Información básica para recorrer por libre un país donde las cicatrices de la guerra todavía son visibles en cada rincón, con cementerios, viviendas abandonadas y memoriales.
Varios fueron los motivos que me animaron a viajar a Bosnia. Primero, se trata de un país que tiene una naturaleza espectacular, con paisajes como las Montañas de Sutjeska, las Cascadas de Kravica o los Lagos de Pliva. En segundo lugar cuenta con las ciudades históricas de Sarajevo y Mostar, llenas de imágenes de postal. Tercero, en Bosnia hay infinidad de edificios abandonados, desde viviendas particulares a hoteles, instalaciones deportivas e incluso un observatorio astronómico. Y me encanta explorar este tipo de sitios. Por último, tras visitar Kosovo decidí quedarme en la región de los Balcanes, cuyos países permanecían abiertos al turismo mientras el coronavirus seguía causando estragos en el mundo. Y Bosnia era una de las opciones lógicas para continuar Mi Gran Viaje.
Desgraciadamente Bosnia todavía es sinónimo de muerte y destrucción, fruto de la guerra que entre los años 1992 y 1995, tras la desintegración de la antigua Yugoslavia, enfrentó a los diferentes grupos étnicos que formaban la República de Bosnia-Herzegovina. Por un lado los Serbios de Bosnia, liderados por Radovan Karadzic, con el apoyo de la Serbia de Slobodan Milosevic, que querían mantenerse dentro de Yugoslavia. Y por otro Bosnios musulmanes y Croatas, que apostaban por la independencia de la República (aunque más tarde también acabaron enemistados). Como estos últimos eran mayoría consiguieron su objetivo, pero a continuación el ejército Serbio lanzó una ofensiva militar que resucitó los peores horrores del nazismo, con matanzas indiscriminadas de civiles, violaciones masivas de mujeres y una operación de limpieza étnica que expulsó de sus hogares a cientos de miles de personas.
Bosnia
Sucesos espeluznantes como la Masacre de Srebrenica o el Cerco de Sarajevo obligaron a intervenir a las fuerzas de la OTAN por primera vez en la historia, hasta que se restableció la paz con la firma del Tratado de Dayton. Atrás quedaron más de 100mil muertos y 2 millones de refugiados. Radovan Karadzic y su general Ratko Mladic acabarían acusados de crímenes de guerra por un Tribunal Internacional y condenados a cadena perpetua.
La estructura del país es un auténtico puzzle. Bosnia-Herzegovina está dividida en 2 partes: la República Srpska, donde vive la población Serbia, con 2 territorios separados ubicados al norte y este del país; y la Federación de Bosnia y Herzegovina, compuesta por 10 cantones autónomos habitados por los Bosnios musulmanes y Croatas, con diferentes mayorías en función de cada uno. Además el país consta de 2 regiones históricas: Bosnia, que ocupa el 80% del territorio, con capital en Sarajevo; y Herzegovina, situada al sur, cuya capital es Mostar. Vaya tela…
Actualmente el Ministerio de Exteriores considera Bosnia un destino bastante seguro. Solo desaconseja alejarse de los caminos principales cerca de la frontera con la República de Srpska, donde todavía podría haber alguna mina. Y tener las precauciones habituales en Sarajevo y Mostar, con un mayor riesgo de robos y atracos a turistas. Yo viajé en solitario por todo el país en transporte público y la verdad es que no tuve ninguna sensación de peligro.
ITINERARIO POR BOSNIA
En total estuve 29 días en Bosnia. Comencé mi recorrido en Sarajevo, donde viajé desde Pristina. A continuación visité Jajce, en el oeste del país. Y por último me dirigí al sur para explorar la región de Herzegovina, con paradas en Mostar, Trebinje y el Parque de Sutjeska.
Nota: también pasé unas horas en Visegrad durante mi recorrido por Serbia, como parte de una excursión en barco desde el Lago Perucac.
CUANDO IR
La mejor época para viajar a Bosnia es entre los meses de mayo y septiembre, cuando el clima es ideal para disfrutar de la naturaleza. Aunque en verano hace mucho calor y caminar durante la parte central del día se convierte en una experiencia no apta para todo el mundo. En invierno el frío es excesivo, y solo es recomendable si quieres esquiar en las pistas de Jahorina o Ravna Planina.
Yo visité Bosnia entre agosto y septiembre y acabé muy satisfecho. Hubo días en los que el calor fue insoportable, y la lluvia hizo acto de presencia al principio y final de la ruta (en Sarajevo y Sutjeska), pero no trastocó demasiado mis planes.
VISADO
Los ciudadanos de la Unión Europea no necesitamos visado para entrar en Bosnia, pudiendo permanecer en el país un máximo de 90 días.
Aunque mi llegada se produjo en plena crisis del coronavirus y las autoridades habían establecido un requisito: hacerse un test PCR, como máximo 48 horas antes de cruzar la frontera, y aportar un certificado que acreditara el resultado negativo. Ya avanzo que me la jugué, cansado de gastar tiempo y dinero en tests, y conseguí entrar en el país sin cumplir esta norma (ver el apartado “Como Llegar”), pero no es lo más recomendable.
GUÍAS DE VIAJE
-“Bosnia & Herzegovina” de Bradt Guides: cuenta con 360 páginas llenas de información detallada para visitar cualquier rincón del país. Imprescindible. En mi caso la guía más reciente tenía 4 años de antigüedad, aunque ya había una nueva edición prevista para el 2022.
-“Western Balkans” de Lonely Planet: solo dedica a Bosnia 43 páginas. Sirve como complemento, para tener una idea general de la zona.
COMO LLEGAR
Entré en Bosnia por tierra, viajando en autobús desde Pristina (Kosovo) hasta Sarajevo. Solo hay una salida diaria a las 18.30h, organizada por la compañía Benko Tours, y por motivos que desconozco el recorrido se divide en 2 etapas:
1. Autobús a Novi Pazar: en la Terminal de Pristina me dirigí a las taquillas y compré el billete (7,5€). Tras una larga espera en la que me entretuve leyendo y tomando cafés con leche caminé hasta el andén correcto y al cabo de unos minutos apareció el autobús. A continuación guardé la mochila grande en el maletero; ocupé un asiento junto a la ventana; y nos pusimos en marcha con puntualidad. En Mitrovica nos detuvimos un momento y aproveché para comprarme un plátano y un zumo en una tienda cercana.
Poco después llegamos a la frontera de Kosovo. Allí un agente subió al autobús y se llevó mi Pasaporte junto a los documentos de identidad del resto de pasajeros, y se lo devolvió al ayudante del conductor (sin sellar). En cambio en la frontera de Serbia hubo algún problema:
*Antes de comenzar el viaje el ayudante del conductor me preguntó si tenía Documento de Identidad y le dije que sí, pensando que se refería al Pasaporte. Y cuando lo vio más tarde se molestó un poco. Investigando descubrí que los ciudadanos de la Unión Europea también podemos entrar en Serbia con el DNI, y a lo mejor el hombre quería evitar demoras innecesarias (como acabaría ocurriendo).
*Un agente subió al autobús y al ver mi Pasaporte me dijo algo con tono enérgico señalando las páginas. Yo no entendí nada y él no hablaba inglés, así que acabó marchándose y al rato se lo devolvió al ayudante del conductor (sin sellar, porque en teoría durante mi estancia en Kosovo no había abandonado Serbia). Creo que le confundían los dos sellos de entrada y salida del Lago Perucac el mismo día (la excursión en barco que hice por el río Drina hasta Visegrad); o no ver el sello de salida de Bosnia (a mí también me extrañó un poco que no me lo pusieran).
En fin, tras este mal trago continuamos hasta Novi Pazar, empleando un total de 3 horas.
2. Autobús hasta Sarajevo: en la Terminal tuvimos que cambiar de autobús y el ayudante se encargó de trasladar mi mochila grande. Durante la media hora de espera entré en un local de fast food y cené una Pita de espinacas (masa de hojaldre rellena). Precio: 1,3€. De nuevo en ruta pagué el billete al ayudante (15€) y nos dirigimos a la población de Priboj, pegada a la frontera de Bosnia. Del paisaje no puedo hablar mucho porque ya era noche cerrada, aunque cruzamos zonas de espesos bosques y seguimos bastante tiempo la orilla del río Lim, con una espectacular luna llena reflejada en sus aguas.
En la frontera de Serbia un agente subió al autobús, se llevó mi Pasaporte y lo devolvió sellado. Y en la Bosnia hubo que bajar del vehículo y pasar por la garita de un encargado. El hombre me pidió el certificado del test PCR y yo le di el test de Anticuerpos que me había hecho en Skopje (funcionó para entrar en Visegrad). Esta vez no coló, aunque sí un test PCR del mismo día con más de un mes de antigüedad. Dudó unos segundos, pero acabó sellando el Pasaporte. Y es que a las 2h de la mañana no se le puede pedir a un pobre agente que entienda inglés y sepa interpretar un certificado médico. Prueba superada.
El resto del trayecto transcurrió sin incidentes y hasta pude dormir un par de horas del tirón. Al final, después de 7,5 horas, llegamos a Sarajevo. Yo fui controlando mi ubicación en el mapa y me bajé en el centro, a escasa distancia del lugar donde había previsto alojarme. Todavía eran las 5.30h de la mañana y apenas había gente por las calles, con los edificios envueltos en sombras. Pero por fin estaba en Sarajevo.
TRANSPORTE
Para moverte por el país las opciones son:
1. Autobús/Minibús: fue mi principal medio de transporte en Bosnia, y los trayectos en ningún caso superaron las 4 horas de duración. En función de la demanda viajarás en un autobús o un minibús, que se encuentran en buen estado, con asientos cómodos y aire acondicionado.
Las Terminales de Autobús suelen estar ubicadas a un par de kilómetros del centro y siempre llegué caminando. Los billetes se compran previamente en las taquillas de la Terminal. En algunas zonas la escasez de autobuses es alarmante, con tan solo una o dos salidas diarias (o ninguna los fines de semana). Así que conviene informarse de los horarios el día anterior en la propia Terminal (no conseguí encontrar ninguna página web con datos fiables).
Todas las compañías cobran un pequeño importe adicional por guardar equipaje en el maletero (alrededor de 2M). Una vez en marcha la conducción acostumbra a ser muy correcta, sin maniobras bruscas, con lo cual los viajes son tranquilos.
2. Taxi: solo lo utilicé una vez durante mi ruta por los alrededores de Mostar, ya que no había alternativa a parte de hacer autoestop. Mi experiencia fue impecable y pagué un precio relativamente económico sin necesidad de una dura negociación.
ALOJAMIENTO
La oferta hotelera en Bosnia es muy amplia y en cualquier población encontrarás un buen número de alojamientos. Yo siempre elegí pensiones familiares y estudios, disfrutando de habitaciones aceptables, aunque la mayoría no incluyen desayuno y solo aceptan pagos en efectivo. Los precios son elevados y esto me obligó a ceñirme a las opciones más baratas del mercado para no exceder mi presupuesto.
Si no visitas Bosnia en plena temporada alta y no estás interesado en algún hotel concreto de Sarajevo o Mostar te recomiendo que elijas tu alojamiento sobre la marcha. De esta forma podrás viajar con total libertad. Yo escogía un lugar el día antes y realizaba una reserva a través de Booking. En alguna ocasión alargué mi estancia avisando directamente al dueño del hotel pero salvo una vez no obtuve ningún tipo de descuento, así que continué utilizando Booking. Los precios aparecen en euros, no en marcos, aunque a la hora de pagar en moneda local no hubo sorpresas con el tipo de cambio.
En cuanto a la crisis del coronavirus, por un lado me benefició, porque a pesar de viajar en verano casi todos los alojamientos tenían habitaciones disponibles. Pero en muchos casos la calidad también se resintió, con recepciones desatendidas (antes de llegar tenía que concretar la hora por mensaje o no había nadie); y ausencia de servicios adicionales.
COMIDA
La comida más extendida en Bosnia es la carne a la parrilla, en forma de kebab (cevapi), hamburguesa (pljeskavica) o salchicha (sudzukice). Disponible tanto en restaurantes como en pequeños locales de fast food. Aunque yo siempre que pude elegí platos típicos más elaborados, como ensalada shopska (trozos de tomate, pepino y cebolla cubiertos de queso); goulash (estofado de carne con patatas); o karadordeva snicla (rollitos de carne de cerdo rebozada rellenos de kajmak, una crema agria).
A veces solventé alguna comida o cena con una Pita (masa de hojaldre rellena de carne, patata, queso o espinacas). Como anécdota, en los restaurantes de Bosnia es normal servir todos los platos a la vez. Así que no te enfades si todavía te estás comiendo la ensalada o sopa y el camarero aparece con el segundo (si es un gran problema coméntaselo antes).
En cuanto a la bebida, cualquier momento del día es bueno para tomar kafe (café), acompañado de un vaso de agua fría. El licor nacional de Bosnia es la Rakija, un aguardiente elaborado a partir de diferentes frutas con alrededor de un 50% de alcohol. Yo solo lo probé un par de veces, pero los licores fuertes no son lo mío y opté por la cerveza, marcas Nektar, Sarajevsko o Mostarsko (y Jelen en la República Srpska), generalmente en envases de 0,3l.
IDIOMA
Las lenguas oficiales en Bosnia son el Bosnio, el Serbio y el Croata, que hablan la totalidad de la población dependiendo de su origen étnico. En realidad se trata de 3 variantes del mismo idioma (llamado Serbo-Croata) con diferencias mínimas y sus usuarios se entienden sin problema.
A pesar de tirarme una buena temporada en el país no pude dedicar mucho tiempo a practicar el idioma local y no pasé de alguna palabra básica, como Zdravo (hola); Dobar Dan (buenos días); Hvala (gracias); o Dovidenja/Chao (adiós). Aunque al menos aprendí la pronunciación, para que la gente me entendiera cuando me refería a algún lugar. Estos son los sonidos más comunes:
č – se pronuncia como una ch
š – se pronuncia como una sh
j – se pronuncia como una i
h – no se pronuncia
En Bosnia es difícil encontrar a alguien que hable inglés, así que en muchas situaciones la comunicación fue casi imposible. En estos casos Google Translator y el lenguaje de signos me ayudaron a salir del paso, pero no pude mantener conversaciones.
MONEDA
El Marco Convertible, que a su vez se divide en 100 Fenings. En el año 1995, al finalizar la Guerra de Bosnia, se acordó sustituir las 3 monedas que circulaban en el país (Dinar Bosnio, Dinar de la República de Srpska y Kuna Croata) por una moneda única ligada al Marco Alemán. Así que el tipo de cambio con el euro es fijo: 1 eur = 1,96M.
Para obtener moneda local utilicé mis tarjetas BNext y Revolut en los cajeros automáticos, que están por todas partes, incluso en las poblaciones más pequeñas. Además hay muchos establecimientos que permiten pagar directamente con tarjeta, evitando el uso de efectivo.
TELEFONO
Si vas a pasar mucho tiempo en el país y no quieres depender únicamente de las redes wifi, lo más aconsejable es comprar una tarjeta SIM local. En Bosnia hay 3 operadoras: BH Telecom, m:tel y HT Eronet. Por lo que pude investigar BH Telecom es la que tiene mayor cuota de mercado y niveles de cobertura, así que elegí esta.
Conseguí la tarjeta SIM en una tienda de Sarajevo. Por suerte me atendió una empleada que hablaba inglés y nos pudimos entender sin problema. La chica me explicó que tenían 3 planes Prepago orientados a turistas:
–15GB de datos para un periodo de 10 días + 5M de crédito para llamadas y mensajes de texto.
–30GB por 30 días + 10M de crédito.
–100GB durante 15 días.
Yo escogí el plan de 30GB, que me costó 40M (unos 20€). El proceso de compra fue muy sencillo. No me pidieron el Pasaporte y en cuestión de segundos ya tenía la tarjeta SIM activada.
En cuanto a mi experiencia con BH Telecom, la verdad es que acabé muy satisfecho. No tuve problemas de cobertura y los 30GB me duraron toda la estancia. Un poco cara, pero si regresara a Bosnia volvería a utilizar esta operadora.
SALUD
No hay ninguna vacuna obligatoria para visitar Bosnia. Aunque se recomiendan las de la Fiebre Tifoidea, Hepatitis A y B, y Tétanos.
Bueno, podría facilitar muchos más datos pero creo que junto a los 7 posts que he publicado tienes bastante información para hacerte una idea de Bosnia y decidir si te apetece o no visitar este país. Aún así, si te surge alguna duda escríbeme y con mucho gusto intentaré resolverla.
Si te gustó la guía, dale al like (el corazón que hay en la parte superior), deja un comentario con tu opinión, y sígueme en redes sociales
