Un profundo cañón rodeado de miradores con vistas imponentes, rocas de formas curiosas, y fotogénicas cascadas precipitándose al vacío
La Blyde River Canyon Nature Reserve es una de las principales atracciones turísticas de la provincia de Mpumalanga. Aquí se encuentra el famoso Blyde River Canyon, que con 25km de longitud y una profundidad media de 750 metros, es el segundo cañón más grande de África. Solo superado por el Fish River Canyon (Namibia). Pero además, la reserva comprende una serie de miradores, formaciones geológicas y cascadas, que forman un circuito muy interesante conocido como Panorama Route.
Esta reserva fue creada en 1965 y cuenta con una superficie de 290km2. La mejor forma de explorar la zona es alquilando un coche. O uniéndote a un circuito organizado por alguna agencia de viaje local. Utilizando como punto de partida la diminuta población de Graskop, situada al sur del recorrido.
BREVE HISTORIA DE MPUMALANGA
Los orígenes de la provincia de Mpumalanga son fascinantes. Poca gente sabe que ya entrado el siglo XX estas tierras formaban parte de un país independiente, separado de Sudáfrica. A continuación, hago un resumen de la historia de este lugar.
Durante los 140 años que los holandeses mandaron en Cape Colony, la zona recibió la llegada constante de granjeros con sus familias. Los cuales, animados por la Dutch East India Company, ocuparon tierras y pusieron en marcha granjas para abastecer de productos la nueva colonia. Estos granjeros, llamados Vrijburgers («ciudadanos libres»), procedían principalmente de Holanda, Alemania y Francia. Y con el tiempo, muchos de ellos, conocidos como Boers («granjeros»), fueron ocupando tierras cada vez más remotas. Llevando vidas semi nómadas, alejadas de la civilización.
Los Boers compartían varios rasgos comunes. Como su espíritu libre. O una profunda religiosidad, de convicciones Calvinistas, que les hacía verse a sí mismos como un pueblo elegido, que por designio divino sobrevivía en unas duras condiciones. Rodeado de bestias y razas inferiores, para ganarse la salvación eterna (muchos sitúan aquí los orígenes del Apartheid).
La ocupación de Cape Colony por parte de los ingleses a principios del siglo XVIII trajo consigo varios cambios que provocaron la indignación de los Boers. Principalmente dos de ellos:
1. La abolición de la esclavitud, y la proclamación de la igualdad de razas (algo que los Boers veían como una blasfemia, en contra del orden divino).
2. La imposición del inglés como idioma oficial de la colonia, marginando el holandés.
Así que a partir de 1836, miles de Boers reunieron sus pertenencias, y comenzaron a emigrar hacia el interior en busca de una nueva vida. Este fenómeno fue conocido como el Great Trek. Uno de esos grupos se estableció al norte del río Vaal. Y en 1852 ya habían proclamado la República de Transvaal, reconocida a nivel internacional como país independiente, y presidida durante muchos años por Paul Kruger. Incluso consiguieron derrotar al poderoso ejército inglés en la Primera Guerra Boer, en 1881. Pero en 1902, en la Segunda Guerra Boer, fueron finalmente vencidos y anexados al Imperio Británico, pasando a ser la Provincia de Transvaal.
Con el fin del Apartheid, en 1994, se decidió reorganizar el país, y Transvaal fue troceado. Una parte, conocida como Eastern Transvaal, se convertiría en la actual Provincia de Mpumalanga, que en lengua Zulú significa «lugar donde sale el sol», por su ubicación geográfica. Actualmente, alrededor del 90% de la población es de raza negra. Y casi todo el mundo visita Mpumalanga para explorar el sector sur del Kruger National Park, ubicado en su territorio.
VIAJE HAZYVIEW – GRASKOP
Tras finalizar mi visita al Kruger National Park, amanecí a una hora más razonable en mi guest house de Hazyview. Y a continuación disfruté de un magnífico desayuno, con todos los ingredientes posibles: huevos revueltos, bacon, champiñones, tomate, salchicha, tostadas, zumo, café con leche… No se me ocurre un mejor comienzo de día.
Después, me tocó subir a mi coche y ponerme en ruta. Tan solo tuve que conducir 40km hacia el oeste hasta llegar a Graskop. Así que tardé tres cuartos de hora, por una carretera en muy buen estado, sin complicaciones. El clima era perfecto, con un sol radiante y un cielo azul impecable.
ALREDEDORES DEL CAÑÓN
Una vez en Graskop, continué hacia el norte, y me fui deteniendo en tres miradores incluidos en la Panorama Route. Desde los que pude contemplar unas vistas tremendas de la zona:
1. The Pinnacle: un profundo valle cubierto de plantas exóticas, con una enorme torre de roca ubicada en el centro. Su origen es fruto de la erosión de los elementos, que incide de diferente manera en función de la dureza de cada mineral, dando lugar a formas caprichosas. Para contemplar la zona había dos balcones que ofrecían perspectivas diferentes. Precio: 10R por coche.
2. God’s Window: aquí aparqué el coche y subí hasta unos balcones que ofrecían panorámicas alucinantes de las estribaciones de las montañas Drakensberg, con verdes bosques extendiéndose hasta el infinito. Muy recomendable. Y eso que el nombre del lugar dispara las expectativas… Precio: 10R por coche.
3. Wonder View: un último mirador donde me encontré el sol de cara y una bruma que dificultaba bastante obtener buenas fotos. Por suerte, no había que pagar.
Tras visitar los miradores, me dirigí hasta las cercanas Lisbon Falls. Un salto de agua que ce desde una altura de 90 metros (el más alto de Mpumalanga). Y que se puede contemplar desde una serie de miradores ubicados en el lado opuesto. La verdad es que me sorprendió bastante, pues al ser el final de la temporada seca no me esperaba mucha agua, y para nada. La cascada rebotaba en la pared de roca, y formaba un bonito arco iris cerca de su base. Y el paisaje de los alrededores era precioso, con el río Lisbon, bosques, verdes praderas, las montañas de fondo… Precio: 10R por coche.
A finales del siglo XIX se descubrió oro en esta parte de la provincia. Y muchos lugares fueron bautizados por los mineros con el nombre de sus ciudades de origen (como las Lisbon Falls, por mineros de Lisboa). A continuación, antes de seguir explorando, decidí asegurarme un sitio para pasar la noche.
ALOJAMIENTO: THABA TSWENI LODGE – 500R/Noche
*Puntos a favor: chalet individual enorme, con diferentes salas (incluida una sala de estar con chimenea); cama doble comodísima; baño con ducha impecable; cocina totalmente equipada; ubicación perfecta, rodeado de naturaleza; tranquilidad total; precio muy razonable.
*Puntos en contra: ninguno.
La verdad es que el lugar era encantador. Me recibió una mujer (como no, de raza blanca), que tras enseñarme mi chalet desapareció por completo, y no volví a ver hasta el día siguiente, cuando ya me marchaba. Me encantó ver a sus críos correteando por el césped, creciendo rodeados de naturaleza…
Una vez instalado, caminé hasta un río cercano, siguiendo las indicaciones que me dio la dueña. Y estuve un rato bañándome y tomando el sol. Habían sido jornadas intensas en el Kruger Park, y necesitaba un descanso. El paraje no estaba mal, solitario y con una pequeña cascada. Aunque la carretera pasaba a escasos metros.
VISITANDO MAS CASCADAS
Cuando ya empezaba a perder fuerza el sol, regresé a mi chalet, me cambié, y conduje hasta las cercanas Berlin Falls (bautizadas así por mineros alemanes). Aquí el agua cae desde una altura de 80 metros, hasta una laguna natural de color oscuro. El entorno era espectacular, con los colores realzados por las últimas luces del atardecer. El río Sabine discurría tranquilamente por una verde pradera, y se precipitaba al vacío por una enorme pared de roca de color ocre. Solo había un mirador, pero las vistas eran espléndidas. Precio: 10R por coche.
Además de las dos cascadas que visité, al sur de Graskop hay mas, como las Horseshoe Falls, Bridal Veil Falls, MacMac Falls… Yo con ver dos tuve suficiente. Pero los aficionados a este fenómeno natural podrán pasar una jornada completa recorriendo la zona sin aburrirse.
De vuelta en mi chalet, ya oscureciendo, me preparé en la cocina un plato de pasta con salsa de tomate. Y me quedé un buen rato leyendo en un sofá de la sala de estar, con un silencio absoluto.
EL BLYDE RIVER CANYON
Al día siguiente, me levanté a buena hora, y desayuné un bol de cereales con leche y Cola Cao. Preparé las cosas y me despedí de la dueña del alojamiento. Ya en el coche, continué mi ruta hacia el norte, y recorrí 27km hasta el primero de los siguientes puntos de interés, también incluidos en la Panorama Route.
1. Bourke’s Luck Potholes: aquí comienza el Blyde Canyon, con el río transitando por el fondo de un estrecho desfiladero de paredes verticales de color ocre, que se puede contemplar desde varios puentes y miradores. El punto más destacado es el lugar en el que se unen los ríos Blyde y Treur. Donde durante miles de años los remolinos de agua han erosionado la roca formando cavidades de forma circular («potholes»), realmente fotogénicas. El nombre tiene su origen en Tom Bourke, un buscador de oro de la época. Precio: 20R por coche + 30R por persona.
Paseando por los alrededores también pude ver una pequeña serpiente deslizándose por la roca (más tarde me dijeron que se trataba de una serpiente moteada de matorral), y algún colorido lagarto agama de roca tomando el sol. Y lo más sorprendente: una ausencia total de turistas, que ayudó a crear una atmósfera perfecta, con el lugar para mi solo.
2. Lowveld View: más tarde, siguiendo la carretera hacia el norte, llegué hasta este mirador, a más de 1.200 metros de altura, que ofrece una magnífica panorámica del Blyde Canyon. Paredes de roca estratificada, montes ondulados cubiertos de bosques, y al fondo el enorme lago artificial formado por la Presa de Blyderivierpoort. Con buena luz se pueden conseguir unas fotografías alucinantes. Y no es necesario pagar entrada.
3. The Three Rondavels: por último, continuando hacia el norte se llega a un nuevo mirador todavía más espectacular que el anterior. Aquí pude ver en primer plano un acantilado de tonos naranjas y amarillos; el lago que forma la presa, rodeado de montañas; y tres enormes formaciones rocosas conocidas como The Three Rondavels. Por su aspecto similar al de las viviendas tradicionales sudafricanas («rondavels»), circulares y de techo cónico.
Cuenta la leyenda local que las montañas son tres de las mujeres más problemáticas de un jefe local, famoso por repeler con éxito una invasión de los Swazis, durante una batalla memorable. Una pena que cuando llegué, a media mañana, la luz no era muy buena para las fotos. Pero hice lo que pude, y disfruté de unas vistas fenomenales. Aquí sí que había turistas por todas partes. Precio: 10R por coche.
REGRESO A JOHANNESBURG
Tras la visita al último mirador, me tocó ponerme en marcha. Ya se hacía tarde, y por delante tenía nada menos que 425km hasta llegar al aeropuerto de Johannesburg. Donde tenía que devolver el coche de alquiler y coger un vuelo de regreso a casa. La primera parte del trayecto, hasta tomar la N4, fue más complicada de lo esperado: carretera secundaria llena de curvas, baches y pendientes vertiginosas; vehículos lentísimos a los que costaba un mundo adelantar…
Así que una vez en la N4, pisé el acelerador, y recuperé parte del tiempo perdido. Aunque cuando me acercaba al perímetro de la ciudad, me encontré con un tramo de obras que me obligó a continuar recto, saltándome el desvío hacia el aeropuerto. Y se vivieron momentos de tensión. Por el riesgo de perder mi vuelo. Y por la posibilidad de acabar conduciendo por las calles de una de las ciudades más peligrosas del mundo, con unos niveles de delincuencia estratosféricos. Menos mal que pude salir de la N4, me logré orientar. Y acabé encontrando un cartel que señalaba la dirección hacia el aeropuerto.
CONCLUSIÓN
Tras una visita al Kruger Park, la zona del Blyde River Canyon es un buen lugar para pasar un par de días entretenido, atravesando paisajes encantadores. Si el tiempo acompaña, no pararás de sacar fotos. Aunque dicho esto, si vas muy justo de tiempo, recomiendo que te centres en el Kruger Park. Y lo explores como se merece, en lugar de intentar abarcarlo todo e ir con prisas.
Si te gustó el post, dale al like (el corazón que hay en la parte superior), deja un comentario con tu opinión, y sígueme en redes sociales