Consejos prácticos para planificar correctamente tu viaje sin billete de vuelta y evitar las prisas de última hora.
Cuando tomé la decisión de dejarlo todo para realizar un viaje sin billete de vuelta no era consciente de la infinidad de gestiones y preparativos que me iba a tocar realizar antes de abandonar el país. Mi lista inicial era bastante sencilla. Pero a medida que se acercaba la fecha de mi marcha comenzaron a surgir nuevas tareas y la lista no paró de crecer. Por suerte hice las cosas con tiempo suficiente; y encontré varios blogs de viajes que me aportaron información de gran utilidad (entre ellos exploralabola). Así que con la intención de ayudar en lo posible aquí va una relación de todo lo que debes tener en cuenta para poder organizar ese gran viaje con el que llevas tanto tiempo soñando.
SITUACION LABORAL
Si no tienes trabajo este apartado no te afecta. Y si tienes pero estás de él hasta las narices y no aguantas ni un minuto más, abandonarlo te dará una satisfacción especial (lo he hecho en un par de ocasiones y la sensación es impagable). El problema surge cuando tienes trabajo y te encuentras a gusto en él; o bien te proporciona una estabilidad económica que no quieres perder para siempre (más teniendo en cuenta cómo está hoy día el mercado laboral). En este caso, antes de liarte la manta a la cabeza y abandonarlo todo te recomiendo hablar con tu empresa e informarte sobre las posibilidades de solicitar un período de excedencia voluntaria.
Yo estuve casi un año dándole vueltas a las diferentes opciones disponibles. Durante ese tiempo investigué, me marqué una fecha de salida, y ahorré todo lo que pude. Al final negocié con mi empresa una excedencia de 5 años (el máximo que podía solicitar), tiempo más que suficiente para recorrer el mundo sin prisas.
VIVIENDA
Si vives con tus padres este apartado no te afecta. Y si vives de alquiler solo deberás tener en cuenta dos cosas: con cuanta antelación tienes que notificar al propietario de la vivienda que te marchas; y donde vas a guardar tus cosas hasta que regreses. Pero si tienes un inmueble en propiedad (como es mi caso) todo se complica. Por un lado, no me apasionaba la idea de alquilarlo a un desconocido, con todos los riesgos que eso conlleva. Pero por otro, tampoco podía continuar pagando durante mi viaje todos los gastos fijos que implica la propiedad de una vivienda (IBI, cuotas de la comunidad de propietarios, seguro del hogar, suministros…).
Al final encontré una solución intermedia: ceder el uso de la vivienda a un familiar. Así queda en manos de una persona de máxima confianza; no tengo que soportar los gastos fijos del inmueble; y además el familiar se hace cargo de mi mascota (mi gato Puno) mientras estoy fuera. Un acuerdo beneficioso para ambas partes.
Tanto si alquilas tu vivienda en propiedad como si cedes su uso, es muy importante que te informes del impacto fiscal de cada opción de cara a tu liquidación del IRPF. Por ejemplo, en mi caso me enteré casi de rebote que, aunque ceda el uso de la vivienda sin cobrar un alquiler, para Hacienda no hay nada gratis. Y en las próximas declaraciones del impuesto estaré obligado a incluir una «imputación de rentas», equivalente al 2% del valor catastral del inmueble. Además, para evitar problemas, hay que dejar constancia de esa cesión mediante la formalización de un contrato privado donde se detallen las condiciones.
RECIBOS DE SUMINISTROS
Tanto si vives de alquiler como si eres el propietario del inmueble, tendrás que asegurarte que se cambia la titularidad de los contratos de suministro de luz, agua, gas y teléfono fijo (a nombre del propietario, o del arrendatario si decides alquilar tu vivienda). Y que no te cobran más recibos de la cuenta una vez realizado el cambio. Suele ser un trámite gratuito que deberá realizar por teléfono el nuevo titular. Otra opción que elige mucha gente consiste en modificar solo la cuenta bancaria donde está domiciliado el pago de los recibos, indicando la cuenta de la persona que utilizará los suministros. Este trámite también es gratuito, y se puede realizar online a través de la página web de la compañía.
En cuanto a los servicios de telefonía móvil, lo normal es que te interese mantener tu número pero no quieras pagar cuotas mensuales (las tarifas por utilizarlo fuera de la Unión Europea son prohibitivas). En este caso habla con tu operadora y solicita que pasen tu número de Contrato a Prepago. Yo soy cliente de Movistar y el único compromiso de la fórmula Prepago es realizar una recarga mínima de 5€ cada 6 meses (se puede hacer online).
DOCUMENTACION
Hay una serie de documentos a tener en cuenta para un viaje de larga duración. Algunos obligatorios y otros muy recomendables.
1. Pasaporte: si está a punto de caducar o si no le quedan muchas páginas libres para visados te recomiendo renovarlo anticipadamente en cualquiera de las delegaciones autorizadas de la Policía Nacional. Así evitarás tener que volver a casa anticipadamente solo para esta gestión. El precio es de 30€ y normalmente no ponen pegas. Aunque en mi caso el funcionario de turno consideraba que 8 páginas eran más que suficientes para un viaje de 5 años y le costó dar su brazo a torcer.
2. Carnet de Conducir Internacional: si tienes previsto alquilar coche o moto, en algunos países se exige este documento. Se obtiene en cualquier delegación de la DGT y cuesta 10,20€. Aunque solo es válido solo por un período de 12 meses.
3. Poder Notarial: con este documento otorgas a una persona de máxima confianza (el apoderado) la facultad de actuar en tu nombre durante tu ausencia. Así el viaje no se verá alterado por situaciones como una convocatoria para formar parte de una Mesa Electoral o una reclamación de la Agencia Tributaria. Puedes otorgar un Poder General (cubre todas las posibles situaciones pero es más caro); o un Poder Especial (más barato, aunque limita las facultades del apoderado y puede que una vez de viaje surja alguna necesidad que no habías previsto).
En mi caso opté por otorgar un Poder Especial ajustado a mis necesidades concretas. Lo gestioné a través de una Notaría cercana a mi trabajo y la verdad es que acabé muy contento. Una empleada resolvió todas mis dudas (tanto presencialmente como por correo); elegí las facultades; y quedamos un día para firmar el poder. Precio por 6 páginas: 50€.
4. Testamento: si tienes bienes en propiedad puedes aprovechar la visita al Notario para formalizar un documento en el que designas a tus herederos en caso de fallecimiento. Este tema se considera tabú y la gente trata de evitarlo. Pero una cosa está clara: durante tu viaje vas a utilizar medios de transporte que incumplen todas las normativas de seguridad; visitar países de climatología extrema; subir montañas; explorar selvas tropicales… Y tu exposición a posibles fatalidades se va a multiplicar. Así que no cuesta nada facilitar las cosas a tus familiares en el hipotético caso de que ocurra lo peor. Yo formalicé el Testamento al mismo tiempo que el Poder. Precio: 40€.
Es importante guardar copias de estos y otros documentos relevantes (tarjetas bancarias, declaraciones del IRPF, facturas originales de los objetos de valor que lleves de viaje…). En dos formatos:
*Físico: en una caja o carpeta a la que pueda acceder algún familiar de confianza (o el apoderado) en caso de necesidad, para realizar gestiones concretas.
*Virtual: escaneados y guardados en tu cuenta de correo electrónico o en la nube, para que los puedas utilizar en cualquier momento (pérdida de pasaporte, reclamación al seguro…).
SALUD
Este apartado es crítico ya que tu estado de salud puede convertir el viaje de tus sueños en la peor pesadilla. Por supuesto hay infinidad de factores impredecibles, pero realizando algunas gestiones antes de ponerte en marcha reducirás bastante las probabilidades de vivir situaciones desagradables.
1. Revisión Médica: te recomiendo visitar a tu médico de cabecera y hacerte un chequeo lo más exhaustivo posible, incluyendo una analítica completa de sangre y orina, y un electrocardiograma. Además, acude al dentista para asegurarte de que todo está en orden (no quieres que esa caries que no detectaste a tiempo se manifieste en pleno trekking por las montañas de Nepal). Y al oftalmólogo (si tienes problemas de visión), para que actualice la graduación de tus gafas o lentillas. Como dice el refrán, «más vale prevenir que curar«. Sobretodo cuando la cura se va a realizar en algún país inhóspito donde no entienden tu idioma.
2. Vacunas: tendrás que pedir cita en un Centro de Medicina Tropical para actualizar tu Cartilla de Vacunación, ya que muchas de ellas dejan de tener efecto al cabo de un tiempo. Yo actualmente estoy vacunado contra la Fiebre Amarilla; Hepatitis A y B; Fiebre Tifoidea; Rabia; Encefalitis Japonesa; Meningitis; Tétanos y Difteria. En el Centro también te harán la receta para que compres las pastillas para un Tratamiento de Urgencia contra la Malaria (por si notas los síntomas y no puedes acudir a un médico inmediatamente).
3. Seguro de Viaje: imprescindible. No contratar un seguro para un viaje sin billete de vuelta es como jugar a la ruleta rusa. Si no te pasa nada te habrás ahorrado un dinero. Pero hay países donde un leve percance médico (como romperte una pierna o una sencilla intervención quirúrgica) puede acabar hundiendo tu economía. Así que yo no me la jugaría. No hay muchas compañías que ofrezcan pólizas para viajeros sin billete de vuelta. Tras un tiempo investigando comprobé que la mayoría de viajeros recomendaba alguna de estas 4:
*IATI Seguros.
*Mondo.
*True Traveller.
*World Nomads.
Yo al final me decanté por True Traveller. Los motivos: elevada cobertura médica; opción Adventure Pack, que cubre actividades como trekking hasta 4.600m de altura o submarinismo hasta 40m de profundidad; posibilidad de asegurar de forma separada 3 aparatos electrónicos; precio competitivo; página web con explicaciones detalladas; y buenas críticas de otros viajeros. En cuanto a mi experiencia con True Traveller, durante casi 4 años recorriendo el mundo solo he tenido que tramitar un parte una vez (me sacaron una muela en Irán) y la verdad es que me reembolsaron el dinero sin problema. Pero no es suficiente para recomendarla.
4. Botiquín: en un viaje de larga duración es muy conveniente llevar una serie de medicamentos para afrontar situaciones de emergencia. En el mío incluyo analgésicos (Ibuprofeno, para dolor de cabeza o muscular); antihistamínicos (para picaduras de insectos); antibióticos (para infecciones); antidiarreicos (Tiorfan); protección solar (mínimo factor 30); material de cura (antiséptico, gasas, esparadrapo y tijeras); repelente de insectos (Goibi Xtrem); y tiritas (Compeed, para ampollas o rozaduras).
DINERO
Otro apartado esencial para estirar al máximo tus ahorros y evitar quedarte sin efectivo en ese lugar remoto alejado de la civilización.
1. Presupuesto: en base a la cantidad de dinero que has conseguido reunir para tu viaje y el tiempo que vas a estar en ruta, calcula cuál es tu presupuesto diario y acostúmbrate a anotar los gastos. No es cuestión de obsesionarte y cumplirlo cada día a rajatabla. Habrá jornadas en las que no consumas todo el presupuesto y otras en las que te excedas. Y países mucho más caros que otros. Pero siempre deberás tener presente el resultado global y revisarlo de vez en cuando para evitar sorpresas durante el viaje. Sin contar con ingresos extra que a lo mejor no acaban llegando.
Hoy día hay un montón de aplicaciones para móvil que te ayudarán a llevar un control de tu presupuesto. Yo utilizo Trail Wallet. Me gusta porque es muy visual y sencilla de utilizar. Puedes añadir múltiples viajes; añadir gastos en cualquier moneda (la app tiene un conversor que se va actualizando); dividir los gastos en diferentes categorías personalizables; incluir una imagen de cada recibo; obtener gráficos… Precio: 5,49€ (con entradas ilimitadas).
2. Banco: antes de comenzar el viaje asegúrate de que todo está en orden con tu entidad financiera y ten en cuenta los siguientes consejos:
*Descárgate la app de tu entidad para poder gestionar las cuentas desde el móvil. Esto te permitirá realizar online todo tipo de operaciones: traspasos, consultas de movimientos, anulación de tarjetas…
*Mantén dos cuentas separadas: una para tus gastos corrientes, vinculada a tus tarjetas, donde puedes ir traspasando el presupuesto del mes; y otra para el resto de tu dinero. Así reduces el impacto de posibles fraudes (por ejemplo si te roban alguna tarjeta o la pierdes).
*Tarjetas: revisa su fecha de caducidad y si está cercana solicita otras nuevas. Además te recomiendo que viajes con más de una, por si la pierdes o sufre algún daño.
3. Comisiones: utilizar las tarjetas de tu entidad financiera en el extranjero implica el pago de una serie de comisiones, que en el caso de un viaje sin billete de vuelta se pueden convertir en un gasto extra significativo:
*Retirada de efectivo en cajeros automáticos: mi entidad cobra un 4,5% sobre la cantidad retirada, con un mínimo de 3,5€ (5%, mínimo 3€, si se retira efectivo a crédito). Además por utilizar la tarjeta fuera de la Zona Euro aplica una comisión de tipo de cambio del 3%. Y, por si fuera poco, la entidad propietaria del cajero también suele cobrar una comisión, que varía enormemente (desde 1€ en Turquía hasta el 15% del importe retirado en Nigeria). Lo normal es que antes de realizarse la transacción aparezca en la pantalla un mensaje informativo, pero no siempre es así.
*Pago de compras en comercios: solo se aplica la comisión de tipo de cambio del 3%.
El resto de entidades financieras españolas cobran comisiones similares. Aunque en los últimos años han aparecido en el mercado diferentes tarjetas que ofrecen unas condiciones más ventajosas para el viajero. Yo elegí dos:
*Revolut: se trata de una tarjeta prepago que se gestiona a través de su app para móvil, añadiendo saldo con la tarjeta de tu entidad financiera (disponible al momento). Cuenta con un servicio de atención al cliente accesible mediante el chat de la app.
Se solicita a través de la app de Revolut y al cabo de unos días la recibes por correo (coste mínimo de 6€ por el envío ordinario). Hay 4 modalidades de tarjeta. La Estándar (básica) no tiene gastos de mantenimiento. Con ella puedes retirar un máximo de 200€/mes en efectivo (o 5 transaciones) sin comisiones en cualquier cajero del mundo, a excepción de la que aplica la entidad propietaria del cajero. Y pagar compras en comercios al tipo de cambio oficial por un máximo de 1.000€/mes. Actualmente es la tarjeta que más utilizo y no he tenido ningún problema hasta la fecha.
Nota: en enero/2022 se convirtió en Revolut Bank y desde entonces opera como una entidad financiera más, ofreciendo todo tipo de servicios. Por suerte este cambio no afectó al funcionamiento de la tarjeta y no es necesario tener una cuenta corriente con ellos.
*BNext: es otra tarjeta prepago que funciona de forma idéntica a Revolut. Se obtiene a través de la app de BNext y al cabo de unos días la recibes por correo (coste de 4,5€). Con ella puedes retirar un máximo de 500€/mes en efectivo (o 3 transaciones) sin comisiones en cualquier cajero del mundo, a excepción de la que aplica la entidad propietaria del cajero. Y pagar compras en comercios al tipo de cambio oficial por un máximo de 2.000€/mes. Al principio era mi tarjeta favorita, hasta que el escenario cambió.
Nota: en noviembre/2021 BNext también comenzó a operar como entidad financiera. Pero este movimiento implicó varios problemas: antes del cambio la tarjeta dejó de funcionar durante muchas semanas por problemas técnicos; para continuar utilizando BNext era necesario solicitar una nueva tarjeta (Mastercard); las condiciones eran mucho peores (comisión del 1,8% + 0,5€ sobre retiradas de efectivo y compras en comercios fuera de la Zona Euro, sin bonificación). Con lo cual yo di de baja mi tarjeta y recuperé el saldo restante. Una pena porque funcionaba genial.
4. Dólares de emergencia: yo siempre incluyo en mi cartera 200Usd en efectivo que reservo para situaciones de extrema necesidad. En un par de ocasiones los he utilizado y me sacaron del apuro.
EQUIPAJE
Durante tu viaje por el mundo podrás reponer con facilidad la mayoría de objetos que incluyas en tu mochila, como camisetas, productos de higiene personal o medicamentos. Pero hay algunos que te recomiendo revisar con especial atención antes de partir, porque te costará mucho más sustituirlos. Sobre todo el material técnico de montaña (calzado, abrigo…) o los aparatos electrónicos (cámara de fotos, objetivos…).
Para saber más sobre el equipo necesario para un viaje de larga duración te recomiendo leer mi post Equipaje Básico Para Tu Vuelta Al Mundo.
CONCLUSION
Como verás son muchas las gestiones a realizar si quieres iniciar tu viaje sin billete de vuelta dejando todo bien atado. Lo ideal es que comiences con una antelación mínima de un mes, ya que hay muchos trámites que requieren un tiempo. En este post hablo de distintos productos y servicios de los que no recibo ningún tipo de comisión. Son opciones personales que he elegido tras comparar entre toda la oferta disponible y pedir consejo a diferentes viajeros que ya los han utilizado.