Recorriendo una de las ciudades más caras del mundo, con una muralla que ofrece vistas épicas, palacios venecianos y escenarios de Game of Thrones
Dubrovnik es una ciudad situada en el extremo sur de Croacia, a orillas del Mar Adriático, que fue fundada en el siglo VII por refugiados de la cercana Epidaurum, destruida por los pueblos eslavos. En aquel entonces se llamaba Ragusa, y su época dorada se produjo entre los siglos XIV y XIX, cuando convertida en la República de Ragusa prosperó como estado independiente gracias a un pacto firmado con el Imperio Otomano, y sus barcos mercantes recorrían el mundo rivalizando con la República de Venecia. Hasta que un terremoto en el año 1667 arrasó la ciudad y marcó el inicio de su declive. En 1991, tras la declaración de independencia de Croacia, Dubrovnik fue bombardeada por los ejércitos de Serbia y Montenegro, sufriendo importantes daños. Pero los trabajos de restauración devolvieron al casco antiguo todo su esplendor.
En el año 2011 los productores de “Game of Thrones” eligieron Dubrovnik para rodar las escenas de King’s Landing, y el número de turistas se multiplicó, con tours específicos destinados a los fans de la serie de TV. A parte de esta curiosidad, Dubrovnik cuenta con numerosos lugares de interés, como sus Murallas, el Fuerte Lovrijenac o el Palacio del Rector.
ALOJAMIENTO: APARTMENTS & ROOM LINO – 223K/Noche
*Puntos a favor: habitación espaciosa; baño privado con ducha perfecta; limpieza extrema; mobiliario moderno; tranquilidad total por la noche; terraza con vistas geniales de la Península de Lapad; wifi rápido; ventilador; nevera; encargada (Daria) muy amable; precio.
*Puntos en contra: cama individual; ubicación, a media hora a pie del Casco Antiguo, y sobre una colina con docenas de escaleras.
En Dubrovnik hay centenares de alojamientos, pero todos tienen un denominador común: su elevado precio. Al final, tras una larga búsqueda en Booking, encontré Apartments & Room Lino, un lugar relativamente económico (30€), aunque a cambio de estar alejado de las atracciones turísticas de la ciudad. Llegué una hora antes de lo previsto y no tenía forma de contactar con el alojamiento, pero por suerte me encontré con Daria en la calle y me condujo a la habitación, que ya estaba lista. La verdad es que fue una gran elección y disfruté de una estancia muy agradable.
Una vez instalado salí a realizar una serie de gestiones: conseguir efectivo en un cajero automático; comprar comida en un supermercado; y buscar un lugar para cenar.
CENA: BISTRO GATTO
Los precios de los restaurantes de Dubrovnik son prohibitivos para un presupuesto mochilero, con lo cual me tuve que olvidar de probar platos típicos como hago en todos los países que visito y limitarme a llenar el estómago. El Bistro Gatto es un sencillo local de comidas situado frente a la Terminal de Autobús y frecuentado por lugareños. Allí pedí un plato de pechuga de pollo con arroz, una cerveza Karlovacko y un café con leche. La ración fue abundante, la camarera simpática y el precio correcto (88K). En un principio me senté en una mesa de la terraza, pero al poco llegó una pareja, se sentó a centímetros de mí (a pesar de que no había nadie más) y se pusieron a fumar. Así que me trasladé al comedor con un cabreo importante.
De regreso en mi habitación dediqué el resto de la tarde a planificar las próximas jornadas; y acabé contemplando una bonita puesta de sol desde la terraza del alojamiento (mientras los mosquitos me acribillaban las piernas).
PRIMER DIA EXPLORANDO DUBROVNIK
Al día siguiente me desperté tras una noche de sueño impecable. Como Dubrovnik es un lugar tan turístico pensaba que en el alojamiento habría un montón de gente con ganas de fiesta, pero estar tan apartado del Casco Antiguo jugó a mi favor y dormí como un tronco. Una vez en pie desayuné un plátano, un croissant de chocolate y un yogur; preparé la mochila pequeña; y salí a la calle, donde a pesar de ser temprano ya lucía un sol radiante.
Para llegar al centro de Dubrovnik podría haber bajado hasta la zona del Puerto, donde hay una parada de autobús con 3 líneas que pasan por allí; o haber llamado a un taxi a través de Uber. Pero Dubrovnik es una ciudad tan cara que no estaba para gastos extra, por pequeños que fueran, así que caminé. Además el trayecto es cuesta abajo la mayor parte del tiempo (volver es otra historia).
Una vez en el Casco Antiguo crucé la muralla por la imponente Puerta Pile, situada en el extremo occidental. Al igual que muchos otros monumentos de Dubrovnik, está presidida por una pequeña estatua de San Blas (Sveti Vlaho), que es el patrón de la ciudad. Cuenta la leyenda que en el año 971 se apareció a un sacerdote para advertirle de un inminente ataque de los Venecianos, y su imagen se empezó a estampar en las monedas de la República de Ragusa hasta su disolución. La Puerta Pile conduce a la Plaza Paska Milicevica, donde hay 3 lugares de interés:
1. Iglesia Sveti Spas: fue construida en 1528 en agradecimiento a Jesús por un terremoto ocurrido unos años antes que milagrosamente solo acabó con la vida de 20 personas. ¿Y cual fue el resultado? Pues que en 1667 se produjo otro mucho peor que arrasó Dubrovnik y mató a 5mil personas. Eso sí, la iglesia apenas sufrió daños. Su fachada es de estilo Renacentista y está decorada con relieves y un rosetón. Durante mi visita se encontraba cerrada y no pude acceder al interior. Por lo visto una vez a la semana acoge conciertos de música clásica.
2. Fuente de Onofrio: data del siglo XV y su nombre hace referencia al arquitecto italiano Onofrio della Cava, responsable del sistema que abastecía de agua la ciudad, con un acueducto y dos fuentes. La principal tiene forma circular, con 16 grifos decorados con mascarones y una cúpula. En el pasado estaba rematada por un dragón alado, pero el terremoto destruyó la escultura. La Fuente de Onofrio se ha convertido en un popular punto de encuentro o descanso (a mediodía se llena de turistas comiendo helados).
3. Monasterio Franciscano: el edificio original se construyó durante el siglo XIV, pero el terremoto lo dejó en ruinas y el actual es del siglo XVII. La Iglesia tiene una entrada con un magnífico relieve que escapó a la destrucción; y un campanario de 44m de altura. Dentro hay varios altares con cuadros, columnas y estatuas.
Acceder al resto del Monasterio cuesta 40K y merece la pena. Primero por su Claustro medieval, que tiene docenas de columnas y capiteles adornados con relieves donde aparecen plantas, figuras humanas y animales. Además en las paredes hay frescos que representan escenas de la vida de San Francisco (me gustó uno donde aparece rodeado de las almas que sufren en el Purgatorio). En segundo lugar el Monasterio alberga un Museo de arte religioso con libros antiguos, cuadros, joyas, cruces, ropa…
Por último incluye una de las Farmacias más antiguas de Europa, ya que entró en funcionamiento en el año 1317. Muestra todo tipo de objetos (envases, pesos, libros de medicina…) y todavía está operativa, aunque a través de un local mucho más moderno situado junto a la entrada del Monasterio.
4. Calle Stradun: es la avenida principal de Dubrovnik y atraviesa el Casco Antiguo de este a oeste. A parte de algunos monumentos imprescindibles, en la Calle Stradun hay un montón de viviendas históricas, tiendas de souvenirs y animadas terrazas. Por aquí pasan todos los turistas que visitan la ciudad y en determinados momentos del día el ambiente es frenético, dificultando mucho la fotografía. Y eso que yo estuve en Dubrovnik en septiembre, con muchas fronteras todavía cerradas por la crisis del coronavirus y sin apenas cruceros. Un día normal de agosto tiene que ser una locura…
COMIDA: PIZZERIA TOMATO
Mi intención era seguir explorando lugares de interés y volver a cenar al restaurante del día anterior. Pero a media jornada me moría de hambre y así no se disfrutan las cosas, con lo cual busqué un sitio donde comer. Para minimizar costes salí del Casco Antiguo y me dirigí a la Pizzeria Tomato, cerca de la Puerta Pile y con buenas críticas. Allí ocupé una mesa de la terraza y pedí una Pizza Tomato (con queso, jamón York, bacon y tomates) y una jarra de cerveza Ozujsko. La pizza me gustó y era de buenas dimensiones. Justo lo que necesitaba para continuar. Precio: 122K (algo más de 16€). No me puedo quejar teniendo en cuenta que en el Casco Antiguo una hamburguesa ya costaba 11€.
MAS LUGARES DE INTERES
Con las pilas cargadas retomé mi recorrido por el Casco Antiguo en el punto donde lo dejé. A continuación llegué a la Plaza Luza, que tiene una estatua de Orlando (o Roland), un personaje muy famoso durante la Edad Media. En realidad fue un caballero a las órdenes del Emperador Carlomagno que falleció en el año 778 durante la Batalla de Roncesvalles. Pero posteriormente la literatura le convirtió en un héroe épico símbolo de libertad e independencia, y muchas ciudades europeas colocaron estatuas en sus plazas (la de Dubrovnik es de 1418). Una pena que durante mi visita estaba tapada por obras de restauración.
En la Plaza Luza hay 3 edificios destacados:
5. Palacio Sponza: construido durante el siglo XVI, este edificio ha desempeñado todo tipo de funciones: oficina de aduanas, casa de la moneda, banco, escuela… Hoy día alberga el archivo de Dubrovnik. El exterior es impresionante, con una fachada mezcla de estilos Gótico y Renacentista, un pórtico con columnas y una estatua de San Blas. La entrada cuesta 25K y da acceso a un patio interior de dos plantas rodeado de columnas; y varias salas con una exposición dedicada a la figura de Orlando y su estatua. No me convenció (quizás por eso no había nadie más).
6. Campanario: con sus 31m de altura se trata de una de las imágenes icónicas de Dubrovnik. El original era del siglo XV pero quedó dañado tras el terremoto. Tuvo que ser demolido en 1928, cuando se empezó a inclinar peligrosamente, y reconstruido un año más tarde.
7. Iglesia de San Blas: está dedicada al patrón de Dubrovnik y data de 1715, cuando sustituyo a una iglesia románica en ruinas. La fachada es de estilo Barroco y está coronada por varias estatuas. En el interior hay altares lujosamente decorados, pero lo que más llama la atención es una urna de cristal que contiene el cuerpo incorrupto de San Silvan, un mártir fallecido en el siglo XV. La verdad es que parece una figura de cera, con un corte en el cuello, pero vi a varios lugareños arrodillados frente a ella.
8. Plaza Gundulic: debe su existencia al terremoto, porque destruyó los edificios que ocupaban la zona. En el centro hay una estatua de Ivan Gundulic, un famoso poeta local. Cada día tiene lugar un mercado diario con puestos que venden todo tipo de productos locales: frutas, verduras, dulces, mapas antiguos, artesanía… Eso sí, a precios de Dubrovnik.
Para acabar la jornada me dediqué a deambular sin rumbo por el entramado de callejuelas empedradas que se extiende al norte de la calle Stradun. A esas horas la mayoría de turistas ya habían desaparecido y pude hacer fotos con tranquilidad, disfrutando de una gran atmósfera. Durante mi recorrido vi puertas antiguas, filas de ropa tendida, ventanas de madera, iglesias escondidas y numerosos gatos con buen aspecto. Me tocó subir y bajar por docenas de escaleras, pero me lo pasé genial.
En esta zona se encuentra la calle Prijeko, paralela a Stradun, con pequeñas terrazas llenas de encanto que aprovechan cada rincón, música agradable… y menús a precios imposibles. Lo curioso es que había un montón de gente cenando, con platos abundantes e incluso botellas de vino. En fin, otro nivel…
A las 18h pasadas decidí regresar a pie a mi alojamiento, satisfecho por cómo había transcurrido el día. Hay varias cosas de Dubrovnik que me llamaron la atención:
*No hay carteles informativos junto a los principales monumentos. Es como si el gobierno local asumiera que aquí todo el mundo viene con guías o formando parte de grupos organizados y no se molesta. Me pareció fatal.
*En todo el Casco Antiguo está prohibido el tráfico, a excepción de unos vehículos eléctricos que se dedican a transportar materiales y productos. Menos mal, porque con tanta gente ya sería imposible moverse.
*Durante mi visita no paré de cruzarme con turistas americanos, muchos de ellos atraídos por la serie Game of Thrones.
*En verano la zona está llena de mosquitos invisibles y a la que me detenía unos segundos me picaban en las piernas.
Cuando estaba a punto de llegar a mi habitación se empezó a poner el sol y paré a hacer fotos aprovechando una plataforma de cemento donde había varios coches aparcados. Fue un bonito espectáculo, con la Península de Lapad, el mar salpicado de islas, y un cielo teñido de color naranja. Ya en mi alojamiento me dediqué a leer y descansar. Y solventé la cena con un Burek de queso que compré en una panadería (15K); una cerveza Karlovacko; y un yogur.
SEGUNDO DIA EXPLORANDO DUBROVNIK
La jornada comenzó con mi alarma sonando a las 7.30h y me puse en marcha sin perder tiempo porque tenía una agenda apretada. Así que desayuné; preparé la mochila; y caminé hasta el Casco Antiguo de Dubrovnik, de nuevo con sol y un cielo azul despejado. Tras cruzar la Puerta Pile seguí visitando lugares de interés. Esto fue lo más destacado:
9. Murallas: sin duda son el elemento más característico de Dubrovnik. Las primeras murallas datan de finales del siglo VIII, aunque las que se ven actualmente fueron construidas entre los siglos XIV-XVII. Tienen una longitud de 2km y rodean casi por completo el Casco Antiguo, con diferentes torres, bastiones y fuertes que forman uno de los sistemas defensivos medievales mejor conservados de Europa. Muy necesario considerando que la República de Ragusa se encontraba entre el Imperio Otomano y la República de Venecia, aunque al final fueron más decisivas las habilidades diplomáticas de sus gobernantes.
Hoy día es posible subir a las murallas y recorrer todo su perímetro, pero a cambio de un importante desembolso: nada menos que 200K (¡27€!). Una auténtica locura. Aunque no me quería marchar de Dubrovnik sin vivir la experiencia y acabé comprando un billete a regañadientes. La visita se realiza por libre, avanzando en sentido contrario a las agujas del reloj para evitar atascos, porque hay varios puntos donde el camino se estrecha. Si quieres huir de las multitudes lo mejor es acceder a las murallas a primera hora (abren a las 8h) o a última (entre 16-18h). Yo opté por madrugar y siempre había gente a mi alrededor, aunque era soportable.
Caminando por las murallas disfruté de unas panorámicas geniales de Dubrovnik: el Fuerte Lovrijenac coronando un peñasco; el Puerto Antiguo con sus docenas de barcas; y la Torre Minceta, que constituye el punto más alto del sistema defensivo y permite contemplar un mar de tejados de color rojo, con diferentes campanarios y cúpulas, y la Isla Lokrum en la distancia. Además vi patios de antiguas viviendas con la ropa tendida; gatos durmiendo al sol; y hasta un grupo de delfines nadando en un mar de aguas azules. En total estuve más de 2 horas y me lo pasé genial, con mi cámara de fotos echando humo.
Por cierto, me costó elegir entre primera y última hora porque no encontré información sobre el momento del día con mejor luz para la fotografía. Está claro que cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, pero tras mi visita creo que por la tarde es mejor (en la Torre Minceta tenía el sol de cara). El problema es que no se puede repetir: el billete es de un único uso y si sales de la muralla ya no te permiten volver a entrar. Para ello hay varios empleados en los diferentes accesos controlando el paso con lectores de códigos.
Yo por supuesto lo intenté por la tarde, pero un empleado escaneó mi billete y no me dejó continuar, a pesar de mi cara de decepción. Una pena, teniendo en cuenta el precio y que al final muy poca gente repetiría (la gran mayoría son grupos que están de paso por Dubrovnik y van a toda prisa). Recomiendo visitar las murallas, pero esta medida excesiva me dejó con muy mal sabor de boca. Y es que todo en Dubrovnik está orientado a exprimir la mayor cantidad de dinero posible del turista.
A continuación retomé la ruta del día anterior:
10. Palacio del Rector: el edificio original data del siglo XV, era de estilo Gótico y fue diseñado por Onofrio della Cava (el de la Fuente). Pero la explosión de un arsenal y dos terremotos provocaron importantes daños y el Palacio se reconstruyó varias veces añadiendo elementos Renacentistas y Barrocos. En el exterior destaca un elegante pórtico con columnas y elaborados capiteles donde aparecen ángeles y otros personajes (como Asclepio, dios Griego de la Medicina).
En este Palacio vivía el Rector, que era el Jefe de Gobierno de la República de Ragusa y formaba parte del Consejo Menor, encargado de la gestión diaria. Su mandato duraba solo un mes ya que las decisiones importantes se tomaban en el Senado. Todos los órganos de gobierno estaban integrados exclusivamente por miembros de la aristocracia, y el matrimonio entre distintas clases sociales estaba prohibido.
Hoy día el Palacio del Rector alberga el Museo de Historia de Dubrovnik. Una vez más me tocó rascarme el bolsillo porque la entrada cuesta 100K. Vaya día llevaba… En el interior hay un patio de dos plantas rodeado de columnas; y numerosas salas con exposiciones de lo más variado: una colección de pintura; monedas antiguas; esculturas; fotografías tomadas durante el Cerco de Dubrovnik; objetos procedentes de una Farmacia tradicional… También se puede visitar el Despacho del Rector, la Sala de Reuniones y las Mazmorras.
11. Catedral de la Asunción: cuenta la leyenda que Ricardo Corazón de León, Rey de Inglaterra, sobrevivió a un naufragio en 1192 cuando regresaba de las Cruzadas y fue arrastrado a la Isla de Lokrum. En agradecimiento decidió financiar la construcción de una lujosa iglesia Románica que se levantó en el lugar que ocupaba una antigua Basílica del siglo VII. Pero el templo quedó arrasado tras el terremoto y el actual data de 1713.
El exterior es imponente, con una fachada decorada con estatuas y una enorme cúpula. Durante mi visita se estaban realizando obras y había andamios en los laterales del edificio que de momento no tapaban nada interesante. Dentro pude ver varios altares con esculturas, columnas y cuadros. El problema fue que coincidí con dos grupos de turistas que rompían la magia del lugar. En un lateral está la entrada al Tesoro, que contiene una colección de arte religioso además de las reliquias de San Blas (la cabeza y un brazo). Cuesta 30K pero yo no lo visité.
COMIDA: PIZZERIA MAMMA MARGUERITA
Mientras caminaba por el Casco Antiguo pasé por este local y vi que sus precios eran similares a los de la Pizzería donde comí el día anterior, así que no me compliqué la vida y ocupé una mesa de la pequeña terraza, situada en una calle muy tranquila. Tras examinar el menú dudé entre repetir pizza o un plato de pasta. Al final pedí Espagueti Carbonara y una jarra de cerveza Ozujsko. Estaban ricos, pero me quedé con un poco de hambre. Precio: 125K. Por cierto, la camarera era muy simpática.
MAS LUGARES DE INTERES
Tras llenar el estómago seguí visitando monumentos imprescindibles del Casco Antiguo de Dubrovnik:
12. Iglesia de San Ignacio: fue construida en el siglo XVII y tiene una impresionante fachada. En el interior destacan los magníficos frescos del ábside envueltos en sombras; y una representación de la Cueva de Lourdes. La Iglesia está ubicada en la Plaza Rudera Boscovika, donde también se encuentra el antiguo Colegio de los Jesuitas, conocido como Ragusinum. Me sorprendió que la plaza no estaba asfaltada, desconozco si de forma temporal. Se accede mediante la Escalera de los Jesuitas, popularizada por Game of Thrones al ser el lugar donde Cersei Lannister protagoniza el “Walk of Shame” caminando completamente desnuda entre la multitud.
13. Puerto Antiguo: está al sur del Casco Antiguo y se accede de forma indistinta cruzando la Puerta del Puente o la Puerta de la Lonja de Pescado. Por aquí transitaba la flota de la República de Ragusa, compuesta por centenares de embarcaciones. Es un lugar ideal para pasear, con el enorme Fuerte Sveti Ivan y un rompeolas con bancos que permite contemplar bonitas vistas de las Murallas y el Monte Srd. Incluso hay una zona en las rocas equipada para darse un baño, con escaleras metálicas y rudimentarias duchas. El color del agua era espectacular pero no tenía mi bañador encima.
En la actualidad el Puerto Moderno se encuentra 3km al oeste, no muy lejos de mi alojamiento. De esta forma los grandes cruceros turísticos no distorsionan el paisaje del Casco Antiguo, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares del Mediterráneo, como Kotor (Montenegro).
14. Monasterio Dominico: data del siglo XIV, con un exterior de estilo Gótico perfectamente integrado en la Muralla de la ciudad. Dentro hay un Claustro medieval y un Museo de Arte Religioso, pero yo ya había visitado el Monasterio Franciscano y hubiera sido un poco redundante, así que continué mi recorrido.
15. Fuerte Revelin: se encuentra en el extremo oriental del Casco Antiguo, al otro lado de la Puerta de Ploca. Fue construido en 1549 y era el más resistente del complejo defensivo, equipado con altísimos muros y conectado a la ciudad mediante dos puentes. En la actualidad acoge conciertos de música.
16. Fuerte Lovrijenac: un castillo situado sobre un peñasco al oeste del Casco Antiguo a 37m de altura. Los expertos creen que fue construido entre los siglos XII y XIII, aunque posteriormente se realizaron diferentes reformas. Su imagen es muy fotogénica. La visita está incluida en el billete de las Murallas, todo un detalle tratándose de Dubrovnik.
El interior de Lovrijenac está vacío. Se puede recorrer el patio, diversos pasadizos con arcos y columnas, y la parte superior con 3 terrazas que ofrecen unas vistas memorables del Casco Antiguo (mejor luz por la tarde). Aquí se filmaron varias escenas de Game of Thrones y me crucé con grupos donde el guía las explicaba con detalle y enseñaba fotos de la serie. Mientras bajaba las escaleras del fuerte encontré otro punto con una magnífica panorámica de Dubrovnik que me retuvo unos minutos.
A continuación regresé al Casco Antiguo y me dediqué a callejear por la zona al sur de la calle Stradun, viviendo una experiencia similar a la del día anterior. Fue una gozada descubrir arcos de piedra, escudos familiares con relieves, esculturas de San Blas, puentes que conectan edificios a varios metros de altura… Todo un respiro escuchar solo el sonido de mis pasos después de pasar el día rodeado de turistas.
Para acabar la jornada me acerqué a la Heladería Peppino, considerada por muchos la mejor de la ciudad. Yo me compré una tarrina de 2 bolas (tiramisú y naranja/queso) y la verdad es que el helado estaba delicioso. Ya tenía ganas, porque todo el mundo caminaba por la calle comiendo y me dieron envidia. Precio: 28K. Una forma perfecta de finalizar mi visita a Dubrovnik.
CONCLUSION
Dubrovnik es una ciudad espectacular, y antes de mi visita ya sabía que se trataba de un lugar muy turístico con precios superiores a todo lo que había visto hasta ese momento durante mi recorrido por los Balcanes. Pero nunca me hubiera imaginado que mi gasto diario sería mayor que el de mi viaje a Kuwait un par de años antes. Y sin permitirme ningún tipo de lujo. Con lo cual si tu presupuesto es ajustado te recomiendo dedicar a Dubrovnik el mínimo necesario (2 jornadas completas) y salir volando en busca de sitios más económicos.
Hay tarjetas que incluyen las visitas a 9 lugares de interés de Dubrovnik (no están todos). Sirven para 1, 3 o 7 días. La de 1 cuesta 250K y de haberla comprado me habría ahorrado 90K, porque visité las Murallas, el Monasterio Franciscano y el Palacio del Rector. Pero me habría obligado a hacer todas las visitas el mismo día. La de 3 es mejor (cuesta 300K) y me seguía ahorrando 40M. Una pena que me enterara demasiado tarde. Además con la tarjeta tienes autobús gratuito y descuentos en otros medios de transporte. Muy recomendable.
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