Un bazar otomano lleno de tiendas de artesanía, un antiguo cementerio judío y una pista de bobsled abandonada en medio del bosque
Fundada por los Otomanos en el año 1461, Sarajevo es la capital de Bosnia y una ciudad que siempre destacó por su multiculturalidad, acogiendo gentes de diferentes etnias y religiones, lo cual le valió el apelativo de “Jerusalén de los Balcanes”. Está atravesada por el río Miljacka y su nombre se asocia a 3 acontecimientos de gran relevancia: el asesinato del Archiduque de Austria Franz Ferdinand en 1914 por un Serbio Bosnio de ideología nacionalista que desencadenó la Primera Guerra Mundial; la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en 1984; y el sangriento Cerco de Sarajevo, que con casi 4 años de duración continúa siendo el asedio más largo a una capital de la historia militar moderna.
La Guerra de Bosnia dejó la ciudad arrasada y dividida tras la creación de East Sarajevo, situada en territorio de la República Srpska, donde se trasladó buena parte de la población Serbia. Pero supo resurgir de sus cenizas y hoy día es el motor económico de Bosnia, además de un importante centro cultural. Estos son los 7 lugares de interés que considero imprescindibles:
BASCARSIJA
Bascarsija es el barrio más antiguo de Sarajevo, construido por los Otomanos cuando fundaron la ciudad en el siglo XV. Se trata sin duda de la principal atracción de la capital y sus calles están llenas de gente a cualquier hora del día, paseando o comiendo Cevapi en alguna de sus animadas terrazas.
Además de los templos religiosos que comento en el siguiente apartado del post, como la Mezquita Gazi Husrev-beg o la Antigua Iglesia Ortodoxa, en Bascarsija destacan varios lugares:
1. Bazar Otomano: ocupa casi todo el barrio (de hecho Bascarsija significa “Bazar Principal”). Y en sus estrechas callejuelas hay docenas de tiendas que venden infinidad de productos artesanales: juegos de café, joyas, alfombras, ropa tradicional, bolsos, cojines, instrumentos musicales, antigüedades, dulces… Aunque también imanes, camisetas y objetos con el típico “I Love Sarajevo”. Me llamaron la atención unos bolígrafos elaborados con balas (curiosa forma de explotar el trágico pasado de la ciudad).
Aquí viví un momento muy desagradable cuando estaba fotografiando una tienda desde la calle y el propietario salió a decirme con malas formas que no hiciera fotos. Entonces no lo sabía pero durante mi recorrido por Bosnia hubo numerosas situaciones donde la gente me trató fatal.
2. Fuente Sebilj: situada en un extremo de Bascarsija, es una de las imágenes icónicas de Sarajevo. Se trata de una elaborada fuente de madera con forma de quiosco coronada por una cúpula. En tiempos del Imperio Otomano la ciudad estaba llena de Sebiljs, pero ahora solo queda una, restaurada en numerosas ocasiones tras sufrir los efectos de incendios y guerras. La verdad es que me costó una barbaridad conseguir buenas fotos porque los turistas prácticamente hacían cola para hacerse un selfie. Hay réplicas de esta fuente en otros lugares, como Belgrado o Novi Pazar, donadas por la comunidad Bosnia.
Junto a la Fuente Sebilj está la conocida como Pigeon Square, donde se reúnen centenares de palomas que la gente alimenta. De vez en cuando levantan el vuelo y el efecto es mágico.
3. Torre del Reloj: con sus 30m de altura es la más alta de Bosnia y está situada junto a la Mezquita Gazi Husrev-beg. La original fue construida durante el siglo XVI, pero la que se ve actualmente data de 1875. Una de sus principales características es que el reloj muestra la hora lunar, para que la gente planifique sus oraciones, por lo tanto cuando se pone el sol son las 00h.
4. Encuentro de Culturas: un punto de la calle Ferhadija donde a un lado comienza Bascarsija, con sus construcciones de estilo Otomano, y al otro se ven los primeros edificios monumentales característicos del Imperio Austro-Húngaro, decorados con esculturas y relieves.
TEMPLOS RELIGIOSOS
Un claro ejemplo de la diversidad cultural que siempre caracterizó a la ciudad de Sarajevo es la presencia en el casco antiguo de 4 edificios religiosos que atendían las necesidades de las diferentes comunidades. Y resulta sorprendente que en la actualidad, a pesar de lo ocurrido durante la Guerra de Bosnia, se puedan visitar libremente sin ninguna medida de seguridad (a diferencia de la tensa situación que se vive en Kosovo).
1. Mezquita Gazi Husrev-beg: construida en el año 1531, es la más grande de Bosnia y debe su nombre al gobernador regional de la época, que fue uno de los hombres de confianza del Sultán Suleimán el Magnífico y jugó un papel destacado en el desarrollo de Sarajevo. La mezquita tiene una cúpula y un minarete de 47m de altura, y su entrada principal está lujosamente decorada. Es un sitio muy popular y cuando llegué el patio estaba lleno de gente comiendo Simit (unos roscos de pan típicos de Turquía).
Visitar el interior fue un poco decepcionante: hay que pagar 3M; el horario es reducido (de 9h a 12h y de 14h a 16h); y no es posible pasear libremente por la sala (se ve desde un pequeño recinto situado en una esquina donde se acumulan todos los turistas). Al menos está permitido hacer fotos, aunque la sala no tiene mucha decoración.
La Mezquita Gazi Husrev-beg forma parte de un complejo que incluye una Madrasa (escuela coránica) con una bonita fachada y chimeneas puntiagudas (ahora alberga un pequeño museo); el Bezistan (un bazar cubierto coronado por varias cúpulas de metal); o los Mausoleos (en el más grande está enterrado Gazi Husrev).
2. Antigua Iglesia Ortodoxa: el templo original data de 1539, aunque fue destruido en una serie de incendios que afectaron al casco antiguo de Sarajevo y el actual es de 1730. Su exterior es realmente sobrio, con un campanario y dos frescos sobre las entradas principales. Normal teniendo en cuenta que era la época de ocupación Otomana y los cristianos estaban obligados a mantener un perfil bajo. En el interior destacan un elaborado iconostasio y el techo de color azul decorado con estrellas, además de una música religiosa muy atmosférica.
Aunque lo más llamativo se encuentra en el piso superior: un pequeño ataúd que en teoría guarda los restos de un niño. Cuenta la leyenda que hace siglos su madrastra le estranguló y arrojó al río, y el cuerpo momificado tiene poderes sobrenaturales. Hoy día muchas mujeres que quieren ser madres o pedir protección para sus hijos acuden a la iglesia y llevan a cabo un curioso ritual alrededor del ataúd.
En la Iglesia Ortodoxa también hay un Museo anexo donde se exponen iconos y manuscritos antiguos (3M).
3. Catedral de Sarajevo: tras la Guerra Ruso-Turca (1878) el Imperio Austro-Húngaro pasó a administrar el territorio de Bosnia y encargó la construcción de una catedral Católica en el centro de Sarajevo. Fue inaugurada en el año 1889 y pronto se convirtió en otra de las imágenes famosas de la ciudad. El exterior es imponente, con dos campanarios de 43m de altura y una fachada decorada con un rosetón. Dentro hay altares con esculturas, un púlpito cubierto de relieves, varios frescos de grandes dimensiones con escenas de la Biblia, y vidrieras.
Por cierto, unos años más tarde, en 1908, el Imperio Austro-Húngaro decidió de forma unilateral quedarse definitivamente con Bosnia ante la indignación de Serbia, que aspiraba a ampliar sus fronteras. Este hecho marcó un deterioro en las relaciones entre ambos países que acabaría desembocando en la Primera Guerra Mundial.
4. Antigua Sinagoga: en 1492, una vez culminada la Reconquista, los Reyes Católicos ordenaron la expulsión de España de todos los judíos, que pertenecían a la comunidad Sefardita. Muchos de ellos fueron acogidos en Sarajevo por el Imperio Otomano, y en el año 1581 el gobernador de la región autorizó la construcción de un barrio judío y una sinagoga. El templo ardió en dos ocasiones por culpa de los incendios y durante la Segunda Guerra Mundial fue reconvertido en prisión y almacén. Hasta que al final en 1966 se decidió ubicar en el edificio un Museo Judío.
El exterior de la sinagoga es muy sencillo. Como la entrada solo cuesta 3M decidí visitar el Museo. Se compone de 3 plantas donde hay fotografías y objetos relacionados con la comunidad judía de Sarajevo. Los Sefardíes hablaban Ladino, un dialecto derivado del Español, y me hizo gracia ver algún libro escrito en esa lengua.
Actualmente la principal sinagoga de Sarajevo es la de los Ashkenazi (otra comunidad judía, procedente de Europa Central), construida en el año 1902 a orillas del río Miljacka. Tiene un exterior de estilo Mozárabe y me hubiera encantado visitarla, pero estaba cerrada al público por la crisis del coronavirus.
MUSEO NACIONAL
*Horario: 10h – 19h (fines de semana hasta las 14h) (lunes cerrado)
*Precio: 8M
*Fotografía: no
Se trata del museo más importante de Bosnia y ocupa un complejo formado por 4 enormes edificios de estilo neoclásico construidos en el año 1913. Durante la Guerra de Bosnia sufrió importantes daños y su director falleció por una explosión de granada mientras intentaba proteger el lugar. Al final se consiguió salvar la mayor parte de la colección, pero desde entonces el Museo padece una alarmante falta de recursos. Tanto que entre el 2012 y el 2015 estuvo cerrado porque no había dinero para pagar a los trabajadores.
El Museo Nacional consta de 4 partes (una en cada edificio): Arqueología, Historia Natural, Etnología y Biblioteca. Yo solo visité la primera porque el resto no me interesaban demasiado. La sección de Arqueología se divide en 3 secciones:
1. Prehistoria: estaba cerrada por obras de restauración, así que no puedo opinar sobre su contenido.
2. Periodo Clásico: incluye vasijas griegas decoradas con dibujos; coloridos mosaicos romanos; esculturas; lápidas y estelas funerarias cubiertas de relieves; trozos de columnas y capiteles… Me gustó mucho.
3. Edad Media: ocupa el primer piso y contiene armas; fragmentos de relieves procedentes de varias iglesias; y joyas. Aunque el objeto más valioso de esta sección es el Haggadah, un códice ilustrado del siglo XIV que los judíos Sefarditas trajeron de España. Una pena que la sala donde se expone estuviera cerrada a causa del coronavirus y me tuve que conformar con ver el libro de lejos a través de un cristal.
En el Museo hay numerosos carteles con información en inglés y apenas me crucé con gente (a parte del típico grupo escolar que desapareció en cuestión de minutos en medio de un griterío tremendo). La fotografía está prohibida pero no tuve ningún problema en hacer unas cuantas porque no había empleados vigilando.
Los 4 edificios del Museo Nacional forman un patio interior donde hay un Jardín Botánico. En el centro tiene una fuente donde nadan graciosas tortugas de agua. Y en un lateral se expone un conjunto de Stecak (lápidas, estelas y sarcófagos procedentes de varias necrópolis medievales). Algunas están decoradas con relieves que representan escenas de caza, guerreros a caballo o simplemente dibujos geométricos. Una forma inmejorable de poner fin a la visita.
MIRADORES
Siempre que visito una ciudad busco lugares elevados para contemplar las mejores panorámicas. Además de los que ya comento en otros apartados del siguiente post, como el Monte Trebevic o el barrio de Vratnik, estos son los más recomendables de Sarajevo:
1. Hotel Decco Deluxe: un alojamiento de 4 estrellas ubicado en la céntrica calle Ferhadija que tiene una terraza con un café al que puede acceder todo el mundo. Primero se sube en ascensor a la Planta 9 y después hay que continuar por unas escaleras hasta la 10. La terraza está distribuida alrededor de un comedor y ofrece unas vistas espectaculares del casco antiguo de Sarajevo, con un mar de edificios, numerosos minaretes, campanarios y las montañas de fondo. Yo ocupé una pequeña mesa, pedí un café con leche (3M) y me dediqué a disfrutar del paisaje y hacer un montón de fotos. Es un sitio muy popular y a mi alrededor había bastante gente, pero pasé un rato genial, con un sol agradable y buena música.
2. Avaz Twist Tower: con sus 172m este rascacielos inaugurado en el año 2008 es el más alto de Bosnia y alberga la sede de Dnevni Avaz, el periódico más leído del país. La imagen de la torre desde la distancia es alucinante, con una retorcida fachada de cristal azul oscuro. El edificio cuenta con diferentes opciones para disfrutar de las vistas.
En la Planta 35 hay un café donde es posible tomar algo. Desde allí se sube por unas escaleras hasta la Planta 36, que tiene una plataforma de observación exterior. La entrada cuesta 2M (hay que meter las monedas en un torno) y la panorámica de Sarajevo es magnífica. En primer plano destacan edificios singulares, como el Hotel Holiday o las Torres UNITIC; y a continuación la ciudad se extiende en todas direcciones, con colinas cubiertas de viviendas. También se puede ver el interior de la enorme Embajada de Estados Unidos (y eso que en sus paredes hay carteles que prohíben hacer fotos).
Por último, en la Planta 31 hay un restaurante, y como estaba hambriento decidí probar suerte. Una gran decisión porque no le encontré una pega: comedor tranquilo (incluso con zona para no fumadores), amplio menú en inglés, camarero simpático, los platos llegaron al cabo de unos minutos, la comida estaba rica y los precios nada caros. Bueno, y las vistas inmejorables. Yo pedí Ensalada Shopska, Sitni Cevap (trozos de ternera en salsa con puré de patatas y arroz) y una cerveza Sarajevsko de 0,5l. Todo por 17M.
3. Cementerio Alifakovac: uno de los muchos cementerios que hay en Sarajevo, con centenares de lápidas de color blanco y vistas geniales de la orilla occidental del río Miljacka. Me gustó especialmente la imagen de Kasarna Safet Hadzic (un antiguo cuartel militar) coronando una pared de roca vertical; y varias colinas con las viviendas apiñadas. Se encuentra muy cerca de la estación del Teleférico, así que yo lo visité tras regresar del Monte Trebevic y me ahorré gran parte de la subida.
AYUNTAMIENTO
*Horario: 9h – 17h
*Precio: 10M
*Fotografía: ok
Este enorme edificio de estilo Mozárabe (llamado Vijecnica) es sin duda el más espectacular de Sarajevo. Fue construido en el año 1896, durante el periodo de ocupación Austro-Húngara, para actuar como nuevo Ayuntamiento de la ciudad. Más tarde, en 1949, se convirtió en la sede de la Biblioteca Nacional, que en ese momento contaba con más de 1,5 millones de libros y antiguos manuscritos. Hasta que en 1992 las bombas Serbias destruyeron por completo Vijecnica y la mayoría de su contenido ardió, a pesar de los esfuerzos de la población. Tras la Guerra de Bosnia el gobierno reconstruyó el edificio manteniendo su aspecto original gracias a numerosas donaciones, y volvió a abrir sus puertas en el 2014. Actualmente Vijecnica ha recuperado sus funciones de Ayuntamiento, además de utilizarse para todo tipo de eventos, como conciertos, exposiciones y recepciones oficiales.
El Ayuntamiento está situado junto al río Miljacka y su exterior es imponente. Tras pagar la entrada accedí a una sala de forma octogonal que me dejó sin palabras. Un auténtico festival de arcos y columnas en dos niveles, rematado por un colorido techo de cristal. Mi cámara de fotos echaba humo, y cada ángulo era mejor que el anterior. Desde allí subí al primer piso y visité un lujoso salón de actos, la sala de plenos, y varias estancias con referencias a la historia de Bosnia o fotos de los diferentes alcaldes. Cuando estaba a punto de marcharme apareció una pareja de novios con dos fotógrafos (otra de las utilidades del edificio).
La visita se realiza por libre y en el recinto hay carteles con escasa información. El motivo: el gobierno local promociona activamente el uso de una audio-guía, pero es un auténtico coñazo. Hay que conectarse a la red wifi del Ayuntamiento; bajarse una app; pagar 4M; y escanear el código QR en cada lugar de interés. No me extraña que nadie la utilizara (yo incluido) y la gente prefiera descubrir el sitio a su aire.
A lo largo del río Miljacka hay muchos otros edificios monumentales construidos en tiempos del Imperio Austro-Húngaro, con magníficas fachadas decoradas con relieves y estatuas. Entre ellos destacan el Teatro Nacional; la Central de Correos; la sede de Privredna Banka Sarajevo; o la Academia de Bellas Artes, que ocupa una antigua Iglesia Evangélica.
Por cierto, el puente más famoso del río Miljacka es el Puente Latino, que data del siglo XVI aunque fue reconstruido en el año 1799 tras ser arrasado por unas inundaciones. Aquí el Serbio Bosnio Gavrilo Princip asesinó al Archiduque de Austria en 1914 provocando el estallido de la Primera Guerra Mundial. Durante la antigua Yugoslavia el lugar se llamó Puente Princip en honor a Gavrilo, considerado un héroe nacional.
ANTIGUO CEMENTERIO JUDIO
En 1940 vivían en Bosnia alrededor de 14mil judíos, de los cuales 10mil tenían residencia en Sarajevo. La mayoría eran judíos Sefarditas, expulsados de España en el siglo XV, aunque también había una destacada comunidad de judíos Ashkenazi, procedentes de Europa Central cuando el Imperio Austro-Húngaro se hizo con el control de Bosnia en el siglo XIX.
En abril de 1941 los ejércitos Alemán e Italiano invadieron el Reino de Yugoslavia con la colaboración de los países situados junto a la frontera oriental (Hungría, Rumanía y Bulgaria), y en apenas 6 días entraron victoriosos en Belgrado. A continuación Yugoslavia fue troceada y repartida entre los participantes en la operación. Bosnia pasó a formar parte del Estado Independiente de Croacia, liderado por la temible Ustasha, un grupo fascista apoyado por Alemania. Y al poco empezó una operación de limpieza étnica destinada a acabar con la comunidad judía, además de los Serbios (por ser Ortodoxos) y los gitanos.
Se calcula que unos 10mil judíos perdieron la vida, principalmente en los campos de concentración de Jasenovac (Croacia) y Auschwitz. Y la mayoría de supervivientes decidieron emigrar a Israel, con lo cual en la actualidad apenas hay 300 judíos viviendo en Bosnia.
El cementerio judío de Sarajevo data de 1550 y estuvo operativo durante 400 años hasta su cierre en 1966. Por este motivo es el segundo más grande de Europa tras el de Praga, con unas 3.800 tumbas. Se encuentra ubicado en la falda del Monte Trebevic y para llegar tuve que subir por unas viejas escaleras y cruzar una zona residencial. Una vez en el interior comencé a explorar el recinto, caminando entre docenas de lápidas de diferentes formas en función del origen del fallecido y los recursos de su familia. Las tumbas más antiguas están en la parte superior del cementerio, así que merece la pena hacer un esfuerzo final. Muchas de las lápidas están rotas y algunas lucen agujeros de bala, porque durante el Cerco de Sarajevo el ejército Serbio utilizó el cementerio para bombardear la ciudad con unidades de artillería.
En total estuve casi una hora paseando completamente solo, con una temperatura muy agradable. Por la mañana hay mejor luz para fotografiar las vistas de Sarajevo, con las lápidas en primer plano. En cambio por la tarde el sol ilumina la parte frontal de las lápidas. Si puedes elige un día nublado y así te ahorras problemas.
EDIFICIOS JUEGOS OLIMPICOS DE INVIERNO
En 1984 Sarajevo se convirtió en la ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos de Invierno y fueron un gran éxito a todos los niveles, sin los boycots que lastraron los Juegos de Verano en Moscú (1980) y Los Ángeles (1984). Gracias a este evento la capital se modernizó y experimentó un boom turístico sin precedentes. Pero tan solo 8 años más tarde la Guerra de Bosnia acabó con los sueños de sus habitantes y sumió a Sarajevo en una espiral de muerte y destrucción.
Las diferentes competiciones tuvieron lugar en la capital y en una serie de complejos deportivos ubicados en los Alpes Dináricos en un radio de unos 25km. Casi todos los edificios sufrieron importantes daños. La mayoría se han reconstruido, pero otros continúan abandonados a su suerte cayéndose a pedazos. Estos son los más destacados:
1. Estadio Olímpico de Kosevo: el original data de 1947, aunque fue renovado ampliamente en 1983 para acoger la espectacular Ceremonia de Inauguración de los Juegos. En la actualidad el estadio se ha rebautizado con el nombre de Asim Ferhatovic-Hase (un mítico futbolista Bosnio) y acoge los partidos de fútbol del FK Sarajevo. Yo di una vuelta alrededor del edificio y me hicieron gracia los grafitis de la afición local; y un cartel donde se prohibe la entrada de granadas en el recinto (¡?). Camino del estadio hay una imponente torre que luce el símbolo de los Juegos de Sarajevo y los aros olímpicos.
A escasos metros se encuentra el Zetra Olympic Hall, un enorme pabellón construido expresamente en 1983 donde tuvieron lugar partidos de Hockey sobre Hielo y otras disciplinas deportivas, además de la Ceremonia de Clausura de los Juegos. Tras la Guerra de Bosnia el recinto quedó en ruinas y fue reconstruido en 1999 gracias a las gestiones de Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, que lideró la captación de los fondos necesarios (por eso se rebautizó con su nombre). El pabellón también incluye un pequeño Museo dedicado a los Juegos. Sobre la entrada hay un cartel con la mascota (el lobo Vucko).
Durante el Cerco de Sarajevo algunos campos deportivos anexos al Estadio Olímpico se convirtieron en improvisados cementerios para enterrar a las víctimas, y la zona está rodeada por centenares de lápidas de color blanco.
2. Cartel Antiguo: está situado cerca de la Estación de Tren y en él aparece el lobo Vucko con un “Welcome Sarajevo 84” y un mapa con los complejos deportivos. El cartel tiene numerosos agujeros de bala.
3. Pista de Bobsled: sin duda la instalación olímpica más espectacular de todas las que se conservan. Se encuentra en la ladera del Monte Trebevic y fue construida en el año año 1982, incorporando un novedoso diseño que la situó entre las más rápidas del mundo. La competición de Bobsled atrajo mucho público y la pista continuó utilizándose en otros eventos. Pero la Guerra de Bosnia convirtió la estructura en una trinchera, con agujeros y búnkers. En la actualidad se ha limpiado la zona de minas y el gobierno planea reactivar la pista, aunque para ello debería reconstruir el resto de instalaciones que desaparecieron durante el conflicto, como la planta de refrigeración.
La Pista de Bobsled está a escasa distancia de la Estación del Teleférico y es posible caminar por ella siguiendo sus pronunciadas curvas cubiertas de grafitis (tiene 1,3km de longitud). La experiencia fue increíble, avanzando en solitario por el bosque, entre enormes árboles y el sonido de los pájaros, descubriendo detalles interesantes por todas partes. Si te gustan los lugares abandonados es una visita imprescindible.
4. Skenderija: un complejo deportivo situado junto al río Miljacka construido en el año 1969 y ampliado en 1977 de cara a los Juegos. Yo di un paseo alrededor del complejo, descubriendo estructuras de cemento curiosas, puertas selladas y rincones decadentes. Consta de 3 edificios:
–Skenderija Hall (o Mirza Delibasic Hall): acogió partidos de Hockey sobre Hielo y el Centro de Prensa. Hoy día es la sede del Bosna Royal, el equipo de Baloncesto de Sarajevo, y cuenta con un centro comercial subterráneo.
–Dom Mladih (Centro Juvenil): reconvertido en recinto ferial y sala de conciertos.
–Ledena Hall: aquí se celebró la competición de Patinaje. En su fachada luce los aros olímpicos y el exterior es un caos, con escaleras en ruinas, hierbajos, una tienda de alfombras y una galería de tiro llamada War Zone (un nombre de muy mal gusto en Sarajevo).
5. Hotel Holiday: este curioso edificio compuesto por bloques de color mostaza fue inaugurado en 1983 para alojar a los integrantes del COI, incluido su presidente Juan Antonio Samaranch. Tras el estallido de la Guerra de Bosnia se convirtió en la base de operaciones de la prensa internacional que cubría el conflicto. Y no dejó de funcionar ni un solo día, a pesar de estar situado cerca del frente de batalla y recibir el impacto de numerosos proyectiles. Durante mi visita a Sarajevo una habitación individual costaba 53€ a través de Booking (desayuno incluido).
6. Pistas de Saltos de Esquí: fueron construidas para los Juegos y actualmente están abandonadas, al igual que el Hotel Igman, situado a escasa distancia. Me hubiera encantado visitar este lugar, pero se encuentra 25km al oeste de Sarajevo, no hay transporte público y un taxi me hubiera salido muy caro.
ALOJAMIENTO
En total estuve 9 noches en Sarajevo y dormí en 2 hoteles:
Modern & Cozy Bosnian House – 40M/Noche
*Puntos a favor: habitación enorme; cama doble muy cómoda; limpieza extrema; ubicación inmejorable, a escasos minutos del casco antiguo; tranquilidad total por la noche; nevera compartida (con cervezas y zumos de cortesía); lavadora disponible por 5€ (me vino genial); propietarios (Faruk y Nina) muy simpáticos.
*Puntos en contra: baño compartido; escasa privacidad (el matrimonio hace vida en la misma planta).
Este alojamiento tiene unas valoraciones fantásticas en Booking (¡media de 10!) así que decidí reservar 7 noches. Y la verdad es que no empezamos con buen pie. Como tenía previsto llegar a Sarajevo a las 5.30h envié un mensaje a Faruk para preguntarle qué podía hacer y me contestó con un seco “check in is at 12h”. Al final conseguí que me dejara guardar las mochilas en la casa a las 7.30h (estuve 2 horas vagando por la ciudad); pero no me ofreció un lugar para esperar mientras preparaban la habitación y me tuve que marchar hasta la hora oficial del check in (ni un minuto antes). Reconozco que tras el mensaje inicial estuve a punto de cancelar la reserva.
Por suerte una vez instalado la situación dio un giro radical. Cada día cené con el matrimonio (cerveza incluida) sin coste adicional, probando diferentes platos típicos de la gastronomía Bosnia (Nina es una excelente cocinera). Y Faruk me explicó fascinantes historias sobre su experiencia personal durante el Cerco (fue herido dos veces, participó en la construcción del Túnel de Sarajevo…). Incluso el último día me regaló un bolígrafo elaborado con balas. Un lugar totalmente recomendable, excepto si no te gusta socializar y buscas intimidad.
Apartments Casa United – 35M/Noche
*Puntos a favor: cama doble muy cómoda; baño privado con ducha perfecta; buena limpieza; mobiliario moderno; ubicación inmejorable, en pleno casco antiguo; tranquilidad total por la noche; wifi rápido; nevera; aire acondicionado; encargada (Ismira) muy simpática; precio.
*Puntos en contra: no se me ocurre ninguno.
Me hubiera gustado alargar mi estancia en Modern & Cozy Bosnian House, pero Faruk y Nina se marchaban de vacaciones a Croacia y tuve que cambiar de alojamiento. La verdad es que no salí perdiendo: la habitación no era muy grande pero no le faltaba ni un detalle; y recuperé la privacidad que en algunos momentos eché de menos con el matrimonio. Acabé encantado.
CONCLUSION
Sarajevo es una bonita ciudad rodeada de montañas de la que apenas tenía información a parte de los terribles sucesos ocurridos durante la guerra contra Serbia. Y me encantó por su combinación de monumentos, apasionante historia y edificios abandonados, como la Pista de Bobsled (imprescindible para los aficionados al Urbex). En el post incluyo los 7 lugares que merece la pena conocer, aunque estas listas tienen un componente subjetivo importante y están abiertas a debate. A lo mejor no te atrae la idea de visitar el Museo Nacional y prefieres pasar más tiempo deambulando por alguno de los parques de la ciudad. Todo es cuestión de gustos…
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