Una catedral con sus muros cubiertos de frescos medievales, un barrio de artistas y un museo dedicado a la Segunda Guerra Mundial
Kiev (o Kyiv, como prefieren llamarla sus habitantes, para evitar el nombre ruso) es la capital de Ucrania. En el pasado vivió dos épocas doradas: la primera como capital del Kievan Rus, un poderoso estado que entre los siglos X y XII se extendió entre el Mar Báltico y el río Danubio, gracias a la ruta comercial establecida con el Imperio Bizantino a lo largo del río Dnieper. Y la segunda en el siglo XIX, cuando gracias a la Revolución Industrial se convirtió en la tercera ciudad más importante del Imperio Ruso, tan solo por detrás de Moscú y Leningrado. La Segunda Guerra Mundial dejó Kiev arrasada, aunque no tardó en recuperar un lugar predominante dentro de la Unión Soviética.
En las últimas décadas Kiev ha sido el escenario de manifestaciones y protestas multitudinarias por diferentes motivos: la independencia en los años 90; la Revolución Naranja en el 2003; o el sangriento Euromaidan en 2014. Pero se trata de una ciudad muy agradable, llena de cafeterías y restaurantes, con numerosas atracciones turísticas. Estas son las 6 que recomiendo:
CATEDRAL DE SANTA SOFIA
*Horario: 10h – 18h (aunque se puede acceder al recinto entre 9h y 20h)
*Precio: 125G (recinto, catedral y refectorio)
*Fotografía: ok
Una magnífica iglesia fundada en el año 1011, durante el periodo de máximo esplendor del Kievan Rus. Esta federación de estados eslavos liderada por el Principado de Kiev ganó protagonismo gracias al príncipe Volodymyr el Grande, que en el año 988 selló una ventajosa alianza con el Imperio Bizantino, adoptando el Cristianismo Ortodoxo como religión oficial de la federación, y casándose con la hermana del emperador Basilio II. Durante el reinado de su hijo, Yaroslav el Sabio, Kievan Rus fue una de las potencias europeas de la época. Hasta que las luchas internas, el declive de Bizancio y la invasión de los Mongoles a mediados del siglo XIII acabaron disolviendo la unión.
La Catedral de Santa Sofia se llamó así en homenaje a la de Constantinopla (hoy Estambul), y simbolizaba el poder del Kievan Rus. Aquí eran coronados y enterrados los príncipes, se recibía a embajadores extranjeros y fue creada la primera biblioteca. Los Mongoles saquearon el templo, pero tuvo peores consecuencias su abandono durante el siglo XVI. En este periodo el tejado se deterioró, un muro se hundió y numerosos frescos desaparecieron para siempre. Más tarde, a principios del siglo XVIII, la catedral se restauró añadiéndole nuevos elementos. En 1934 los rusos habían planeado destruirla, tal y como habían hecho con el Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas. Aunque por suerte Santa Sofia solo fue expropiada y convertida en un Museo. En la actualidad todavía pertenece al estado, porque las diferentes ramas de la Iglesia Ortodoxa se disputan su propiedad sin ponerse de acuerdo.
Mi visita se dividió en 3 partes:
1. Catedral: el exterior, de estilo barroco, es fruto de la restauración del siglo XVIII, que incorporó numerosos cambios. Entre ellos destacan los muros blancos, 6 torres adicionales, y las cúpulas verdes con forma de bulbo (excepto la central, de color dorado). El efecto es espectacular, y estuve paseando por el parque que rodea el templo en busca de los mejores ángulos para la fotografía. De vez en cuando me cruzaba con algún lugareño (acceder solo al recinto cuesta 25G).
Pero lo mejor de Santa Sofía está en el interior. Es un auténtico festival de frescos y mosaicos, parte del siglo XI y otros añadidos en el XVIII para sustituir los que se habían dañado. Entre los mosaicos destacan la enorme Virgen Orante del ábside central; el Cristo Pantocrator rodeado de ángeles de la cúpula principal; o las imágenes de Santos y Apóstoles. Me encantó pasear entre arcos y columnas cubiertas de pinturas, descubriendo infinidad de detalles. Además hay carteles con explicaciones en inglés; y es posible subir al primer piso para disfrutar de unas vistas inmejorables y contemplar de cerca la parte superior de la iglesia. Hay numerosas señoras vigilando, pero pude hacer todas las fotos que quise (y fueron muchas).
A parte de los frescos y mosaicos me gustaron las puertas de la Iconostasis, lujosamente decoradas; la Tumba del Príncipe Yaroslav el Sabio (un sarcófago de piedra con relieves); una sala anexa con las tumbas de algunos Metropolitanos de la Iglesia Ortodoxa; una maqueta que muestra el aspecto de Kiev en el siglo XI; y varios mosaicos rescatados del Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas antes de ser demolido. En total me tiré 2 horas largas dando vueltas por el interior de Santa Sofia, mientras la escasa gente que me crucé apenas le dedicaban unos minutos.
2. Refectorio: contiene un puñado de objetos religiosos de escaso interés. La verdad es que no pagaría por verlo, pero estaba incluido en el billete.
3. Campanario: fue construido en el año 1706. Inicialmente tenía 3 niveles, pero se añadió un cuarto en 1852, alcanzando los 76m de altura. El exterior se encuentra cubierto de relieves con motivos florales y figuras de ángeles. Es posible subir pagando 60G. A partir del primer nivel las escaleras están un tanto expuestas y si tienes vértigo no es nada agradable. Pero las vistas compensan con creces, con las cúpulas de la Catedral; la enorme Plaza Sofiivska rodeada de edificios históricos; y al fondo el Monasterio de San Miguel. Y eso que durante mi visita soplaba un viento helado.
Pagando 40G más puedes entrar en la antigua Residencia del Metropolitano y la Panadería, pero por lo que leí no merecen mucho la pena y decidí poner punto y final al recorrido.
AVENIDA KHRESHCHATYK
Se trata de la calle principal de Kiev, donde la gente acude a pasear a cualquier hora del día. En 1941, tras la ocupación de la ciudad por parte del ejército Nazi, una serie de explosivos plantados por los rusos destruyeron casi todos sus edificios. Así que los actuales datan de los años 50-60 y son de estilo soviético (uno está coronado por una estrella de Stalin). En Khreshchatyk hay tiendas de las marcas comerciales más conocidas; puestos de café y kebab; y pasos subterráneos para cruzar al otro lado evitando el intenso tráfico. Además la avenida cuenta con 3 lugares de especial interés:
1. Ukrainian House: preside la Plaza Europea, en el extremo norte de Khreshchatyk. Se trata de un edificio soviético construido en 1982, al mismo tiempo que el Friendship of Nations Monument. Inicialmente albergaba un museo dedicado a la vida de Lenin, pero tras la independencia de Ucrania se empezó a utilizar como sala de conferencias y exposiciones.
2. Plaza de la Independencia (Maydan Nezalezhnosti): es la plaza central de Kiev, con unas dimensiones enormes, y está dividida en dos por la avenida Khreshchatyk. En un lado está el Monumento de la Independencia: una estatua sobre una columna que representa a una mujer con los brazos extendidos, con una altura total de 61m. Además hay un puente metálico desde el que se puede contemplar una panorámica genial de la plaza. En el otro lado destaca Lach Gates, un arco de piedra coronado por una estatua del Arcángel Miguel (patrón de la ciudad).
Esta plaza ha sido el lugar donde se han producido las principales protestas de la historia reciente del país. Aunque hoy día la que más se recuerda es la conocida como Euromaidan. En noviembre del 2013 el presidente Viktor Yanukovych canceló la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea a favor de un mayor acercamiento a Rusia. Y miles de habitantes de Kiev, descontentos con el cambio, se concentraron en la Plaza de la Independencia. En días posteriores la brutalidad policial encendió los ánimos y atrajo a mucha más gente a la causa (una manifestación reunió a un millón de personas). Además los rebeldes respondieron con violencia, ocupando edificios y enfrentándose a los agentes. Al final, tras más de 100 muertos y 2.500 heridos, en febrero del 2014 Yanukovych se vio obligado a abandonar el país, y desde entonces vive exiliado en Rusia.
Junto al Monumento de la Independencia hay una serie de paneles con fotos y textos en inglés donde se relata lo ocurrido durante el Euromaidan, comparándolo con otros conflictos de la historia de Ucrania. Y una serie de altares dedicados a los fallecidos en las protestas, con fotos y velas. Por la zona hay voluntarios vendiendo cintas con los colores de la bandera ucraniana, que la gente ata cerca de los altares a modo de ofrenda.
3. Besarabsky Rynok: un mercado cubierto situado en el extremo sur de Khreshchatyk que data del año 1912. El exterior es imponente, y dentro hay un montón de puestos que venden frutas y verduras, botes de encurtidos, carne, pescado… Aunque la estrella del recinto es el caviar, cuyos precios son de risa. Una mujer me pedía por una lata 250G (menos de 8€). Durante mi visita no había mucha gente y me convertí en el centro de todas las miradas. Pero hubo buen rollo, pude hacer fotos sin problema, y estuve hablando un rato con un chaval que regentaba un puesto de frutos secos y especias.
ANDRIYIVSKY UZVIZ
Una calle que conecta la parte alta de Kiev, donde está el Casco Antiguo, con el barrio comercial de Podil, en la parte baja. La avenida está adoquinada (aunque no es peatonal) y cuenta con numerosas tiendas de artesanía y galerías de arte, por lo que hay quien se refiere al barrio como el “Montmartre de Kiev”. En cualquier caso, se trata de una de las zonas más visitadas de la ciudad. Esto es lo más destacado:
1. Iglesia de San Andrés: un templo de estilo barroco construido sobre una colina a mediados del siglo XVIII para uso personal de la Emperatriz de Rusia Yelisaveta (por eso no tiene campana). Aunque la monarca murió antes de su finalización y la iglesia quedó sin uso durante décadas, alternando épocas de abandono con varias reformas. El exterior es majestuoso, con una fachada decorada con columnas; una cúpula rodeada de 4 estilizadas torres; y tejados en forma de bulbo de color azul turquesa.
Durante mi visita a Kiev la iglesia estaba cerrada al público por obras, pero al menos pude acceder a su base (20G) y contemplarla de cerca. Además hay una terraza que ofrece muy buenas vistas de Andriyivsky Uzviz y el barrio de Podil. A escasos metros de la iglesia está la Calle de los Artistas, con varios puestos de cuadros y un par de miradores donde los árboles molestan bastante.
2. Starokyivska Hill: esta colina es el sitio con más historia de Kiev. Aquí se construyó un fuerte en el siglo VI alrededor del cual creció la ciudad. También estaba el palacio donde vivieron los príncipes de Kievan Rus. Y se levantó la primera iglesia de piedra, que sustituyó a un antiguo templo pagano. Una pena que no se haya conservado absolutamente nada de la época.
Hoy día la colina se encuentra presidida por un enorme edificio de los años 30 que alberga el Museo Nacional de Historia. Yo no lo visité, y me limité a curiosear entre un grupo de interesantes estelas de piedra situadas junto a la entrada. Se llaman Babas, representan a hombres y mujeres, y las tribus Escitas las colocaban sobre sus túmulos funerarios. También hay un árbol con 300 años de edad.
3. Castillo de Ricardo Corazón de León: de estilo gótico, fue construido a principios del siglo XX para el rico empresario Dmitry Orlov. A pesar de ser un edificio majestuoso, en la actualidad está vacío y no se le da ningún uso.
4. Zamkova Hora Hill: una colina a la que se llega por unas escaleras metálicas desde Andriyivsky Descent. En el siglo XIV había un castillo de madera, pero hace tiempo que desapareció y la cima está cubierta de un espeso bosque atravesado por numerosos senderos. El lugar no podía ser más atmosférico, con cruces y tumbas procedentes de un cementerio del siglo XVIII (incluido un siniestro mausoleo cubierto de grafitis); árboles con sus ramas llenas de cintas de colores; diversos memoriales; y misteriosos altares (hay quien dice que en Zamkova Hora se reúnen sectas satánicas de Kiev). Si a esto le añadimos un paisaje otoñal, con el suelo cubierto de hojas secas y muy poca gente, el escenario era perfecto.
Además, desde Zamkova Hora Hill es posible contemplar las mejores panorámicas de la ciudad. Sencillamente épicas. Al sur aparece la Iglesia de San Andrés rodeada de edificios históricos; al este el barrio de Podil, con varias iglesias, el río Dnieper y el Puente Norte; y al oeste el barrio de Vozdvyzhenka, lleno de mansiones de estilo Gótico y Barroco, con fachadas de vivos colores y afilados tejados (fue construido en el año 2006 y el fin de la burbuja inmobiliaria lo convirtió en un lugar deshabitado). Me lo pasé genial, explorando los caminos en busca de nuevos miradores. Eso sí, al final se me hizo algo tarde y cuando empezó a oscurecer tuve que bajar de allí a toda prisa.
5. Arte Callejero: el barrio cuenta con numerosos grafitis, incluidos algunos murales imponentes que ocupan la fachada completa de un edificio.
BARRIO DE PODIL
Podil es un barrio histórico de Kiev situado junto al río Dnieper. En tiempos del Kievan Rus concentraba buena parte de la actividad comercial, al estar al lado del Puerto. Y cuando los Mongoles saquearon Kiev se convirtió en el nuevo centro de la ciudad. Pero en el año 1811 un terrible incendio arrasó la zona y tuvo que ser reconstruida por completo. De ahí que sus calles sigan lineas rectas y queden muy pocos edificios de la Edad Media.
El principal lugar de interés de Podil es la enorme Plaza Kontraktova, llamada así porque era donde se firmaban los contratos. Entre sus edificios más importantes destacan Hostynnyi Dvir (un complejo comercial que durante mi visita estaba rodeado por una valla metálica); Contracts House (con una bonita fachada de estilo neoclásico); un antiguo Monasterio Griego (que ahora alberga una sucursal del Banco Nacional de Ucrania); el edificio de la Universidad Kyiv-Mohyla (de forma ovalada); y la Iglesia Pyrohoshcha (destruida por los rusos y recuperada en 1998). Además, junto al Monasterio hay una Noria de grandes dimensiones que se ilumina por las noches. La plaza tiene un animado ambiente, con gente caminando en todas direcciones y bonitas vistas de la Iglesia de San Andrés en la distancia.
Desde Kontraktova caminé sin rumbo fijo por las calles de Podil durante un par de horas, y descubrí edificios del siglo XIX lujosamente decorados; mucho arte urbano, tanto gigantescas pinturas murales cubriendo fachadas enteras como pequeños grafitis en los lugares más insospechados; tiendas curiosas; iglesias… También me acerqué al Puerto, aunque está pegado a una importante carretera de tráfico horrible y no duré mucho.
En el Barrio de Podil se encuentra el Museo de Chernobyl y mi idea era visitarlo a pesar de haber leído alguna que otra crítica. Pero llevaba meses cerrado por la crisis del coronavirus (a diferencia de la gran mayoría de museos de Kiev) y no puedo aportar mi opinión. En circunstancias normales abre de 10h a 18h (excepto los domingos) y la entrada solo cuesta 24G. En el exterior hay una serie de vehículos soviéticos de los años 80. La anécdota se produjo cuando fotografié un cartel que me llamó la atención, y resultó ser de una Comisaría de Policía que hay justo al lado. No pasó nada pero me la jugué…
GREAT PATRIOTIC WAR MEMORIAL COMPLEX
Dentro de la URSS la Segunda Guerra Mundial fue conocida como “Gran Guerra Patriótica” y solo abarca de 1941 a 1945, obviando los primeros años donde Rusia firmó un pacto de no agresión con los Nazis. En Ucrania este conflicto tuvo efectos devastadores, al encontrarse justo en medio de la Alemania de Hitler (que había conquistado Polonia) y la Rusia de Stalin.
En 1941 comenzó la Operación Barbarrossa: las tropas Nazis cruzaron la frontera de la Unión Soviética y avanzaron imparables hacia el este, infligiendo sonoras derrotas al Ejército Rojo. Entre ellas la Batalla de Kiev, donde perdieron a 700mil soldados. Mientras, en su huida, los rusos destruyeron todo lo que encontraron para no dejar nada al enemigo. Más tarde, en 1943, el frente regresó a Ucrania, esta vez con los alemanes en retirada, y en la Batalla del Dnieper los rusos recuperaron Kiev. En total se calcula que entre 8 y 10 millones de ucranianos fallecieron durante la guerra. En el barrio de Pechersk, cerca del famoso Lavra, hay un Memorial dedicado a la Gran Guerra Patriótica, inaugurado en 1981, y me acerqué a conocerlo. La entrada al recinto es gratuita. Esto es lo más interesante:
1. Rodina Mat: una gigantesca estatua metálica de 62m que representa a la Madre Patria, con una espada en la mano derecha y un escudo en la izquierda (donde aparece la hoz y el martillo). En circunstancias normales es posible subir en ascensor hasta dos plataformas de observación: una a 37m de altura (100G); y otra a 91m, situada en la parte superior del escudo (300G). Aunque mi visita coincidió con la crisis del coronavirus y la estatua se encontraba cerrada al público. De todas formas el día estaba muy nublado y la visibilidad no era muy buena.
2. Museo: en un principio estaba dedicado exclusivamente a la Gran Guerra Patriótica. Pero en el año 2014 el conflicto armado con Rusia en el este del país generó un sentimiento anti-soviético que en el Museo provocó dos cambios: el nombre pasó a ser “Museo de la Historia de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial”; y en la gran sala central se ubicó una exposición dedicada al conflicto en la región del Donbas.
Nada más entrar por la puerta un vigilante me informó que debido a la crisis del coronavirus solo se podía visitar la sala central, porque era más espaciosa y no había riesgo de contagio. Eso sí, pagando el mismo precio (40G). Y por una exposición que no es nada del otro mundo: varios paneles en inglés relatando cronológicamente lo ocurrido en la Guerra del Donbas; vehículos calcinados; carteles con agujeros de bala procedentes de la región; y numerosos objetos personales (cartas, insignias, ropa…).
La verdad es que no entendí por qué no se me permitió visitar el resto de salas dedicadas a la Gran Guerra Patriótica. Las puertas estaban abiertas (decoradas con una estrella y el símbolo de la hoz y el martillo), tenían la luz encendida, y en una incluso había una señora sentada vigilando. Y sus dimensiones eran más que generosas como para que hubiera un riesgo de contagio excepcional. Pero cuando volví a preguntar para asegurarme recibí la misma respuesta: era una decisión del director del Museo. Mucho me temo que sus motivos eran más políticos que sanitarios…
3. Galería de Esculturas: un festival de arte soviético, con esculturas y relieves de gran tamaño representando diferentes escenas de la Gran Guerra Patriótica: los soldados del Ejército Rojo cruzando el río Dnieper; grupos de partisanos; el sufrimiento de la población civil… Me encantó y no pude parar de hacer fotos.
4. Llama Eterna: arde en un enorme cuenco de metal situado sobre una colina.
5. Exposición de Vehículos Militares: cuesta 30G (más otros 30G si quieres hacer fotos), e incluye montones de tanques, aviones, vehículos anfibios, cañones antiaéreos… Pagando 20G adicionales te dejan entrar en la cabina de un helicóptero de combate, un MIG-23 o una aeronave de carga. Yo no lo visité porque no me apasiona mucho el tema. Además, en el recinto del Memorial hay varios tanques a los que puedes acercarte (e incluso subir) completamente gratis.
HYDROPARK
Esta isla situada en medio del río Dnieper es un lugar muy visitado por los habitantes de Kiev en verano. Antiguamente se llamaba Isla Venetsiansky (Venecia) por las constantes inundaciones que sufría. Hasta que en los años 60 el gobierno creó un área de recreo con hoteles, restaurantes, discotecas y todo tipo de actividades de ocio. Está conectada al resto de la ciudad mediante un puente y tiene parada de Metro, así que llegar es muy sencillo. Yo fui a Hydropark en noviembre y encima un martes, con lo cual el panorama era desértico. Pero también tuvo gracia explorar la isla sin gente y pasé un par de horas entretenido.
Tras bajar del Metro la primera impresión no fue muy buena, porque junto a la entrada hay un conjunto de bares con música a todo volumen. Aunque una vez los dejé atrás reinó la calma. Tan solo me encontré con un grupo de señoras que hacía gimnasia al aire libre; un par de parejas paseando; un pescador sentado junto a la orilla; un grupo de operarios trabajando con una excavadora; y varios perros (uno se lanzó hacia mi ladrando y lo mantuve a raya a gritos).
El principal atractivo de Hydropark son las playas de la costa occidental de la isla. Obviamente en noviembre no había nadie, una situación muy distinta a las fotos que vi del lugar en pleno verano, con cientos de personas ocupando cada rincón. La playa más popular es Peredmistna Slobidka, donde en temporada alta la gente puede alquilar tumbonas y sombrillas, sentarse a tomar algo o a comer en una terraza, navegar en barca, y hacer esquí acuático. Hacia el sur se encuentra Golden Beach, que ofrece un ambiente más tranquilo y una panorámica espectacular de Pechersk Lavra al otro lado del río.
En la orilla soplaba un viento helado así que no duré mucho y me dediqué a recorrer los diferentes senderos que atraviesan los bosques de la isla. Además de la tranquilidad, la parte positiva de conocer Hydropark en otoño es que el paisaje luce en todo su esplendor, con árboles de diferentes colores y el suelo lleno de hojas secas. Me encantó. Durante el paseo vi un lago muy fotogénico; una pequeña iglesia de madera; campamentos abandonados con montones de chatarra; y señales que avisaban de la existencia de garrapatas (al final me autosugestioné y me picaba todo el cuerpo).
ALOJAMIENTO EN KIEV
En total estuve 17 días en Kiev, y dormí en dos lugares diferentes:
Monotel Maidan – 334G/Noche
*Puntos a favor: cápsula individual perfectamente equipada, con espacio suficiente, un colchón cómodo, enchufes y TV; ubicación inmejorable, a escasos metros de la Plaza de la Independencia; wifi rápido; encargadas de la recepción muy amables; el último día me dejaron utilizar una taquilla todo el tiempo que quise.
*Puntos en contra: dormitorio de 12 plazas; taquillas alejadas de la habitación; sala común minúscula, donde además está la cocina.
Aunque el principal problema del Monotel Maidan es el ruido. Yo pensaba que las cápsulas estaban insonorizadas y resulta que son de plástico fino, con lo cual se escucha todo lo que ocurre en el dormitorio. Vamos, como en un hostel, pero con dos inconvenientes adicionales: las cápsulas están pegadas unas con otras (parece que estés durmiendo con tu vecino); y tienen puertas correderas (más ruido). Un desastre… Me hizo gracia alojarme en estas cápsulas estilo japonés, pero cuando acabó la estancia de 4 días que reservé a través de Booking salí de allí volando en busca de tranquilidad.
Hotel Express – 495G/Noche
*Puntos a favor: habitación espaciosa; lavabo privado; limpieza impecable; buena ubicación, a pocos minutos a pie del centro y de una parada de Metro; tranquilidad total por la noche; wifi rápido; nevera; botella de agua de cortesía; encargadas de la recepción muy amables (excepto algún caso puntual); precio; abundante desayuno incluido.
*Puntos en contra: camas individuales; ducha compartida situada en otra planta, y con agua fría; entrada del hotel sin ningún rótulo o indicación (me costó encontrarla).
Reservé este alojamiento utilizando Booking y la verdad es que fue todo un acierto. La habitación era muy acogedora, con servicio de limpieza diario. Y el desayuno valía mucho más de 100G, con un primer plato frío (pan con embutido); un segundo caliente (huevos fritos, salchichas, quiche…); postre (un croissant, crepes…); kompot; y café con leche. Así que a efectos prácticos solo acabé pagando un poco más que en el Monotel Maidan. Por cierto, el primer día no daba con el lugar porque en Booking aparece como Hostel Bulvar Shevchenko, pero en realidad consiste en un par de plantas del edificio del Hotel Express (imagino que lo hacen así por temas legales, al tratarse de habitaciones peores).
CONCLUSION
Antes de visitar Kiev mucha gente me había hablado de sus maravillas, y aun así estuvo a la altura de las expectativas. Su nombre evoca la imagen de una ciudad de aspecto soviético, gris e industrial, pero en realidad está a años luz de lugares como Kharkiv o Dnipro, con barrios animados y llenos de colorido. En el post incluyo las 6 atracciones de Kiev que merece la pena conocer. Aunque como digo siempre, estas listas tienen un componente subjetivo importante y están abiertas a debate. Habrá a quien no le atraiga la idea de visitar el Great Patriotic War Memorial Complex y prefiera pasar más tiempo recorriendo sus parques. Todo es cuestión de gustos…
Si te gustó el post, dale al like (el corazón que hay en la parte superior), deja un comentario con tu opinión, y sígueme en redes sociales