Un baño de aguas sulfurosas, un interesante museo arqueológico, y excursiones en busca de sorprendentes ejemplos de arte soviético
Si no tienes problemas de tiempo y te has quedado con ganas de conocer más rincones de Tbilisi, no te preocupes. Aquí tienes 5 nuevos lugares que te mantendrán ocupado y te permitirán profundizar en la realidad de esta fascinante ciudad.
Para utilizar el transporte público de Tbilisi hay que comprar una tarjeta monedero llamada Metromoney Card. La venden en las taquillas de las estaciones de Metro, cuesta 2L, y se recarga en la propia taquilla o en cualquiera de las máquinas naranjas distribuidas por la ciudad. La Metromoney Card es imprescindible para pagar los viajes en Metro y Autobús, y también se puede utilizar en el Teleférico. A modo orientativo, un trayecto de Metro cuesta 0,5L. Yo puse 10L y tuve suficiente para una estancia de 11 días.
BAÑO SULFUROSO
Tbilisi significa “lugar caliente”, y recibió este nombre por sus manantiales de aguas termales. Cuenta la leyenda que el rey Vakhtang I Gorgasali estaba de caza en los bosques de la zona, y al descubrir uno de esos manantiales quedó tan impresionado que decidió ubicar aquí la nueva capital del Reino de Iberia. En la actualidad hay varios baños tradicionales abiertos al público, concentrados en el distrito de Abanotubani, en pleno Casco Antiguo.
Muchos turistas se conforman con pasear por la zona y hacer alguna foto de las cúpulas de ladrillo que emergen del suelo (una imagen típica de Tbilisi). Pero si te sobra una hora, te recomiendo que vivas la experiencia y utilices los servicios de uno de esos baños. Yo elegí Gulo’s Thermal Spa, un baño tradicional recomendado en un par de blogs de viaje, con precios aceptables y la posibilidad de reservar a través de su página de Facebook. Estas son las cosas que debes tener en cuenta antes de la visita:
*Hay dos opciones: utilizar un baño común; o alquilar una sala privada. Las salas privadas son de varios tipos, y en el caso de Gulo’s los precios van de 70L a 220L por hora. El precio es por sala, así que si vas acompañado sale muy a cuenta. En la página de Facebook de Gulo’s pude ver fotos de las diferentes salas con sus precios.
*En cada sala hay una zona seca con sofás y perchas para cambiarte; y la zona húmeda con una piscina de agua caliente, otra de agua fría, una cama de piedra para estirarte, una ducha y un lavabo. La idea es ir cambiando de piscina, y acabar con una ducha.
*Las salas a partir de 100L cuentan además con sauna individual.
*Puedes usar bañador, aunque la mayoría de la gente utiliza los baños desnuda (los comunes están separados por sexos).
*En el baño facilitan toallas, jabón y champú (3L por persona). Si quieres ahorrar, puedes llevar tu propio equipo.
*Un Body Scrub básico cuesta 10L. Y si quieres añadirle un breve Masaje son 10L más. Estos tratamientos se realizan dentro de la hora contratada.
Yo decidí alquilar la sala privada de 120L, que tiene sauna individual y una bonita decoración. En total, añadiendo Body Scrub, Masaje y equipo pagué 143L (unos 45€). Un desembolso importante, pero hacía mucho tiempo que no me daba un capricho. Reservé con un día de antelación, indicando la sala que quería y la hora. Y recibí un mensaje de confirmación, con un pequeño mapa para llegar al baño. Así que a la hora convenida aparecí en Gulo’s.
Para no ser negativo, voy a empezar por las cosas que me gustaron:
*Baño: la sensación fue genial, flotando en una piscina de agua caliente completamente desnudo, con un ambiente de relax total. En un par de ocasiones pasé por la bañera fría, pero solo aguantaba unos segundos. La sala era enorme, y la limpieza muy correcta.
*Masaje: al cabo de un rato entró un lugareño, y me hizo el Body Scrub + Masaje. Se llamaba Tofik, y fue muy simpático y profesional. En total tardó un cuarto de hora, durante el cual frotó mi piel con un estropajo, me aplicó diferentes productos, y me hizo un masaje corporal estilo turco, presionando con fuerza los músculos. Tras la sesión me quedé de nuevo solo, y volví a la bañera de agua caliente.
Así que en general acabé satisfecho con la parte esencial del servicio, y recomiendo visitar alguno de los baños sulfurosos de la zona. Pero una serie de detalles deslucieron bastante mi experiencia en Gulo´s. En concreto:
*El trato del personal de la recepción fue muy seco. No me dieron una mínima explicación sobre el funcionamiento del lugar (suerte que me había informado previamente); y cuando acabé tuve que ser yo el que pidiera un té de cortesía, porque ya me despedían. Y no me sirve la excusa del idioma, porque en Georgia conocí gente en pueblos remotos que sin hablar ni una palabra de inglés me colmó de atenciones.
*Al llegar me dijeron que la sala de 120L estaba ocupada, a pesar de tener su mensaje de confirmación. Y la única opción que me daban era alquilar la de 150L. Hubo momentos de confusión, aunque al final aceptaron dejármela al mismo precio acordado. Pero esa sala no tenía ninguna gracia: ni azulejos con decoración, ni un colorido mosaico… Tan solo paredes de ladrillo y baldosas de color marrón. Así que no me sentí en un lugar especial.
*Tofik me hizo pagarle sus servicios nada más acabar. Con lo cual tuve que salir desnudo a la zona seca, buscar la cartera… En vez de dejarme tranquilo en la bañera. No entendí el motivo, porque al acabar me lo encontré comiendo junto a la puerta del baño.
*Mi estancia no llegó a una hora, porque 10 minutos antes la encargada ya me estaba diciendo que tenía que salir. En realidad había tenido suficiente, pero bueno…
Como digo, en general me gustó el baño sulfuroso. Aunque 45€ es mucho dinero en Georgia, y uno espera un trato impecable. Y en Gulo’s la hospitalidad georgiana brilla por su ausencia. Si volviera a repetir la experiencia en Tbilisi elegiría otro lugar, así que no te recomiendo Gulo’s Thermal Spa.
MUSEO NACIONAL DE GEORGIA
*Horario: 10h – 18h (lunes cerrado)
*Precio: 15L
*Fotografía: ok
Este museo se encuentra en la Avenida Rustaveli, y es un buen lugar para conocer la historia del país y contemplar interesantes hallazgos arqueológicos. En mi caso coincidió además que era la parte central del día y hacía un calor horrible, así que me permitió pasar unas horas protegido del sol. Estas son las salas más importantes del museo:
1. Stone Age Georgia: contiene diferentes fósiles, tanto humanos (los más antiguos descubiertos fuera de África) como animales prehistóricos. Proceden en su mayor parte del yacimiento de Dmanisi. La sala cuenta con carteles en inglés.
2. Archaeological Treasury: aquí destaca la colección de joyas encontradas en diferentes túmulos funerarios de los reinos de Iberia y Colchis. Hay de todo: pendientes, collares, brazaletes, broches… Son de oro y plata, con un grado de detalle asombroso, representando animales, figuras humanas… Por este motivo los griegos ubicaban en Georgia la tierra del legendario Vellocino de Oro.
3. Medieval Treasury: hay expuestos varios iconos procedentes de diferentes iglesias del país. Me gustaron mucho los del Monasterio de Ubisi.
4. Soviet Occupation: relata con imágenes y videos la represión a la que fue sometida Georgia por parte de Rusia tras declarar su independencia de forma unilateral en 1921. Se calcula que unas 500mil personas fueron asesinadas o desaparecieron para siempre en los campos de concentración (gulags) creados por Stalin. Entre ellas gran parte de la aristocracia georgiana, y destacados miembros del panorama cultural (músicos, escritores…). Una pena que apenas haya información en inglés.
Los georgianos están muy indignados con Rusia, y durante mi recorrido por el país vi numerosos carteles protesta, o gente que me recordaba que el 20% de Georgia sigue ocupado por Rusia (en referencia a Abkhazia y Osetia del Sur).
5. Caucasus Biodiversity: esta sala me pareció surrealista. Está llena de animales disecados (ciervos, un oso, un tigre…); vitrinas con peces y anfibios conservados en formol; insectos atravesados por agujas… Una curiosa manera de conocer la fauna del país. También hay un gigantesco esqueleto de ballena. No pasé mucho tiempo en este lúgubre recinto.
La Avenida Rustaveli es la principal arteria de Tbilisi, y comunica la Plaza Rustaveli (a un par de minutos de mi alojamiento) con la Plaza Tavisuplebis. En Rustaveli hay varios edificios destacados, como la Ópera o el Parlamento (que durante mi visita estaba rodeado de vallas, tras semanas de manifestaciones diarias contra las continuas injerencias de Rusia). Y numerosas tiendas de lujo.
El ambiente de Rustaveli es frenético, con músicos, mendigos pidiendo limosna, comerciales repartiendo folletos de tours organizados, tráfico constante, perros callejeros (luciendo una etiqueta en la oreja que acredita su vacunación, igual que en Turquía)… Algunos tramos están flanqueados por árboles enormes, que en verano se llenan de cigarras (el sonido a media tarde es tremendo).
BARRIO DE MARJANISHVILI
Esta parte de Tbilisi fue toda una sorpresa. Yo me acerqué solo para ver la antigua House of Political Education, y acabé pasando buena parte de la tarde. El Barrio de Marjanishvili está situado justo frente a la zona de Rustaveli, en la orilla este del río Mtkvari. Y tiene dos caras muy distintas. Por un lado está la Avenida Aghmashenebeli, llena de tiendas, cafés y viviendas de estilo clásico perfectamente restauradas (hasta las farolas son de época). Por otro están el resto de calles, con naves abandonadas y casas antiguas medio en ruinas. Los turistas brillan por su ausencia, y es la zona preferida por los extranjeros que viven en Tbilisi.
Además de pasear sin rumbo, en los alrededores de Marjanishvili hay tres lugares de interés:
1. Fabrika: una nave industrial que en tiempos de la Unión Soviética albergaba una fábrica de tejidos. Y que ahora se ha transformado en un centro de cultura alternativa que ofrece todo tipo de servicios: hostel, bar, restaurante, actuaciones musicales, exposiciones de arte, tiendas… Abrió sus puertas en 2016 y es un lugar de peregrinaje para cualquier hipster que se precie. Me gustaron mucho los coloridos grafitis que decoran el exterior de la nave, y el mural soviético que preside la entrada.
2. Desertirebis Bazari: caminando hacia el norte llegué a este mercado central de alimentos. Cuenta con un edificio donde se ubican la mayoría de tiendas, aunque en los alrededores hay montones de puestos. Aquí puedes encontrar de todo: frutas, verduras, carne, quesos, licores (vino, cognac, chacha…), café, churchkhela (los populares dulces con forma de vela), etc… Yo me compré dos melocotones enormes por 1L cada uno. Por cierto, el nombre del mercado hace referencia a los soldados que desertaban del ejército y acudían a vender sus armas.
3. Cementerio de Kukia: es uno de los más antiguos de Georgia. En Internet vi fotos de tumbas y estatuas inquietantes, pero no supe encontrarlas. Y eso que caminé durante un buen rato, explorando cada rincón del enorme recinto, entre matorrales y fotos de difuntos. Como no había nadie, tampoco pude preguntar.
ARTE SOVIÉTICO
Tras tantos años de ocupación rusa, en Tbilisi se pueden visitar espectaculares ejemplos de arte soviético. Desde imponentes edificios a elaborados murales modernistas o esculturas curiosas. Estos son los más destacados:
1. Antiguo Museo de Arqueología: es un edificio de 1988, actualmente abandonado. Tiene forma redonda y una entrada faraónica, con una enorme escalinata y una puerta principal coronada por un panel con un misterioso relieve (parece el embrión de una extraña criatura extraterrestre). Los escalones se caen a trozos, y la vegetación comienza a apoderarse del lugar. Pero cuando me acerqué demasiado a la puerta apareció del interior un vigilante de seguridad que me miró con cara de indiferencia. Así que nada de intentar colarse.
El Museo se encuentra junto al Cementerio de Dighomi, en lo alto de una colina alejada del centro, y estuve completamente solo. Para llegar hay que bajarse en la estación de Metro de Didube y caminar durante casi media hora (el tramo final por un sendero campo a través). Desde el lugar pude contemplar un grupo de bloques de viviendas de estilo soviético, y al fondo la silueta del Chronicles of Georgia.
2. VDNKH Exhibition Complex: un recinto construido en 1961, con diferentes pabellones para albergar exposiciones de todo tipo. En la actualidad continúa en funcionamiento, bajo el nombre de Expo Georgia. La entrada es gratuita, y durante mi visita pude observar una gran actividad, con numerosos vehículos y guardas. Pero nadie me dijo nada y pude pasear a mi aire, haciendo fotos sin problema.
En este lugar hay dos llamativas estatuas que merecen la pena. Y una serie de mosaicos espectaculares, de temáticas surrealistas. En uno aparece un astronauta y naves espaciales, en clara referencia al histórico enfrentamiento de la URSS con Estados Unidos por la conquista del espacio.
Para llegar hay que bajarse en la estación de Metro de Gotsiridze y caminar 10 minutos. La ruta sortea las vías por un puente, y desde allí pude ver un grupo de antiguos trenes abandonados. Yo bajé a curiosear un rato, pero las puertas de los vagones estaban cerradas, y al poco apareció un agente de seguridad que educadamente me invitó a marcharme.
3. Antiguo Ministerio Soviético de Carreteras: levantado en el año 1975, se trata de un edificio impresionante, ubicado a orillas del río Mtkvari. Está formado por diferentes cubos apilados unos sobre otros, en diferentes niveles. No es de extrañar que la gente conozca este lugar como el “Tetris de Georgia”. Actualmente alberga la sede del Banco Nacional.
Para las mejores vistas hay que bajarse en la estación de Metro de Gotsiridze y caminar un cuarto de hora. Se puede combinar con una visita a Expo Georgia. Si quieres verlo de cerca tienes que cruzar el río y el puente más próximo está bastante lejos, así que te espera una buena caminata.
4. Wedding Palace (o Palace of Rituals): un templo construido en 1984 para celebrar bodas, y que actualmente se alquila para todo tipo de actos. Está en lo alto de una colina, y se puede llegar paseando desde el Casco Antiguo.
5. Antigua House of Political Education: un edificio rectangular del año 1980 que destaca por un enorme mosaico que ocupa buena parte de la fachada. Actualmente alberga un Business Centre. Para llegar hay que bajarse en la estación de Metro de Marjanishvili y caminar un par de minutos.
6. Estación de Metro Technical University: el andén está presidido por dos elaborados murales (uno en cada acceso) que datan de 1979. En ellos se puede ver un unicornio, un hombre volando con una cometa, otro tocando la flauta rodeado de animales… Parecen escenas sacadas de un cuadro de El Bosco. Para acceder hay que pagar el billete de Metro, aunque merece la pena.
7. Triple Soviet Block: se trata de tres altísimos bloques de viviendas de estilo soviético, conectados entre sí por un puente. Yo aparecí aquí acompañado de Miguel (el simpático cántabro que conocí en Ushguli). La verdad es que fue una aventura: buscar los edificios; encontrar el portal correcto bajo las miradas curiosas de los vecinos; subir en un antiguo ascensor que funciona con monedas de 10L; pasar junto a una pared con inquietantes dibujos infantiles… El puente está a 14 pisos de altura y ofrece buenas vistas de la zona, con otros bloques de estilo similar. Un lugar curioso.
Estos edificios están en el barrio de Saburtalo. Para llegar hay que bajarse en la estación de Metro de Vazha-Pshavela y caminar un cuarto de hora.
Entre los numerosos ejemplos de arte soviético de Tbilisi es una lástima que no pudiera ver un espectacular mural que hasta hace poco adornaba el abandonado Technical College Auditorium. Cuando investigué en internet sobre los diferentes lugares a visitar y vi las fotos, se convirtió en mi principal objetivo. En el mural aparecía la figura de Ícaro, con sus alas doradas, acompañado de otros dos personajes. No fue fácil llegar, tras una larga caminata de más de media hora desde el Antiguo Museo de Arqueología, bajo un sol abrasador. Y cuando logré encontrar el edificio la decepción fue inmensa: habían retirado el mural, y solo quedaba el soporte con algunos cables colgando.
ARTE URBANO
A pesar de todos sus atractivos turísticos, Tbilisi es una de las ciudades más agresivas con el peatón que jamás haya visitado. El motivo: está atravesada por amplias avenidas con un tráfico infernal, donde las opciones para cruzar a pie de forma segura son mínimas. Con un poco de suerte encontrarás algún túnel subterráneo, o un paso de cebra (no cuentes con que los conductores van a frenar nada más verte). Pero yo acabé en varias ocasiones corriendo entre vehículos a toda pastilla, sorteando peligrosas carreteras de dos carriles por sentido. Y esto ocurre por ejemplo en algunos tramos de la céntrica avenida Rustaveli, no en partes remotas de la ciudad.
Aunque prefiero quedarme con la parte positiva. En muchos de los túneles subterráneos hay un ambiente excepcional, con pequeños comercios, músicos callejeros, y (lo que más me gustó) todo tipo de pinturas murales y grafitis, algunos de ellos de una calidad asombrosa. Yo pasé varios días en Tbilisi y los fui descubriendo sobre la marcha. Pero si no tienes mucho tiempo y quieres ver unos cuantos a la vez, puedes acercarte a Heroes Square.
Además de los túneles, las calles de Tbilisi ofrecen numerosos ejemplos de arte urbano, especialmente el Casco Antiguo y el Barrio de Marjanishvili.
COMIDA EN TBILISI
En Tbilisi las opciones para comer son ilimitadas, con montones de cafés y restaurantes, aunque yo no las exploté mucho y mi dieta se centró en los dos platos más típicos de la gastronomía georgiana: el Khachapuri y los Khinkali. Y mi presupuesto lo agradeció, porque son muy económicos. Estos fueron los 2 locales que visité con más asiduidad:
Pasanauri
Según mi guía de viajes es uno de los mejores lugares de Tbilisi para comer Khinkali. La verdad es que estaban ricos y cada uno valía 0,9L. Yo solía pedir 8 acompañados de un par de jarras de cerveza Black Lion y acababa como nuevo. Los camareros no eran especialmente simpáticos, y el comedor solo tiene 10 mesas, así que se llena muy rápido.
Khinkali House
El nombre ya es indicativo. Los Khinkali aquí también están muy buenos, y cada uno valía 0,8L. Mis favoritos eran los rellenos de carne de ternera y cerdo con verduras y ajo picado (Kalakuri). El local es enorme, con un montón de mesas distribuidas en 3 plantas, y los camareros son amables y eficientes. La cerveza de barril es Argo.
Además muchas tardes comí en una panadería cercana a mi guesthouse. Allí compraba un Khachapuri recién hecho por 2,5L, y me sentaba en un escalón. El dueño era realmente simpático, y cuando me veía aparecer sonreía y abría el horno, sin necesidad de palabras. Para beber me compraba una botella de agua de medio litro en una tienda (0,5L). Y acababa con el estómago lleno por apenas 1€.
CONCLUSIÓN
Tbilisi es mucho más que su Casco Antiguo, donde la mayoría de turistas centran su visita. Hay otras zonas realmente atractivas que ofrecen una atmósfera local auténtica, como Marjanishvili. Además si te gusta el arte soviético Tbilisi es un festival. Yo me pasé horas recorriendo la ciudad en busca de los ejemplos más interesantes, descubriendo misteriosas construcciones, estatuas sorprendentes y mosaicos de temáticas surrealistas.
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Comentarios
2 ComentariosReyes
Oct 27, 2021Hola, estamos en Tbilisi y estamos leyéndote para mañana visitar más cosas de la ciudad y nos hubiera gustado que incorporaras más fotos para identificar todos los lugares, ej los edificios sovieticos gracias
Ganas De Mundo
Oct 27, 2021Hola! Ya me gustaría añadir más fotos a los posts que publico, pero eso implica dos problemas: la página carga mucho más despacio; y consume espacio del servidor, que vale una pasta. Me encantan los edificios soviéticos y tengo montones de fotos que podría compartir. Al menos en el post indico la estación de metro más cercana y a partir de aquí es fácil encontrarlos utilizando Maps.me. Un abrazo y seguid disfrutando de Tbilisi!