Un sorprendente Museo Arqueológico, viajes en ferry para conocer otros barrios de Estambul, y un recorrido en barco por el Estrecho del Bósforo
Si ya has realizado las visitas imprescindibles de Estambul y tienes ganas de más, no te preocupes, porque esta ciudad cuenta con una oferta ilimitada de atracciones. Dedicándole más tiempo podrás salir de la zona de Sultanahmet, que atrae a los grupos de turistas; conocer museos donde se respira una atmósfera más relajada; y adentrarte en barrios tradicionales como Eyüp, Üsküdar o Kadiköy. Aquí van otros 10 lugares de interés:
Para moverte por Estambul te recomiendo comprar una Istanbulkart. Se trata de una tarjeta monedero que se puede utilizar en todos los medios de transporte público de la ciudad (metro, tranvía, ferry, autobús.)… Ofrece 2 ventajas: un importante descuento en el precio habitual del billete (uno normal cuesta 5L, y con la Istanbulkart solo pagas 2,60L); y la comodidad de no tener que hacer cola en la taquilla cada vez que vas a viajar. Yo adquirí mi Istanbulkart en una máquina de la parada de Metro del aeropuerto. Primero compré la tarjeta (6L) y luego realicé una recarga (con 50L me llegó para 9 días de visitas).
MEZQUITA SULEYMANIYE
*Horario: 9h – 17h (excepto durante las diferentes oraciones del día)
*Precio: gratis
*Fotografía: ok
Una mezquita realmente espectacular, construida durante el siglo XVI sobre una de las colinas de Estambul siguiendo las instrucciones del Sultán Süleyman I el Magnífico. Aquí me encontré con una agradable sorpresa: no se estaban realizando obras de restauración, ni dentro ni fuera del edificio. Con lo cual pude disfrutar del templo sin obstáculos. Esto fue lo más destacado:
1. Nave: completamente diáfana y de dimensiones enormes. Tiene una cúpula decorada con motivos geométricos, docenas de ventanas, y una lámpara gigantesca colgando del techo. Durante mi visita no había mucha gente y se respiraba una tranquilidad absoluta.
2. Patio: una de las puertas de acceso permite contemplar la imagen clásica de esta mezquita, con su estructura central rematada por una serie de cúpulas simétricas.
3. Jardines: ofrecen una magnífica panorámica del Cuerno de Oro y la Torre Galata, con montones de cúpulas y chimeneas antiguas en primer plano. En los alrededores de la mezquita hay numerosas tumbas, entre ellas la del propio Sultán Suleymaniye.
Nota: los turistas acceden a la mezquita por una puerta distinta; hay que quitarse el calzado y dejarlo en un mueble con compartimentos situado en el interior; nada de pantalones cortos; y las mujeres deben cubrirse cabeza y hombros con un pañuelo.
Tras la visita, si te sobra un rato dirígete a la calle Namahrem y explora los alrededores. Allí encontrarás viejas casas de madera de estilo Otomano y un ambiente muy auténtico, con ropa tendida, niños jugando, y señoras con coloridos pañuelos sentadas en los portales.
CRUCERO POR EL BÓSFORO
*Ruta: Eminönü – Anadolu Kavagi (Long Tour)
*Duración: 6 horas (de 10.30h a 16.30h)
*Precio: 25L ida/vuelta
Sin duda otro de los platos fuertes de cualquier visita a Estambul. El estrecho del Bósforo separa Europa de Asia y conecta el Mar de Marmara (sur) con el Mar Negro (norte), recorriendo 32km. Tiene una gran importancia estratégica, y durante el día está transitado por docenas de ferries y buques de carga. Las opciones para organizar una excursión son infinitas. Hay recorridos largos y cortos; otros que te permiten bajar durante el trayecto y volver a subir con el mismo billete; tours privados gestionados por agencias (incluso con comida o cena)… Si paseas por Sultanahmet no pararás de recibir ofertas de cruceros, y resulta complicado elegir.
Yo opté por un recorrido largo (Long Tour) con Istanbul Sehir Hatlari, la agencia de turismo oficial de Estambul (la misma que gestiona el Bus Turístico), y la verdad es que acabé encantado. Tiene 3 ventajas:
*Precio: tan solo 4 euros. Me pareció insuperable, ya que algunas agencias del centro ofrecen cruceros de duración similar por 20 euros. Es verdad que el barco se limitó a navegar sin que alguien aportara explicaciones de lo que veíamos, pero para eso ya tenía una guía de viajes que consultar durante el recorrido.
*Inmediatez: puedes comprar el billete el mismo día, en la taquilla que hay en el muelle de Eminönü (cerca del Puente Galata).
*Trayecto: el Long Tour recorre la práctica totalidad del estrecho del Bósforo.
Una vez sentado en la cubierta del barco disfruté de una jornada inolvidable. El crucero duró un total de 6 horas: 2 ida + 1,5 horas vuelta + 2,5 horas de visita en Anadolu Kavagi. Esto fue lo más destacado del viaje:
1. Vistas de Estambul: especialmente la Torre Galata y la Mezquita Süleymaniye, con una luz perfecta para la fotografía.
2. Palacio de Dolmabahçe: en el año 1856 el Sultán Abdul Mecit I decidió reubicar aquí la corte del Imperio Otomano, abandonando Topkapi. Es un suntuoso edificio que me hubiera gustado visitar.
3. Rumeli Hisari y Anadolu Hisari: dos fuertes situados en el lado de Europa y Asia respectivamente, con espectaculares murallas y torres defensivas.
4. Sariyer: un pueblo con docenas de edificios apiñados que suben por la ladera de una colina formando diferentes niveles, con fachadas de vivos colores, mezquitas, y barcas de pesca. Durante el trayecto hay dos poblaciones similares, pero Sariyer es la más bonita.
5. Delfines: pasó un grupo nadando a escasa distancia del barco. Y es que las aguas del Bósforo se mantienen muy limpias a pesar del tráfico constante de embarcaciones.
Anadolu Kavagi se trata de una pequeña aldea de pescadores ubicada en el lado asiático del estrecho donde solo hay un lugar de interés turístico: las ruinas de un castillo medieval, visibles desde el muelle. La subida es dura, pero con una forma física normal se tarda alrededor de media hora. Durante mi visita el castillo estaba en restauración y no se podía acceder al interior. Al menos amorticé el esfuerzo con una panorámica genial del punto donde el Estrecho del Bósforo alcanza el Mar Negro, cruzado por el Puente Yavuz Sultán Selim.
De regreso en Anadolu Kavagi decidí comer algo. Hay un montón de restaurantes turísticos con platos carísimos, pero yo negocié con un simpático camarero, me senté en una terraza, y conseguí un bocadillo de pescado con ensalada y una Fanta por tan solo 20L.
Para acabar, aquí van algunos consejos:
*Consulta la predicción meteorológica y reserva para el Crucero por el Bósforo un día soleado. Yo lo hice así y disfruté de un tiempo impecable.
*Llega al muelle con suficiente antelación para conseguir un buen sitio en el barco. En mi caso (abril) había asientos de sobras, pero en otras épocas del año te puedes encontrar una cola importante. Yo opté por la cubierta inferior, algo más protegida del viento.
*Las mejores vistas se obtienen desde el lado izquierdo del barco, tanto a la ida como a la vuelta.
HIPÓDROMO ROMANO
Se trata de un recinto ovalado situado junto a la Plaza de Sultanahmet que durante el Imperio Bizantino era la pista donde se celebraban las populares carreras de cuádrigas. Todavía cuenta con algunos de los monumentos que lo adornaban en el pasado, como el Obelisco de Theodosius, procedente del Templo de Karnak (en perfecto estado de conservación); o la Columna Espiral, traída del mismísimo Templo de Apolo en Delfos (según cuentan, forjada con las armas del ejército Persa para conmemorar su derrota a manos de la Confederación Helénica). Aunque los soldados de la Cuarta Cruzada destrozaron la mayoría de las obras de arte.
Actualmente el Hipódromo es un sitio muy agradable, rodeado de árboles y jardines, donde el tráfico brilla por su ausencia y los lugareños acuden a dar un paseo. En este rincón me olvidé por completo de que estaba en pleno centro de una de las urbes más pobladas del planeta.
MUSEOS ARQUEOLÓGICOS
*Horario: 9h – 19h (hasta las 17h de noviembre a marzo)
*Precio: 30L
*Fotografía: ok
Se trata de tres exposiciones ubicadas en edificios separados procedentes de las colecciones privadas del Palacio de Topkapi. Si te gustan los museos de antigüedades, estilo Louvre o Brittish Museum, este lugar te encantará. Y si no, al menos es una buena alternativa para pasar el rato durante un día de lluvia o de excesivo calor. Estos son los 3 Museos:
1. Museo del Antiguo Oriente: en su día el Imperio Otomano se expandía por un territorio enorme, y sus dirigentes no dudaron en trasladar a la capital un montón de obras maestras de la antigüedad para disfrute del sultán de turno. Aquí pude ver coloridos paneles de ladrillo con leones y toros que formaban parte de la Puerta de Ishtar (Babilonia); sarcófagos egipcios; esculturas hititas; o relieves sumerios. Fue toda una sorpresa.
2. Museo Arqueológico: destaca por sus espectaculares sarcófagos. Algunos son de grandes dimensiones, cubiertos de esculturas y relieves, como los de Sidamara (Konya). Otros tienen forma humana y rostros muy realistas, traídos desde Sidon (Líbano). No me cansé de observar cada detalle. Una pena que durante mi visita se estaban realizando obras de restauración y la sala del famoso Sarcófago de Alejandro se encontraba cerrada al público.
3. Tiled Pavilion: solo me llamó la atención el exterior del edificio. Dentro hay una exposición de cerámica y azulejos, y este arte no me interesa demasiado.
Junto a los museos se encuentra Gülhane Park, que en el pasado era parte del Palacio de Topkapi. Se trata de un parque público perfecto para pasear si el tiempo acompaña, rodeado de árboles enormes y ruidosos cuervos. En mi caso hacía un frío tremendo y el lugar estaba casi desierto.
MERIENDA EN UN BAKLAVACI
Dentro de la inmensa oferta gastronómica de Turquía los dulces ocupan un lugar destacado. Y para probarlos nada mejor que visitar uno de los muchos establecimientos que hay en Estambul, llamados Baklavaci o Pastane. Yo fui a Karaköy Güllüoglu, ubicado cerca de la terminal de ferry de Karaköy, y la experiencia fue impecable. Por lo general en estos locales hay tres tipos de dulces:
*Baklava: es el más popular de Turquía. Está elaborado con una masa de hojaldre de forma rectangular, bañada en miel y rellena de frutos secos. Los más habituales son los de nuez (Cevizli) y pistacho (Fistikli).
*Lokum: conocidas como “Delicias Turcas”. Son una especie de gominolas de gelatina que se venden en dos formatos. Unas más básicas con forma de dado, hechas con almidón, azúcar y frutas. Y otras con forma de rollito, más elaboradas, que también incluyen frutos secos.
*Börek: es una empanada de hojaldre rellena de miel y almendras, aunque también se pueden encontrar de queso, carne o verduras.
El procedimiento en el Baklavaci fue sencillo: pagué en una caja; entregué el ticket en un mostrador donde me sirvieron los dulces en una bandeja; luego en otro donde me dieron el té; y ocupé una mesa del comedor. Yo pedí una ración (porsyon) de Baklava de nuez y estaban riquísimos. Eso sí, son auténticas bombas y por suerte no pedí dos raciones (en la foto aparecían solo 2 baklava, pero te ponen 5). Aunque a mi lado había dos abueletes que se estaban comiendo 10 cada uno sin pestañear. Como anécdota, comí con las manos pensando que era lo habitual, y más tarde me di cuenta que todo el mundo utilizaba cubiertos. Precio: 20L.
BAZAR DE LAS ESPECIAS
*Horario: 9h – 19h
*Precio: gratis
*Fotografía: ok
El Bazar de las Especias, también llamado Bazar Egipcio, fue creado durante el siglo XVII como un anexo más de la Nueva Mezquita. Al igual que el Gran Bazar, es un mercado cubierto, aunque sus dimensiones son mucho más reducidas, con tan solo dos pasillos. Eso sí, en el exterior hay más puestos que venden los mismos productos. En el Bazar de las Especias se vende principalmente Lokum (delicias turcas), Té (de todo tipo, tanto para relajarte y dormir bien, como para aumentar tu vigor sexual), Especias y Frutos Secos. Y en menor medida Perfumes y Jabones.
En total estuve paseando por el Bazar algo menos de una hora y fue una gran experiencia. Aquí los vendedores están a la caza del cliente, pero puedes visitar las tiendas que te interesen, probar varios productos y marcharte sin recibir ningún tipo de presión para que compres. Además las oportunidades fotográficas son infinitas, con coloridas pilas de especias, flores de té y decenas de variedades distintas de lokum. Todo bajo un techo abovedado con una elaborada decoración.
El Bazar está ubicado frente al Puente Galata, a un corto paseo desde el centro. Si te sobran unos minutos, a escasa distancia hay unas escaleras pintadas de colores que tienen su gracia, cubiertas de paraguas y farolillos (parten de la calle Aricilar Is Hani).
ISTIKLAL CADDESI
Siguiendo hacia el norte desde la Torre Galata se llega a Istiklal Caddesi, una calle que sería el equivalente a nuestro Paseo de Gracia o la Calle Preciados. Es la principal avenida comercial de Estambul, donde se mezclan franquicias occidentales como Zara, Adidas o Decathlon, con pastelerías de lujo y locales de comida rápida. Istiklal desemboca en la Plaza Taksim, que ha sido testigo de las manifestaciones ciudadanas más importantes de los últimos tiempos. Si solo fuera por esto la verdad es que no me hubiera molestado en acercarme. Pero Istiklal cuenta con dos lugares de interés:
1. Un tranvía antiguo que recorre la calle de punta a punta de forma regular, haciendo sonar su campana, y ofreciendo imágenes fotogénicas (cuando logras esquivar a la gente y no aparecen otros vehículos detrás).
2. Dos galerías cubiertas que parecen sacadas del mismísimo centro de París: Çiçek Pasaji, con las terrazas de varios restaurantes; y Avrupa Pasaji, con tiendas de artesanía y antigüedades.
Para viajar a Istiklal desde el centro lo mejor es utilizar el Tranvía hasta Karaköy. A escasos metros de la estación hay una peculiar línea de Metro llamada Tünel, de una sola parada, que acaba justo donde empieza Istiklal y ahorra la importante subida a pie. Como curiosidad, fue inaugurada en 1875 y es la segunda linea de metro más antigua de Europa, tan solo superada por el Metro de Londres.
EYÜP
En el noroeste de Estambul, siguiendo el Cuerno de Oro, se encuentra Eyüp, un barrio tradicional donde no llegan los grupos de turistas. Para alcanzar esta zona decidí caminar desde el Museo Chora, que acababa de visitar. Tardé media hora, primero cuesta abajo y después siguiendo una avenida principal con mucho tráfico. Desde el centro lo mejor es coger el Ferry en Karaköy y viajar hasta el muelle de Eyüp.
Una vez en Eyüp me encontré con una atmósfera genial. Era sábado y las familias locales se habían lanzado a la calle. Las mujeres llevaban el pelo cubierto con coloridos pañuelos, aunque no era raro ver otras totalmente tapadas con un shador negro, además de niños disfrazados con ropa de época (parecían sultanes en miniatura). Por todas partes había puestos vendiendo helados, algodón de azúcar, barquillos… Y lo que más gracia me hizo: patatas fritas cortadas formando una larga espiral, servidas alrededor de un palo. Me lo pasé genial, contemplando el ir y venir de la gente, y haciendo fotos sin ser molestado.
En Eyüp hay dos visitas de interés:
1. Mezquita del Sultán Eyüp: es el centro neurálgico del barrio. Eyüp era un gran amigo de Mahoma y tras conquistar Constantinopla Mehmet II ordenó construir una mezquita donde estaba su tumba. Esto la convierte en uno de los lugares más sagrados de Turquía. Mi llegada coincidió con la llamada a la oración y no pude visitar el interior. A cambio me quedé paseando por la plaza anexa, que tiene una fuente donde la gente para a hacerse fotos; y un recinto cuadrado donde las familias dan de comer a las palomas (hay tantas que los árboles de los alrededores parecían una escena de la película “Los Pájaros”).
A la hora de comer decidí entrar en un restaurante de la calle principal. Se llama Hangah Osmanli ve Karadeniz Mutfagi (vaya tela el nombre) y me gustó mucho. Yo me senté en el comedor del piso superior y probé el Platican Kebab. Consiste en un kebab con trozos de berenjena, acompañado de cebolla, tomate y pan Pide con una salsa bastante picante. Todo muy rico, acompañado de agua y un té. Precio: 33,5L. Los camareros eran simpáticos, aunque con un inglés mínimo. Y a mi alrededor solo había familias locales mirándome de reojo con caras de curiosidad.
2. Pierre Loti Hill: esta colina situada junto a la mezquita es el cementerio más grande de Estambul. Una gran extensión de terreno cubierta por miles y miles de lápidas en medio de un bosque de árboles pelados.
Para subir a Pierre Loti decidí utilizar un Telecabina que cubre el trayecto. Pero al ser sábado me encontré con una cola enorme, principalmente formada por lugareños. En fin, con paciencia fuimos avanzando poco a poco, y al final llegó mi turno. El viaje duró apenas 2 minutos, en una cabina con capacidad para 6 personas. Y desde el mirador hice buenas fotos del tramo final del Cuerno de Oro y la Mezquita de Eyüp. Una de las mejores panorámicas de Estambul.
Como no tenía ganas de aguantar otra cola para el Telecabina decidí bajar de Pierre Loti caminando. Y resultó ser un paseo muy agradable, con un suave descenso, cruzando el cementerio entre lápidas musulmanas y graciosos gatos. Desde la mezquita caminé hasta el muelle de Eyüp y esperé media hora hasta que apareció el ferry que me llevó de vuelta a Karaköy. La tarde era fría y empezó a llover, así que viajé protegido en la cubierta inferior.
ÜSKÜDAR
Un barrio de Estambul ubicado en el lado asiático del Bósforo muy popular entre los habitantes de la ciudad. Para llegar hay una línea de Ferry que comunica los muelles de Eminönü y Üsküdar, sin paradas intermedias y con salidas cada media hora. Yo decidí coger el ferry de las 16.30h y cuando aparecí en la terminal me encontré con una auténtica marea humana. El motivo: era domingo, con lo cual había un montón de lugareños de fiesta y grupos de turistas de fin de semana. Ni siquiera cabíamos en la sala de espera. Por suerte los barcos son grandes y pudo entrar todo el mundo.
Esto es lo más destacado de Üsküdar:
1. Panorámica: al llegar al muelle me encontré ante una colina llena de edificios de colores distribuidos en diferentes niveles, con los minaretes de varias mezquitas (destaca en primer plano la de Mihrimah Sultán).
2. Paseo Marítimo: recorre el contorno de la costa hacia el sur siguiendo la calle Sahil You, y pasa junto a un montón de cafés y restaurantes. Durante mi visita había gente caminando en todas direcciones; vendedores de Simit (las típicas rosquillas), barquillos y algodón de azúcar; y unas señoras muy pesadas intentando vender flores a las parejas. Mientras a escasos metros no dejaban de pasar ferries y buques de carga surcando el Bósforo.
3. Torre de la Doncella (también conocida como Torre de Leandro): ocupa una isla a escasos metros de la orilla, y es posible visitarla en barca, e incluso comer en un caro restaurante. La primera torre data del siglo V, y su utilidad era controlar el tráfico del Bósforo y cobrar peajes, aunque durante el Imperio Otomano pasó a ser un faro. Es una imagen icónica de Estambul. Su nombre procede de una leyenda según la cual un emperador bizantino recluyó en la torre a su hija para protegerla (sin éxito) de una profecía. Y hace años se hizo famosa al aparecer en la película de James Bond “The World is not Enough” (1999).
La zona más animada del Paseo Marítimo de Üsküdar es la situada frente a la torre. Aquí hay varios cafés con mesas y cojines esparcidos por los escalones de cemento para tomar té (3,5L) y comer pipas (las bolsas valen 1L, pero a mí me regaló una un chaval que se marchaba). Es un lugar genial para contemplar el atardecer, con el cielo teñido de color naranja y la silueta de los afilados minaretes en el lado europeo del Bósforo (Hagia Sophia, Mezquita Azul…). Mi puesta de sol no fue ideal porque había bastantes nubes, y aun así pude hacer buenas fotos, rodeado de un gran ambiente.
KADIKÖY
Al sur de Üsküdar se encuentra el barrio de Kadiköy, una zona moderna de callejuelas estrechas, cafés con encanto, y pequeños restaurantes. Lo habitual es llegar en Ferry, ya que hay servicio directo desde Eminönü o Karaköy, sin paradas intermedias. Y encima el trayecto ofrece unas vistas increíbles de los principales monumentos de Sultanahmet (Topkapi, Hagia Sophia, Mezquita Azul…). Una vez en el muelle de Kadiköy lo mejor es pasear sin rumbo, aunque hay un par de atracciones a tener en cuenta:
1. Arte Urbano: en varios puntos de Kadiköy se pueden contemplar pinturas murales realizadas por artistas callejeros. Algunas son gigantescas y ocupan una fachada entera. Los mejores ejemplos los encontré en la calle Misaki Milli. También me gustó mucho Piri Cavus, una de esas avenidas cubiertas de paraguas que se han puesto tan de moda, con cafés y terrazas decoradas.
2. Mercado de Alimentos: situado en los alrededores de la calle Guneslibahce. Está lleno de puestos con todo tipo de productos a la venta: pescado fresco (alguno todavía saltando en el mostrador); frutas y verduras; diferentes variedades de olivas; quesos… Es uno de los más grandes de Estambul y un sitio ideal para curiosear.
Tras unas horas caminando decidí comer algo y me acerqué al Restaurante Ciya Sofrasi, recomendado por mis guías de viaje. Allí me senté en el comedor y probé por primera vez el Lahmacun, una pizza de masa muy fina elaborada con una mezcla de carne picada, cebolla, perejil y varias especias. Estaba deliciosa y no dejé ni una miga (y eso que no tenía mucha hambre). Para acompañar pedí agua, un Sherbet (zumo especialidad de la casa) y un té. Precio: 31L.
De nuevo en el exterior caminé hasta el muelle de Kadiköy y llegué justo a tiempo para coger el ferry que me llevó de regreso a Eminönü. Caía una fina lluvia, gracias a la cual me despedí del barrio con un bonito arcoiris que se elevaba sobre los edificios del barrio.
COMIDA EN ESTAMBUL
Las opciones para comer en Estambul son ilimitadas, con montones de cafés y restaurantes, y durante mi estancia en la ciudad probé diferentes locales. Estos fueron los más destacados:
Ikram Döner & Kebap
Un restaurante sin pretensiones situado a una calle de mi hotel que visité un montón de veces. Los motivos: menú extenso; comida rica; camareros simpáticos; y precios económicos. Solía pedir Dürüm, aunque a veces optaba por algo más elaborado, como el Iskender Kebap. En función del clima me sentaba en la terraza o el comedor.
Meshur Filibe Koftecisi
Un local ubicado en la calle Hoçapasa, una avenida peatonal muy popular entre turistas y lugareños, llena de restaurantes con pequeñas terrazas y un tramo cubierto. Yo por supuesto pedí la especialidad del lugar: Kofte (albóndigas de carne a la brasa). Me gustaron, aunque como tenía hambre pedí demasiada comida para acompañar (ensalada de lechuga y judías, y arroz blanco) y acabé a reventar.
Karadeniz Aile Pide ve Kebap Salonu
Este restaurante estaba recomendado por mi guía de viajes y me acerqué a comer. Se encuentra en una calle tranquila cerca de la parada de tranvía de Sultanameh. Me senté en una mesa del piso superior, junto a la ventana, rodeado de un ambiente muy agradable. Y probé la especialidad: Pide (de Queso), muy rica.
CONCLUSIÓN
Estambul es un lugar imprescindible en cualquier recorrido por Turquía. Nunca había dedicado tanto tiempo a explorar una ciudad y la verdad es que los 9 días que pasé en Estambul estuvieron llenos de sorpresas, combinando visitas turísticas con paseos por barrios tradicionales, trayectos en ferry y platos típicos de la gastronomía turca. Es verdad que algunos lugares están muy masificados (Topkapi, Hagia Sophia…); y que en casi todos los monumentos y museos que visité había obras de restauración, quedándome sin ver alguna parte importante. Pero aun así acabé encantado. Un sitio ideal para comenzar Mi Gran Viaje.
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