantes de Camerún. Tercero, coronar la cima del imponente Monte Camerún, aunque al final no pudo ser por la climatología adversa y la desaparición de la mayoría de agencias de viajes locales a causa de la crisis del coronavirus y la inestabilidad de la región. Por último, tras recorrer Nigeria decidí continuar Mi Gran Viaje hacia el sur pasando por Camerún.
En 1472 unos exploradores Portugueses llegaron a la desembocadura del río Wouri y, asombrados por la gran cantidad de gambas, bautizaron el lugar con el nombre de Río dos Camaroes, que más tarde evolucionaría a Camerún. Durante los siguientes 400 años los Portugueses y otros países europeos (principalmente Holanda, Inglaterra y Francia) establecieron relaciones comerciales con la población local, adquiriendo esclavos, oro y marfil. Pero en 1884 los jefes Douala y Bamiléké firmaron un acuerdo que convirtió la zona en un protectorado Alemán, y que no tardaría en dar paso a la colonia de Kamerun. El gobernador más famoso, Jesko von Puttkamer, destacó por su crueldad, conquistando nuevos territorios hacia el interior y creando plantaciones con trabajadores esclavizados sometidos a todo tipo de torturas.

Camerún
Hasta que en 1914, tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, Kamerun fue invadida por tropas Inglesas y Francesas, y dividida en 2 partes:
*Camerún Francés: con capital en Yaoundé, equivalía al 80% del territorio de Kamerun. Consiguió la independencia en 1960 y se convirtió en la República de Camerún.
*Camerún Británico: una estrecha franja dividida a su vez en Norte y Sur, fue administrada de forma conjunta con la colonia de Nigeria. En el año 1961 los habitantes del Norte (de religión Musulmana) votaron unirse formalmente a la recién independizada Nigeria, y hoy día constituye parte de los estados de Borno, Adamawa y Taraba dentro de ese país. Meses más tarde la población del Sur (de religión Cristiana) aceptó unirse a la República de Camerún a cambio de mantener una autonomía que pocos años después fue revocada por el gobierno central.
Actualmente el Ministerio de Exteriores considera Camerún un destino poco seguro por varios motivos: los niveles de delincuencia del país, con robos y atracos frecuentes (sobretodo de noche, en Yaoundé y Douala); la amenaza terrorista de Boko Haram en la región del Extremo Norte; las guerrillas secesionistas del antiguo Camerún Británico en el oeste; y la presencia de grupos armados cerca de la frontera con la República Centroafricana. Yo siempre viajé en transporte público, incluyendo parte del Camerún Británico, y no viví ninguna situación desagradable, aunque conviene estar alerta.
ITINERARIO POR CAMERUN
En total estuve 27 días en Camerún. Comencé mi ruta en Limbe, donde llegué en lancha + taxi compartido desde Oron (Nigeria). A continuación viajé a Douala, y desde allí me dirigí al norte del país, pasando por Melong (para ver la Cascada de Ekom Nkam y los Lagos de Manengouba); Bafoussam (epicentro del País Bamiléké); y Foumban (capital del Reino Bamoun). De nuevo en el sur visité Yaoundé; y pasé unos días en Kribi disfrutando de sus playas y antiguos edificios coloniales. Por último viajé a Ambam, una población pegada a la frontera de Gabón.
CUANDO IR
La mejor época para viajar a Camerún es durante la temporada seca, que en general va de noviembre a marzo, cuando apenas llueve y hay menos mosquitos (y por tanto disminuyen las probabilidades de contraer malaria). Aunque las diferencias son notables entre el árido norte, situado en la región del Sahel, y el húmedo sur, de clima tropical. Además la temporada seca coincide con el Harmattan, un viento procedente del Sáhara que en ocasiones llena el aire de polvo reduciendo la visibilidad de forma significativa. Vamos, que no hay una época perfecta.
Yo visité Camerún en noviembre y la lluvia solo hizo acto de presencia al principio de mi ruta, aunque por suerte se trataba de chaparrones de escasa duración (principalmente a última hora de la tarde) que me permitieron realizar excursiones. A partir de aquí disfruté de un sol radiante, cielos despejados, y cascadas que lucían en todo su esplendor (en especial la de Ekom-Nkam).
VISADO
Para entrar en Camerún es necesario un visado, que se tramita a través de una embajada o consulado. Yo lo gestioné en Nigeria, donde hay 3 opciones:
1. Lagos: hay un consulado situado en Victoria Island. El precio oficial del visado es de 100milF (alrededor de 150€), para un periodo de 90 días, entrada múltiple (es la única modalidad disponible). Yo conocía que para los pagos en divisas se aplica un tipo de cambio muy desfavorable, así que me busqué la vida en el mercado negro de Lagos Island para conseguir los francos. Pero el encargado de la recepción del consulado me dijo que no aceptaban francos, solo nairas (134milN) o dólares (240Usd). Una auténtica estafa.
Yo me indigné, pedí hablar con algún superior y acabé en la oficina de un tipo que me trató con absoluto desprecio, sin apenas mirarme, así que me largué. Esta es la política del gobierno de Camerún para atraer turistas al país… Más tarde me enteré que una pareja francesa pudo pagar el visado en euros a un tipo de cambio razonable (160€), aunque a mí no me dieron esa opción. Por lo visto depende mucho de la persona que atiende.
2. Abuja: aquí está la embajada y tenía previsto visitar la capital, pero las peores inundaciones en una década arrasaron el centro de Nigeria y me obligaron a modificar mi recorrido, así que no puedo opinar.
3. Calabar: el segundo consulado de Nigeria y mi última opción para poder visitar Camerún. Nada más llegar la cosa pintaba fatal: me recibió un encargado realmente antipático; y encima me dijo que no podía cruzar la frontera por tierra o mar debido a la inestabilidad de la zona (guerrillas separatistas en el antiguo Camerún Británico y piratas navegando la costa). La única alternativa era viajar en avión y el encargado quería ver la reserva del vuelo. Pero uno hasta Yaoundé costaba más de 600€ (solo ida) y encima implicaba regresar a Lagos. Reconozco que cuando salí del consulado no era muy optimista y dediqué un rato a buscar alternativas a Camerún.
Por suerte cuando estaba a punto de arrojar la toalla encontré en Internet la agencia onwardticket.com, que ofrece reservas de vuelos para tramitar visados válidas durante 48 horas. Yo rellené un formulario, pagué 14Usd, y en cuestión de minutos recibí por correo electrónico un documento con la reserva. La verdad es que acabé muy satisfecho. Durante el proceso de compra se duplicó el pago, envié un correo al servicio de atención al cliente y me devolvieron el dinero casi al momento. Impecable.
Al día siguiente regresé al consulado de Calabar con la reserva del vuelo más el resto de documentación necesaria: 2 fotocopias del Pasaporte; una reserva de Hotel para las primeras noches; 2 Fotos; y el importe del visado (60milF). Mucho más barato que en la embajada de Lagos, aunque aquí es para 30 días y una única entrada.
Mi relación con el encargado cambió de forma radical cuando le entregué mi Pasaporte y vio que era de Barcelona (Samuel Eto’o, el mejor jugador de fútbol de la historia de Camerún, formó parte de la etapa más gloriosa del Barça). A partir de aquí se mostró sonriente e incluso me soltó alguna palabra en español. Si lo llego a saber empiezo por aquí. De todas formas el hombre revisó con lupa la documentación y temí que descubriera algún error en mi reserva del vuelo. Pero al final pareció quedar satisfecho, me hizo rellenar una solicitud, y se fue a un despacho.
Yo pensaba que al poco me llamaría para hablar con el cónsul o aparecería con el visado en mi Pasaporte, pero al final me tocó aguantar más de 3 horas en la sala de espera, viendo en la tele una película Nigeriana malísima, y rodeado de empleados que no hacían nada. Por lo visto el gobierno de Camerún estaba implementando un nuevo sistema para tramitar Visados Electrónicos y era la primera vez que el encargado utilizaba el equipo informático.
Al final me llamó para hacerme una foto y tomarme las huellas dactilares, y tras una larga llamada telefónica con un técnico de Camerún me acabó entregando el Pasaporte con mi visado. La parte positiva es que no mencionaba la necesidad de entrar al país por vía aérea. En cambio descubrí que el periodo del visado empezaba a contar ese mismo día. De todas formas cuando me fui del consulado respiré aliviado porque la situación era límite. Eso sí, todavía me faltaba cruzar la frontera…
Mi llegada a Camerún se produjo en plena crisis del coronavirus y las autoridades habían establecido un requisito de entrada adicional al visado: someterme a un test rápido gratuito en el puesto de control fronterizo, independientemente de que estuviera o no vacunado. Tras el test me dieron un documento con el resultado negativo y pude continuar. Menos mal, porque si el resultado hubiera sido positivo me hubieran obligado a permanecer 14 días en cuarentena en un hotel designado por el gobierno.
GUIAS DE VIAJE
-“Cameroon” de Bradt Guides: es una de las pocas guías del mercado dedicada exclusivamente a Camerún y cuenta con más de 270 páginas llenas de información detallada para visitar cada rincón del país. Imprescindible. En mi caso el problema era que la última edición disponible se había publicado hacía 11 años, y la gran mayoría de datos prácticos estaban desactualizados (alojamientos, restaurantes, horarios, precios…). Aun así la compré y me sirvió de gran ayuda.
-“Cameroun” de Petit Futé: otra buena opción para los países de África Central que fueron colonias Francesas. Tiene 310 páginas y aunque su portada anunciaba que se trataba de una edición muy reciente, el contenido de la guía no me lo pareció tanto. Además está en francés.
-“West Africa” de Lonely Planet: solo tiene 28 páginas dedicadas a Camerún. Sirve como complemento, para tener una idea general; o si vas a visitar otros países de la zona.
COMO LLEGAR
Entré en Camerún por mar desde Oron (Nigeria), un desplazamiento sencillamente épico. Como ya he comentado, en el consulado de Calabar me dijeron que estaba prohibido acceder al país por vía terrestre o marítima. Pero una vez con el visado en mi poder decidí jugármela y viajar por mar, enfrentándome a 2 problemas:
1. Oficialmente no hay embarcaciones de pasajeros entre Nigeria y Camerún. Solo hay barcos de mercancías, que parten de Calabar; y lanchas rápidas (también de mercancías) con salida desde Oron. En general los barcos son más lentos y parten con menor frecuencia; mientras que los trayectos en lancha son mucho más cortos y hay salidas casi a diario, pero a cambio son menos seguras (demasiado frágiles para navegar en mar abierto).
2. En la zona se producen ataques de piratas. Y no se trata de señores con barba y espadas, sino chavales violentos armados con AK-47 que se dedicaban a los robos y secuestros. Además un turista blanco era un objetivo tentador por el que podrían pedir un rescate muy superior al habitual.
Mi idea inicial era viajar en barco de mercancías, así que me acerqué a preguntar al Puerto de Calabar, pero no acabé muy convencido. Un tipo con unas copas de más me pedía 40milF por adelantado sin opción de negociar y sin confirmarme el día de salida, con lo cual opté por viajar en lancha.
Investigando en Internet encontré una agencia de viajes local (Ringsco) gestionada por un Nigeriano llamado John, y descubrí que Vincent y Julian (los dos moteros Canadienses que conocí en Idanre Hills) habían utilizado sus servicios para realizar el viaje de Camerún a Nigeria. No quedaron especialmente contentos pero tampoco tuvieron problemas importantes y me pareció una buena idea, evitándome de esta forma negociar con los dueños de las lanchas. Contacté con John a través de WhatsApp; concretamos el precio del viaje (35milN, algo más de 50€); y cuando llegué a Oron en Ferry desde Calabar el chaval me estaba esperando en el muelle.
Al día siguiente John me vino a buscar a mi hotel y volvimos al muelle para comenzar mi viaje a Camerún. En el post que dedico a Limbe explico todos los detalles de esta aventura, aquí me centraré en los trámites de Inmigración. El trayecto constó de 2 etapas:
1. Lancha hasta Idenao: en el muelle de Oron hay una Oficina de Inmigración donde entregué mi Pasaporte y me sellaron la salida de Nigeria. Antes un agente conocido de John me hizo varias preguntas y me tomó las huellas digitales; y otro anotó mis datos en un libro de registro. Después caminamos hasta la playa y un tipo en evidente estado de embriaguez me pidió el certificado de vacunación contra la Fiebre Amarilla (aunque estaba más interesado en que le diera una propina).
Una vez en la lancha negociada por John el trayecto duró 4 horas pero se me hizo eterno, mirando en todas direcciones por si aparecía una embarcación de piratas. Al llegar al puerto de Idenao me esperaba un caótico Control de Inmigración con diferentes secciones. Sus responsables no se aclaraban y me enviaban de uno a otro sin aclararse, pero por suerte realicé todos los trámites sin incidentes:
*Registro de equipaje: bastante superficial.
*Examen Médico: me hicieron un test rápido de coronavirus y me dieron un comprobante con el resultado negativo. También me pidieron la cartilla de vacunación contra la Fiebre Amarilla; y tuve que contestar varias preguntas.
*Policía: una señora de muy mal genio me sometió a un interrogatorio (ocupación, motivo del viaje, destino, etc…), aunque acabó pidiéndome mi WhatsApp para seguir en contacto a nivel particular. A continuación un agente me hizo más preguntas.
La gran sorpresa es que después de un proceso tan laborioso nadie me selló en el Pasaporte la entrada en Camerún y me remitieron a la Oficina de Inmigración de Limbe.
2. Taxi compartido a Limbe: estaba aparcado en el exterior del puerto y me ayudó a encontrarlo un chaval que se me acopló nada más bajar de la lancha (le di 500F de propina). Como ya había tenido suficientes incomodidades pagué 3milF por el asiento delantero para mí solo. El trayecto duró una hora para recorrer 45km. Como ya eran más de las 17h la Oficina de Inmigración estaba cerrada, así que tuve que posponer la gestión del sello.
Al día siguiente, nada más salir a la calle, paré un moto-taxi y pedí al conductor que me llevara a la Oficina de Inmigración. El chaval no tenía ni idea, y tras preguntar y dar varias vueltas me dejó en la Comisaría de Policía. Allí un agente me dijo que debía ir al Puerto y utilicé otro moto-taxi.
Pronto descubrí que obtener el sello de entrada no iba a ser sencillo: los empleados de la entrada me pedían 450F como tasa de acceso al recinto portuario; y un agente de policía se guardó mi Pasaporte en el bolsillo y me llevó a un bar cercano, donde pretendía que les pagara una cerveza a él y a su amigo, y que le diera 30milF por el sello. A todo me negué con mano izquierda hasta que el agente llamó al Jefe de Policía. Por desgracia estaba en una reunión y me tocó esperar más de media hora. El agente me ofreció enseñarme el Puerto, pero no tenía ganas de pasar más tiempo con él y preferí sentarme en la oficina, junto a dos mujeres uniformadas que me dejaron tranquilo.
Cuando apareció el Jefe de Policía me temí lo peor porque pegaba gritos a todo el mundo, pero al verme me hizo pasar a su despacho, me hizo un par de preguntas en un tono muy amable, y me selló en el Pasaporte la entrada en Camerún. Prueba superada.
Nota: ese mismo día John (el dueño de Ringsco) me estuvo enviando mensajes sin parar, pidiéndome las fotos y vídeos que nos habíamos hecho juntos la tarde anterior, y que le hiciera promoción en mis redes. Yo no acabé nada contento con sus servicios y al final le tuve que contestar con contundencia para que me dejara tranquilo. No recomiendo para nada Ringsco y si tuviera que repetir el trayecto me acercaría por mi cuenta al muelle de Oron y negociaría directamente con los dueños de las lanchas. Estoy seguro de que encima conseguiría un precio más ventajoso. Pero bueno, como no soy mala persona unas semanas más tarde le envié por WhatsApp las fotos y vídeos.
TRANSPORTE
Para moverte por el país las opciones son:
1. Autobús: es la mejor alternativa para desplazamientos largos entre ciudades. Hay numerosas compañías privadas. Yo no me molesté demasiado en comparar, pero la calidad del servicio varía de forma importante, sobre todo en cuestiones como la puntualidad o las condiciones de seguridad. Eso sí, por regla general los autobuses son antiguos, con asientos incómodos y sin aire acondicionado. Los billetes se compran en la taquilla de la compañía y se requiere el Pasaporte. No es necesario reservar con antelación, a excepción de algún trayecto concreto (nocturno) o que sea periodo de vacaciones. Los precios son muy económicos.
Las Terminales están ubicadas en las afueras de los núcleos urbanos, y debido a sus dimensiones casi siempre tuve que llegar en moto-taxi. Los autobuses se ponen en marcha cuando están llenos, lo cual puede implicar una espera de varias horas. Algunas compañías ofrecen servicios VIP, con mini-buses que arrancan puntuales a una hora establecida independientemente del número de pasajeros (sale a cuenta pagar un poco más). El mal estado de las carreteras y los numerosos controles policiales provocan que los trayectos se eternicen, aunque a cambio constituyen una gran oportunidad para relacionarse con los lugareños.
2. Taxi Compartido: se trata de vehículos destartalados donde en función de la ruta a veces se viaja holgadamente y otras se aprovecha el espacio al máximo, con 2 pasajeros sentados junto al conductor y 4 más en la fila trasera. En estos casos a los extranjeros se les suele ofrece pagar el doble y viajar solos junto al conductor. Yo acepté en un par de ocasiones aprovechando los precios reducidos y la diferencia de comodidad es abismal, así que lo recomiendo, especialmente para trayectos algo más largos.
3. Moto-taxi: son una opción inmejorable para evitar el tráfico en las ciudades o moverte entre poblaciones rurales. Las motos son potentes y están preparadas para todo tipo de terreno, y los precios son tentadores, así que las utilicé mucho. Pero las condiciones de seguridad son mínimas, viajando sin casco, con maniobras al límite y velocidades a veces excesivas. De entrada los conductores acostumbran a pedir tarifas muy elevadas (incluso el doble del precio habitual) con lo cual es necesario regatear.
ALOJAMIENTO
La oferta hotelera en Camerún es correcta y en cualquier población de cierto interés turístico encontrarás diferentes alojamientos. El problema es que la mayoría de opciones están orientadas a viajeros de presupuesto elevado, con muy pocas alternativas para mochileros. Los ejemplos más claros son Douala y Yaoundé, donde los precios son prohibitivos y pude solventar la situación milagrosamente gracias a uno de sus escasos alojamientos económicos.
Otro inconveniente es que los hoteles básicos de Camerún no suelen figurar en Booking, así que solo es posible contactar con ellos por teléfono. Yo casi siempre aparecí sin reserva, aunque no tuve ningún problema en encontrar habitaciones disponibles. Además esto me permitió negociar el precio y obtener algún descuento. Eso sí, solo aceptan el pago en efectivo. La calidad de estos alojamientos es pésima: cortes de suministro eléctrico habituales (es importante comprobar que el alojamiento tenga un generador propio); no hay mosquiteras (imprescindible contar con una, o al menos un bote de insecticida); y el agua caliente se considera un servicio de lujo, solo disponible en las habitaciones más caras. Por si fuera poco, en varias ocasiones estuve acompañado de cucarachas, y una vez incluso de ratones. Un auténtico despropósito.
COMIDA
La comida más extendida en Camerún es la pâte, una bola de masa cocida elaborada con diferentes productos. Destaca la mandioca, que da pie al Fufu, pero también se utiliza la batata o el maíz. La pâte es prácticamente insípida y su misión es llenar el estómago por poco dinero. Se acompaña de una salsa muy picante llamada Soup, hecha con cacahuetes, okra o nueces de palma, entre otros ingredientes, que además suele incluir carne de buey, pescado o pollo.
Yo ya había comido pâte en varios países de África y no me convenció. En su lugar preferí otros platos, como el Ndolé (una pasta de cacahuetes y hojas de una planta local, con trozos de carne o pescado, o ambos). O un valor seguro como el Pollo Asado con plátano o patatas fritas. También visité en varias ocasiones puestos callejeros de Suya, que ofrecen carne a la parrilla en brochetas o trozos sueltos a precios de risa (puedes llevarte la ración a un bar cercano y acompañarla de una cerveza). Y solventé un buen número de cenas haciendo una compra en una de las muchas panaderías que hay en las principales poblaciones de Camerún, donde me aficioné a los Beignets (o Sugar Balls en el Camerún Británico).
En cuanto a la bebida, el licor nacional de Camerún es el vino de palma, elaborado artesanalmente a partir de la sabia de algunas especies de palmera. Yo no lo probé, aunque conviene tener presente su secreto: por la mañana, recién obtenido, su sabor es dulce y agradable, y está delicioso; pero en cuestión de horas pasa a ser amargo y se dispara la graduación. Mi bebida habitual fue la cerveza local, marcas Castle o 33, en envases de 0,65l que caían a pares si conseguía encontrar un sitio que la sirviera bien fría.
IDIOMA
Las lenguas oficiales en Camerún son el Francés y el Inglés, más o menos habituales en función de la región donde te encuentres (antiguo Camerún Francés o Británico). Aunque mucha gente utiliza el idioma del grupo étnico al que pertenece, como el Douala (hablado en el sur del país); el Peul (utilizado por los Fulani del norte); o el Bamiléké (en el centro-oeste). Así que en algunas poblaciones remotas es complicado comunicarse porque las lenguas oficiales brillan por su ausencia. Yo reconozco que no hice el más mínimo esfuerzo por aprender alguna palabra de estos idiomas indescifrables pero siempre encontré la forma de hacerme entender.
MONEDA
El Central African CFA Franc. Se trata de la moneda común de los 6 países que forman la Communauté Économique et Monétaire de l’Afrique Centrale, una especie de Unión Europea que nació en 1945 impulsada por Francia para cohesionar las economías de sus colonias en África Central. Actualmente está formada por Camerún, República Central Africana, Chad, Congo Brazzaville, Gabón y Guinea Ecuatorial (esta última era una colonia española pero en 1984 se unió al resto de países para beneficiarse de sus ventajas).
CFA son las siglas de Communauté Financière Africaine, pero en la calle la gente se refiere a esta moneda sencillamente como Franc. Tiene un tipo de cambio fijo, que desde la creación del euro es de 1 Eur = 656F.
Para obtener moneda local utilicé mis tarjetas en los cajeros automáticos, distribuidos en las principales poblaciones. Suelen cobrar una comisión de reintegro (más o menos elevada en función de la entidad). Además son muy pocos los establecimientos que permiten pagar directamente con tarjeta (solo hoteles y restaurantes de lujo), con lo cual esto obliga a llevar siempre bastante efectivo encima. Un último inconveniente es que en Camerún casi nadie tiene cambio y cuesta un mundo encontrar billetes pequeños o monedas. La situación alcanza niveles surrealistas, donde el problema se traslada siempre al cliente y se llegan a perder ventas, así que te recomiendo hacer acopio desde el primer momento.
TELEFONO
Si vas a pasar mucho tiempo en el país y no quieres depender únicamente de las redes wifi, lo más aconsejable es comprar una tarjeta SIM local. En Camerún hay 4 operadoras: MNT, Orange, Nexttel y Camtel. Por lo que pude investigar MTN es la que tiene mayor cuota de mercado y niveles de cobertura, así que elegí esta.
Conseguí la tarjeta SIM en una tienda MTN de Limbe, aunque no llegué a entrar porque un empleado muy amable me atendió en un pequeño stand situado junto a la puerta. MTN ofrece diferentes planes Prepago. Yo escogí uno de 4,2GB de datos, válido para un periodo de 30 días, y me costó 2.100F (poco más de 3€), aprovechando una oferta especial de bienvenida. Pero puedes elegir desde solo 150MB por 125F (no sé a quién le interesaría este plan) hasta 150GB por 63milF. El proceso de compra fue muy sencillo: entregué mi Pasaporte; esperé media hora hasta que se activó la tarjeta SIM; realicé una recarga de saldo; y contraté el plan Prepago que más me interesaba.
Hay numerosos comercios y operadores privados que teóricamente ofrecen los mismos servicios que las tiendas oficiales MTN, pero yo solo los recomiendo para recargar saldo. No suelen estar acostumbrados a dar de alta a clientes extranjeros y cualquier error provocará que te bloqueen la SIM, con las consiguientes molestias.
En cuanto a mi experiencia con MTN es complicado opinar. La red de telefonía en Camerún es penosa, y en muchas ocasiones el acceso a internet era realmente lento o me quedaba sin cobertura. Todo el mundo se quejaba de la situación, así que no creo que MTN sea una compañía especialmente problemática. Con lo cual si regresara a Camerún volvería a utilizar esta operadora.
SALUD
Para visitar Camerún se exige la presentación del certificado internacional de vacunación contra la Fiebre Amarilla. Hasta el año 2016 se administraban dosis de refuerzo cada 10 años, pero entonces la OMS determinó que una sola dosis ya era suficiente para otorgar inmunidad de por vida. Aun así antes de entrar en Guinea-Conakry me llegaron relatos de controles policiales donde los agentes exigían dinero por no tener la vacuna actualizada, con lo cual para evitar problemas acudí a un Centro de Vacunación en Bissau y me puse una dosis de refuerzo.
Además se recomiendan las vacunas contra la Fiebre Tifoidea, Hepatitis A y B, Difteria, Tétanos y Meningitis. Y seguir un tratamiento preventivo contra la Malaria. Lo mejor será que pidas cita en un Centro de Medicina Tropical y pongas al día tu cartilla de vacunación para evitar experiencias desagradables.
Bueno, podría facilitar muchos más datos pero creo que junto a los 7 posts que publicaré próximamente tienes bastante información para hacerte una idea de Camerún y decidir si te apetece o no visitar este país. Aún así, si te surge alguna duda escríbeme y con mucho gusto intentaré resolverla.
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