Edificios de estilo modernista, un interesante museo de arqueología y pintura, y más barrios para contemplar viviendas tradicionales y coloridos grafitis
Si no tienes problemas de tiempo y te has quedado con ganas de conocer más rincones de Belgrado, no te preocupes. Aquí van 6 nuevos lugares que te mantendrán ocupado explorando esta ciudad llena de atractivos.
Para moverme por Belgrado caminé o utilicé el Autobús. En teoría los conductores venden billetes (150D), pero de los primeros 4 vehículos que utilicé en 3 no funcionaba la máquina expendedora (por suerte no me hicieron bajar). La alternativa es comprar una tarjeta en cualquiera de los muchos quioscos distribuidos por la ciudad. Hay 2 tipos: la Bus Plus Card, una tarjeta monedero que cuesta 250D y se recarga (cada trayecto sale por 90D); y la 1-Day Card, una tarjeta de un único uso operativa durante 24h que cuesta 300D. En mis viajes observé que mucha gente subía al autobús sin validar sus tarjetas. Según me contaron los controles son habituales aunque nunca vi uno. Por cierto, me fue de gran ayuda la app para móvil EasyWay, que muestra las diferentes rutas disponibles.
MUSEO NACIONAL
*Horario: 10h – 18h (excepto los jueves y sábados, que es de 12h – 20h) (lunes cerrado)
*Precio: 300D (gratis los domingos)
*Fotografía: ok
Se trata del museo más grande y antiguo de Belgrado. El edificio que ocupa fue construido en el año 1902 para albergar la sede del Fund Mortgage Bank, y tras la Segunda Guerra Mundial se trasladaron aquí las colecciones del Museo Nacional. En el 2003 cerró sus puertas para unas obras de reforma que por falta de fondos se alargaron durante 15 años, hasta su reapertura en el 2018.
En la entrada un guarda de seguridad me dio una serie de instrucciones; compré el billete en la taquilla; dejé la mochila en una consigna; y comencé la visita. El Museo Nacional se divide en 3 partes:
1. Planta Baja: es la que más me interesaba, ya que está dedicada a la Arqueología. La sala hace un repaso de la historia de Belgrado desde el Paleolítico hasta el Imperio Romano. Entre sus objetos destacan unas figuras de piedra con forma de humano y pez procedentes del asentamiento de Lepenski Vir, con 7mil años de antigüedad; el Ídolo de Klicevac, del siglo XIV AC, dañado tras el bombardeo del museo por parte del Imperio Austro-Húngaro; joyas y vasijas de metal lujosamente decoradas encontradas en una tumba del siglo VI AC en Novi Pazar; y varias estatuas y relieves de la época Romana. En la Planta Baja también hay una colección de monedas.
2. Primer Piso: tiene dos secciones. La primera trata sobre la Edad Media, con numerosos iconos; fragmentos de frescos que decoraban diferentes iglesias (varios son del Monasterio Durdevi Stupovi, cerca de Novi Pazar); joyas; y viejos manuscritos. Muy recomendable. La segunda se centra en la Pintura Serbia de los siglos XVIII-XIX y la recorrí a un ritmo más rápido, porque principalmente se compone de retratos.
2. Segundo Piso: también tiene dos secciones. La primera contiene una colección de Pintura Yugoslava del siglo XX y no vi nada que me llamara la atención. La segunda está dedicada a la Pintura Europea e incluye obras de famosos artistas como Gauguin, Monet, Renoir, Toulouse-Lautrec, Degas, Canaletto, Tintoretto, Rubens… En el vestíbulo hay un espectacular sarcófago egipcio con una momia (donado por un coleccionista privado).
Durante mi visita no me crucé con mucha gente y pasé dos horas y media entretenido. El Museo Nacional está ubicado en la Plaza de la República, presidida por una estatua ecuestre del Príncipe Mihailo, que gobernó el país durante el siglo XIX. La Plaza es peatonal y también incluye el edificio del Teatro Nacional, aunque no me pareció especialmente bonita.
IGLESIA SVETI MARKO
Este enorme templo ortodoxo data de 1940 y está ubicado en el Parque Tasmajdan, sobre el lugar que ocupaba una iglesia de madera del siglo XIX. Sveti Marko es de estilo Bizantino y tiene un exterior imponente, con franjas de color rojo y blanco; una entrada decorada con columnas; y un campanario de 60m de altura. Fruto del estallido de la Segunda Guerra Mundial la nave de la iglesia quedó sin decoración, aunque en el año 2017 se incorporó al ábside un mosaico de grandes dimensiones que representa a la Virgen.
Durante mi visita se estaba celebrando una boda y no pude explorar Sveti Marko como me hubiera gustado. A cambio contemplé parte de la ceremonia; y fui testigo de una escena graciosa, con una banda de músicos albaneses persiguiendo en la puerta a los invitados para conseguir propina.
En los alrededores de Sveti Marko hay otros lugares de interés:
*Antiguo Edificio RTS (Radio Televisión de Serbia): en 1999, durante los bombardeos de la OTAN, recibió el impacto de un misil que destruyó la fachada y acabó con la vida de 16 empleados. El edificio se ha conservado tal y como quedó, y está pegado a la nueva sede.
*Central de Correos: este gigantesco edificio data del año 1938 y actualmente continúa desempeñando la misma función, además de albergar el Tribunal Constitucional.
*Parlamento de Serbia: ocupa un edificio de estilo barroco inaugurado en 1936, con cúpulas de color verde, columnas y un conjunto de esculturas llenas de dinamismo donde aparecen hombres y caballos. Hasta el año 2006 aquí estaba el Parlamento de Yugoslavia, y más tarde el de Serbia y Montenegro. En los alrededores hay policías vigilando, pero es posible hacer fotos sin problema.
*Stari Dvor (Palacio Viejo): fue la residencia de la Dinastía Obrenovic tras la creación del Reino de Serbia. El Palacio data de 1884, está decorado con estatuas y columnas, y desde 1961 alberga el Ayuntamiento. Durante mi visita se estaban celebrando varias bodas, y alguna debía ser importante porque había una unidad móvil de TV.
*Novi Dvor (Palacio Nuevo): está justo al lado y fue construido en 1922 como hogar de la Dinastía Karadordevic, hasta que solo 12 años más tarde se trasladó al barrio de Dedinje. A partir de aquí Novi Dvor se convirtió en un museo, y hoy día es la residencia oficial del Presidente de Serbia (por eso estaba rodeado de vallas y con una fuerte presencia policial).
SAVAMALA
Un barrio ubicado a orillas del río Sava (de ahí su nombre) y habitado por primera vez en 1717, cuando tras conquistar Belgrado el Imperio Austro-Húngaro expulsó del fuerte a la población cristiana. Durante el siglo XIX el gobierno Serbio transformó la zona en el principal centro comercial de la ciudad, con el puerto, la Estación de Tren y un importante mercado de alimentos. Y Savamala se llenó de tiendas, lujosas mansiones y edificios de la administración. Pero los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial destruyeron gran parte del barrio, y a continuación las autoridades decidieron centrar sus esfuerzos en la creación de Novi Beograd, al otro lado del río, olvidándose de Savamala.
En la actualidad el futuro de Savamala es incierto. Una parte se ha convertido en el barrio hipster de Belgrado, con galerías de arte, instituciones culturales y estudios de diseño que ocupan viejos edificios de fachadas que se caen a trozos. Y en paralelo han aparecido docenas de bares y cafés que crean un animado ambiente nocturno. Pero en otra parte se está construyendo desde el 2014 un macro proyecto urbanístico llamado Belgrade Waterfront, con rascacielos de apartamentos y oficinas, hoteles de lujo y Belgrade Tower, que con sus 168m será el edificio más alto de la capital.
Yo dediqué un rato a pasear por la parte antigua de Savamala, descubriendo un montón de grafitis de diferentes tamaños y locales peculiares, como un restaurante portugués con actuaciones de fado en directo. En esta zona se encuentra la antigua Estación de Tren, que en el año 2018 fue reubicada a varios kilómetros del centro. Frente a ella hay un monumento de bronce inaugurado en el 2021 y dedicado a Stefan Nemanja, padre del primer rey de Serbia.
La mejor panorámica de Savamala se obtiene desde Branko’s Bridge, con las casas distribuidas en diferentes niveles sobre una colina coronada por la Catedral de San Miguel.
CAMPO DE CONCENTRACION DE SAJMISTE
Tras la invasión del Reino de Yugoslavia en abril de 1941 el país fue troceado y repartido entre los países aliados de Hitler, y Alemania se quedó con Serbia, donde estableció un Gobierno Militar para explotar sus recursos naturales y rutas de transporte. Poco después comenzaron a crear campos de concentración y uno de ellos fue el de Sajmiste, gestionado por la Gestapo y situado al noroeste de Belgrado (actualmente barrio de Novi Beograd). Este lugar estaba ocupado por una serie de pabellones construidos en 1937 para albergar una Exposición Internacional, los cuales llevaban años abandonados. Y su ubicación era ideal, en una península rodeada por el río Sava y cerca de la Estación de Tren.
Se calcula que en algo más de 3 años pasaron por Sajmiste alrededor de 50mil reclusos, básicamente judíos (muchos de ellos mujeres y niños), gitanos y miembros de la resistencia armada conocidos como los Partisanos de Yugoslavia. Unos 23mil perdieron la vida de diferentes formas: fusilados; gaseados en una furgoneta especial traída de Alemania; o de hambre y enfermedades fruto de las duras condiciones del campo de concentración. En octubre de 1944 los Partisanos liberaron Serbia y con el paso del tiempo varios de los pabellones fueron ocupados por artistas que ubicaron aquí sus talleres. Aunque hoy día en Sajmiste viven familias de bajos recursos en una situación bastante precaria.
Mi visita al Campo de Concentración de Sajmiste fue toda una experiencia. Primero contemplé un Memorial junto al río Sava dedicado a las víctimas. Data de 1995 y tiene un diseño abstracto que no conseguí interpretar. A continuación me adentré en el recinto y aparecí frente al edificio más llamativo, de forma circular y coronado por una torre de cemento. En su día se utilizó para emitir las primeras señales de TV en Europa y actualmente se está cayendo a pedazos, pero todavía aguanta en pie. La imagen es surrealista. En el edificio vi ropa tendida, un vecino entrando con bolsas de la compra y coches aparcados. Me hubiera encantado entrar a explorar, pero con gente viviendo ni me lo planteé.
Alrededor de la torre hay otras construcciones que pertenecían al Campo de Concentración. Durante mi paseo vi partes habitadas, con pequeños jardines e incluso un siniestro parque infantil. Otras estaban en muy mal estado, con ventanas rotas, puertas abiertas y muros cubiertos de hiedra. Y hasta pasé por algunos negocios, como un restaurante y un par de concesionarios de coches. Una mezcla desconcertante. En un extremo del recinto hay dos columnas arrancadas que formaban parte de la entrada principal de Sajmiste. Yo me moví con discreción e hice fotos solo con mi móvil, dejando la cámara enfundada, y tras un buen rato examinando cada rincón me marché.
MAS ARTE MODERNISTA
Novi Beograd no es el único lugar de la capital donde es posible ver edificios modernistas. Estos son los más destacados del resto de Belgrado:
1. 25 May Sportcenter: un centro deportivo coronado por un triángulo de cemento. Está situado junto a la orilla del río Danubio, en uno de los tramos más bonitos para pasear, con grupos de cisnes y patos, lugareños haciendo deporte, barcos con cafés y restaurantes, y vistas de Great War Island cubierta de frondosos bosques. Además en la distancia se ve el barrio de Zemun con Gardos Tower.
2. Urban Planning Institute: encontré este edificio de casualidad mientras caminaba por el centro de Belgrado. Es una enorme mole de cemento que fue inaugurada en el año 1970.
3. Karaburma Housing Tower: un bloque de pisos conocido popularmente como “Toblerone Tower”, por los apéndices de forma triangular que sobresalen de la fachada. Data del año 1963 y y es uno de mis edificios favoritos de Belgrado. Le hice fotos desde todos los ángulos posibles.
4. Hotel Jugoslavija: construido en el año 1969, en su día fue uno de los hoteles más lujosos de la antigua Yugoslavia y sus 258 habitaciones alojaron a importantes personalidades. El interior estaba decorado con pinturas exclusivas y la lámpara de techo más grande del mundo, fabricada por Swarovski, con 14 toneladas de peso. Pero en el año 1999, durante los bombardeos de la OTAN, el Hotel Jugoslavija fue alcanzado por varios proyectiles y sufrió graves daños. Más tarde volvió a abrir al público, aunque solo utilizando una parte del gigantesco edificio.
Cuando visité Belgrado una habitación individual costaba 40€ a través de Booking. Eso sí, mucha gente se quejaba del mal estado de las instalaciones.
5. Air Force Command Building: este edificio modernista data de 1935 y se encuentra en el barrio de Zemun. Por motivos obvios fue uno de los objetivos militares durante los bombardeos de la OTAN y desde entonces está vacío. La fachada principal es imponente, con columnas coronadas por águilas y placas conmemorativas. Todavía se aprecian los daños de los proyectiles, con cristales rotos y paredes desconchadas, aunque el edificio está en mucho mejor estado que el Ministerio de Defensa. En un lateral hay una estatua que representa a Ícaro, un motivo recurrente en la arquitectura comunista.
Es posible hacer fotos sin problema (mejor luz por la mañana), pero no está permitido entrar. Esto no aplicaba a una graciosa familia de gatos que se movía a sus anchas por el patio (la gente les dejaba comida y agua).
6. Eastern City Gate: también llamada Rudo, se trata de 3 enormes bloques de pisos con 28 plantas cada uno dispuestos alrededor de una plaza. Fueron construidos en el año 1976 y la mayoría de viviendas se encuentran habitadas a pesar de su mal estado. La verdad es que impresiona pasear por el centro de la plaza rodeado de esas gigantescas estructuras de cemento. Los locales de la planta baja tienen varios grafitis de temática oriental.
Rudo está sobre una colina a 8km del centro. Para llegar utilicé el autobús nº31, que me dejó a escasos metros. Un lugar solo recomendable para los auténticos amantes del arte modernista.
ZEMUN
La historia de este barrio de Belgrado situado junto al río Danubio se remonta al siglo III AC, cuando era una población independiente habitada por los Celtas, y más tarde los Romanos, conocida con el nombre de Taurunum. Tras dos siglos de ocupación Otomana, en 1717 las tropas del Imperio Austro-Húngaro recuperaron los territorios al norte del Danubio y Zemun quedó pegada a la nueva frontera, creciendo gracias al comercio y a su puerto pesquero. Hasta que después de la Primera Guerra Mundial la ciudad se incorporó al Reino de Yugoslavia y la expansión de Belgrado la convirtió en un apéndice de la capital.
Zemun es un lugar completamente distinto al resto de Belgrado, con una arquitectura de estilo Barroco que recuerda al centro de Europa. Durante mi paseo recorrí calles empedradas entre viviendas tradicionales pintadas de vivos colores, fachadas decoradas con relieves y terrazas llenas de gente. Me encantó la atmósfera. En cuanto a atracciones turísticas concretas visité dos:
1. Iglesia de la Asunción: este templo católico fue construido en 1785 sobre las ruinas de una antigua mezquita y domina la plaza central de Zemun, donde hay un mercado y una fuente muy solicitada en verano. Tiene un elegante campanario y dos estatuas sobre la entrada principal.
2. Gardos Tower: una torre inaugurada en 1896 para conmemorar los mil años de presencia Húngara en Europa Central (por eso también se conoce como “Millenium Tower”). Anteriormente la colina estaba ocupada por el Fuerte de Zemun (siglo XV), del que hoy día solo quedan restos de sus cimientos. Gardos Tower tiene 36m de altura y durante años fue utilizada por los bomberos para detectar incendios. Aunque guerras y décadas de abandono se cobraron su peaje, y en el 2006 la torre estaba a punto de derrumbarse. Por suerte el gobierno local decidió restaurarla y hoy día luce en todo su esplendor.
La buena noticia es que pagando 150D se puede subir a la terraza por una escalera metálica y disfrutar de unas vistas épicas. En mi opinión las mejores de Belgrado, con un mar de tejados rojos; los afilados campanarios de las iglesias; y el río Danubio de fondo. Durante mi visita solo estuve acompañado por 3 chicas embarcadas en una sesión interminable de selfies. Además el cielo estaba cubierto de nubes, pero el sol apareció en un par de ocasiones y pude hacer buenas fotos (mejor luz por la tarde).
Yo llegué a Zemun caminando desde Nova Beograd, ya que hay varios edificios modernistas que pillan de paso. Para regresar al centro utilicé uno de los autobuses que cubren la ruta hasta la Plaza de la República (150D).
COMIDA
En Belgrado las opciones para comer son ilimitadas, desde sencillos locales de fast food y cafés hasta lujosos restaurantes. Estos fueron los 4 lugares que visité:
Gradska
Un restaurante situado justo enfrente del NapPARK Hostel que me recomendó Nikola. Cuando llegué el comedor se encontraba ocupado por una fiesta de cumpleaños (¡de un bebé!), con música en directo y baile; y los camareros no daban a basto. Pero se acercaba una tormenta y no tenía otra opción, así que ocupé una mesa de la terraza. Tras examinar el menú (en inglés) pedí una Ensalada Shopska, Cevapi (trozos de kebab) con patatas fritas, y una cerveza Jelen. La comida estuvo rica, las porciones abundantes, y los platos aparecieron razonablemente rápido. Precio: 1.160D.
Cuando estaba a punto de acabar cayó un aguacero tremendo y la lluvia me salpicaba. Yo tuve que esperar y cuando paró un momento salí corriendo hacia el Hostel.
Manufaktura
Se trata de un local céntrico con un enorme comedor y una terraza exterior. Yo me senté dentro, me atendió un camarero de rostro impasible, y pedí Ensalada Shopska, Queso Miroc con calabacín y una cerveza Jelen. El Manufaktura recibe muy buenas críticas pero a mí no me acabó de convencer por diferentes motivos: comida correcta sin más; porciones pequeñas (me quedé con hambre); precios en la banda alta (todo me costó 1.140D); y el camarero ni me miró cuando saludé al marcharme. Eso sin contar que un grupo de 10 personas se sentó a mi lado (el comedor estaba vacío) y todos se pusieron a fumar. En fin…
Kafana SFRJ
Encontré este restaurante de casualidad mientras subía las escaleras que conectan el río Sava con el centro de Belgrado. Sus siglas significan Socialist Federal Republic of Jugoslavija, y el comedor está lleno de objetos de esa época: fotografías, uniformes militares, carteles de propaganda, banderas… Solo por esto ya merece la pena. Yo ocupé una mesa con vistas al río y pedí Ensalada Shopska, Gulash de Ternera con puré de patatas, y 2 cervezas Niksicko. La carne estaba deliciosa, las porciones abundantes y el camarero muy simpático. Me encantó y repetiría sin dudarlo. Precio: 1.450D.
Pizza Di Napoli
Está en el barrio de Novi Beograd y muchos lugareños afirman que sirve las mejores pizzas de la ciudad. Yo aproveché que estaba explorando la zona para comprobarlo. Una vez allí ocupé una mesa de la pequeña terraza; examiné el menú (en inglés); y realicé el pedido en un mostrador (los camareros se encargan de traerlo a las mesas). Elegí una Pizza grande de Zuchini y Melanzane (calabacín y berenjena), acompañada de 2 cervezas Zajecarsko. A ver, la pizza no estuvo mal y acabé a reventar, pero le faltaba algo de sabor (me costó encontrar la berenjena). A mi alrededor mucha gente había pedido platos de pasta que tenían buena pinta. Precio: 1.030D. Mientras comía me entretuve con un grupo de graciosos pájaros que se subían a las mesas en busca de migajas.
CONCLUSION
Una parte importante de los turistas que visitan Belgrado son grupos de chavales que acuden el fin de semana para disfrutar de su aclamado ambiente nocturno. Tanto que prestigiosas revistas han escogido la capital como el mejor lugar de Europa (¡e incluso del mundo!) para salir de fiesta. Y hay recintos para todos los gustos: discotecas de diseño; tabernas tradicionales; barcos anclados en las aguas del Danubio… Por lo que me contaron, gran parte del éxito de Belgrado es la ausencia de regulación (algo similar a lo que ocurría en el pasado en Barcelona o Madrid). Yo pasé casi una semana en Belgrado pero no salí ni una sola noche porque es algo que suelo evitar en mis viajes (y más en solitario). En su lugar exprimí los días al máximo recorriendo cada rincón.
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